Paseos por prescripci¨®n m¨¦dica para recuperar la forma f¨ªsica y la vida social tras la pandemia
Una doctora de Valencia receta caminatas a los pacientes como un complemento del tratamiento farmacol¨®gico y para fomentar h¨¢bitos saludables
¡°Cada uno, a su ritmo¡±. Son las 9.30 de un mi¨¦rcoles. M¨¢s de una docena de personas se re¨²nen en la puerta del centro de salud de Serrer¨ªa 1 de Valencia. Van a cumplir con su tratamiento. Van a dar un paseo.
El d¨ªa no pinta muy claro. Las nubes han acobardado a algunos, pero la cita se mantiene. La iniciativa de estos paseos terap¨¦uticos surgi¨® de la m¨¦dica de familia y profesora de Medicina de la Universidad de Valencia, Carolina Mir. ¡°Recetamos medicinas y derivamos a especialistas, pero tambi¨¦n prescribimos actividad f¨ªsica y socializaci¨®n¡±, argumenta. Mir cree en el poder de estas terapias. Explica que hay evidencias cient¨ªficas de que los h¨¢bitos de vida, la actividad f¨ªsica y el entorno saludable, entre otras cosas, son determinantes en algunas enfermedades cr¨®nicas. Y, del mismo modo que los pacientes no se cuestionan las pastillas que se les recetan, sabe que, si prescribe los paseos de los mi¨¦rcoles, la receptividad es notable.
Xelo Gurrea es la decana del grupo. A sus 81 a?os casi mantiene el ritmo del resto de compa?eros de paseo, hasta 15 a?os m¨¢s j¨®venes que ella. Pero no le agobia porque en el trayecto se hacen paradas para reagrupar y no se pierde. Este mi¨¦rcoles recorren cerca de un kil¨®metro y medio y, al llegar al paseo de la playa de la Malvarrosa, en c¨ªrculo, hacen ejercicios de gimnasia. En esos destaca por su elasticidad. ¡°Es que he hecho gimnasia toda mi vida¡±, explica esta hija de El Macareno, un pescador de toda la vida del barrio del Cabanyal.
Los paseos terap¨¦uticos son m¨¢s importantes a¨²n si cabe ahora que han desaparecido muchos recursos por la pandemia. Los centros de mayores han cerrado o aminorado actividades y entre el miedo y la falta de posibilidades, muchos se quedan en casa.
Mercedes Carvajal, de 74 a?os, hac¨ªa gimnasia y taich¨ª. La pandemia la ha dejado sin ninguna de las dos actividades. Ahora sale a andar todos los d¨ªas con su vecina, pero los paseos de los mi¨¦rcoles le gustan m¨¢s. ¡°Me encantan, hay m¨¢s gente. He visto a una vecina que hac¨ªa a?os que no ve¨ªa¡±. En el trayecto de este mi¨¦rcoles, habla con pr¨¢cticamente todos los componentes del grupo. ¡°Las enfermeras del centro de salud nos llamaron recomend¨¢ndonos estos paseos y nos hemos apuntado, claro¡±, argumenta.
La doctora Mir lo tiene claro. ¡°No se trata solo del ejercicio f¨ªsico. Tambi¨¦n es la socializaci¨®n, el di¨¢logo. Es ¡®f¨¢cil¡¯ recetar un antidepresivo ante depresiones, ansiedad o miedos, lo dif¨ªcil es, despu¨¦s de escuchar al paciente, conocer los recursos no farmacol¨®gicos que tienes alrededor para poder prescribirlos tambi¨¦n¡±. Carolina Mir es un referente en el barrio. Muchos la conocen. ¡°Ha revolucionado el centro de salud¡±, cuentan otros. Pero la intenci¨®n no es acompa?ar cada d¨ªa a estos pacientes en los paseos. Ella tuvo la iniciativa. Sale a recibirlos, pasa lista y apunta a cada uno de los pacientes para luego poder hacer un seguimiento m¨¦dico y los despide. Entonces, los deja en manos de quienes ella llama ¡°las lideresas¡±, otras pacientes, otras vecinas, parte del entramado del barrio, m¨¢s activas y activistas, que son las que hacen de coordinadoras una vez salen a la calle. Maite Miralles tiene 73 a?os y es una de ellas. Pertenece a la asociaci¨®n de vecinos y al m¨ªtico grupo de teatro La Estrella del Cabanyal. ¡°La idea es empezar por los paseos pero, poco a poco, extenderlo a talleres, visitas culturales por el barrio, risoterapia¡, se pueden hacer muchas cosas, es hacer comunidad¡±, relata convencida.
Amparo Blanch y Miguel Montes, de 72 y 75 a?os, respectivamente, encabezan el grupo de paseo durante todo el recorrido. Hablan menos que el resto. ¡°No nos gusta salir en reuni¨®n¡±, alega Amparo, pero, aun as¨ª, no eluden comentar con algunos de ellos. ¡°Carolina me dijo que ten¨ªa que andar y aqu¨ª estoy¡±, cuenta, tras admitir que la pandemia le produjo, si no miedo, s¨ª respeto a la hora de volver a salir a la calle. ¡°Me parece bien esta receta de paseos¡±, sentencia quien, antes de que llegara la covid ten¨ªa pr¨¢cticamente toda la semana ocupada con actividades. ¡°Si organizan m¨¢s cosas, vendremos¡±, asegura.
Los paseos terap¨¦uticos son un punto de partida. O, al menos, as¨ª lo vaticina Carolina Mir. ¡°La idea es que, a partir de aqu¨ª, se generen no solo rutas saludables sino que se aprovechen los recursos del barrio para conversar, bailar o leer y que lo podamos prescribir igual que una receta de paracetamol¡±.
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