Diccionario amable de la pandemia
Las palabras que definen esta crisis permiten tambi¨¦n que nos riamos de ellas para hacer m¨¢s llevadera la situaci¨®n
Las palabras no arreglan las situaciones tr¨¢gicas. Sin embargo, a¨²n ser¨ªa m¨¢s triste todo si nos faltaran. Acuden a los hablantes para dar nombre al dolor y, sin embargo, tambi¨¦n permiten que nos riamos de ellas para mitigarlo.
He aqu¨ª un diccionario amable de la pandemia, concebido con el esp¨ªritu de que el buen humor no agrava nada y, si acaso, lo mejora.
alarma. El lenguaje militar se adentr¨® en las filas del Gobierno. Personas uniformadas nos hablaron de que hab¨ªa que ¡°elevar la moral de la tropa¡±, y luego vino lo de implantar una ¡°econom¨ªa de guerra¡± ante ¡°un enemigo poderoso¡±, elogiar a nuestros ¡°soldados¡± que est¨¢n ¡°en primera l¨ªnea¡±, lamentar las ¡°bajas¡± de ciudadanos¡ Y claro, con todo eso acabar¨ªan surgiendo los ¡°esp¨ªas¡± en los balcones y hasta las bandas deb¨ªan interpretar un himno (Resistir¨¦). Tal vez el origen de ese l¨¦xico se halle en la propia denominaci¨®n del estado de ¡°alarma¡±, palabra de etimolog¨ªa transparente: ?al arma! Si se hubiera acu?ado en su lugar el ¡°estado de alerta¡± (?al erta!), que etimol¨®gicamente significa ¡°?a levantarse!¡±, quiz¨¢s se habr¨ªa implantado el l¨¦xico de la gimnasia.
asintom¨¢ticos. De ahora en adelante tal vez se llame as¨ª a los que ni sienten ni padecen.
b¨¢scula. Mala ¨¦poca para que se quede sin pilas.
cambuj. Otra manera de decir ¡°mascarilla¡± en castellano. Sali¨® del lat¨ªn caputium (capucha), pas¨® al ¨¢rabe hisp¨¢nico como kanb¨²? (antifaz) y en espa?ol se convirti¨® en ¡°cambuj¡± (mascarilla, tapabocas, nasobuco). Pese a su largo recorrido por los siglos, ahora apenas reconocemos su significado. Es como si se hubiera enmascarado.
contagio. De con y tangere (verbo que en lat¨ªn significa ¡°tocar¡±). Y como no hay contacto sin tacto, hay que tener tacto para no tener contacto.
coronabonos. Suecia, Dinamarca y Noruega dicen que con su moneda no cuenten.
coronavirus. El rey de los virus, da?ino y cruel. Merecer¨ªa ser destronado. Pero no se ve su corona por ninguna parte. Es m¨¢s bien un erizo atrompetado. Ya que no lo podemos destruir, al menos hagamos que parezca rid¨ªculo.
covid-19. La palabra se extend¨ªa en masculino, pero los buenos consejos la van consolidando como femenina, al atender a su letra d (desease: ¡°enfermedad¡± en ingl¨¦s): ¡°enfermedad del virus con corona 2019¡±. Interesante mutaci¨®n.
confinar. Los confines no tienen fin de momento, por parad¨®jico que parezca. Esa contradicci¨®n recuerda a lo que le oy¨® el escritor mexicano Juan Villoro a un mec¨¢nico: ¡°Se par¨® su coche porque se le acab¨® el sin fin¡±. Pues pronto se acabar¨¢ el ¡°conf¨ªn¡±, que parece lo contrario del ¡°sin fin¡±, pero tambi¨¦n se termina alguna vez.
cuarentena. Se puede diezmar sin dividir por diez. As¨ª como una hecatombe (hecat¨®n, ciento; y bus, buey, en griego) no precisa la muerte de cien reses. De igual modo, una cuarentena puede durar lo mismo cuatro meses que dos semanas. Y cuando alguien espeta ¡°?te lo he dicho 40 veces!¡±, puede ocurrir tambi¨¦n que sean algunas menos. La parte buena del l¨ªo es que quienes ya hab¨ªan cumplido los 50 pueden presumir de haber entrado de repente en la cuarentena.
desescalada. Esta palabra les suena extra?a hasta a los alpinistas, que nunca contaron que hubieran desescalado nada. Simplemente bajaban o descend¨ªan. Y eso que ellos s¨ª hab¨ªan escalado antes. Al contrario que nosotros, que de repente nos vimos desescalando sin ser conscientes de que hace dos meses est¨¢bamos escalando.
distancia social. La distancia a secas de toda la vida.
epidemia, epicentro, EPI. Aunque parezca que no, el tercer t¨¦rmino se relaciona con los otros dos. El elemento griego epi lo hallamos en ¡°epidermis¡± (sobre la piel), ¡°epitelio¡± (sobre la membrana), ¡°epitafio¡± (sobre la tumba)¡ Y en ¡°epidemia¡± (sobre el pueblo); y en ¡°epicentro¡± (sobre el centro). Y finalmente, en los equipos de protecci¨®n individual o EPI: sobre la ropa.
hidroalcoh¨®lico. Tipo de gel desinfectante. Hasta ahora, s¨®lo habr¨ªamos pensado en este adjetivo para aplicarlo al whisky con agua.
infodemia. Fen¨®meno de divulgaci¨®n de informaciones falsas al que contribuir¨¢ quien se tome este diccionario en serio.
inmunidad. No se sabe a¨²n cu¨¢nto dura la inmunidad a este coronavirus. Parece ser que no tanto como la inmunidad parlamentaria.
lavarse las manos. Buena pr¨¢ctica para rechazar al virus. Desde la antigua Roma, s¨ªmbolo de que alguien se quita de en medio. En la actual pandemia, h¨¢bito que lo quita de en medio.
nueva normalidad. Un imposible. Lo que es nuevo no es normal. Y para cuando quiere ser normal, ya se ha hecho viejo.
obesidad. Tendencia en la que puede caer quien haya sido perjudicado por lo dicho en la entrada b¨¢scula.
pandemia. En griego significa (m¨¢s o menos) ¡°reuni¨®n de todo el pueblo¡±. Es curioso que derivase hace un par de meses en que no pudiera reunirse nadie.
pico de la curva. Este pico es el que hab¨ªa que desescalar.
residencias. Anta?o se llamaban ¡°asilos¡±, pero la palabra, asociada a la beneficencia, cay¨® en desprestigio. ¡°Residencia¡± vino despu¨¦s, con el negocio privado; y el sector p¨²blico se sum¨® a la denominaci¨®n para lavarse la cara con ella. Tal vez pronto haga falta un nuevo eufemismo a fin de tapar el recuerdo de los lugares donde murieron miles de personas sin recibir la atenci¨®n debida.
tasa de letalidad. Los conceptos m¨¢s terribles necesitan tecnicismos como este para enfriarlos y que nos duelan menos.
teletrabajo. Hace a?os, trabajar en un canal de televisi¨®n. En cambio, ahora ya cualquiera trabaja en pantalla.
test. Prueba, an¨¢lisis, detecci¨®n, control, examen. Test, no: cinco.
vacuna. Viene de ¡°vaca¡±. El franc¨¦s Louis Pasteur (el de la leche pasteurizada) acu?¨® esta palabra (en ingl¨¦s, vaccine) en el siglo XIX como homenaje a Edward Jenner, un m¨¦dico rural ingl¨¦s que la hab¨ªa utilizado en el siglo XVIII tras darse cuenta de que las mujeres que orde?aban a las vacas no padec¨ªan la viruela humana, al quedar inmunizadas por algo que ten¨ªan los animales. Cuenta la leyenda que de ah¨ª viene la expresi¨®n ¡°es la leche¡±.
virucida. Se lee mucho en los peri¨®dicos. Deber¨ªa escribirse ¡°viricida¡±, salvo que empecemos todos a decir ¡°v¨ªruco¡±.
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