Enfrentamiento entre la Junta de Castilla y Le¨®n y una residencia que vacun¨® al alcalde y al cura del pueblo

La vacunaci¨®n contra el coronavirus del alcalde y el p¨¢rroco de Villavicencio (Valladolid, 200 habitantes), entre otros cargos locales, ha enfrentado a la residencia del pueblo, que les suministr¨® las dosis, con la Junta de Castilla y Le¨®n. El delegado territorial de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, ha acusado a los responsables del geri¨¢trico Santo Domingo y Santa Elo¨ªsa de mentir al asegurar que las autoridades autorizaron la inmunizaci¨®n de varios miembros del patronato del centro junto a los ancianos y a los trabajadores, colectivos que seg¨²n los protocolos deben recibir la dosis prioritariamente. La directora del centro, Gloria V¨¢zquez de Prada, asegura que ella inform¨® pertinentemente a la Junta y que estos validaron verbalmente su petici¨®n e incluyeron estos nombres en la lista.

El alcalde, Alberto del Paz (PSOE), fue vacunado junto a un edil y al p¨¢rroco de la localidad, seg¨²n confirma Cobos, quien a?ade que ahora mismo est¨¢n tratando de corroborar si los cinco vacunados ¡°no son trabajadores del centro¡±, tal y como sospechan. Cobos recalca que ¡°desde la gerencia nadie les autoriz¨®¡± y que el argumento de que esas personas acud¨ªan frecuentemente a la residencia ¡°es falso¡±, pues las normas sobre los pinchazos est¨¢n claras y deben seguirse con rotundidad. El delegado considera que el caso puede tratarse de una ¡°infracci¨®n administrativa¡±, pues se habr¨ªan falseado datos para incluir a esos integrantes del patronato entre aquellos legitimados para obtener la vacuna.

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La falta de supervisi¨®n favorece la picaresca con las vacunas

La directora de esta residencia, con 58 plazas, no da cr¨¦dito. Gloria V¨¢zquez de Prada insiste en que la Consejer¨ªa de Sanidad contact¨® con ellos para establecer un listado y que fue entonces cuando ella les coment¨® una situaci¨®n particular: los residentes reclamaban poder ver al p¨¢rroco que les presta ¡°asistencia espiritual¡± y con el que no coinciden desde marzo. Asimismo, a?ade, los dem¨¢s miembros del patronato acud¨ªan habitualmente a la residencia y as¨ª inform¨® a Sanidad. Entonces, seg¨²n su versi¨®n, se aprob¨® su solicitud durante una llamada telef¨®nica que ahora le hace ¡°dudar de la palabra de un funcionario p¨²blico¡±. Los nombres que se consideran irregulares figuraban en un documento del que dispon¨ªa la Junta y, asevera V¨¢zquez de Prada, las autoridades ¡°podr¨ªan haberlo mirado antes¡± en busca de fallos.

¡°No entiendo nada, no entiendo nada. Se ha hecho todo seg¨²n lo estipulado. No se han dirigido a m¨ª en ning¨²n momento¡±, reitera la directora de esta fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro. ¡°Es un pueblo en medio de la nada, en la Espa?a vaciada, y hace falta esta asistencia emocional¡±, indica. El p¨¢rroco al que se refiere se llama Jes¨²s Casas Motrel y cumple casi cinco a?os de atenci¨®n en la residencia Santo Domingo y Santa Elo¨ªsa. Antes de la pandemia, relata, acud¨ªa semanalmente a estas instalaciones para dar misa y visitaba regularmente a los ancianos para ofrecerles compa?¨ªa y ¡°atenci¨®n religiosa o espiritual¡±, incluso para darles la extremaunci¨®n si era preciso. Por eso pensaba que se segu¨ªan ¡°los protocolos correspondientes¡± y acept¨® la propuesta que les realiz¨® la directora.

Casas, de 58 a?os y sacerdote desde 2009 en la comarca vallisoletana de Tierra de Campos, lamenta el ¡°revuelo¡± y subraya que su intenci¨®n era buena y que solo pretend¨ªa poder continuar con su labor parroquial cerca de sus fieles. ?l recibi¨® el pinchazo junto a sus compa?eros del patronato el d¨ªa 12 de enero, a las 12 del mediod¨ªa, sin apreciar ning¨²n problema en esta circunstancia. El religioso se dice ¡°con la conciencia tranquila¡± y el pensamiento de haber ¡°obrado bien¡± por haber seguido estas instrucciones, aunque las pautas de Sanidad indican que los primeros beneficiarios de la vacuna deben ser los residentes y los trabajadores sociosanitarios que cuidan de ellos.

El alcalde, que no se ha pronunciado sobre esta pol¨¦mica, ha recibido las cr¨ªticas de los responsables provinciales de su partido. Manuel Escarda, secretario general vallisoletano del PSOE, entiende que lo ocurrido con Alberto del Paz y los otros empleados p¨²blicos vacunados ¡°no est¨¢ justificado¡±. Escarda expresa una ¡°condena firme¡± y considera que puede haber habido un error de comunicaci¨®n, pero censura que pese a posibles fallos no es de recibo ¡°saltarse el protocolo¡± y pensar que por acudir de vez en cuando a la residencia se es merecedor de la dosis. ¡°Un ciudadano debe saber, m¨¢s a¨²n un cargo p¨²blico, qui¨¦n puede vacunarse¡±, apunta. El tambi¨¦n m¨¦dico informa de que el alcalde no es afiliado socialista y que no puede someterse a la disciplina del partido, sino que la forma de actuar en el futuro depende de su posici¨®n individual. Escarda aprecia que la firmeza contra este tipo de casos, sumados al de otros representantes p¨²blicos que han maniobrado irregularmente para recibir la vacuna, debe servir como ¡°aviso¡± para que otros alcaldes o autoridades eviten la tentaci¨®n de aprovechar su cargo para inmunizarse contra el virus.

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