El violador del ascensor, condenado a 96 a?os de prisi¨®n
Pedro Luis Gallego asalt¨® a punta de pistola a cuatro mujeres. Consum¨® la agresi¨®n sexual con dos
Uno de los mayores depredadores sexuales espa?oles envejecer¨¢ entre rejas. A sus 61, Pedro Luis Gallego pasar¨¢ los siguientes 25 a?os de su vida en prisi¨®n. El sistema, de alguna forma, lo da por un caso perdido: el violador del ascensor, un agresor en serie que ya ha pasado m¨¢s de media vida encarcelado, no podr¨¢ tener ning¨²n beneficio penitenciario hasta dentro de un cuarto de siglo, cuando sea un anciano.
Su sentencia se dio a conocer este lunes. La Audiencia Provincial de Madrid lo conden¨® a 96 a?os de prisi¨®n por agredir a cuatro mujeres. De dos de ellas, a las que se llev¨® a punta de pistola, abus¨® toda una noche en un escondite en Segovia.
El juicio contra el violador, a principios de octubre, solo dur¨® una sesi¨®n. Las pruebas de la polic¨ªa contra ¨¦l eran abrumadoras. El propio Gallego reconoci¨® su culpabilidad. En su turno de palabra, despu¨¦s de escuchar c¨®mo les hab¨ªa destrozado la vida a sus v¨ªctimas, asegur¨® que no pod¨ªa controlar sus impulsos violentos desde que ten¨ªa 19 a?os, cuando comenz¨® a atacar sexualmente a mujeres. "Mi vida ha sido un desastre. No puedo controlarme", confes¨®.
Su curr¨ªculum es el de un violador en serie. A sus espaldas tiene el asesinato en los a?os noventa de dos mujeres, una de ellas menor de edad. En otra ocasi¨®n fue condenado por 18 delitos de agresi¨®n sexual y una violaci¨®n consumada. Se hac¨ªa pasar por un t¨¦cnico, vestido con un mono azul, para acorralar a las v¨ªctimas en un ascensor, de ah¨ª su apodo. En 2013 sali¨® de prisi¨®n tras dos d¨¦cadas entre rejas por la derogaci¨®n de la Doctrina Parot .
Su largo historial delictivo no provoc¨® que hubiera sobre ¨¦l una vigilancia especial. Al salir de prisi¨®n se refugi¨® en Segovia, cerca de una hermana. Viv¨ªa en pareja. Tener una compa?era no fren¨® sus ataques sexuales. Llev¨® una doble vida de diciembre de 2016 a abril de 2017, cuando atac¨® a las cuatro j¨®venes.?
Por el d¨ªa llevaba una existencia corriente en compa?¨ªa de sus familiares. Algunas noches viajaba a Madrid a bordo de un Toyota Auris. Acechaba a mujeres j¨®venes en las inmediaciones del hospital de La Paz. A punta de pistola, las sub¨ªa al coche y las llevaba con los ojos vendados hasta un piso vac¨ªo que ten¨ªa en Segovia. Al d¨ªa siguiente las devolv¨ªa al lugar en el que las hab¨ªa secuestrado.
Los agentes revisaron miles de matr¨ªculas hasta que dieron con el coche que utilizaba el sospechoso. Result¨® ser el de su cu?ado, a quien se lo ped¨ªa prestado. En eso, el violador no hab¨ªa cambiado mucho su forma de actuar. Hace dos d¨¦cadas utilizaba el coche de su padre, un Fiat Bravo. Una vez que lo localizaron, no fue dif¨ªcil recabar pruebas en su contra. Las pruebas de ADN tambi¨¦n demostraron que era ¨¦l quien ocultaba el rostro tras una sudadera con capucha que utilizaba para no dejarse ver.
Una vez que fue atrapado, ingres¨® otra vez en la c¨¢rcel. En julio de este a?o intent¨® suicidarse. Unos funcionarios lo encontraron tendido en el suelo de su celda junto a una nota manuscrita. Con la confirmaci¨®n de que pasar¨¢ los siguientes 25 a?os en prisi¨®n, la justicia parece mandar el mensaje de que no hay rehabilitaci¨®n posible para alguien que no ha dejado de hacer da?o a los dem¨¢s desde su juventud. "Mi vida va a acabar en prisi¨®n", dijo Gallego al conocer los a?os que pesan sobre ¨¦l.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.