El aprendizaje con voluntariado en los colegios de Estados Unidos que triunfa ahora en Espa?a
Campa?as para donar sangre, restauraci¨®n de pueblos abandonados o proyectos ambientales. M¨¢s de 300.000 escolares aprenden ya a trav¨¦s del compromiso
Hace 50 a?os Estados Unidos acu?¨® el t¨¦rmino service learning¡ªaprendizaje-servicio¡ª, una palabra muy poco seductora para describir un fen¨®meno que llega a Espa?a con d¨¦cadas de retraso pero con fuerza para quedarse. La escuela articula un proyecto, muy tutelado por los profesores, que involucra a los estudiantes con los problemas de su entorno ¡ªmedioambientales, sociales, de salud¡ª para mejorarlo. Al menos 300.000 estudiantes desde Primaria a Formaci¨®n Profesional aprenden ya en Espa?a con esta metodolog¨ªa. No existe un censo, pero cada vez son m¨¢s los proyectos. Solo un pu?ado de ejemplos. 20.000 ni?os de Granada participan en Vega Educa, que sensibiliza sobre el cambio clim¨¢tico; el banco de sangre catal¨¢n involucra a 29.000 escolares en campa?as de donaci¨®n y hay programas para restaurar pueblos abandonados, frenar el absentismo escolar o el sedentarismo de los mayores con la ayuda de m¨¦dicos.
En el sudeste asi¨¢tico y China existen redes muy potentes de escuelas de aprendizaje-servicio; Alemania, Reino Unido o Irlanda tienen una larga tradici¨®n en Europa, como ocurre en Am¨¦rica Latina. Y, en Espa?a, el proyecto de ley educativa del Gobierno en funciones hace un hueco a la ense?anza solidaria, que seg¨²n expertos consultados deber¨ªa ser materia transversal. ¡°En el conjunto de los tres primeros cursos de secundaria, los alumnos podr¨¢n cursar alguna materia optativa (...) Podr¨¢ configurarse como un trabajo monogr¨¢fico, un proyecto de colaboraci¨®n con un servicio a la comunidad...¡±, reza el texto. Desde el ministerio no se ofrece informaci¨®n m¨¢s detallada porque ¡°la ley puede sufrir muchas modificaciones¡±, afirma una portavoz, m¨¢xime tras la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno.
Los ejemplos por toda Espa?a son innumerables y parte de ellos han competido el pasado diciembre en los premios Aprendizaje y Servicio convocados por la red espa?ola en colaboraci¨®n con la editorial Edeb¨¦ y la Fundaci¨®n Educo: hasta 36 centros mallorquines han sido galardonados por sus proyectos conjuntos para se?alizar rutas, recuperar asentamientos o limpiar a Sierra de Tramuntana; los peque?os de infantil del colegio Santo ?ngel, de Palencia, han grabado un spot publicitando para defender el juego limpio en el deporte; o los institutos Antonio Jos¨¦ Cananilles y Virgen del Remedio, de Alicante, recorren la provincia contando el cuento La gitanita de papel para frenar el absentismo escolar por raz¨®n de g¨¦nero. La red contabiliza 51 municipios implicados, 19 de ellos en Catalu?a.
Roser Batlle, fundadora de la Red Espa?ola de Aprendizaje-Servicio, considera que en un primer momento este aprendizaje no puede ser obligatorio: ¡°No tiene sentido si el proyecto no est¨¢ maduro y los profesores formados y convencidos¡±. Pero luego s¨ª debe convertirse en indispensable. Como en Catalu?a, donde desde este curso hay que hacer la pr¨¢ctica en 3? o 4? de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO). ¡°Lo han hecho bien, en seis a?os, preparando a los educadores, intercambiando experiencias¡¡±, se alegra.
Juan de Vicente Abad, orientador del instituto Miguel Catal¨¢n de Coslada (Madrid), cuenta c¨®mo se iniciaron ellos en esta metodolog¨ªa en 2010: ¡°Tradicionalmente los chicos de Secundaria trabajaban en temas de prevenci¨®n de acoso en tutor¨ªa, pero en Bachillerato no la hay, as¨ª que les d¨¢bamos largas cuando nos dec¨ªan que quer¨ªan hacer algo. Decidimos hablar con el Ayuntamiento para que fuesen de voluntariado por el hospital con la biblioteca port¨¢til pero, a los tres meses, descubrimos que un profesor de California explicaba el medio ambiente y conten¨ªa con sus alumnos una duna con una empalizada. Se nos abrieron los ojos: pod¨ªamos vincular la participaci¨®n ciudadana con el aprendizaje de las asignaturas¡±. Empezaron a aplicar la metodolog¨ªa en Bachillerato y despu¨¦s descendieron a Secundaria. Hoy tienen infinidad de proyectos: forman a alumnos como gu¨ªas por el Museo Arqueol¨®gico Nacional de personas con Alzh¨¦imer; tienen un huerto que cuidan con mayores del barrio; hicieron una auditor¨ªa de los servicios del Ayuntamiento... ¡°Es muy motivador porque te conecta con la vida y desarrollas unas habilidades ¡ªtrabajar en equipo, comunicarte...¡ª que te ven a pedir en el mercado de trabajo¡±, dice De Vicente.
El aprendizaje es transversal. Con la profesora de Lengua aprenden el microrrelato para hacer cu?as publicitarias de radio o en Matem¨¢ticas trabajan estad¨ªstica con los datos que proporciona el centro de transfusiones de sangre¡± del marat¨®n que organizan, contin¨²a el orientador, ganador del certamen al docente m¨¢s innovador de Espa?a 2016 de la plataforma Proyecta.
El servicio de Catal¨¢n se extendi¨® por Coslada y hoy los siete institutos tienen este aprendizaje. ¡°En el ¨¢rea de Juventud hay una oficina de voluntariado y eso nos permiti¨® conocer el tejido asociativo y poner en contacto a los centros educativos y las entidades sociales de Coslada. Ha sido un c¨®ctel perfecto¡±, se felicita la t¨¦cnico Mar Cruz. Cuatro componentes del grupo de investigaci¨®n de educaci¨®n moral de la Universidad de Barcelona (Josep Maria Puig, M¨°nica Gij¨®n, Xus Mart¨ªn y Laura Rubio) concluyeron en Aprendizaje-servicio y Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa (2011) que esta pr¨¢ctica ¡°mejora el rendimiento en pruebas estandarizadas, las notas medias o la asistencia y la motivaci¨®n en la escuela¡±. Y ello es posible porque se desarrolla una mayor habilidad para sintetizar informaci¨®n compleja, para entender conceptos o para concienciarse de cuestiones sociales. Adem¨¢s, se les expone a otros juicios y mejora la autoestima y la capacidad de liderazgo, seg¨²n el estudio.
¡°Motiva a los alumnos. Ha bajando el absentismo esas horas; prestigia a los centros, porque se ve a unos j¨®venes comprometidos con la sociedad; ha ayudado a la innovaci¨®n pedag¨®gica, porque no es lo mismo preparar una clase magistral que un encuentro con una entidad social, y los centros est¨¢n m¨¢s abiertos a la sociedad¡±, enumera Llu¨ªs Esteve, maestro y asesor de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat. ¡°Y, lo que hemos visto ¨²ltimamente, es que algunos de estos j¨®venes orientan sus estudios en funci¨®n de esta experiencia y parte se incorporan a las asociaciones en las que estuvieron¡±.
¡°Cuanto mayores son los alumnos la implicaci¨®n crece, est¨¢n m¨¢s concienciados¡±, opina Carme Frau, asesora de formaci¨®n en Baleares. ¡°Por eso es tan importante el aprendizaje-servicio en la Universidad, donde se est¨¢ extendiendo mucho¡±. Frau coordina a 36 colegios e institutos en el programa Sierra de Tramuntana que tiene la monta?a mallorquina como eje. Los proyectos no son solo medioambientales (se?alizaci¨®n de zonas, gu¨ªas por rutas poco transitadas) sino ling¨¹¨ªsticos (recuperaci¨®n de leyendas), arqueol¨®gicos (excavaciones) o sociales (acompa?amiento de mayores).
Los ejemplos de aprendizaje-servicio son innumerables y van a m¨¢s. Desde 2004 la Fundaci¨®n Zerbikas promociona esta pr¨¢ctica en el Pa¨ªs Vasco; en Catalu?a, lo hace el Centre Promotor d¡¯Aprenentatge Servei; en Madrid la Fundaci¨®n Tomillo... Y Asturias, Arag¨®n, Andaluc¨ªa, Canarias, Comunidad Valenciana, Castilla y Le¨®n, Baleares y Navarra favorecen esta metodolog¨ªa en su normativa, pero no es obligatoria como s¨ª ocurre en Catalu?a.
De centro a evitar, a referente
El aprendizaje-servicio lleg¨® a Hospitalet, la segunda ciudad de Catalu?a con 261.000 habitantes (18% inmigrantes), hace 13 a?os como una prueba piloto promovida por la Fundaci¨®n Jaume Bofill, la Generalitat y la Universidad de Barcelona. ¡°Lo primero que hicimos fue formar al profesorado, los monitores de tiempo libre y las entidades sociales¡±, cuenta Llu¨ªs Esteve, teniente de alcalde de Educaci¨®n cuando se implant¨® el programa. ¡°Y lo impulsamos por Internet a trav¨¦s de una red de participaci¨®n que a¨²na a los centros educativos y de tiempo libre y las entidades sociales. Ahora tenemos unos 110 proyectos al a?o que implican a 35 centros educativos¡±, enumera el hoy asesor de Educaci¨®n.
La Universidad de Barcelona estudi¨® un caso concreto, el del Eduard Fontser¨¨, que pas¨® de ser un centro a evitar a un referente en la zona. Organizan distintas actividades, el clima escolar ha mejorado, han aumentado las matr¨ªculas en bachillerato (de 20 a 30 alumnos) y la tasa de graduados (del 45% al 80% en una d¨¦cada) y el absentismo que era de un 16%, se sit¨²a ahora en el 2%.
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