Las rupturas avanzan del conflicto al mutuo acuerdo tras 40 a?os de la ley del divorcio
La norma, reclamada por las feministas, lleg¨® en 1981. Hoy el 60% de los casos se cierran con un pacto y en 2020 hubo m¨¢s disoluciones que bodas debido a la pandemia
La ley del divorcio lleg¨® tras 17 meses de debate legislativo y despu¨¦s de encierros y protestas de feministas que reclamaban el acceso a esta figura y al aborto. No fue f¨¢cil: ¡°Hemos conseguido derribar una importante barricada¡±, resumi¨® el 22 de junio de 1981 el entonces ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez cuando se aprob¨® en el Congreso. Era otra Espa?a, una que apenas despertaba a la democracia. Las mujeres acababan de recuperar la posibilidad de abrir una cuenta corriente o de comprar un piso a su nombre aunque estuvieran casadas. Un pa¨ªs diferente en el que solo los ricos o famosos disolv¨ªan sus matrimonios sin necesidad de esperar a que la muerte los separase, con nulidades eclesi¨¢sticas obtenidas a golpe de talonario. El resto quedaban en un limbo. Fue a esa Espa?a a la que lleg¨® la nueva ley que recuperaba el divorcio casi 50 a?os despu¨¦s. La norma fue sancionada por el Rey el 7 de julio de 1981. Por eso la llamaron ¡°la Sanfermina¡± o ¡°la Fermina¡±. Cuarenta a?os despu¨¦s, las parejas se divorcian sobre todo de mutuo acuerdo, hay m¨¢s rupturas que bodas y ya no hace falta estar un a?o separados para poder romper la convivencia.
En estos 40 a?os se han tramitado en Espa?a 3.658.530 procedimientos de separaci¨®n y divorcio y 4.754 de nulidad matrimonial, seg¨²n datos recopilados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que se?ala que 2020 fue el primer a?o en el que ha habido m¨¢s disoluciones que matrimonios y lo atribuye a la pandemia. Al principio se cerraban sobre todo divorcios contenciosos (60%, tres de cada cinco). La tendencia cambi¨® a partir de 1999 y ahora es justo la contraria, la mayor¨ªa ¨Dtambi¨¦n tres de cada cinco¨D se presentan con mutuo acuerdo de ambos c¨®nyuges.
En Espa?a ha habido 86,8 disoluciones por cada 1.000 habitantes, con diferencias significativas entre la comunidad con la tasa m¨¢s baja, que es Extremadura (56,6 por cada 1000) y la m¨¢s alta, Canarias, con 120,5 por cada 1.000 habitantes. Actualmente la edad media de los divorciados, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), es 46,87 a?os ¨D48,5 en el caso de los hombres, 45,2 en el de las mujeres¨D. En el 20% de los casos ¨Duna de las franjas mayoritarias¨D el divorcio se produce tras un matrimonio de entre 20 y 29 a?os.
Cuando se estaba tramitando la ley, hubo voces contrarias de la parte m¨¢s conservadora de la sociedad. Al ministro Fern¨¢ndez Ord¨®?ez le colocaron frente a su despacho un cartel que dec¨ªa: ¡°El divorcio destruye la familia¡±. Las asociaciones de mujeres estaban movilizadas. Algunas colaboraron estrechamente con ¨¦l. ¡°A veces el ministro me llamaba y me dec¨ªa: ¡®?Necesitamos firmas!¡¯. Y yo, hala, a por firmas¡±, recuerda la feminista Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo, en su libro de memorias La Mujer que dijo basta (editorial Libros.com), escrito por la periodista Charo Nogueira. ¡°Tambi¨¦n promovimos que se pronunciaran los ayuntamientos, que aprobaran mociones a favor¡±, prosigue P¨¦rez del Campo, una de las impulsoras de la ley y fundadora de la Asociaci¨®n Espa?ola de Mujeres Separadas y Divorciadas. Cita a uno concreto, entonces concejal en el Ayuntamiento de Gij¨®n y contrario al divorcio en matrimonios religiosos: ¡°Era Francisco ?lvarez Cascos, que luego se divorci¨® varias veces¡±. Alianza Popular, antecesora del Partido Popular, vot¨® en contra de la legalizaci¨®n del divorcio como lo har¨ªa despu¨¦s con el aborto o el matrimonio gay. Pero sali¨® adelante.
La norma aprobada entonces, en realidad una modificaci¨®n del C¨®digo Civil, contemplaba que se pod¨ªa conseguir un divorcio tras un a?o de separaci¨®n de mutuo acuerdo, que se extend¨ªa m¨¢s de dos a?os en otros casos. Por el camino de la negociaci¨®n se cay¨® la posibilidad de que un juez pudiera denegar el divorcio alegando dificultades para los hijos o para alguno de los c¨®nyuges, lo que se conoci¨® como ¡°cl¨¢usula de dureza¡±.
¡°Fue una aut¨¦ntica revoluci¨®n¡±, recuerda al tel¨¦fono la abogada Altamira Gonzalo, vicepresidenta de Mujeres Juristas Themis, que en esos a?os ejerc¨ªa como abogada laboralista y cambi¨® de rumbo a abogada de familia. Gonzalo explica que, junto con la ley del divorcio se aprob¨® otra que se llev¨® menos titulares, pero que tambi¨¦n fue fundamental: la ley de modificaci¨®n del C¨®digo Civil en materia de filiaci¨®n, patria potestad y r¨¦gimen econ¨®mico del matrimonio. ¡°Entre las dos dieron la vuelta al derecho de familia y lo adecuaron al principio de igualdad recogido en la Constituci¨®n. Por primera vez desde 1939 se iguala a los c¨®nyuges en las relaciones personales, econ¨®micas y con los hijos. Y se equipara a todos los hijos con independencia de que hubieran nacido dentro o fuera del matrimonio¡±.
¡°El divorcio vino a resolver la situaci¨®n de los matrimonios infelices, irreversiblemente rotos, que se ve¨ªan condenados a no poder rehacer su vida con otra persona¡±, resume la abogada de familia Mercedes Hern¨¢ndez, que lleva 50 a?os ejerciendo. ¡°Entonces, los primeros perfiles de divorciados eran parejas que llevaban mucho tiempo con una relaci¨®n matrimonial rota y quer¨ªan legalizar su situaci¨®n¡±, recuerda Hern¨¢ndez, que cuenta que los legisladores tem¨ªan una avalancha de casos ¨D¡°pensaban que aquello ser¨ªa la casa de T¨®came Roque¡±¨D que no se produjo.
La evoluci¨®n fue progresiva desde los 22.578 casos de 1982 ¨Den 1981 hubo 9.483, pero la ley se aplic¨® los ¨²ltimos cuatro meses¨D hasta los 91.050 de 2020, seg¨²n datos del CGPJ. El a?o de m¨¢s divorcios fue 2006 (con 141.317), tras la aprobaci¨®n en 2005 de la llamada ley del divorcio expr¨¦s. Casi un cuarto de siglo despu¨¦s de la primera ley del divorcio, esta reforma acaba con la obligaci¨®n tanto del tiempo de separaci¨®n previo como de especificar cu¨¢les eran las causas ante el juez.
Una ley que evoluciona con la sociedad
¡°La ley lleg¨® cuando ya no se pod¨ªa sostener m¨¢s que los matrimonios eran indisolubles hasta la muerte, porque la realidad clamaba que uno pudiese rehacer su vida si no le hab¨ªa ido bien¡±, reflexiona la abogada Mercedes Hern¨¢ndez. ¡°La ley ha evolucionado conforme ha ido evolucionando la mentalidad de este pa¨ªs. Y las que m¨¢s han cambiado han sido las mujeres¡±, concluye.
La jurista Altamira Gonzalo subraya, por su parte, que la ley que se aprob¨® en 1981 fue ¡°mucho menos avanzada¡± que la que exist¨ªa en Espa?a en 1932 y que hubo que esperar otros 25 a?os hasta la llamada ley de divorcio expr¨¦s para que cualquiera de los c¨®nyuges pudiera decidir que no quer¨ªa continuar con una relaci¨®n, sin plazos ni m¨¢s exigencias. ¡°Es importante recordar cu¨¢ntos a?os se tard¨® en volver a una legislaci¨®n como la de 1932 y tenerlo en cuenta cada vez que hay riesgo de dar un paso atr¨¢s en los derechos de las mujeres¡±.
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