El violador del ascensor, en el juicio: ¡°Tengo una obsesi¨®n que no puedo controlar¡±
Queda vista para sentencia la causa contra el depredador sexual que actuaba en los alrededores de La Paz, uno de los m¨¢s peligrosos de Espa?a
Uno de los violadores m¨¢s peligrosos de Espa?a, Pedro Luis Gallego, un hombre de 61 a?os que ha pasado m¨¢s de media vida en prisi¨®n, autor hace a?os de dos asesinatos, se reconoci¨® este jueves culpable de violar a dos mujeres y de haberlo intentado con otras dos m¨¢s a las que trat¨® de secuestrar en el norte de la ciudad de Madrid. En su turno de palabra, pidi¨® perd¨®n a las v¨ªctimas y se arranc¨® con un discurso de cinco minutos en el que narr¨® ¡°un fracaso de vida¡±.
El juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, de tan solo una sesi¨®n, qued¨® visto para sentencia. Las pruebas de la polic¨ªa y el relato a puerta cerrada de las v¨ªctimas sustentaron una acusaci¨®n muy robusta contra Gallego, conocido tambi¨¦n como el violador del ascensor o el violador de La Paz, porque acechaba en las cercan¨ªas de ese hospital madrile?o. La fiscal¨ªa pide 25 a?os de cumplimiento ¨ªntegro en prisi¨®n y, al salir, 10 a?os de prohibici¨®n de entrar en Madrid, donde viven las mujeres a las que atac¨® entre diciembre de 2016 y abril de 2017.
Rapado al cero, con gafas de sol, con un aire a Heisenberg, el narcotraficante de Breaking Bad, el violador dijo que cree que pasar¨¢ el resto de su vida en prisi¨®n. Cit¨® los 19 a?os como la edad en la que empez¨® a atacar sexualmente a mujeres: ¡°Tengo una obsesi¨®n que no puedo controlar, no lo comprendo. Me siento arrepentido por lo que he hecho durante toda mi vida, no solo esta vez. Pido perd¨®n a las v¨ªctimas, a todas, mi vida ha sido un fracaso desde que ten¨ªa 19 a?os, nunca he podido tener armas psicol¨®gicas para contrarrestar esta obsesi¨®n, impulsos que no he podido controlar, no sab¨ªa de qu¨¦ se trataba. Mi vida ha sido un desastre de vida¡±.
Con la misma pinta con la que se present¨® en el juicio, rondaba a las mujeres en la calle. A punta de pistola, de noche, las secuestraba, las met¨ªa en el maletero con los ojos vendados y las trasladaba a su casa de Segovia. All¨ª las violaba durante horas. Despu¨¦s las llevaba de vuelta a Madrid. Lo consigui¨® con dos, lo intent¨® con otras dos. La abogada de una de ellas cont¨® la situaci¨®n de su clienta: "Sigue con tratamiento psicol¨®gico. Este desastre lo van a recordar siempre".
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