Los universitarios se rebelan: ¡°No se dan las condiciones para examinarse¡±

Hace una semana, el ministro de Universidades, Manuel Castells, fue meridiano en su llamamiento desde el palacio de La Moncloa: ¡°Hay que consultar r¨¢pidamente a los estudiantes [sobre la evaluaci¨®n a distancia], pero no en dos meses, cuando el curso haya fracasado¡±. Y ahond¨® con su sorna habitual: ¡°Quiz¨¢ alg¨²n profesor ¡ªporque las personalidades siempre var¨ªan¡ª puede decir: con los problemas que tenemos, ?adem¨¢s tenemos que ponernos de acuerdo con los alumnos? Pues lo siento, pero s¨ª, porque si no, no funcionar¨¢ el sistema¡±. Con ese v¨¦rtigo del curso fracasado del que hablaba Castells, se mueven ahora los rectores. Hoy es el d¨ªa D, termina el plazo que se marcaron para explicar a los alumnos c¨®mo se les va a puntuar ¡ªcon la tarea diaria a trav¨¦s de trabajos o con un examen final¡ª, porque el aprobado general est¨¢ descartado.

Las redes sociales son un hervidero de descontento diario. Muchos universitarios se sienten desamparados, temerosos de la repercusi¨®n de esta evaluaci¨®n a distancia. ¡°Un documento PDF con todos los temas que faltaban por dar no es dar clase online¡±, resum¨ªa el sentir de muchos un tuit del hashtag #EscuchaUCM que el jueves fue trending topic. Otro d¨ªa alcanz¨® el p¨®dium #LosMonosdelaUJA porque en Ja¨¦n se sintieron menospreciados durante una reuni¨®n con el rectorado.

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¡°Al ministerio le hemos pedido que en este curso no se contemple la devoluci¨®n de la beca por motivos acad¨¦micos y, de cara al curso que viene, que se supriman los criterios acad¨¦micos en su totalidad¡±, sostiene Carolina Garc¨ªa, presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades P¨²blicas (Creup). ¡°Entendemos que la nota media se puede ver afectada, que haya gente que no pueda aprobar por motivos diversos: haber contra¨ªdo la enfermedad, estar cuidando a un familiar o estar trabajando¡­¡±. Un becado debe devolver la ayuda si no ha aprobado el 80% de los cr¨¦ditos (el 50%, en las carreras t¨¦cnicas).

En el apartado de flexibilizar las becas hay consenso entre los universitarios, pero este se diluye ante el aprobado general. ¡°El Sindicato de Estudiantes reivindic¨® la postura del apto general y todos los consejos estudiantiles nos mostramos en contra, tanto a nivel individual como en asociaciones como Creup¡±, prosigue la presidenta de este colectivo estudiantil. ¡°Creemos que va en perjuicio de todos los alumnos, que es una soluci¨®n a muy corto plazo que realmente va a perjudicar. Supondr¨ªa no tener una formaci¨®n m¨ªnima. Un aprobado general marca como la generaci¨®n covid¡±, argumenta. Al ministro Castells la idea tampoco le convence: ¡°No puede ser que los estudiantes decidan solos en una situaci¨®n tan compleja, porque hay quien se aprovecha y hace propuestas demag¨®gicas o ideol¨®gicas¡±.

Apto no computable

Paula Vidal, de 18 a?os, estudiante de Filosof¨ªa en la Complutense de Madrid, defiende la posici¨®n contraria desde un nuevo colectivo, Apto no computable, que surgi¨® en su facultad y cuyo ideario se ha extendido. Ella es partidaria de que sigan las clases y que todos los estudiantes terminen el curso con una calificaci¨®n de apto que no deber¨ªa condicionar el expediente. Cree su colectivo que es la ¨²nica medida no excluyente porque hay estudiantes sin medios t¨¦cnicos (alrededor del 3%, seg¨²n los c¨¢lculos de los rectores), enfermos, con problemas de ansiedad o al cuidado de familiares.

¡°En la Universidad de Barcelona pas¨® en 1975 porque hubo disturbios pol¨ªticos y el Estatuto de los Estudiantes ¡ªel publicado en el BOE, no el de las universidades que est¨¢ editado¡ª nos ampara. Dice que el alumno tiene derecho a una evaluaci¨®n justa y paritaria y es lo que no vamos a tener¡±, dice Paula. E insiste: ¡°No somos unos vagos a los que nos vale con un cinco ¡ªpor eso no hemos querido hablar de aprobado general, y s¨ª de apto¡ª, sino que creemos que no se dan las condiciones para examinarse¡±.

Desde la UCM explican que est¨¢n escuchando a las asociaciones de estudiantes y que han ¡°establecido un marco general de directrices para que a partir de ah¨ª los centros puedan adaptarlas a sus necesidades y a las caracter¨ªsticas de sus estudiantes y profesores¡±. Libertad para gestionar cada facultad en la universidad presencial m¨¢s grande de Espa?a con 72.000 alumnos y 6.000 profesores.

Las universidades est¨¢n permitiendo la desmatriculaci¨®n de quienes justifican fuerza mayor para no seguir las clases, de forma que no les penaliza ni acad¨¦mica ni econ¨®micamente. Caso de fuerza mayor es el de Silvia Pati?o, de 19 a?os. Estudia Filosof¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid, pero el decreto de alarma la pill¨® con citas m¨¦dicas en Ciudad Real, lejos de sus libros y apuntes. Ahora reside con sus abuelos en su pueblo, Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), porque su madre es sanitaria y han optado por distanciarse. Tira de datos en el m¨®vil mientras espera que su universidad, que ya ha entregado 80 port¨¢tiles y 120 routers wifi a otros alumnos sin medios, le env¨ªe un dispositivo de conexi¨®n.

¡°De algunas asignaturas doy el curso por perdido, no sabemos ni qu¨¦ tenemos que estudiar. Estamos siendo autodidactas¡±, se lamenta Silvia, que pertenece tambi¨¦n a Apto no computable. La Complutense tiene un amplio fondo bibliogr¨¢fico digital al que se puede acceder desde casa (400.000 libros y 36.000 revistas), ¡°pero hay muchos t¨ªtulos de letras que no encuentras en ese formato¡±, aclara Silvia, que al menos tiene un port¨¢til. Pese a cumplir los mismos umbrales de renta que el curso anterior, explica Silvia, este a?o el Estado no le renov¨® la beca y teme seguir sin ella. La UCM cre¨® un fondo para ayudar a alumnos en situaciones problem¨¢ticas sobrevenidas en la anterior crisis y ahora planea ampliarlo.

Protesta

El foco m¨¢s medi¨¢tico e intenso es Galicia, donde los problemas de conexi¨®n se suman al descontento. El sindicato estudiantil Anega, que tambi¨¦n aboga por el apto general, convoc¨® una huelga el 19 de abril y la bronca ha ido en aumento. En la Universidad de Santiago y en la de A Coru?a los estudiantes se han organizado para conectarse a la vez y demostrar que el campus virtual no puede soportar ex¨¢menes de varias facultades a la misma hora.

En ambos campus el sistema colaps¨® ¡ªtambi¨¦n ha ocurrido en otras situaciones¡ª ¡°y las universidades nos han acusado de usar bots cuando para entrar necesitas una cuenta de la universidad¡±, se sorprende Miguel Garc¨ªa, de 19 a?os, estudiante de Comunicaci¨®n Audiovisual. ¡°Eso ha hecho que nos sintamos m¨¢s solos y ha crecido la indignaci¨®n¡±. La versi¨®n de las universidades es distinta. La de A Coru?a habla de ¡°un ciberataque, que fue contenido a los 15 minutos, con un incremento de las conexiones del 600%¡± y la de Santiago, de un ¡°ataque inform¨¢tico deliberado con 12.000 conexiones simult¨¢neas que impidieron el acceso a muchos usuarios¡±.

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