La mayor¨ªa de profesores espa?oles rechaza el aprobado general
Una encuesta a m¨¢s de 3.000 docentes muestra que la opci¨®n m¨¢s apoyada es valorar los contenidos trabajados en casa. La decisi¨®n la tomar¨¢n este mi¨¦rcoles Cela¨¢ y los consejeros
Un mes despu¨¦s del cierre de los centros educativos, la gran inc¨®gnita sigue siendo qu¨¦ va a pasar con la evaluaci¨®n del tercer trimestre. Este mi¨¦rcoles, la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, se re¨²ne con los consejeros auton¨®micos para decidir c¨®mo se va a cerrar el curso en mitad de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, con 8,2 millones de estudiantes de ense?anzas regladas no universitarias confinados en sus casas. Durante este tiempo, los docentes han gestionado la educaci¨®n telem¨¢tica sin instrucciones, sin una l¨ªnea clara de qu¨¦ hacer con los estudiantes. Por primera vez, una investigaci¨®n de la Universidad de Granada ha buscado la opini¨®n de m¨¢s de 3.000 profesores sobre cu¨¢l es la mejor opci¨®n de evaluaci¨®n. La mayor¨ªa de ellos rechaza el aprobado general, la medida adoptada por el Gobierno de Italia que permitir¨¢ a todos los alumnos pasar de curso sin importar las notas obtenidas en los dos trimestres anteriores.
¡°Los datos nos dicen que los profesores rechazan la promoci¨®n autom¨¢tica porque valoran la cultura del esfuerzo, del m¨¦rito y de la justicia¡ si en algo han coincidido casi todos es en la convicci¨®n de que quieren ser justos con sus alumnos¡±, explica Fernando Trujillo, profesor de Educaci¨®n de la Universidad de Granada y coautor del estudio Escenarios de evaluaci¨®n en el contexto de la pandemia por Covid-19: la opini¨®n del profesorado, en el que han participado de forma an¨®nima 3.047 docentes de las diferentes etapas educativas, el 81% pertenecientes a centros p¨²blicos y el 19% a privados y concertados (seg¨²n la medici¨®n de los autores, con un m¨ªnimo de 1.065 respuestas, los resultados del informe ya representan una muestra significativa de la percepci¨®n del profesorado en Espa?a). ¡°Era importante darles voz, por la gravedad de la situaci¨®n y por el papel trascendental que est¨¢n jugando¡±, se?ala.
En la encuesta planteada al profesorado, los investigadores presentaban cuatro escenarios posibles. En el primero, no hac¨ªa falta ning¨²n tipo de intervenci¨®n por parte de la Administraci¨®n y los centros continuaban con la docencia y la evaluaci¨®n propias de una situaci¨®n de normalidad. En el segundo, el curr¨ªculo se ajustaba a la situaci¨®n de confinamiento y los profesores evaluaban los contenidos m¨ªnimos. En el tercero, se optaba por una evaluaci¨®n positiva para todos, pero con condiciones: la elaboraci¨®n de una serie de tareas y su entrega en junio. Por ¨²ltimo, los profesores pod¨ªan optar por un cuarto escenario: el aprobado general sin condiciones, pensado especialmente para no perjudicar al alumnado m¨¢s desfavorecido y sin acceso a Internet en sus hogares (un 10% de los 8,2 millones de estudiantes). Tanto el tercer como el cuarto escenario requerir¨ªan un cambio de la normativa por parte del ministerio y las comunidades, ya que implican poner una misma nota a todo el alumnado.
Solo el 12% de los profesores de secundaria se decantaron por el aprobado general; el 16% de los de Bachillerato y el 30% en el caso de los de primaria. ¡°La clave para entender las respuestas reside en la etapa en la que trabaja cada docente: los de infantil y primaria son m¨¢s partidarios de la opci¨®n tres, el aprobado con condiciones; mientras que los de secundaria y bachillerato se decantan por el escenario dos, en el que se reducen los contenidos y se eval¨²a a los alumnos¡±, detalla Trujillo. Lo que est¨¢ claro es que salvo los de infantil (el 42% escogi¨® el aprobado general), la mayor¨ªa de profesores considera que es necesario valorar el trabajo realizado durante el confinamiento.
Vicente Manz¨®n, director del instituto p¨²blico Pablo de Olavide, en La Luisiana (Sevilla), es uno de los docentes que se muestra ¡°totalmente en contra¡± del aprobado general. ¡°Ya hemos superado dos tercios del curso; no evaluarlos es sin¨®nimo de devaluarlos, de despreciar su trabajo¡±, expone. En su opini¨®n, la mejor opci¨®n es avanzar en el temario sin perder de vista a los alumnos con necesidades especiales de aprendizaje y a los que no disponen de los medios necesarios en casa. ¡°En una situaci¨®n de normalidad tambi¨¦n prestamos una atenci¨®n individualizada, no es nada nuevo¡±. En su centro, el 90% de los estudiantes dispone de dispositivos digitales y, diariamente, contactan por videoconferencia. ¡°Sin saturarles, les mandamos tareas todos los d¨ªas, eso hay que evaluarlo¡±, zanja.
Otro de los resultados de la encuesta es la diferencia entre las respuestas de las mujeres y de los hombres. Mientras ellas se muestran m¨¢s partidarias de dar m¨¢s facilidades a los alumnos para no perjudicar a los que ahora no pueden seguir aprendiendo ¡ªeso s¨ª, siempre con contraprestaciones como la realizaci¨®n de trabajos¡ª; ellos buscan no perjudicar a los que m¨¢s se han esforzado y son m¨¢s proclives a la evaluaci¨®n tradicional. ¡°Independientemente del g¨¦nero, se ven dos grandes culturas escolares: una m¨¢s relacionada con la transmisi¨®n de conocimientos (ex¨¢menes convencionales) y otra m¨¢s vinculada con los proyectos, con la idea de experiencias en el aula¡±, indica Trujillo.
Adem¨¢s del m¨¦todo de evaluaci¨®n, el ministerio tendr¨¢ que decidir este mi¨¦rcoles qu¨¦ pasa con la repetici¨®n de curso, si se blinda para todos los alumnos con el objetivo de proteger a los m¨¢s desfavorecidos, o si queda al criterio de la autonom¨ªa de los centros. En el informe presentado la semana pasada por el Consejo Escolar del Estado, m¨¢ximo ¨®rgano consultivo del Gobierno en materia educativa, se descart¨® esa opci¨®n, aunque se recomend¨® que las repeticiones se limiten a casos ¡°extraordinarios¡±.
En el colegio p¨²blico Clara Compoamor, en Huercal de Almer¨ªa, solo ha repetido curso un ni?o en los ¨²ltimos siete a?os. Le hicieron repetir para que permaneciera un a?o m¨¢s con ellos. Para la directora del centro, Sof¨ªa Deza, el aprobado general puede perjudicar al alumno. ¡°La experiencia nos ha demostrado que si un ni?o de sexto de primaria pasa a la ESO sin estar preparado, lo perdemos¡±. El problema, cuenta, es que en muchos de los casos la familia no ha podido transmitirle el valor de la educaci¨®n y los ni?os necesitan un cuidado emocional que reciben en primaria. ¡°Esos cuidados no existen en secundaria y los chavales se caen del sistema¡±. Para el resto de cursos, s¨ª es partidaria de un aprobado general sujeto a compromisos por parte del alumnado.
Para los autores del estudio, ¡°parece dif¨ªcil que una soluci¨®n ¨²nica pueda ser bien recibida por todos los docentes¡± y, por ello, plantean que se apruebe un paquete de medidas adaptado a cada una de las etapas.
¡°El problema est¨¢ en junio; la soluci¨®n en septiembre¡±
Para Fernando Trujillo, investigador de la Universidad de Granada y coautor del estudio, el principal reto al que se enfrenta el profesorado es el de no perjudicar a nadie porque ¡°es imposible¡± garantizar lo que est¨¢ aprendiendo cada alumno. Por ello, cree que aunque el problema est¨¢ en qu¨¦ hacer con las evaluaciones en junio, la soluci¨®n est¨¢ en lo que se har¨¢ a partir de septiembre en los dos siguientes cursos. ¡°?C¨®mo vamos a trabajar con ese alumnado para que recupere los contenidos pendientes? Tiene que haber planes de actuaci¨®n que contemplen que este trimestre algunos ni?os lo han pasado en blanco¡±. El ¡°esfuerzo¡± de la Administraci¨®n tanto en inversi¨®n como en imaginaci¨®n es clave, ya que, seg¨²n el experto, ser¨¢n necesarios m¨¢s profesores para incrementar los desdobles en las materias m¨¢s complejas, as¨ª como aulas de docencia compartida ¡ªen las que dos o m¨¢s profesores atienden a un grupo y pueden ofrecer una atenci¨®n m¨¢s personalizada¡ª, o planes individuales acompa?ados de profesores de refuerzo. ¡°En septiembre habr¨¢ que hacer una evaluaci¨®n inicial y buscar los problemas que ha dejado el coronavirus¡±, apunta.
La parte emocional tambi¨¦n requerir¨¢ gran atenci¨®n, porque los efectos de dos o m¨¢s meses de confinamiento en menores pueden ser graves. ¡°No sabemos en qu¨¦ condiciones van a volver a las aulas y para atender esa parte tambi¨¦n ser¨¢ necesario un refuerzo en el n¨²mero de orientadores por centro¡±, a?ade. En los institutos espa?oles, de media, hay un orientador por cada 800 alumnos (en algunos casos por cada mil). La recomendaci¨®n de la Unesco es de uno por cada 250 estudiantes.
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