El falso s¨ªndrome creado contra las mujeres que lleg¨® a los juzgados

A Irune Costumero le ¡°arrancaron¡± a su hija en 2017. Ahora est¨¢ esperando la fecha del juicio que siente en el banquillo a cuatro funcionarios de la Diputaci¨®n de Bizkaia, imputados por prevaricaci¨®n administrativa, maltrato y lesiones ps¨ªquicas por haber arrebatado a la peque?a de su madre ¡ªque ten¨ªa una custodia compartida¡ª sin conocimiento del juez. ¡°Me aplicaron el s¨ªndrome de alienaci¨®n parental¡±, cuenta ella. El s¨ªndrome del que habla esta mujer de 42 a?os, conocido como SAP por las siglas, es un concepto que no existe como diagn¨®stico cl¨ªnico, que no est¨¢ avalado por los organismos internacionales. No hay datos oficiales, pero se ha utilizado numerosas veces por peritos, trabajadores sociales y tribunales, especialmente contra las mujeres, alerta el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). ¡°Mi hija dec¨ªa que su padre le pegaba, se abrieron tres procedimientos por maltrato en su contra, ninguno se prob¨®. La ni?a se hac¨ªa pis o vomitaba cuando ten¨ªa que ir con ¨¦l. Pero vive con ¨¦l desde hace ya casi cuatro a?os¡±, se queja Costumero.

El pol¨¦mico s¨ªndrome ha vuelto a salir a la luz tras el inicio de la emisi¨®n del documental sobre la vida de Roc¨ªo Carrasco, quien ha contado en Telencinco que su expareja hab¨ªa puesto a sus dos hijos, con los que no tiene relaci¨®n desde hace a?os, en su contra: ¡°Ha conseguido que me odien¡±, dijo Carrasco, que denunci¨® a su exmarido por violencia machista en una de sus vertientes m¨¢s ocultas, la violencia psicol¨®gica. El caso est¨¢ sobrese¨ªdo provisionalmente, no hay ninguna condena contra el ex, Antonio David Flores. ¡°La ni?a es suya y el ni?o tambi¨¦n¡±, explic¨® este domingo la hija de la cantante Roc¨ªo Jurado, que acusa a Flores de haberlos manipulado. La cadena ha troceado el documental, y ha emitido de momento cuatro cap¨ªtulos. El partido ultraderechista Vox, negacionista de la violencia de g¨¦nero, sac¨® a colaci¨®n el SAP a prop¨®sito de este testimonio. ¡°Hoy media Espa?a ha entendido lo que es el s¨ªndrome de alienaci¨®n parental¡±, tuite¨® el domingo 21 de marzo la diputada en la Asamblea de Madrid Roc¨ªo Monasterio.

El SAP fue acu?ado por el psiquiatra estadounidense Richard Gardner en 1985 y descrito como la experiencia de un ni?o al ser manipulado por uno de los dos progenitores para volverse contra el otro y resistirse a tener contacto con ¨¦l o con ella. No est¨¢ reconocido ni por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud ni por la Asociaci¨®n Americana de Psiquiatr¨ªa, y la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa considera que no existe evidencia cient¨ªfica que lo sostenga. En Espa?a, el Gobierno quiere incluir en la ley de protecci¨®n a la infancia frente a la violencia, que se est¨¢ tramitando en el Congreso, que los poderes p¨²blicos deber¨¢n evitar tomar en consideraci¨®n ¡°planteamientos te¨®ricos o criterios sin aval cient¨ªfico que presuman interferencia o manipulaci¨®n adulta, como el SAP¡±. Algo que hab¨ªa solicitado el presidente del Comit¨¦ de Derechos del Ni?o de la ONU, Luis Pedernera. ¡°Es central frenarlo. Coloca al ni?o en una situaci¨®n de objeto sobre el que los adultos disponen y no se toma para nada en cuenta su opini¨®n¡±, critica.

La profesora de Victimolog¨ªa de la Universidad de Barcelona Noem¨ª Pereda apunta que actualmente el SAP ¡°est¨¢ absolutamente denostado¡±: ¡°Cuando hablamos de s¨ªndrome hablamos de una serie de s¨ªntomas que se manifiestan en todos los casos, no existe como tal¡±. ¡°El concepto viene de atr¨¢s, primero fue el s¨ªndrome de Medea, a ra¨ªz de la mitolog¨ªa griega, porque mat¨® a sus hijos. Y Gardner emplea el SAP al hablar de abusos sexuales a menores. Se ha usado este t¨¦rmino para justificar estas denuncias porque como sociedad es m¨¢s f¨¢cil creer que no existen¡±, explica Pereda, psic¨®loga infanto-juvenil. ¡°El problema es que se han contrapuesto dos modelos. El que defiende que toda denuncia de abusos en un contexto de divorcio es manipulaci¨®n, normalmente de la madre, que es una aberraci¨®n. Y el que defiende de que no hay posibilidad de que alguno de los dos progenitores manipule a los ni?os en contra del otro. Algo que ocurre en algunos casos de divorcios contenciosos. Se produce una triangulaci¨®n: tienes que elegir entre mam¨¢ y pap¨¢. Este maltrato emocional es una violencia grave para el desarrollo del ni?o¡±, asegura.

Altamira Gonzalo, vicepresidenta de la asociaci¨®n de mujeres juristas Themis, explica que el SAP apareci¨® a principios de los 2000 en sentencias espa?olas y fue ¡°el feminismo jur¨ªdico¡± el que presion¨® para que instituciones como el CGPJ pidieran a partir de 2013 en sus informes a los jueces que dejaran de considerarlo. Aceptar los planteamientos de Gardner en los procesos de guarda y custodia de menores supone ¡°someter a estos a una terapia coactiva y una vulneraci¨®n de sus derechos por parte de las instituciones que tienen como funci¨®n protegerles¡±, consta en la gu¨ªa de actuaci¨®n contra la violencia de g¨¦nero del organismo.

Gonzalo apunta que, aunque nadie habla ya de SAP, se sigue considerando y se siguen aplicando las terapias que acu?¨® tambi¨¦n Gardner con el fin de combatir ese s¨ªndrome fantasma: ¡°Para recuperar a esos hijos supuestamente alienados por sus madres para separarles de sus padres, hay informes psicol¨®gicos que proponen y sentencias que aplican terapia de la amenaza y del miedo, que consiste en separar a los menores que se niegan a ir con uno de los progenitores del que es su custodio y entregarlos al que no quieren ver o a una instituci¨®n de tutela o amenazarles con hacerlo. M¨¢s que el nombre, es el contenido y el tratamiento a los menores que se niegan a ver a uno de los progenitores, normalmente madres, lo que se aplica¡±.

La vicepresidenta de Themis a?ade otra distinci¨®n con un tipo de agresi¨®n que se produce contra las mujeres en el caso de la violencia machista, la llamada violencia vicaria. Se trata de hacer da?o a la madre con lo que m¨¢s le duele, sus hijos. El agresor, en estos casos, ¡°sabe que le est¨¢ dando con la forma de maltrato m¨¢s cruel¡±, se?ala Gonzalo.

Costumero escuchaba a su hija gritar ¡°Amatxu¡± cuando se la llevaron. Ten¨ªa cinco a?os. Fue el 4 de agosto de 2017, dice. ¡°Me citaron enga?ada, hab¨ªa polic¨ªas y me la arrancaron¡±, cuenta. Tras varios procedimientos por malos tratos a la ni?a, que no se probaron judicialmente, una jueza la deriv¨® al servicio de infancia de la diputaci¨®n de Bizkaia, donde, tras las negativas de la ni?a a retomar la relaci¨®n con su padre, decidieron que pasara a vivir con ¨¦l. Hasta el pasado enero no logr¨® fines de semana con pernocta. Mientras han tenido que ir a terapia ella y la ni?a, la han derivado a un punto de encuentro, le pusieron un educador que supervisara las visitas en su casa. ¡°Tengo un procedimiento civil y otro penal en marcha, pero los procesos se alargan much¨ªsimo. Lucho contra Goliat¡±, asegura ella. En septiembre de 2020, la relatora especial sobre la violencia contra la mujer de la ONU pidi¨® explicaciones a Espa?a por este caso y manifest¨® su ¡°preocupaci¨®n¡± por la aplicaci¨®n del SAP.

¡°Hay que escuchar a los ni?os, comprobar lo que dicen y hacer un diagn¨®stico social correcto porque, una vez que se usa el SAP, el punto de partida es err¨®neo y todo el an¨¢lisis posterior, tambi¨¦n¡±, sostiene Emiliana Vicente, presidenta del Consejo General del Trabajo Social, que el a?o pasado emiti¨® un posicionamiento en contra de este s¨ªndrome. La psic¨®loga forense Milagros del Campo, que trabaja en un juzgado en Burgos, afirma que cada vez es menos com¨²n que se aplique el SAP y que ¡°no se toman decisiones a la ligera¡±. Si se decide un cambio de custodia, sostiene, se debe a que ¡°el progenitor est¨¢ ejerciendo mal sus funciones parentales, no al SAP¡±, ¡°no puede haber motivos justificados de rechazo del menor hacia el otro progenitor¡±.

Lo que nadie niega, aunque este s¨ªndrome se desde?e, es que s¨ª puede haber padres y madres manipuladores. ¡°En divorcios contenciosos es habitual que los ni?os est¨¦n en medio del conflicto de los progenitores, muchas veces sin ser conscientes del perjuicio que causan¡±, explica Del Campo. ¡°Que se les instrumentalice de manera perversa, con alegaciones falsas, no es com¨²n, aunque a veces ocurre, y tanto por parte de los hombres como de las mujeres¡±, a?ade.

La clave est¨¢ en escuchar a los menores, m¨¢s si cabe cuando hay denuncias por violencia o de abusos sexuales. De lo contrario, el da?o a los ni?os puede multiplicarse.