¡°Ancianos encerrados y con ¨²lceras posturales¡± en la residencia de Salvaterra, intervenida por la Xunta de Galicia
La Inspecci¨®n de Servicios Sociales ha comenzado a investigar el centro, a ra¨ªz de una denuncia de un colectivo de trabajadores, 14 d¨ªas despu¨¦s de que la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Social asumiera su gesti¨®n
El pasado 27 de octubre la Xunta intervino la residencia de Salvaterra de Mi?o, en el ¨¢rea metropolitana de Vigo. Acumulaba 110 contagios (84 residentes y 26 trabajadores) que ahora han disminuido a 91 (64 residentes, tras el fallecimiento de 13, y 27 empleados) y era necesario ¡°garantizar la calidad asistencial¡± y la ¡°correcta protecci¨®n¡± de la salud de todos ellos, indic¨® la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Social. Transcurridos 14 d¨ªas, la situaci¨®n del centro es terror¨ªfica, seg¨²n la denuncia registrada este lunes en la Inspecci¨®n de Servicios Sociales de la Xunta por la asociaci¨®n Trabajadoras de Residencias de Galicia (Trega). El escrito, respaldado con fotograf¨ªas, revela situaciones extremas de abandono. Este martes, Pol¨ªtica Social envi¨® la primera inspecci¨®n al centro. ¡°En caso de que se constate alg¨²n incumplimiento de la normativa se actuar¨¢ en consecuencia¡±, afirma la consejer¨ªa.
Ancianos ¡°encerrados bajo llave en habitaciones sin timbre¡±; residentes que ¡°en un 90% de los casos presentan ¨²lceras¡± provocadas por la inmovilidad y por llevar ¡°los mismos pa?ales durante horas¡±; colchones rotos y sucios, como las s¨¢banas que ¡°apenas les cambian¡±; escaso mantenimiento y salubridad de las instalaciones; camas que no son cl¨ªnicas y no pueden elevarse; aseos no adaptados y escasez de material. Este es el espeluznante escenario que describen el texto y las fotograf¨ªas de la denuncia registrada por Trega.
El colectivo pone de manifiesto que la asunci¨®n por la Xunta de la gesti¨®n de todas las ¨¢reas de la residencia de Salvaterra parece no haber mejorado la situaci¨®n del centro y de los usuarios. Las decisiones en la residencia, propiedad de la empresa Residencia Salvatierra S.L., recaen desde hace 14 d¨ªas en la Xunta, que asegura que ha ¡°reforzado sustancialmente¡± la plantilla de enfermer¨ªa con 35 trabajadores. Un aumento que ha permitido ¡°cubrir las bajas de todos los empleados infectados e incrementar a¨²n as¨ª la plantilla original¡±, afirma la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Social.
¡°Los ancianos pueden pasar desde las 10 de la ma?ana hasta media tarde sentados en una silla sin ning¨²n movimiento postural¡±, afirma a este diario la presidenta de Trega, Sonia Jalda, que no trabaja en el centro, pero asegura que las trabajadoras de la residencia han trasladado a la asociaci¨®n cu¨¢l es la situaci¨®n. El colectivo al que representa asegura que el n¨²mero de residentes supera en una veintena a las 108 plazas (72 subvencionadas mediante conciertos p¨²blicos) que posee el centro mientras que la plantilla, que deber¨ªa ser de 50 trabajadoras, se encontraba diezmada por la baja de 27 de ellas, enfermas de covid, antes del refuerzo de la Xunta.
El personal no se explica por qu¨¦ no ha actuado la Inspecci¨®n de Servicios Sociales ¡°ni antes ni durante la intervenci¨®n¡± de la residencia por la Xunta, algo que consideran ¡°una clara dejadez de funciones con consecuencias desastrosas para la salud de usuarios y trabajadoras¡±. La Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Social responde que no hab¨ªan acudido a este centro porque realizan inspecciones aleatoriamente o cuando hay una denuncia, como ha ocurrido ahora". "No hemos podido actuar con mayor rapidez¡±, asegura un portavoz.
En la denuncia del colectivo queda de manifiesto que la residencia no dispon¨ªa de gr¨²as para mover a los residentes. Una carencia que se solvent¨® este mismo lunes, ¡°justo despu¨¦s de registrar el documento¡±, seg¨²n el relato de la asociaci¨®n. Y este martes un cargo de la consejer¨ªa se puso en contacto con Trega para expresar su disposici¨®n a visitar el centro y conocer con detalle la situaci¨®n y ver el modo de atajar las carencias. Sin embargo, el colectivo denunciante asegura que la coordinadora de la residencia ¡°presiona a todo el personal para que movilicen a todos los usuarios manualmente¡±, pese a que ya disponen de gr¨²as, procedentes de un centro de Vigo. ¡°Esta pr¨¢ctica puede provocar da?os f¨ªsicos, alto riesgo de ca¨ªdas y sobrecargas a las trabajadoras¡±, alerta el colectivo.
Jalda afirma que parte del personal del centro ha tenido que ser atendido por crisis de angustia y tambi¨¦n por lesiones traumatol¨®gicas. Y a?ade que hay trabajadoras en situaci¨®n de incapacidad laboral ¡°porque no todo el mundo vale para trabajar en estas condiciones, sin medios para poder ayudar a unos ancianos dependientes¡±. Las habitaciones tambi¨¦n tienen ¡°deficiencias¡± de material y un ¡°nulo mantenimiento¡±. Ni siquiera tienen palos de gotero para colgar la medicaci¨®n intravenosa, que tiene que colgarse ¡°de las l¨¢mparas¡±, seg¨²n su relato.
¡°Es incompresible que se haya mantenido durante a?os una plantilla de 50 personas, incluyendo m¨¦dicos, enfermeros, auxiliares, trabajadores de limpieza etc., para atender a 108 personas mayores, la mayor¨ªa con problemas de movilidad¡±, protesta Jalda. Y asegura que la denuncia ha sido posible gracias a la incorporaci¨®n a la residencia, una vez intervenida, del personal p¨²blico que fue desplazado all¨ª. Los contratados por la empresa propietaria no hablaron antes.
La presidenta de Trega lamenta que haya tenido que llegar una pandemia ¡°para que tengamos la evidencia del trato que est¨¢n recibiendo los ancianos en los centros que, aunque sean privados, como este, est¨¢n financiados con nuestro dinero porque de las 108 plazas, 72 son concertadas¡±. El colectivo recuerda que m¨¢s del 40% de los 988 fallecidos por covid en Galicia eran mayores que viv¨ªan en residencias.
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