La contaminaci¨®n sonora tambi¨¦n mata

La contaminaci¨®n mata. Lo hace esa que forma una boina anaranjada sobre las ciudades y otra que no se ve, pero se oye. El ruido causa 16.600 muertes prematuras en Europa y 72.000 hospitalizaciones al a?o, seg¨²n la Agencia Europea del Medio Ambiente. El principal responsable es el tr¨¢fico rodado, primer culpable tambi¨¦n de la emisi¨®n de los gases que envenenan el aire que causan en Espa?a 10.000 muertes prematuras al a?o, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

Enfermedades cardiovasculares, hipertensi¨®n, trastorno del sue?o, bajo rendimiento, deterioro cognitivo, tinnitus o sordera, son enfermedades con las que la contaminaci¨®n ac¨²stica tiene relaci¨®n directa y clara. Algunas investigaciones tambi¨¦n apuntan que algunos problemas del embarazo, obesidad y diabetes est¨¢n asimismo asociados a un ruido excesivo, algo que sufren durante el d¨ªa casi la mitad de los europeos y alrededor de un tercio por la noche.

Como sucede con la poluci¨®n del aire, es imposible determinar en casos individuales cu¨¢ndo las dolencias se deben espec¨ªficamente al ruido, ya que suelen ser multifactoriales. Para sacar sus conclusiones, los cient¨ªficos se basan en an¨¢lisis epidemiol¨®gicos de grandes poblaciones; pero cuando en una persona se mezcla una exposici¨®n prolongada con ciertos s¨ªntomas no es raro que la contaminaci¨®n ac¨²stica tenga un papel importante.

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El enemigo silencioso

Los problemas de insomnio de Alex Mas llegaron cuando se mud¨® a la Plaza del Sol, en Barcelona. ¡°Yo dorm¨ª toda la vida como un tronco. Desde que estoy aqu¨ª, eso cambi¨®, y me hizo ¡®clic¡¯; ya ni con silencio puedo conciliar bien el sue?o¡±, relata este vecino de una zona de ocio nocturno y botell¨®n, uno de los 13 millones de europeos que sufre trastornos del sue?o por el sonido excesivo. ¡°A partir de ah¨ª, se junta con un trabajo muy intenso y he desarrollado estr¨¦s y ansiedad¡±, relata.

Los mecanismos por los que la contaminaci¨®n ac¨²stica afectan a la salud van siendo cada vez m¨¢s conocidos. Julio D¨ªaz, jefe del Departamento de Epidemiolog¨ªa de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, explica que el cuerpo vive el ruido como una agresi¨®n: ¡°Lo que buscas es repelerla, as¨ª que hace falta que los m¨²sculos tengan energ¨ªa, por lo que aumenta la tensi¨®n arterial y la frecuencia card¨ªaca, para que les llegue m¨¢s ox¨ªgeno¡±. Este ser¨ªa el origen de los problemas card¨ªacos y la hipertensi¨®n. ¡°Tambi¨¦n se genera m¨¢s glucosa para proporcionar energ¨ªa, pero como es una agresi¨®n ficticia, no se elimina realmente¡±. Esto, asegura D¨ªaz, explicar¨ªa la relaci¨®n con la diabetes y la obesidad. ¡°Por otro lado, para que todo esto funcione hace falta cortisol. Existen estudios que demuestran que los niveles altos de esta sustancia bajan el sistema inmunol¨®gico. As¨ª, una infecci¨®n controlada puede dejar de estarlo¡±, relata el experto para mostrar la relaci¨®n del ruido con las enfermedades respiratorias. Para apoyar esta tesis, se vale de investigaciones como una que examin¨® a un ni?o en una habitaci¨®n ruidosa y otra silenciosa. El cortisol del primero en la saliva era mucho m¨¢s elevado que en otro. ¡°Esto tiene un claro impacto en la salud¡±, concluye D¨ªaz.

La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) public¨® en octubre de 2018 unas nueva gu¨ªa del ruido haciendo un repaso a toda la literatura cient¨ªfica, en la que bajaba los umbrales de exposici¨®n que considera seguros. Recomienda reducir los niveles por debajo de 53 decibelios durante el d¨ªa y 45 por la noche para el tr¨¢fico rodado, la fuente m¨¢s com¨²n. ¡°El problema de Espa?a es que no cuenta con estudios a largo plazo¡±, explica el investigador del Carlos III. Su equipo s¨ª ha hecho varios a corto en Madrid, que muestran que tras picos de exposici¨®n sonora incrementan los ingresos hospitalarios de forma similar a lo que hacen los gases procedentes de la combusti¨®n de los veh¨ªculos. ¡°Comprobamos que aumentan por causas circulatorias y respiratorias en el a?o 2000; luego, en 2007, que produc¨ªa m¨¢s ingresos en ni?os, especialmente por neumon¨ªa. Y, en 2014, ratificamos que es capaz de producir m¨¢s ingresos por impactos cardiovasculares y diabetes, veremos si tambi¨¦n causa muertes¡±, subraya. Para llegar a estas conclusiones se comparan mediciones de ruido con los registros hospitalarios.

Mar¨ªa Foraster, una de las autoras de la gu¨ªa de la OMS e investigadora del instituto de salud ISGlobal, financiado por la fundaci¨®n LaCaixa, explica que estamos en un momento en que las cifras pueden evolucionar con nuevos estudios. Podr¨¢n realizarse tras analizar los mapas de ruido que los municipios de m¨¢s de 100.000 habitantes tienen que publicar cada cinco a?os. La experta asegura que reducir la morbilidad por ruido pasa necesariamente por reducir el tr¨¢fico en las ciudades: ¡°Es un doble beneficio, porque tambi¨¦n se ataja la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica¡±.

¡°Lo ideal es planificar ciudades en las que no se urbanice cerca de las calles donde pasan veh¨ªculos, que tengan espacios de tranquilidad. En las que ya est¨¢n hechas se pueden poner barreras, aconsejablemente naturales, que tiene m¨¢s beneficios, pero no siempre es f¨¢cil¡±, subraya Foraster. En su opi¨®n, medidas como la restricci¨®n del tr¨¢fico por zonas son otro camino positivo. ¡°Madrid central ser¨ªa una buena propuesta. O las supermanzanas de Barcelona¡±, a?ade.

Esta iniciativa urbana consiste en cortar a la circulaci¨®n manzanas completas, o restringirlas al m¨¢ximo, de forma que solo puedan pasar los residentes, ganando a la vez espacio para otros equipamientos, como canchas deportivas o lugares de esparcimiento. Un estudio de ISGlobal en Barcelona estimaba que la ciudad podr¨ªa ahorrar hasta 20 millones de euros anuales en atenci¨®n sanitaria con este tipo de infraestructura.

En la plaza del Sol, donde vive Alex Mas, las comunidades de propietarios llevan a?os quej¨¢ndose por el ruido. La organizaci¨®n Ideas For Change hizo un piloto para medir la contaminaci¨®n ac¨²stica y hallar soluciones. Despu¨¦s de estudiar la situaci¨®n, propusieron cuatro: instalar jardineras en las escalinatas donde m¨¢s gente se reun¨ªa para impedir que se reunieran tantas personas, reduciendo as¨ª el sonido que emiten; crear un parque infantil para fomentar otro uso del espacio; aumentar la actuaci¨®n de la guardia urbana; y mejorar la carteler¨ªa y la informaci¨®n sobre las molestias que causaba all¨ª el ocio nocturno. Todav¨ªa no se han publicado las nuevas mediciones que determinen qu¨¦ ¨¦xito han tenido estas iniciativas. Pero los vecinos, aseguran, siguen perdiendo el sue?o por el ruido. Probablemente, tambi¨¦n la salud.