?De qui¨¦n es la tierra creada por el volc¨¢n de La Palma?

La lava del volc¨¢n de Cumbre Vieja est¨¢ modificando la fisonom¨ªa de la isla de La Palma y esto tiene importantes implicaciones sociales y ambientales, pero tambi¨¦n abre algunos interrogantes legales poco habituales. ?Qu¨¦ pasa con la propiedad de los terrenos por los que avanza el magma? Seg¨²n los expertos consultados, esta cat¨¢strofe natural que est¨¢ ocurriendo a c¨¢mara lenta puede desencadenar cambios significativos en diferentes ¨¢mbitos. Por un lado, si la lava llegase finalmente al mar, la roca volc¨¢nica podr¨ªa ampliar la superficie de la isla canaria, lo que requiere resolver la titularidad de los nuevos terrenos. En algunos casos, seg¨²n el Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGM), estos afloramientos en otros lugares han llegado a modificar los l¨ªmites mar¨ªtimos de pa¨ªses. Por otro lado, en La Palma la colada de lava est¨¢ cubriendo ya unos terrenos que tienen unos propietarios, pero cuyos usos han cambiado por completo. Las administraciones implicadas deber¨¢n decidir qu¨¦ hacer con estas ¨¢reas cuando se solidifique el material magm¨¢tico.

En el primer caso, todav¨ªa hay que esperar a ver si la lava llega finalmente al mar y de qu¨¦ forma. Si se creasen nuevos terrenos sobre lo que hoy es mar, como se?alan fuentes del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, la legislaci¨®n espa?ola establece que la primera l¨ªnea de costa es de dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre (DPMT). As¨ª queda reflejado en la Constituci¨®n de 1978 y en la Ley de Costas, por lo que esa hipot¨¦tica ampliaci¨®n de la isla de La Palma pertenecer¨ªa al Estado. Por otro lado, esto mismo puede hacer que determinadas ¨¢reas junto al litoral que est¨¢n dentro del DPMT de pronto dejaran de estarlo, pudi¨¦ndose abrir un proceso de desafectaci¨®n para desprotegerlas.

En Tenerife, la erupci¨®n del volc¨¢n Trevejo en 1706 sepult¨® gran parte del pueblo de Garachico y dej¨® un perfil de costa totalmente distinto, donde la roca volc¨¢nica ha creado unos curiosos charcos de agua de mar convertidos hoy en piscinas naturales, un atractivo tur¨ªstico que gestiona el Ayuntamiento.

Si la ganancia de espacio al mar en La Palma es de momento solo una hip¨®tesis, todav¨ªa lo es m¨¢s que la lava pueda llegar a alterar de forma significativa el perfil de la costa. No obstante, en algunas erupciones en otros lugares, la acci¨®n de los volcanes ha llegado a modificar tambi¨¦n las l¨ªneas que marcan los derechos de uso de los pa¨ªses en el mar. Como incide Luis Somoza, vicedirector del IGME, la zona econ¨®mica exclusiva (ZEE) que delimita los derechos sobre la explotaci¨®n y uso de los recursos marinos se determina tomando una distancia de 200 millas n¨¢uticas (370,4 km) hacia el interior del mar desde la costa de las naciones. Por ello, si de pronto aparece un nuevo saliente en el litoral o emerge un nuevo islote, los l¨ªmites se ampl¨ªan. ¡°Esto se considera un crecimiento natural, es solo una simple hip¨®tesis, pero ha ocurrido antes en Jap¨®n y en China¡±, incide Somoza, que especifica que la Convenci¨®n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar no acepta esto cuando la ampliaci¨®n sobre el mar se ha realizado de forma artificial.

En cualquier caso, lo que s¨ª es bien real es el muro de lava que ya ha engullido m¨¢s de 350 inmuebles y fincas de todo tipo en la isla de La Palma. Seg¨²n datos del sistema de observaci¨®n terrestre europeo Copernicus, el mi¨¦rcoles la lava del volc¨¢n de Cumbre Vieja ya cubr¨ªa 166 hect¨¢reas de la isla. ?Qu¨¦ va a pasar con estos terrenos completamente alterados por el magma? Aqu¨ª la respuesta es mucho menos clara, pues depender¨¢ de lo que hagan las administraciones competentes. No obstante, lo que antes quiz¨¢ era una vivienda con piscina o un terreno agr¨ªcola, se ha convertido ahora en un mont¨®n de roca volc¨¢nica dif¨ªcil de utilizar como antes, pero con un enorme valor geol¨®gico y ambiental. Algunos investigadores consideran que, independientemente de la titularidad, esos terrenos deben ser protegidos. No obstante, las implicaciones de esto dependen de la figura de protecci¨®n que se escoja.

Seg¨²n Jos¨¦ Miguel Tabar¨¦s, vicedecano del Colegio de Registradores de Espa?a, ¡°si no se hiciera nada, los terrenos privados bajo la lava seguir¨ªan si¨¦ndolo, pero parece razonable que se lleve a cabo alg¨²n proceso normativo o de expropiaci¨®n para transformarlos en p¨²blicos, pues lo que tienen ahora estos propietarios son terrenos donde no pueden construir o cultivar¡±.

Planeamientos urban¨ªsticos, mucho m¨¢s rigurosos

Por otro lado, Rafel Audivert, abogado administrativista especializado en medio ambiente y profesor de Derecho Administrativo, se pregunta c¨®mo se permiti¨® urbanizar en la zona afectada, donde se hab¨ªan producido otras erupciones, aunque fuera muchos a?os atr¨¢s. Este se muestra convencido de que a partir de ahora la legislaci¨®n y el planeamiento urban¨ªstico van a ser mucho m¨¢s rigurosos, no solo en relaci¨®n con la posible evoluci¨®n de un volc¨¢n, sino ante otros fen¨®menos naturales y sus eventuales consecuencias, como el r¨¦gimen de lluvias en relaci¨®n con los cursos fluviales, por ejemplo.

Lo que no cabe prever es que haya reclamaciones a la Administraci¨®n p¨²blica por imprevisi¨®n, dado que las predicciones sobre la posible erupci¨®n del volc¨¢n permitieron tomar medidas y tener a la poblaci¨®n advertida del peligro. El debate, en todo caso, se plantear¨¢ con respecto a la prevenci¨®n de riesgos. En el bien entendido de que el grado de exigencia ya se ha incrementado mucho en los ¨²ltimos a?os y lo que antes era fortuito hoy se considera negligente.

¡°El planeamiento urban¨ªstico ¡ªdice Audivert en este sentido¡ª va a ser m¨¢s estricto en muchos lugares. En la zona ahora afectada en La Palma una de las primeras medidas tendr¨¢ que ser el establecimiento de franjas de protecci¨®n, con afectaci¨®n de viviendas y propiedades¡±. Aqu¨ª la respuesta deber¨¢ pasar, por tanto, por una combinaci¨®n de actuaciones que tendr¨¢n que ver a la vez con la pol¨ªtica y con el derecho. Seg¨²n Audivert, habr¨¢ propiedades que sencillamente desaparecer¨¢n y sus titulares ser¨¢n indemnizados. Obviamente, contar¨¢n con mayor protecci¨®n y compensaci¨®n quienes tuvieran bienes asegurados. Tendr¨¢ que actuar el Fondo de Compensaci¨®n de Seguros ante los da?os causados por una cat¨¢strofe.

Pero los poderes p¨²blicos tendr¨¢n que venir tambi¨¦n en ayuda de los menos previsores o los m¨¢s desasistidos. Por ejemplo, quienes realizaran actividades de cultivo no podr¨¢n seguir en muchos casos sobre las mismas parcelas. Existe en este caso la posibilidad de adquisici¨®n de nuevos terrenos en zonas predeterminadas, es decir, que reciban suelo, del mismo modo que quienes hayan visto su casa quemada y derruida podr¨¢n instalarse en nuevas viviendas ofrecidas por las instituciones. Nada de ello podr¨¢ hacerse en dos d¨ªas, porque supondr¨¢ un proceso de acreditaci¨®n y verificaci¨®n de titularidades, por ejemplo.

Luis Cord¨®n, abogado civilista del despacho Tornos de Barcelona, explica que quien no tuviera suscrito un seguro ¡°se sentir¨¢, de entrada, desamparado¡±. Estima que a corto plazo tendr¨¢ que haber una respuesta en forma de actuaciones administrativas del Gobierno canario, porque las propiedades afectadas no van a ser solo las que hayan quedado destruidas. Seg¨²n detalla, ¡°en esa zona habr¨¢ muchas edificaciones, chalets y viviendas que no hayan sido arrasadas por la lava, pero que quedar¨¢n aisladas. Habr¨¢n quedado en pie, pero sin suministros de ning¨²n tipo, ni agua, ni alcantarillado, y tal vez sin accesos¡±. El balance de da?os, en suma, incluir¨¢ m¨¢s elementos de los que aparecen a primera vista.