Por qu¨¦ solo 15 minutos de paseo en la naturaleza tienen el potencial para cambiarlo todo
Asombrarse ante la inmensidad es un b¨¢lsamo para el cerebro, y cuando se hace en medio de una sesi¨®n deportiva... ?Premio!
Camino al borde de un acantilado. Observo la imponencia de un pantano azul oscuro, casi negro. Me postro frente a un ¨¢rbol centenario, alto y frondoso, indescifrable. Me pierdo (o me dejo perder) por un sendero natural que nunca antes hab¨ªa transitado. Siento temor, pero tambi¨¦n placer. Una mezcla rara que recibe el nombre de sobrecogimiento. No aparece en ninguna taza de Mr Wonderful: ¡°?Sobrec¨®gete! Hoy puede ser un gran d¨ªa¡±. Pero se trata de una emoci¨®n positiva, seg¨²n la rueda del c¨¦lebre psic¨®logo Robert Plutchik: un mix de miedo, sorpresa y deleite. Ahora unos cient¨ªficos la han estudiado, y dicen que tenemos que caminar en la inmensidad m¨¢s. Mucho m¨¢s. Lo llaman paseo del asombro.
Virginia Sturm, profesora asociada de Neurolog¨ªa y Psiquiatr¨ªa en la Universidad de California y una de las autoras del estudio, que acaba de publicarse en Emotion, avanza por correo electr¨®nico: ¡°El sobrecogimiento es una emoci¨®n que da respuesta a las cosas inmensas que no podemos entender inmediatamente¡±. ?Y por qu¨¦ es bueno cultivarlo? ¡°Despierta lo que hemos llamado tu ¡®yo peque?o¡¯, que significa verse como algo diminuto ante el vasto mundo que nos rodea. De esta forma, te sientes m¨¢s conectado. Toda esa importancia que nos damos a nosotros mismos decrece, de modo que nos convertimos en la parte de un todo. Dejamos de mirarnos el ombligo y fijamos la atenci¨®n en los dem¨¢s, algo que promueve la humildad, la generosidad y la bondad¡±, responde.
En su investigaci¨®n, se crearon dos grupos de paseo, uno de control y otro al que se anim¨® a deambular por un bosque desconocido para ellos. Los segundos se sintieron m¨¢s sociales y felices, reconociendo sentimientos que los primeros ni rozaron, ¡°como la compasi¨®n, la admiraci¨®n o detenerse m¨¢s en los detalles de la aventura¡±. Aunque Sturm y su equipo trabajaron solo con mayores de 60 a?os, la neuropsic¨®loga considera que la edad es irrelevante.
Ni siquiera es obligatorio marcharse al campo a sobrecogerse: ¡°La naturaleza es un gran medio para experimentarlo, pero el arte, la religi¨®n o las acciones colectivas, como los conciertos, tambi¨¦n son sitios en los que esto se logra. Incluso en un lugar familiar, escudri?ando los detalles de una planta o un p¨¢jaro en un jard¨ªn cercano. La clave es aprovecharse de nuestro sentido del asombro infantil y tratar de ver lo que nos rodea con ojos nuevos¡±. Eso s¨ª, al menos se necesitan 15 minutos de inmersi¨®n, seg¨²n matiza. Y puedes intentarlo acompa?ado. ¡°Los participantes de nuestro estudio lo hicieron solos, pero si alguien es capaz de no distraerse por la presencia de los dem¨¢s, no hay problema en caminar con otros¡±, aclara Sturm.
Quien dice caminar, dice correr, montar en bici, hacer pilates...
Marcos Fl¨®rez, director de la web de entrenadores personales a domicilio Estarenforma.com, admite que, en cierto modo, fue esperanzador salir a la calle y verla llena de personas en ch¨¢ndal durante las jornadas posteriores al ¨²ltimo confinamiento. Algunos se mov¨ªan con m¨¢s acierto, otros con menos (porque, por desgracia, salieron falsos monitores deportivos hasta de debajo de las piedras, lamenta), pero todos intentaban quemar algo de suela en su zona verde m¨¢s cercana.
Los exteriores, sean bosques impresionantes o no, est¨¢n siendo grandes aliados en la pandemia: un informe reciente del Ministerio de Ciencia recalcaba la necesidad de potenciar la vida al aire libre. Ahora bien, lanzarse a la calle y mazarse no es todo uno. ¡°El entreno con m¨¢quinas de gimnasio puede ser ¨²til para quienes empiezan con los ejercicios de fuerza, ya que el control sobre el movimiento es mayor. Adem¨¢s, favorece el trabajo de segmentos corporales concretos, muy necesario en el proceso de recuperaci¨®n de una lesi¨®n¡±, anota Ignacio Hernando Valle, codirector de la empresa de entrenamiento personal Nachos con Fitness. Un poco de mesura: la calle es nuestra amiga para casi todo (protegernos, sobrecogernos, entrenarnos...), pero siempre habr¨¢ una buena excusa para pisar el gimnasio, si lo que buscas es ponerte en forma.
Los expertos s¨ª que conceden cierto grado de bienestar mental en quienes se ejercitan con frecuencia al aire libre; en muchos casos, con entrenador personal. ¡°Hemos visto crecer algo nuestra demanda¡±, anuncia Fl¨®rez. Entre las actividades que m¨¢s se prestan a la ausencia de techos y paredes, una clase de pilates, por ejemplo, ¡°o cualquier otra que no requiera de gran material y no te d¨¦ verg¨¹enza hacer con p¨²blico¡±, dice el director de Estarenforma.com. Hernando Valle pide cautela a la hora de desenvolverse en los parques biosaludables (ya sabe, esos con circuitos y aparatos de gimnasia). ¡°En la mayor¨ªa de los casos carecen de informaci¨®n para utilizar la m¨¢quina correctamente¡±, advierte. Porque ¡ªinsisten¡ª salir a la calle a sudar no es jauja. ¡°?Otra cosa que vimos tras el confinamiento? C¨®mo aumentaron las lesiones¡±, recuerda el experto.
Las actividades estrella del exterior, como correr, caminar r¨¢pido, patinar o montar en bici, son todo un nuevo canto a la salud, cuando se hacen con cabeza. Y si, adem¨¢s, buscas parajes poco mon¨®tonos para llevarlas a cabo, te topar¨¢s con ese momento de sobrecogimiento que tantos beneficios extra suma. ¡°Los participantes del paseo del asombro informaron de mayores niveles de diversi¨®n en su posterior vida diaria que los del grupo de control. Pensamos que es algo bueno para la salud mundial, al ayudar a las personas a sentirse m¨¢s conectadas y menos solas y estresadas¡±, zanja la investigadora. Y si encima haces piernas...
A ver qui¨¦n vuelve a la cinta de correr¡
Recordatorio para autoindulgentes: que moverse al aire libre sea una v¨ªa de insondables beneficios no significa que los centros deportivos sean lugares que hay que esquivar. Desde un punto de vista cien por cien deportivo, todo depender¨¢ del objetivo que se persiga. Por ejemplo, seg¨²n una revisi¨®n de 34 estudios de la revista 'Sports Medicine', los que corren en exterior exhiben mayor resistencia en comparaci¨®n con aquellos que lo hacen en la cinta. ¡°Sin embargo, cuando se analiz¨® el consumo m¨¢ximo de ox¨ªgeno (par¨¢metro muy importante para valorar el rendimiento), o la velocidad m¨¢xima alcanzada en cinta o en el exterior, no hubo diferencias significativas¡±, explica el cardi¨®logo Fernando de la Gu¨ªa, coordinador de la cl¨ªnica REMA.
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