La trama de iDental compr¨® un monasterio del siglo XVI con documentos falsos, seg¨²n el juez
La Audiencia Nacional sospecha de la adquisici¨®n de un complejo religioso de Ciudad Rodrigo por cuatro millones de euros
Los negocios del caso iDental no hacen ascos a ¨¦pocas pasadas. Seg¨²n el juez Jos¨¦ de la Mata, varios procesados en la investigaci¨®n abierta por la Audiencia Nacional compraron con documentaci¨®n "ficticia" el monasterio de la Caridad (Ciudad Rodrigo, Salamanca), del siglo XVI y declarado Bien de Inter¨¦s Cultural en 1994. Una operaci¨®n econ¨®mica sellada en diciembre de 2015 por cuatro millones de euros y perpetrada por una de las dos "organizaciones criminales" descubiertas por el magistrado en el seno de la trama, que salt¨® por los aires en verano de 2018, cuando la red de cl¨ªnicas cerr¨® sin previo aviso y dej¨® tirados a miles de pacientes, que vieron c¨®mo sus tratamientos quedaban inacabados o ni siquiera se iniciaban.
La red de sociedades tejida en torno a iDental se ha erigido en un importante hilo del que tirar para el instructor de la Audiencia Nacional. Seg¨²n explica el propio De la Mata en un auto fechado el pasado 3 de diciembre, la investigaci¨®n arranc¨® en verano del pasado a?o tras la clausura de las cl¨ªnicas, pero r¨¢pidamente fue "ampliando" su objetivo. De hecho, el magistrado ha concluido que dentro de la trama existieron dos grupos criminales. Uno encabezado por los fundadores del grupo empresarial, Antonio Garc¨ªa Pellicer y Vicente Casta?er, que idearon supuestamente la estafa a los pacientes. Y un segundo, liderado por Luis Sans y los hermanos Jos¨¦ Mar¨ªa y Juan Garrido, que adquirieron iDental en su ¨²ltima etapa y que presuntamente llevaban ya a?os dedicados a obtener pr¨¦stamos de entidades financieras para invertir en empresas y enriquecerse il¨ªcitamente con el presunto desv¨ªo de ese dinero.
Con este contexto como tel¨®n de fondo, el segundo grupo compr¨® en 2015 el monasterio de la Caridad. Para ello, cre¨® primero la compa?¨ªa Hotel Abad¨ªa, donde coloc¨® al cu?ado de Luis Sans como socio y administrador ¨²nico. Iniciaron entonces una serie de operaciones societarias, incluida una supuesta ampliaci¨®n de capital, con documentos "falsos" para dar una imagen de solvencia y que las entidades financieras la prestasen dinero. De hecho, lo consiguieron. Porque Bankia les otorg¨® un cr¨¦dito de 10 millones de euros para la compra del edificio religioso, vali¨¦ndose supuestamente para ello de Jorge Puga, otro miembro de la organizaci¨®n que trabajaba en la concesi¨®n de pr¨¦stamos en dicho banco.
"De esta forma, los investigados adquirieron un monasterio, junto con sus fincas ajenas, para la construcci¨®n de un hotel sin necesidad de desembolsar fondos propios", apostilla De la Mata. Las obras llegaron a comenzar, pero el establecimiento de "lujo" que supuestamente se ide¨® nunca abri¨® sus puertas. Y el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 2 de Ciudad Rodrigo acord¨® finalmente este a?o sacarlo a subasta, seg¨²n informaron los medios locales el pasado verano.
Conversaciones intervenidas
El auto de la Audiencia Nacional incluye tambi¨¦n conversaciones entre los integrantes de la trama que apuntalan las sospechas del juez. "En la operaci¨®n del monasterio, debemos ser finos y la vez montarla para que sea rentable para nuestros intereses", le dice Puga a Sans en una ocasi¨®n. En otro momento, cuando ya se quieren deshacer del complejo religioso, los hermanos Garrido y Sans comentan que deben "hacer el menor ruido posible": "De la venta del monasterio va a entrar un mill¨®n en Weston Hill ¡ªcompa?¨ªa con la que compraron iDental¡ª y de all¨ª ya van a repartir". En esta l¨ªnea, la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF) de la Polic¨ªa Nacional ya detall¨® al juez que este grupo se dedicaba, mediante el entramado de empresas que hab¨ªa dise?ado, a "desviar fondos" millonarios obtenidos de los cr¨¦ditos bancarios para adquirir despu¨¦s casas y bienes de lujo.
Unas acusaciones que niega Sans, que defiende su inocencia y ha pedido varias veces su puesta en libertad al juez. Pero De la Mata lo ha procesado ya, al igual que al resto de la c¨²pula de iDental, en dos investigaciones. En una, por los delitos econ¨®micos derivados del entramado societario. Y, en otra, por el fraude a la Seguridad Social, en el que la Fiscal¨ªa pide hasta seis a?os de c¨¢rcel para los antiguos propietarios de la red de cl¨ªnicas.
Un monasterio de origen medieval
El origen del monasterio de la Caridad de Ciudad Rodrigo se remonta al siglo XII, seg¨²n consta en los archivos del Ministerio de Cultura, donde se explica que se fund¨® entre los a?os 1165 y 1168 con el patrocinio del rey Fernando II de Le¨®n. Aunque el complejo religioso no ocup¨® siempre la misma ubicaci¨®n y no quedan restos de aquella ¨¦poca, actualmente "lo m¨¢s antiguo de su arquitectura data del siglo XVI", seg¨²n la Junta de Castilla y Le¨®n.
Seg¨²n los archivos de Cultura, tras el terremoto de Lisboa de 1755 fue objeto de "una gran reforma de remodelaci¨®n y ampliaci¨®n, borrando as¨ª los vestigios de la original construcci¨®n". Entre otros apuntes, el ej¨¦rcito franc¨¦s estableci¨® en el monasterio uno de sus cuarteles durante la Guerra de Independencia; y, "con la desamortizaci¨®n de 1835, los monjes lo abandonan y es subastado".
El complejo, seg¨²n detalla la Junta de Castilla y Le¨®n, consta de dos partes. La iglesia de San Blas, donde destaca la fachada principal construida en 1590 y rematada por una espada?a del siglo XVIII. Y la parte que corresponde a las dependencias habituales de los monasterios, donde sobresale un claustro construido en el siglo XVIII.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.