Se busca sacerdote acusado de pederastia: dos v¨ªctimas en Costa Rica viajan a M¨¦xico para hallarlo
Ambos buscan evitar que prescriba en septiembre la denuncia por violaci¨®n. Sobre el cura, huido en enero, pesa una orden de captura internacional
Dos v¨ªctimas de abusos sexuales del sacerdote Mauricio V¨ªquez Lizano, un religioso de 54 a?os de relevancia medi¨¢tica de Costa Rica, han viajado esta semana a M¨¦xico con una misi¨®n casi policial: encontrar al hombre que hace 20 a?os se aprovech¨® de una relaci¨®n de poder para abusar de sus monaguillos. V¨ªquez est¨¢ en fuga mientras se acerca la fecha de prescripci¨®n del ¨²ltimo caso judicial en su contra.
Anthony Venegas y Michael Rodr¨ªguez quieren evitar a toda costa que V¨ªquez, expulsado por la Iglesia Cat¨®lica en febrero, goce de impunidad total a pesar de al menos cuatro denuncias hechas p¨²blicas en meses recientes. Han prescrito tres de ellas, las de Venegas, Rodr¨ªguez y otro hombre llamado Carlos. Sigue activa otra demanda presentada ante la justicia por un joven que asegura haber sido violado por el sacerdote cuando este oficiaba en una comunidad llamada Patarr¨¢ de Desamparados, a 10 kil¨®metros de la capital costarricense,?San Jos¨¦.
La ley costarricense establece que los casos de abuso infantil prescriben 10 a?os despu¨¦s de que la v¨ªctima cumple la mayor¨ªa de edad. El denunciante en este caso alcanzar¨¢ los 28 a?os en septiembre. En octubre ya no habr¨¢ posibilidad de procesar judicialmente a V¨ªquez, sobre quien pesa una orden de captura internacional despu¨¦s de que abandonara Costa Rica en enero al ser informado sobre la denuncia penal por altos funcionarios de la Iglesia cat¨®lica local.
El arzobispo de San Jos¨¦, Jos¨¦ Rafael Quir¨®s, a quien los denunciantes tambi¨¦n acusan de haber encubierto a V¨ªquez durante 15 a?os, fue quien firm¨® en febrero la expulsi¨®n de este sacerdote aunque no explic¨® los cargos que se le atribu¨ªan. Lo hizo cuando los medios locales publicaron los relatos de las v¨ªctimas y cuando el cura ya hab¨ªa huido a Panam¨¢, desde donde se traslad¨® a M¨¦xico, seg¨²n los registros migratorios reportados por la prensa. En el pa¨ªs norteamericano sirvi¨® de refugio a otro sacerdote costarricense acusado de pederastia, tambi¨¦n apoyado por un obispo.
Los hombres estar¨¢n durante una semana con apoyo de la organizaci¨®n mexicana FIND, especializada en la defensa de menores abusados. Las v¨ªctimas pretenden cumplir una agenda de reuniones con organizaciones especializadas en el abuso de sacerdotes, entrevistas en medios de comunicaci¨®n y actividades de calle. ¡°Vamos a recorrer todo lo que podamos hasta donde Dios nos d¨¦ fuerzas. Llevamos afiches con su fotograf¨ªa, volantes y un mensaje claro de pedir al pueblo mexicano que acudan a la polic¨ªa y reporten a este Mauricio V¨ªquez si saben algo de ¨¦l¡±, dijo Venegas.
El rastro de V¨ªquez en M¨¦xico ha dejado algunas pistas. Algunas v¨ªctimas afirman haber visto al exsacerdote en Guadalajara, en el Estado mexicano de Jalisco. La tarea en esa capital ser¨¢ entregar folletos en las calles con la foto del cura, dar un contacto para enviar informaci¨®n y visitar instituciones conocidas por albergar a curas acusados de pederastia. La b¨²squeda se extender¨¢ a viviendas pertenecientes a otros sacerdotes en regiones m¨¢s aisladas de Jalisco y al vecino Estado de Colima, con la intenci¨®n de evitar que se esconda en alg¨²n pueblo, informa Georgina Zerega.
Venegas tiene ahora 33 a?os y cuenta que se prepar¨® varios a?os para poder hablar de sus abusos. Ten¨ªa 14 a?os cuando el sacerdote de su pueblo, Patarr¨¢, se gan¨® su confianza hasta que lo llev¨® a la casa cural y lo excit¨® con pornograf¨ªa para penetrarlo. Anthony asegura haber relatado su experiencia al arzobispo Quir¨®s en 2003, cuando este ejerc¨ªa como vicario. No hubo sanciones en ese momento.
Rodr¨ªguez tiene ahora 38 y tiene recuerdos de los a?os 90, cuando era monaguillo en el pueblo Tres R¨ªos, al este de San Jos¨¦. V¨ªquez empez¨® invit¨¢ndolo a comer hamburguesas, luego a paseos y despu¨¦s le dio regalos. Tambi¨¦n le abr¨ªa la casa sacerdotal y supo ganarse la confianza de las familias, que no imaginaban las sesiones de masturbaciones colectivas que el religioso organizaba con varios chicos, recuerda. ¡°Sus v¨ªctimas hay que contarlas por decenas¡±, ha dicho Rodr¨ªguez. La Curia Metropolitana informa de solo nueve.
Todas las denuncias estaban ya prescritas, pero un joven de Patarr¨¢ vio noticias sobre esos casos y se anim¨® a denunciar el suyo, m¨¢s reciente. Su abuela lo convenci¨® de presentar la denuncia por violaci¨®n ante la justicia a finales de 2018, sin saber el poco tiempo que faltaba para que prescribiera. En ese momento, V¨ªquez a¨²n formaba parte de la Iglesia y resid¨ªa sin problemas en el pa¨ªs centroamericano, pero huy¨® d¨ªas despu¨¦s de que sus superiores eclesi¨¢sticos le notificaran la denuncia. El servicio de Interpol emiti¨® su alerta roja para captura internacional en abril.
La jerarqu¨ªa de la Iglesia Cat¨®lica insiste en que ya actu¨® lo suficiente en relaci¨®n con V¨ªquez y rechazan encubrimiento alguno por parte de Quir¨®s, presidente del grupo de obispos de Costa Rica, un pa¨ªs religioso por su tradici¨®n y su Constituci¨®n Pol¨ªtica, a pesar del descenso de feligreses y el aumento de seguidores de iglesias neopentecostales en d¨¦cadas recientes. El caso, sin embargo, activ¨® otras denuncias contra sacerdotes y provoc¨® turbulencias que mantienen en alerta a los cat¨®licos en el pa¨ªs centroamericano.
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