Espa?a pone coto al ocio nocturno para contener el coronavirus

El ocio nocturno est¨¢ en el punto de mira de la lucha contra la covid-19. Las autoridades sanitarias advierten de que en las salas de fiestas y discotecas se producen buena parte de los contagios y las comunidades aut¨®nomas, temerosas de la expansi¨®n descontrolada del virus, han empezado a poner restricciones al sector. Catalu?a ha cerrado el ocio nocturno en Barcelona y estudia ampliar la prohibici¨®n a toda la comunidad, Murcia tambi¨¦n ha bajado la persiana a sus discotecas y otras autonom¨ªas, como Euskadi o Andaluc¨ªa, lo est¨¢n estudiando. Pero el sector empresarial advierte de la contrapartida del cierre: est¨¢n en jaque 300.000 empleos asociados y avisan de que la clausura de sus locales trasladar¨¢ la fiesta a lugares no regulados, como los botellones, donde el riesgo de contagio aumenta. Navarra y Galicia se han adelantado y han limitado estas pr¨¢cticas de ocio informal.

Los brotes vinculados a una discoteca en C¨®rdoba con un centenar de afectados o contagios asociados a una zona de copas de Murcia con 62 positivos encendieron las alarmas. En una semana, el ocio nocturno empez¨® a consolidarse como uno de los escenarios con m¨¢s focos activos: locales cerrados, aglomeraciones de j¨®venes con baja percepci¨®n del riesgo y relajaci¨®n de las medidas de seguridad configuraban un caldo de cultivo ideal para la covid-19. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, hay 15 brotes relacionados con ambientes de ocio nocturno.

¡°Son locales cerrados y es dif¨ªcil, por la propia naturaleza del local, no acercarse. Hay ciertas aglomeraciones y en lugares donde se consume alcohol, la gente puede relajarse un poco y bajar la guardia¡±, explica el jefe de Medicina Preventiva del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, Toni Trilla. La gesti¨®n de estos brotes es compleja porque la transmisi¨®n se dispara: de un caso pueden salir cientos en un espacio de tiempo muy corto y seguir las cadenas de transmisi¨®n se hace casi imposible, dicen los expertos. ¡°Hay antecedentes, como el caso de Se¨²l, donde una persona fue a cinco locales y se infectaron 80, que se?alan a estos locales como espacios de relativo riesgo¡±, apunta el epidemi¨®logo Joan Ramon Villab¨ª.

Precisamente, el temor a la expansi¨®n descontrolada del virus precipit¨® una cascada de cierres en varias comunidades: Baleares ya prohibi¨®, desde el fin del estado de alarma, la apertura de discotecas en zonas tur¨ªsticas de Mallorca e Ibiza y aquellas con aforo mayor de 300 personas en el resto de la comunidad; Catalu?a cerr¨® discotecas all¨ª donde hab¨ªa focos activos, incluida Barcelona; Arag¨®n hizo lo propio al hacer retroceder a varios municipios, tambi¨¦n Zaragoza capital, a una especie de fase 2 flexible; Murcia solo deja abrir las terrazas de los bares de copas (con los clientes sentados) y Navarra ha limitado horarios de estos locales hasta las dos de la madrugada.

Detr¨¢s de las restricciones de las autonom¨ªas est¨¢ reducir al m¨ªnimo el contacto social en los lugares considerados de alto riesgo. ¡°Es una medida que se ha visto eficaz. Puede que con la prohibici¨®n y el coto no sea suficiente, pero algo hay que hacer: se trata de hacer dif¨ªcil lo insano¡±, valora Jes¨²s Molina Cabrillana, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene. Coincide Trilla: ¡°Desde un punto de vista de garant¨ªa sanitaria es una medida razonable y proporcionada. Pero habr¨¢ que ayudar a este sector¡±.

Los expertos sostienen, no obstante, que los cierres no pueden ser indiscriminados, sino que han de hacerse seg¨²n la realidad epidemiol¨®gica del entorno. ¡°Hay sitios donde hay discotecas y ocio nocturno y no pasa nada. Todo est¨¢ relacionado con el nivel de circulaci¨®n del virus. En situaciones como la de Barcelona, donde hay transmisi¨®n comunitaria, estar¨ªa indicado el cierre, pero ni mucho menos lo estar¨ªa en toda Catalu?a. Solo en las ¨¢reas donde hay m¨¢s transmisi¨®n¡±, apunta Molina Cabrillana.

Las restricciones al ocio nocturno, sin embargo, dejan en la estacada a un sector ya diezmado durante el estado de alarma. ¡°Ahora mismo, la temporada est¨¢ perdida. El que no ha facturado en estas fechas, dif¨ªcilmente lo har¨¢ y est¨¢ condenado a desaparecer: llevamos tres meses de cierre y dos a medio gas [por las restricciones de aforo de las autonom¨ªas]¡±, advierte Joaquim Boadas, secretario general de la patronal espa?ola del ocio nocturno Spain Night Life. Seg¨²n Boadas, hay 75.000 locales de ocio nocturno en Espa?a que dan trabajo a 300.000 personas. Si contin¨²an los cierres, ¡°entre el 60% y el 80% de los locales cerrar¨¢n antes de final de a?o¡±.

Tras el fin del estado de alarma, las discotecas se prepararon para la reapertura reforzando medidas de seguridad: control de temperatura a la entrada, registro de nombre y contacto (para localizar a la gente si hay un positivo), mascarilla obligatoria, gel hidroalcoh¨®lico en cada esquina y pistas de baile reconvertidas en salas con sof¨¢s y mesas para estar sentados. Sin embargo, trabajadores del sector admiten que, llegadas ciertas horas y con alcohol de por medio, los protocolos son dif¨ªciles de cumplir.

En Melilla, por ejemplo, las discotecas pueden abrir hasta las cinco de la madrugada y las terrazas, hasta las dos. Sin embargo, la laxitud de algunos locales con los horarios y la distancia social entre los clientes oblig¨® al consejero de Salud P¨²blica, Mohamed Mohand, a recordar que se multar¨¢ o cerrar¨¢n aquellos establecimientos donde no se respete la norma y haya aglomeraciones. Los empresarios del Puerto Deportivo Noray, la zona de ocio m¨¢s reconocida de Melilla, han denunciado una situaci¨®n de ¡°acoso¡± ante las inspecciones para vigilar el cumplimiento de los horarios.

Los empresarios del sector, con todo, defienden su buen hacer. ¡°Hay una inestabilidad enorme por im¨¢genes que han generado alarma pero que no son la norma. La norma es la gente respetando las medidas de seguridad, pero la alarma ha provocado que las pocas reservas que ten¨ªamos lleven d¨ªas paradas. No nos han cerrado, pero como si lo hiciesen¡±, apunta ?scar Iglesias, de la Federaci¨®n Empresarial de Hosteler¨ªa de Valencia. Un brote con m¨¢s de 70 casos vinculado a una discoteca en Gand¨ªa precipit¨® el cierre de los locales de ocio de la ciudad. La Generalitat Valenciana, no obstante, descarta aplicar la medida a toda la comunidad.

Prohibir botellones

El sector advierte de que su cierre abocar¨¢ a fiestas en contextos de mayor riesgo, como los botellones o los eventos privados. ¡°Todo esto generar¨¢ una oferta nocturna no regulada donde no hay control de seguridad. Va a ser peor el remedio que la enfermedad¡±, avisa Boadas, quien asegura que ya se han producido encuentros ¡°en parques, jardines, descampados y mas¨ªas¡±. Comunidades como Galicia o Navarra han avanzado en esta l¨ªnea: la primera los ha prohibido y la segunda, tambi¨¦n, pero a partir de las dos de la madrugada. Andaluc¨ªa tambi¨¦n apunta en esa direcci¨®n: el Ejecutivo regional apuesta por limitaciones de horario en los locales y restringir los botellones. Baleares ha legislado sobre las fiestas privadas e impondr¨¢ multas de hasta 60.000 euros a los organizadores y asistentes a fiestas o eventos que superen las 70 personas en espacios al aire libre y los 30 asistentes en interiores.

Los expertos tampoco descartan que este fen¨®meno colateral pueda ocurrir. ¡°Posiblemente se derivar¨¢n a otro sitio. De hecho, hay brotes en reuniones familiares y de amigos en el ¨¢mbito privado. Pero estas medidas son necesarias. La otra alternativa es pedir la colaboraci¨®n ciudadana y apelar al comportamiento individual, y eso no es factible a corto plazo porque solo se logra con educaci¨®n sanitaria¡±, insiste Molina Cabrillana.

Con informaci¨®n de M. Ormaz¨¢bal, F. Bono, V. Vadillo, L. J. Varo, S. Vizoso y E. Saiz.

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