La inmolaci¨®n a lo bonzo de un joven en Lyon abre el debate sobre la precariedad universitaria
El gesto del estudiante, que se debate entre la vida y la muerte, moviliza a cientos de alumnos en Francia
¡°Hoy cometer¨¦ lo irreparable¡±, anunci¨® en su p¨¢gina de la red social Facebook el estudiante Anas Kournif, de 22 a?os. Despu¨¦s, ante la sede del organismo p¨²blico que gestiona las becas y las residencias y comedores estudiantiles en Lyon, roci¨® su ropa con gasolina y se quem¨® a lo bonzo. Mientras Kournif se debate entre la vida y la muerte, su gesto ha desencadenado protestas en varias universidades francesas y un debate pol¨ªtico sobre la precariedad en estos centros.
Cientos de estudiantes, algunos violentos, se manifestaron el martes y provocaron altercados en Par¨ªs y en Lille, en el norte del pa¨ªs. Tambi¨¦n hubo una concentraci¨®n en Lyon, donde estudiaba Kournif, miembro del sindicato Solidaires y repetidor de curso por tercera vez, lo que le hab¨ªa llevado a perder la beca de 450 euros mensuales, seg¨²n cont¨® en su mensaje en Facebook, difundido por el sindicato. En Par¨ªs, los manifestantes arrancaron una valla del Ministerio de Ense?anza Superior, la Investigaci¨®n y la Innovaci¨®n, y entraron en la sede. En la Universidad de Lille, boicotearon un acto del expresidente Fran?ois Hollande y destruyeron ejemplares de su nuevo libro.
Las protestas fueron muy minoritarias, pero han servido de altavoz para una denuncia de las organizaciones estudiantiles: el aumento del coste de la vida y la dificultad, para algunos estudiantes sin red de seguridad familiar, para seguir sus carreras en pie de igualdad. Tambi¨¦n amenazan con abrir un nuevo foco contra el presidente, Emmanuel Macron, que afronta una jornada de manifestaciones nacionales el 5 de diciembre contra su reforma de las pensiones. Con la crisis de los chalecos amarillos se demostr¨® que la deriva violenta pod¨ªa hacer visible el malestar social e incluso permit¨ªa obtener contrapartidas. Lo que, en otro contexto, podr¨ªa haber sido un suceso local, se ha convertido en un gesto pol¨ªtico, como pretend¨ªa su autor.
Amigos y profesores describieron a Kournif en los medios de comunicaci¨®n como alguien comprometido pol¨ªticamente, ¡°muy lejos de la imagen de un estudiante marginalizado o vulnerable¡±. Las ideas suicidas afectan a algo m¨¢s del 8% de estudiantes, frente a un 3% de la poblaci¨®n general de entre 15 y 30 a?os, seg¨²n un informe del Observatorio de la vida estudiantil publicado en 2018.
¡°Lo que ocurri¨® en Lyon es un drama. La precariedad estudiantil es una realidad, pero no podemos forzar las vallas de un ministerio ni impedir que un antiguo presidente de la Rep¨²blica se exprese¡±, dijo en la cadena Europe 1 Xavier Bertrand, presidente de la regi¨®n Hauts-de-France, cuya capital es Lille, y figura destacada de la derecha moderada. ¡°No podemos dar la impresi¨®n de que solo la violencia permite ser escuchado¡±, a?adi¨®.
Un 19% de estudiantes, bajo el umbral de la pobreza
Un informe de la Uni¨®n Nacional de Estudiantes Franceses (UNEF, el primer sindicato estudiantil), publicado en agosto, denuncia un aumento del 2,38% del coste de la vida en el curso 2019-2020, un punto y medio m¨¢s de lo que aument¨® en el curso anterior. El informe se?ala que el alquiler mensual medio ha pasado de 458 euros a 471. Unos 712.000 estudiantes reciben becas por criterios sociales, un 37,5 %, seg¨²n cifras del Ministerio. Las becas van desde los 1.009 euros anuales a los 5.551, dependiendo de los recursos del alumno. Un 19,1% de estudiantes vive bajo el umbral de la pobreza, situado en el 60% de los ingresos medianos, es decir 987 euros mensuales, seg¨²n datos citados en 2017 por Le Monde.
No es que la educaci¨®n superior en Francia no est¨¦ bien dotada, ni sea inaccesible al contrario que en otros pa¨ªses desarrollados como Estados Unidos, pero como han se?alado muchos expertos, discurre por dos v¨ªas separadas. Por un lado, la educaci¨®n universitaria p¨²blica, que, con excepciones, es ¡°de masas, sin medios aunque objetivamente cumpla las misiones de servicio p¨²blico de acogida, de formaci¨®n y de gesti¨®n de la mayor¨ªa¡±, como escriben el polit¨®logo St¨¦phane Beaud y el soci¨®logo Mathias Millet en un art¨ªculo en la publicaci¨®n La vie des id¨¦es. Por otro lado, la educaci¨®n de ¨¦lite, las llamadas grandes escuelas y las clases preparatorias, p¨²blicas tambi¨¦n, pero muy selectivas, y ¡°frecuentadas por una mayor¨ªa de herederos y por una minor¨ªa de becarios¡±, a?aden. En 2015, el gasto medio anual por estudiante era de 10.100 euros en la universidad y de 15.100 en las clases preparatorias, seg¨²n datos citados por Beaud y Millet.
En su mensaje en Facebook, Anas Kournif se preguntaba si los 450 euros mensuales de beca eran suficientes para sobrevivir. A?ad¨ªa: ¡°Y despu¨¦s de los estudios, ?cu¨¢nto tiempo deberemos trabajar, cotizar, para obtener una jubilaci¨®n decente? ?Podremos cotizar con un desempleo masivo?¡±. Tambi¨¦n reclamaba la instauraci¨®n de un salario vitalicio ¡°para no perder la vida gan¨¢ndonosla¡± y ¡°32 horas semanales de trabajo¡±, y llamaba a luchar ¡°contra el fascismo¡± y ¡°el liberalismo¡±. ¡°Acuso a Macron, a Hollande, a Sarkozy y a la UE de haberme matado, creando incertidumbres sobre el futuro de todos/as, y acuso tambi¨¦n a Le Pen y a los editorialistas de haber creado miedos secundarios¡±, continuaba, citando al actual presidente, a sus antecesores inmediatos y a la l¨ªder de la extrema derecha, Marine Le Pen. Acababa proclamando: ¡°Viva el socialismo, viva la autogesti¨®n, viva la s¨¦cu [la seguridad social]¡±. Estas palabras son hoy el lema de la protesta.
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