Un hotel en Roma para pasar la covid
En la ciudad hay 800 habitaciones para contagiados que no pueden aislarse, extranjeros que han dado positivo o sanitarios
Ninguno de los hu¨¦spedes de estos hoteles ha reservado habitaci¨®n para unas vacaciones en Roma. El mismo virus que mantiene a los turistas alejados de las maravillas de la Ciudad Eterna ha llevado hasta estos alojamientos a cientos de contagiados desde el inicio de la pandemia. Desde romanos que viven a apenas unos metros y no pueden aislarse en sus casas, hasta sanitarios, extranjeros reci¨¦n llegados que tienen que guardar cuarentena tras dar positivo y tambi¨¦n personas sin hogar.
En la primera ola, la mayor¨ªa de los pacientes que se hospedaban en estos hoteles eran asintom¨¢ticos, pero en esta segunda han comenzado a llegar tambi¨¦n las bombonas de ox¨ªgeno ¡ªde baja intensidad¡ª a las habitaciones. Muchos tienen s¨ªntomas leves y otros han pasado antes por un ingreso hospitalario, y aunque se han recuperado de lo peor, siguen siendo positivos y son remitidos a estas estructuras para dejar espacio en los centros sanitarios para los casos m¨¢s graves. Cada habitaci¨®n guarda una historia particular.
Marco, de 54 a?os, ha pasado 21 d¨ªas junto a su hija de 17 en el hotel covid gestionado en Roma por la fundaci¨®n del Policl¨ªnico Gemelli. Sin apenas s¨ªntomas, con una fiebre ligera y un malestar similar al provocado por un resfriado. Para ¨¦l, lo m¨¢s duro ha sido no poder vivir el luto de la p¨¦rdida de su madre de una forma natural. Viv¨ªa en una residencia para ancianos, y falleci¨® el 30 de diciembre. ¡°Los ¨²ltimos meses no pude estar junto a ella porque no pod¨ªamos entrar en el centro por precauci¨®n, ni mi hija ni yo pudimos participar en el funeral, hicimos una videollamada con la familia¡±, relata. ¡°Ha sido duro, pero hay mucha gente que lo est¨¢ pasando peor¡±, agrega. Y agradece la labor del personal que los ha atendido.
En toda Roma, los hoteleros han puesto unas 800 habitaciones a disposici¨®n de las autoridades sanitarias. La regi¨®n de Lacio se ocupa de los gastos. Para cubrir este tipo de atenci¨®n en todo el pa¨ªs, el Gobierno ha destinado 32,5 millones de euros. En todas las regiones de Italia hay hoteles a disposici¨®n de los hospitales, que se han ido empleando en funci¨®n de la demanda. Esta nueva vida es tambi¨¦n un respiro para algunos hoteleros, asfixiados por el desplome del turismo, que as¨ª pueden seguir a flote. ¡°Aunque la facturaci¨®n se ha reducido un 70%, de este modo hemos podido seguir abiertos y pagar a los empleados, las facturas y a los proveedores, y a la vez es gratificante porque nos sentimos ¨²tiles, contribuimos a frenar los contagios¡±, se?ala Antonella De Gregorio, propietaria de un hotel de 50 habitaciones. Solo en abril recibi¨® a 600 pacientes y ahora tiene una veintena de estancias ocupadas.
El pa¨ªs ha registrado 620 muertos en las ¨²ltimas 24 horas, frente a los 414 del d¨ªa anterior, hasta un total de 77.911 desde el inicio de la pandemia. En el ¨²ltimo d¨ªa, se han detectado 17.533 casos. Seg¨²n el Ministerio de Salud, 23.313 pacientes fueron hospitalizados este viernes, y 2.587 personas est¨¢n en unidades de cuidados intensivos. Ante el aumento de los contagios, el Gobierno prolong¨® las restricciones del periodo navide?o hasta el 15 de enero, dejando el pa¨ªs en semicuarentena.
En el hotel en el que se hospeda Marco, de cuatro estrellas, un tercio de las 200 habitaciones est¨¢n ocupadas. El recibidor est¨¢ vac¨ªo, resulta espectral. Para quien asocie los hoteles a vacaciones, propias o ajenas, la sensaci¨®n es chocante. Ni rastro del traj¨ªn habitual. Los pacientes entran por un lado y el personal m¨¦dico por otro. Dentro hay itinerarios bien diferenciados para unos y otros, se?alados con cinta adhesiva en el suelo, como en un hospital. La mitad del primer piso es ¡°zona blanca¡±, un espacio seguro en el que trabaja el personal administrativo o de apoyo y donde se visten los sanitarios antes de subir a las habitaciones. Hay dispensadores de gel hidroalcoh¨®lico por todas partes.
En una sala de congresos al lado del antiguo restaurante, ahora clausurado, los m¨¦dicos han improvisado un centro desde el que coordinan las actividades, asistido en todo momento por al menos dos sanitarios. El tel¨¦fono no deja de sonar, lo responde el geriatra Nicola Acampora, que atiende dudas de los pacientes, llama a sus m¨¦dicos de cabecera, coordina las pruebas de diagn¨®stico y tambi¨¦n la asistencia psicol¨®gica. ¡°El hecho de estar encerrados en una habitaci¨®n, aislados, en un ambiente que no es el suyo, saber que no pueden salir, les genera ansiedad¡±, dice.
Atenci¨®n psicol¨®gica
El director m¨¦dico de los hospitales covid de la fundaci¨®n Policl¨ªnico Gemelli, Christian Barillaro, explica que atienden al paciente desde una ¨®ptica de 360 grados: ¡°Valoramos su dimensi¨®n f¨ªsica y tambi¨¦n la psicol¨®gica, social y espiritual, tenemos pacientes de distintas etnias y religiones, que hablan diferentes lenguas¡±.
El doctor Acampora ultima el parte de alta de Natividad, que tras 20 d¨ªas vuelve a casa. Es una jubilada de origen peruano que vive en Roma. Su marido se contagi¨® y estuvo hospitalizado porque padece insuficiencia respiratoria. Antes de salir pregunta si tiene que hacerse m¨¢s pruebas y el m¨¦dico le recuerda que ya no es contagiosa.
¡°A¨²n no quiero ver a mi nieto, quiero hacer otro aislamiento preventivo de 10 d¨ªas m¨¢s en casa y le he dicho a mi esposo: ¡®T¨² en un cuarto y yo en otro un tiempo¡±, expone. ¡°No he sufrido tanto como otras personas¡±, dice. Ha podido hacer videollamadas con su familia durante los d¨ªas aislada. ¡°Pido que la gente tenga mucha precauci¨®n y que respete las normas de seguridad y de higiene. S¨¦ que ahora es cuando m¨¢s queremos abrazarnos, pero necesitamos ser responsables, que la vida es una sola¡±, dice, y se emociona. ¡°Lo ¨²nico que podemos hacer es cuidar tambi¨¦n al resto. Con lo que podamos aportar nosotros mismos y con la ciencia, con la vacuna, solo as¨ª continuaremos adelante¡±.
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