La ambici¨®n ambiental de Europa es insuficiente para lograr los objetivos de 2050
Un informe de la agencia de la UE advierte de que los Estados deben reforzar sus pol¨ªticas para luchar contra el cambio clim¨¢tico
Europa trata de despertar del letargo en la batalla contra el calentamiento global gracias a una movilizaci¨®n de recursos nunca antes vista. La Comisi¨®n Europea ya tiene en marcha su New Green Deal. El Banco Europeo de Inversiones se centrar¨¢ en financiar proyectos verdes. Christine Lagarde est¨¢ decidida a que bajo su tutela el BCE incluya criterios ambientales en las compras de deuda. Y la Euroc¨¢mara, que la semana pasada declar¨® la emergencia clim¨¢tica, va siempre un paso por delante en la exigencia de ambici¨®n en la reducci¨®n de emisiones contaminantes.
La atm¨®sfera institucional y ciudadana se vislumbra propicia para una transformaci¨®n de calado, pero en toda esa cadena los Estados miembros son el ¨²ltimo y m¨¢s relevante eslab¨®n. Y si no aceleran el paso, los objetivos fijados por la UE quedar¨¢n en papel mojado. As¨ª lo advierte el informe El medio ambiente en Europa. Estado y perspectivas 2020, publicado este mi¨¦rcoles por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). "El ritmo de progreso actual no ser¨¢ suficiente para cumplir con los objetivos clim¨¢ticos y energ¨¦ticos para 2030 y 2050", concluye el texto. Para la primera fecha, la UE contempla una reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 40% respecto a 1990, y de entre el 80% y el 95% sobre ese mismo umbral para mediados de siglo.
La evaluaci¨®n de la AEMA ve la luz cada cinco a?os, y sus 499 p¨¢ginas son una br¨²jula para saber en qu¨¦ punto del camino se encuentran los Veintiocho. El apartado sobre cambio clim¨¢tico empieza con un mensaje dirigido a esc¨¦pticos y negacionistas: "El cambio clim¨¢tico est¨¢ ocurriendo. Variables como la temperatura y la subida del nivel del mar han batido r¨¦cords en los ¨²ltimos a?os. El cambio clim¨¢tico ha provocado un aumento sustancial de fen¨®menos extremos como olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones y sequ¨ªas en muchas regiones de Europa", alerta.
Los especialistas reconocen en el informe que la UE ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero un 22% entre 1990 y 2017, y la cuota de energ¨ªas renovables sobre el total ascendi¨® al 17,5% ese mismo a?o. Lo consideran el fruto de una mayor voluntad pol¨ªtica en torno al clima, la mejora de la eficiencia energ¨¦tica o la transici¨®n del carb¨®n al gas, pero tambi¨¦n resultado de factores ex¨®genos como un entorno econ¨®mico lastrado durante a?os por la recesi¨®n, que reduce la actividad y por tanto el consumo de energ¨ªa, inviernos m¨¢s suaves que suponen menor gasto para calentar los hogares o el paso de una econom¨ªa industrial a otra enfocada en los servicios.
Las buenas noticias se tornan negativas al hablar del transporte y la agricultura, donde las emisiones nocivas est¨¢n al alza. "El sector del transporte sigue siendo uno de los desaf¨ªos clave para descarbonizar la econom¨ªa", apunta el documento. Los combustibles f¨®siles ¡ªcarb¨®n, petr¨®leo y gas¡ª suponen casi el 80% de todos los gases de efecto invernadero enviados a la atm¨®sfera, pero su estrecho v¨ªnculo con la econom¨ªa complica salir del c¨ªrculo vicioso. "Cuanto mayor sea la contribuci¨®n de las renovables, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ romper los lazos entre crecimiento econ¨®mico, demanda de energ¨ªa y emisiones", estima la agencia de la UE.
Las reticencias al cambio tambi¨¦n entran dentro de sus previsiones. "Es probable que la modificaci¨®n radical de los sistemas de producci¨®n y consumo perturbe las inversiones, empleo, comportamientos y valores, provocando la resistencia por parte de las industrias, las regiones o los consumidores afectados", admiten.
Aunque el cambio clim¨¢tico afecta a todos, el reparto de las cargas puede ser desigual. El director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx, identifica dos actores contrapuestos tirando cada uno de un extremo de la cuerda. A un lado, los potenciales perdedores de la transici¨®n ecol¨®gica, sobre todo enclavados en el Este del continente, ya han mostrado su oposici¨®n a dar pasos adelante si no hay un jugoso fondo de reconversi¨®n que les compense por los da?os del cambio a una econom¨ªa libre de combustibles f¨®siles. Al otro, los j¨®venes de la Generaci¨®n Greta, inquietos por el progresivo deterioro del planeta, han reclamado medidas urgentes en numerosas movilizaciones. "Si no conseguimos cambiar las tendencias actuales durante la pr¨®xima d¨¦cada, la sensaci¨®n de temor que en ellos despierta el futuro est¨¢ fundamentada", se?ala Bruyninckx, esperanzado con el cambio de rumbo emprendido por Europa, pero cauto a la vez. "Una cosa es cambiar la forma de pensar y otra materializar un cambio real".
El peor de los escenarios se concretar¨ªa en fen¨®menos que golpear¨ªan directamente a la ciudadan¨ªa, que ya ha manifestado su preocupaci¨®n situando el cambio clim¨¢tico como principal prioridad del Parlamento Europeo en el ¨²ltimo eurobar¨®metro. "Es probable que la aceleraci¨®n del cambio clim¨¢tico provoque un aumento de los riesgos, en particular para los grupos vulnerables. Los impactos pueden proceder de olas de calor, incendios forestales, inundaciones y pautas cambiantes en la prevalencia de enfermedades infecciosas", recoge el informe.
La tecnolog¨ªa es una de las v¨ªas para evitarlo. Por eso, la AEMA emplaza a los Gobiernos a dedicar recursos p¨²blicos para apoyar la experimentaci¨®n y la innovaci¨®n, y a poner medios para incentivar la inversi¨®n privada. Seg¨²n sus c¨¢lculos, alrededor del 75% del medio ambiente terrestre y el 40% del marino se encuentran gravemente alterados. "La Tierra est¨¢ experimentando una p¨¦rdida de biodiversidad excepcionalmente r¨¢pida, y el n¨²mero de especies amenazadas de extinci¨®n en la actualidad es mayor que en cualquier momento de la historia de la humanidad. De hecho, hay pruebas de que est¨¢ en curso la sexta extinci¨®n masiva de biodiversidad", alertan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.