Congo planea una vacunaci¨®n masiva contra el ¨¦bola
Las autoridades quieren crear un segundo muro de contenci¨®n
El avance de la epidemia de ¨¦bola que azota desde hace un a?o el noreste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo ¡ªcon 2.700 contagios y 1.800 muertos, la segunda peor de toda la historia¡ª, ha disparado la inquietud ante una posible expansi¨®n regional del brote. Sobre todo, desde la confirmaci¨®n esta semana de tres nuevos casos en Goma, una ciudad de dos millones de habitantes, y la constataci¨®n por las autoridades sanitarias de que los contagiados en esta urbe han tenido contactos primarios y secundarios con 538 personas. La situaci¨®n es tal que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno se preparan para probar en los pr¨®ximos meses una segunda vacuna que proteja a m¨¢s ciudadanos y cree un segundo muro de contenci¨®n.
Uno de los ejes de la respuesta frente a esta epidemia ha sido la utilizaci¨®n, desde el primer momento, de la vacuna rVSV-ZEBOV. Fabricada por la empresa Merck (MSD en Espa?a) y ya probada en Guinea en el brote de 2014-2016, los expertos est¨¢n muy satisfechos de su eficacia, que sit¨²an en torno a un 93%, pese a que a¨²n est¨¢ en fase experimental. Sin embargo, su aplicaci¨®n en el noreste de la RDC a contactos de personas enfermas, contactos de contactos y a personal m¨¦dico y de primera l¨ªnea no est¨¢ consiguiendo frenar la expansi¨®n del virus. La principal raz¨®n es que en un contexto de violencia, desconfianza y movilidad de la poblaci¨®n, el seguimiento de contactos ha presentado numerosas fallas.
El epicentro de la epidemia se encuentra en la actualidad en la ciudad de Beni y los pueblos de alrededor, donde se detect¨® en agosto de 2018. Sin embargo, la mayor parte de los casos a lo largo de este a?o proceden de Butembo. Los violentos ataques a los centros de tratamiento de esta ¨²ltima ciudad y de Katwa en marzo y el asesinato del m¨¦dico camerun¨¦s Richard Mouzoko en abril por parte de hombres armados ponen de manifiesto el clima de violencia y rechazo en que se ha desplegado la respuesta frente a la epidemia. Los esfuerzos en materia de sensibilizaci¨®n e implicaci¨®n de las comunidades han ido superando las barreras iniciales, pero un a?o despu¨¦s se mantienen a¨²n focos de resistencia.
El pasado mes de mayo, cuando la epidemia alcanz¨® su pico de contagios, el grupo de expertos SAGE que asesora a la OMS ya recomend¨® la introducci¨®n de nuevas estrategias de respuesta al ¨¦bola. Los reiterados incidentes violentos no solo fragilizaban el seguimiento de contactos sobre el terreno, lo que restaba eficacia a la vacunaci¨®n en anillo, sino que surgieron las primeras dudas respecto a la existencia de dosis suficientes de la rVSV-ZEBOV. Por ello, la OMS plante¨® la posibilidad de probar una segunda vacuna, complementaria a la primera, que alcanzara a m¨¢s personas. Destacadas personalidades, como el codescubridor del virus Peter Piot, e instituciones m¨¦dicas de todo el mundo mostraron su respaldo a esta idea.
La vacuna en cuesti¨®n, de hecho, estaba lista. La empresa fabricante, Johnson&Johnson, asegura que dispone de un mill¨®n de dosis, 500.000 de manera inmediata. Ha sido probada con ¨¦xito en 6.000 voluntarios humanos, aunque nunca en medio de una epidemia. La estrategia pasa por crear un segundo muro de contenci¨®n mucho m¨¢s amplio, no ya a contactos y contactos de contactos, sino a toda la poblaci¨®n en las llamadas ¨¢reas de riesgo y en los pa¨ªses lim¨ªtrofes. Mientras que Uganda parece estar preparada para la posible aparici¨®n del virus, como ya demostr¨® con la eficaz gesti¨®n de dos casos importados, la peor pesadilla para las agencias internacionales es que el virus salte a Ruanda, donde no hay experiencia previa, y sobre todo a Sud¨¢n del Sur, con estructuras sanitarias muy d¨¦biles, una situaci¨®n cambiante en materia de seguridad y campos de refugiados y desplazados.
¡°Una epidemia tan larga es una buena oportunidad para probar una segunda vacuna. Igual es hasta mejor que la primera, no lo sabemos, de momento es m¨¢s termoestable y ya est¨¢ probada su seguridad¡±, asegura Miriam Al¨ªa, responsable de Vacunaci¨®n de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF), quien a?ade: ¡°Sobre todo tenemos claro que hace falta un cambio de estrategia. Si la vigilancia epidemiol¨®gica no est¨¢ controlada, la vacunaci¨®n en anillo no es suficiente. Hay que ir a vacunaci¨®n masiva y no existe visibilidad de la capacidad de producci¨®n de Merck para afrontar este cambio de estrategia¡±.
Sin embargo, los planes iniciales de introducir la vacuna de Johnson&Johnson en el noreste de la RDC chocaron con el rechazo del ministro de Sanidad, el doctor Oly Ilunga, que se neg¨® en redondo y lleg¨® a acusar a la OMS de ¡°falta de ¨¦tica¡±. Entre sus argumentos expuso la complejidad de administrar dos dosis en un intervalo de dos meses, requisito de la nueva vacuna, en un contexto de enorme movilidad de la poblaci¨®n y rumores de todo tipo, lo que podr¨ªa generar a¨²n mayor confusi¨®n.
Ante esta negativa y tras la declaraci¨®n de la epidemia de inter¨¦s internacional hace dos semanas, el nuevo presidente congol¨¦s, F¨¦lix Tshisekedi, decidi¨® asumir personalmente la gesti¨®n de la respuesta apoy¨¢ndose en un grupo de expertos encabezados por el prestigioso doctor Jean Jacques Muyembe, codescubridor del ¨¦bola en 1976 y director del Instituto Nacional para la Investigaci¨®n Biom¨¦dica. Muyembe e Ilunga no manten¨ªan buenas relaciones, as¨ª que este decidi¨® presentar su dimisi¨®n, abriendo as¨ª la puerta a la segunda vacuna.
¡°Esta epidemia podr¨ªa durar dos o tres a?os¡±
Jean Jacques Muyembe, codescubridor del ¨¦bola en 1976, ha alertado este viernes de que las autoridades de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo solo est¨¢ identificando alrededor del 50% de los casos de ¨¦bola. ¡°Si continuamos as¨ª, esta epidemia podr¨ªa durar dos o tres a?os¡±, ha dicho en Goma, informa Reuters. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha expresado tambi¨¦n su ¡°profunda preocupaci¨®n¡± por este brote que est¨¢ fuera de control. Su propagaci¨®n a pa¨ªses vecinos, ha apuntado, ¡°podr¨ªa tener graves consecuencias humanitarias y afectar a la estabilidad regional¡±.
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