El acecho de los buitres atemoriza a los ganaderos
El sector dice que se ceban con sus animales y pide que se reserven espacios para muladares donde puedan comer
Los buitres tienen hambre y lo mitigan atacando al ganado en momentos delicados, como en los partos, matando en ocasiones a la cr¨ªa y a la madre cuando todav¨ªa est¨¢n vivos, sostienen los granjeros. El convencimiento de que esta es la realidad ha arraigado en el sector, que pide medidas a la Administraci¨®n. ¡°No tenemos nada en contra de que se recupere la poblaci¨®n de buitres, pero necesitamos que su alimentaci¨®n se resuelva de forma eficiente para ambas partes¡±, se?ala Agust¨ªn Miranda, presidente de la Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores (ASAJA) en Ciudad Real. El ganadero admite que los animales tienen que estar heridos o en una situaci¨®n bastante complicada para que las carro?eras se decidan a lanzarse sobre ellos.
La soluci¨®n, a?ade Ram¨®n Santalla, secretario de Ganader¨ªa de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores y Ganaderos (UPA), consistir¨ªa en permitir dejar a los animales muertos en el campo ¡°como se hac¨ªa antes de la crisis de las vacas locas¡± o por acotar m¨¢s espacios para muladares ¡ªcomederos cerrados en los que se deposita carro?a para las necr¨®fagas¡ª y mejorar su gesti¨®n. En la actualidad, lo m¨¢s habitual es contratar un seguro, que recoge el animal cuando muere para incinerarlo. ¡°A excepci¨®n de los cad¨¢veres que se dejan en zonas autorizadas por las comunidades aut¨®nomas, pero son los menos¡±, sostiene. Adem¨¢s, existe una normativa para usar los muladares que exige un permiso previo y cumplir unos requisitos sanitarios. ¡°El problema es que no se ha aplicado bien, algunas comunidades han aprobado los muladares hace poco y otras como Madrid, Galicia o Murcia ni siquiera lo han hecho todav¨ªa¡±, protesta Nicol¨¢s L¨®pez, responsable de especies de SEO/BirdLife. En 2018, se estimaba que exist¨ªa en Espa?a una colonia de buitre leonado de 31.000 parejas, un 17% m¨¢s que hace una d¨¦cada.
Los cient¨ªficos discrepan de la descripci¨®n realizada por los ganaderos sobre el comportamiento de las carro?eras. ¡°Es imposible, porque ni desde el punto de vista morfol¨®gico ni evolutivo un buitre puede depredar, no cuenta ni con las garras ni con el pico necesario¡±, afirma Antoni Margalida, cient¨ªfico del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). ¡°En m¨¢s del 90% de los casos los animales han muerto antes, seg¨²n demuestran los an¨¢lisis posteriores¡±, sostiene.
S¨ª puede ocurrir, admite, que en caso de un parto complicado en el que se sale la matriz, al bajar los buitres a consumirla, se acelere la muerte del animal porque est¨¢ muy d¨¦bil. En todo caso, ¡°es normal que el ganadero interprete que lo han matado¡±. En la mayor parte de las denuncias que se reciben, el due?o de la explotaci¨®n ha visto que la vaca estaba bien antes de parir, pero cuando regresa se la est¨¢n comiendo los buitres, ¡°lo que no quiere decir que se haya producido un ataque, el animal puede haber muerto antes por complicaciones del parto¡±.
Algo que ocurri¨® hace unos d¨ªas cuando Margalida se encontraba marcando buitres en O?ate (Gipuzkoa). ¡°Hab¨ªa problemas con una yegua a punto de parir, tuvimos que sacar el potro estirando. Estaba muerto. A los 20 minutos, expir¨® la yegua y aparecieron los buitres. Si no se est¨¢ all¨ª, se les podr¨ªa haber echado la culpa¡±, se?ala. ¡°Habr¨ªa que vigilar m¨¢s al ganado¡±, opina.
Antonio Don¨¢zar, cient¨ªfico de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y experto en buitres, considera que el alimento no es el problema. En general, hay mucho en el campo, con la fauna silvestre y lo que encuentran de ganado. ¡°Es verdad que cada vez se acercan m¨¢s a las explotaciones ganaderas. Pero, aunque parezca lo contrario, esto no implica que tengan m¨¢s hambre, sino que es una fuente de alimentaci¨®n sencilla. Cuando pueden, tienden a atiborrarse, porque no saben si van a comer al d¨ªa siguiente¡±, explica.
Las carro?eras consiguen comida de los restos que quedan de las monter¨ªas en temporada de caza, en invierno y en oto?o. En primavera y verano, su dieta se dirige a cad¨¢veres de ciervos o corzos silvestres y a los que encuentran procedentes de la ganader¨ªa. Les atraen las granjas donde se cr¨ªa ganado en intensivo (en naves) por la posibilidad de alimentarse de los cad¨¢veres que se depositan en contenedores. Hay aves que viven en el Pirineo y se desplazan hasta Extremadura, a las granjas. ¡°Les compensa el viaje, se llenan y luego pueden pasar varios d¨ªas sin comer¡±. Un buitre puede aguantar una semana sin alimento y, en determinadas circunstancias, hasta dos.
En el vertedero
Los vertederos al aire libre, como el Centro de Tratamiento de Residuos de ?vila Norte, se han convertido en otro de los recursos que explotan las necr¨®fagas y otras aves. Es comida basura y peligrosa, pero muy f¨¢cil de obtener. La cig¨¹e?a que yac¨ªa moribunda en medio de la carretera de acceso al basurero el mi¨¦rcoles pasado es una de las v¨ªctimas de este modo de vida. ¡°El otro d¨ªa fue un buitre, antes otra cig¨¹e?a¡ un goteo continuo¡±, enumera Jos¨¦ Aguilera, miembro del colectivo Az¨¢lvaro, dedicado a la protecci¨®n de las aves carro?eras. Lo hace mientras se?ala a la culpable, una l¨ªnea el¨¦ctrica situada por donde entran las aves. Mientras, los buitres, indiferentes al riesgo, otean desde la parte superior de una monta?a cimentada en basura.
En la b¨²squeda de materia org¨¢nica, las aves consumen pl¨¢sticos que les pueden provocar asfixia, obstrucci¨®n g¨¢strica o intoxicaciones y da?ar su metabolismo, dice Aguilera. ¡°Los buitres se han enfrentado a una escasez de alimentos por la obligaci¨®n de retirar los cad¨¢veres de los rumiantes de la ganader¨ªa del campo, a lo que se suma la ausencia de una red equilibrada de muladares¡±, describe. Como consecuencia, una gran cantidad de necr¨®fagas se ven forzadas a aprovechar los vertederos. Y mientras los buitres vuelan cientos de kil¨®metros para encontrar comida, los ganaderos piden a cient¨ªficos y Administraci¨®n que ¡°hagan m¨¢s caso al que tiene el problema¡±.
La trampa de las zonas muy humanizadas
Los cient¨ªficos marcaron 30 buitres en la sierra de Cazorla y 37 adultos en las Bardenas (Navarra). La sorpresa lleg¨® cuando comprobaron que en dos a?os de estudio, en Navarra hab¨ªan muerto 12 ejemplares. En 2018 han ca¨ªdo tres m¨¢s. ¡°Algo espeluznante¡±, describe Jos¨¦ Antonio Don¨¢zar, investigador de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana. En cambio, en Cazorla solo hubo tres muertes: un 4% frente al 20% del norte. Ante la situaci¨®n, plantearon la hip¨®tesis de que la muerte se disparaba si los buitres com¨ªan de ganader¨ªa intensiva (en naves). Identificaron m¨¢s de 11.000 puntos de alimentaci¨®n y comprobaron que los p¨¢jaros navarros hab¨ªan comido en el valle del Ebro, en ¨¢reas muy humanizadas con granjas, en su mayor parte de porcino. Los de Andaluc¨ªa, en cambio, forrajearon en lugares ¡°aceptablemente naturales¡±, con una proporci¨®n muy alta de comida asociada a animales salvajes, a monter¨ªas.
Los investigadores cruzaron esta informaci¨®n con la huella humana, una variable que eval¨²a habitantes, infraestructuras, uso de energ¨ªa el¨¦ctrica... As¨ª llegaron a la conclusi¨®n de que las ¨¢reas humanizadas del valle del Ebro son una trampa ecol¨®gica para los buitres. Hay mucho alimento con granjas que vierten animales muertos, y los buitres se posan en tendidos o se ahogan en balsas.
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