No hay tregua para colocar l¨¢pidas
El pico de mortalidad ha quedado atr¨¢s, pero el trabajo es m¨¢s fren¨¦tico que nunca en los cementerios de Barcelona
¡°Pap¨¢ te llevamos en el coraz¨®n¡±, as¨ª comienza el epitafio grabado al lado derecho de una cruz sin detalles que acababan de esculpir sobre una l¨¢pida de granito Diego y Ferm¨ªn, dos operarios de Cementerios de Barcelona. La pandemia ha incrementado el trabajo dentro de los nueve camposantos locales. Nunca se hab¨ªan realizado tantas incineraciones e inhumaciones en tan pocas semanas. El pico de mortalidad de la enfermedad qued¨® atr¨¢s, pero el trabajo es, parad¨®jicamente, m¨¢s fren¨¦tico que nunca. Una vez inhumados decenas de cuerpos, es el turno de colocar las l¨¢pidas. Con la llegada de la fase 1 de la desescalada, el 25 de mayo, los familiares de los difuntos necesitan visitar nichos y tumbas de seres queridos. Cerrar el duelo.
En marzo, abril y mayo de 2019, un a?o que fue ¡°normal¡± en cuanto a la mortalidad ¡ªseg¨²n Eduard Fern¨¢ndez, director de operaciones de Cementerios de Barcelona¡ª se realizaron 3.667 incineraciones e inhumaciones en los nueve camposantos barceloneses. En esos meses de 2020, atacados por la covid, han sido 6.904. El mes m¨¢s letal fue abril en que se realizaron 3.522 servicios f¨²nebres (en abril de 2019 fueron 1.241). Hubo un d¨ªa, el 7 de abril, en que se registr¨® el r¨¦cord de entierros e incineraciones en Barcelona: 144. ¡°Lo normal es que no se supere los 40 en un d¨ªa¡±, mantiene Fern¨¢ndez. De hecho, fue entonces cuando el Ayuntamiento anunci¨® que si la curva no bajaba ordenar¨ªa a un equipo de Bomberos de Barcelona que ayudara en las tareas de inhumaci¨®n. No fue necesario. Durante esas semanas Diego y Ferm¨ªn cerraron el taller de l¨¢pidas y se dedicaron a incinerar e inhumar difuntos. Los muertos ¡ªpor coronavirus, vejez, enfermedad o accidente¡ª fueron deposit¨¢ndose en nichos sellados con cemento y yeso a la espera de colocar las l¨¢pidas.
El confinamiento y la lucha sanitaria hicieron que en mayo la curva comenzara a dar un respiro a los servicios funerarios. Hubo 1.460 en Barcelona, el mayo anterior 1.144. Diego y Ferm¨ªn volvieron al taller en una peque?a nave del cementerio de Montju?c. Fern¨¢ndez recuerda que el servicio de l¨¢pidas estaba hasta hace unos a?os externalizado. ¡°Ahora m¨¢s del 70% de las que colocamos salen de este taller. El resto son marmolistas privados¡±, sostiene el director de operaciones de esta empresa p¨²blica municipal.
S¨ªmbolo del Bar?a
Los precios dependen del material: 300 euros las l¨¢pidas de granito; de m¨¢rmol, 1.300; las que cubren la tumba sobrepasan los 3.000. ¡°Para monumentos f¨²nebres, esculturas y cosas m¨¢s concretas tienes que recurrir a artistas y solo es apto para gente con el bolsillo muy lleno¡±, apunta Fern¨¢ndez.
En uno de los pasillos exteriores del cementerio se acumulan metros de piedra de diferente color material y tama?o. Los operarios eligen, cortan, dise?an con la ayuda de un programa inform¨¢tico un epitafio y un dibujo, imprimen un vinilo, lo colocan sobre la piedra y vac¨ªan ¡ªmuchas veces manualmente¡ª letras y s¨ªmbolos. ¡°La cruz es lo que m¨¢s dibujamos¡±, asegura Diego mientras Ferm¨ªn se aplica con un martillo y un cincel. ¡°Hac¨ªamos ocho l¨¢pidas al d¨ªa, hoy superamos las 15¡±, informa Diego.
Los bomberos llegaron a estar preparados para ayudar a inhumar
¡°El trabajo que se ha desbordado m¨¢s es el de las tiras de los laterales de los nichos¡±, mantiene Fern¨¢ndez. En estas se graban los nombres de los difuntos. Muchos familiares comparten nicho y en los laterales aparecen los nombres y fechas de nacimiento y muerte de todos ellos. ¡°Un a?o normal podemos hacer m¨¢s de 1.500 l¨¢pidas y m¨¢s de 5.000 laterales. Este a?o no soy capaz de calcular hasta donde llegaremos¡±, advierte Fern¨¢ndez. ¡°Antes, desde que se efectuaba el encargo hasta que coloc¨¢bamos los laterales y las l¨¢pidas transcurr¨ªan 25 d¨ªas, hoy tardamos 35 y seguimos trabajando sin pausa¡±, mantiene el jefe de operaciones. Adem¨¢s, los operarios se han encontrado con un repunte muy significativo de personas que incineraron a sus familiares y que ahora que est¨¢n permitidos los funerales aprovechan para hacer una peque?a ceremonia e inhumar las cenizas en nichos o tumbas. Unos actos que se concentran, sobre todo, los fines de semana.
Es raro ver alguna l¨¢pida que destaque. ¡°Mira aqu¨ª hay una de un se?or del Bar?a¡±, se?ala Fern¨¢ndez se?alando una con el escudo blaugrana. Abunda la sobriedad. Atr¨¢s quedaron epitafios como el esculpido en una antigua l¨¢pida del siglo XIX del cementerio de Poblenou en la que se puede leer, en catal¨¢n: ¡°Me llamo Josep Verneda / Yo, que sin males ni da?os / pasados los 79 a?os / robusto y vital viv¨ª / un m¨¦dico¡ no le dir¨¦ qui¨¦n / solo un d¨ªa me visit¨® / un vomitivo me prescribi¨®. / Le dije que no lo quer¨ªa. / Me dijo que me curar¨ªa / y al d¨ªa siguiente mor¨ªa¡±.
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