El Erasmus rural: de pr¨¢cticas al pueblo
Un programa de la Universidad de Zaragoza permite a los estudiantes formarse en municipios de la provincia de menos de 3.000 habitantes


La clave es fomentar el v¨ªnculo entre la madre y la cr¨ªa. As¨ª que es crucial c¨®mo cogen el cordero, por las patas, y lo trasladan a la nave en la que pasar¨¢ los pr¨®ximos tres d¨ªas. La oveja, reci¨¦n parida, los sigue por el olor. En ese tiempo se reforzar¨¢ el lazo entre ambos. Para el ganadero ese gesto dice mucho. Que saben c¨®mo tratar al animal, que tienen actitud. Lo explica ante tres chavales que han superado la prueba. Tres futuros veterinarios que han dejado Zaragoza unas semanas para hacer pr¨¢cticas en una granja en Cubel, en la misma provincia. De m¨¢s de 600.000 vecinos a menos de 200. Del asfalto de ciudad a las carreteras imposibles de un pueblo en el que todos se conocen.
Lo han llamado el programa Desaf¨ªo, pero se le conoce como Erasmus rural y es un proyecto de la Universidad de Zaragoza, subvencionado por la diputaci¨®n provincial: 30.000 euros para que 24 estudiantes hagan pr¨¢cticas en municipios de menos de 3.000 habitantes. Les pagan el alojamiento, dietas y una beca de 300 euros al mes. Hay abogados, economistas, periodistas, trabajadores sociales¡ ¡°En el mundo rural en ocasiones cuesta encontrar personal cualificado. Y el horizonte para los alumnos suelen ser las ciudades. Aqu¨ª juntamos oferta y demanda, facilitamos que se deshaga la barrera inicial y demostramos que esta forma de vida puede ser atractiva¡±, explica Luis Antonio S¨¢ez, director de la c¨¢tedra sobre Despoblaci¨®n y Creatividad de la Universidad de Zaragoza, impulsor de la iniciativa.
Los tres futuros veterinarios tienen 23 a?os. Se mueven con soltura entre las 1.600 ovejas del ganadero y agricultor Tom¨¢s Yag¨¹e. Llevan las manos te?idas de lila por el desinfectante. Trabajan de la ma?ana a la noche, en turnos de unas dos o tres horas. Las ovejas pre?adas est¨¢n todas juntas. Al llegar, comprueban cu¨¢ntas han parido y, si hay alg¨²n parto complicado, lo asisten. Se aseguran de que las cr¨ªas coman. Dan biberones a las que no consiguen mamar de sus madres. Los fines de semana, cuando sube el veterinario, lo ayudan con los tratamientos. Toda una inmersi¨®n en la granja. ¡°Si no sabes c¨®mo funcionan, no puedes ser veterinario rural¡±, zanja Mayte Ortiz, valenciana de pelo rojizo, que acabar¨¢ la carrera en septiembre y quiere trabajar con rumiantes.
A V¨ªctor Pe?alosa le gustar¨ªa hacer un poco de todo. ?Anda que va ¨¦l a currar ¡°todos los d¨ªas bajo un fluorescente¡±! Aspira a tratar animales peque?os, como perros y gatos, pero tambi¨¦n trabajar en granjas. Procede de Calatayud, localidad zaragozana de unos 20.000 habitantes, y es la primera vez que vive en un pueblo tan peque?o. ¡°Me encanta¡±, dice risue?o, aunque reconoce las ventajas de la ciudad, ¡°sobre todo para salir de noche¡±. Aqu¨ª el ocio lo tienen en el bar, la piscina y las pe?as. El tiempo libre escasea. ¡°Hemos venido a trabajar¡±, recalca Carmen Ceresuela, de Laspu?a, en Huesca, con menos de 300 vecinos. Una convencida de las ventajas del campo. Se llevan bien los tres j¨®venes, que comparten piso en Cubel. No tienen internet, pero se apa?an con el m¨®vil.

¡°Va muy lento¡±, reconoce Yag¨¹e, el ganadero, tambi¨¦n alcalde desde hace unos meses, tras presentarse por el PP. ¡°Mi objetivo es la concentraci¨®n parcelaria¡±, afirma este hombre de 59 a?os y ojos claros, con la piel curtida por el sol y las horas de faena. Conduce el tractor desde que ten¨ªa 11. Ha visto c¨®mo en tres d¨¦cadas el pueblo ha pasado ¡°de m¨¢s de 300 vecinos a unos 110 en invierno¡±. ¡°La gente se va por el trabajo y porque no hay infraestructuras¡±, se queja. ¡°La carretera de Cubel casi no se ha arreglado desde la ¨¦poca franquista. Son todo baches¡±, a?ade. ¡°Antes con 300 ovejas viv¨ªa una familia. Ahora con 1.500 te apa?as, pero no es negocio. Esto te tiene que gustar, lo tienes que llevar en las venas¡±.
Coincide Nieves Garc¨ªa, directora del servicio de orientaci¨®n y empleo de la Universidad de Zaragoza: ¡°Los alumnos deben tener sensibilidad con el mundo rural. Las psic¨®logas los entrevistan¡±. Ella ha coordinado el encaje de bolillos para conectar oferta y demanda. Se inspiraron en el proyecto Odisseu, que en Catalu?a ofrece pr¨¢cticas en entornos rurales. ¡°Son los pioneros, pero nuestro baremo tiene en cuenta el tama?o del pueblo, la tasa de envejecimiento¡¡±. Le gustar¨ªa extender la iniciativa de la provincia de Zaragoza a todo Arag¨®n: lo propondr¨¢n a las diputaciones de Teruel y de Huesca. ¡°El a?o pasado la subvenci¨®n fue de 9.000 euros para 13 alumnos. Ahora hemos mejorado las ayudas. Y el proyecto interesa: lo present¨¦ en unas jornadas de universidades y me pidieron informaci¨®n en la Comunidad Valenciana, Galicia...¡±
Las pr¨¢cticas, curriculares o extracurriculares, constan de 120 a 500 horas. Miguel Ca?as, de 27 a?os, se lanz¨® a por ellas en cuanto vio que hab¨ªa una oferta para su especialidad. ¡°No son habituales en gesti¨®n del patrimonio cultural¡±, cuenta este historiador del arte que est¨¢ haciendo un m¨¢ster. Por ello pasa unas semanas en Tobed, con poco m¨¢s de 200 habitantes censados, donde est¨¢ la sede de la organizaci¨®n Territorio Mud¨¦jar, que agrupa a 33 pueblos y trabaja en el desarrollo del medio rural a trav¨¦s de la gesti¨®n de recursos patrimoniales.
Cuatro estudiantes ayudan a Victoria Trasobares Ruiz, directora de la asociaci¨®n, a desarrollar un proyecto piloto sobre un plan de accesibilidad. ¡°Los Ayuntamientos m¨¢s grandes suelen tener solucionado el acceso a los monumentos, tienen incluso personal espec¨ªfico, pero los peque?os, algunos declarados patrimonio mundial, no tienen horario de apertura y no se pueden visitar los edificios¡±, se?ala la experta. ¡°Toda la vida pensando que el trabajo est¨¢ en las ciudades y ahora surge esta oportunidad¡±, dice el alumno. Ya no le importar¨ªa trabajar en un pueblo.
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