Sanidad financiar¨¢ la reproducci¨®n asistida a las ¡°personas trans con capacidad gestante¡±

El Ministerio de Sanidad ha aprobado este viernes una orden para que el Sistema Nacional de Salud sufrague la gestaci¨®n asistida a todas las mujeres, independientemente de su orientaci¨®n sexual y de su estado civil, as¨ª como a las personas trans con capacidad gestante, es decir hombres que nacieron oficialmente mujeres y cambiaron de sexo registral. A efectos pr¨¢cticos, esta ¨²ltima es la mayor ampliaci¨®n que se produce tras la orden que ha firmado este viernes la ministra Carolina Darias, ya que la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas ya inclu¨ªan en su cartera de servicios los tratamientos de fertilidad a lesbianas, bisexuales y mujeres solteras.

La orden revierte otra aprobada por la ministra Ana Mato en 2014 que exclu¨ªa de estos tratamientos a todas las mujeres sin pareja heterosexual. Presentar problemas de fertilidad tras ¡°12 meses de relaciones sexuales con coito vaginal sin empleo de m¨¦todos anticonceptivos¡± era un requisito imprescindible para acceder a este servicio p¨²blico. ¡°La falta de var¨®n no es un problema m¨¦dico¡±, argument¨® la dirigente popular entonces para limitar el derecho a la inseminaci¨®n en la sanidad p¨²blica.

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El derecho de mujeres lesbianas y bisexuales a la reproducci¨®n asistida

A pesar de ello, la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas continuaron prestando este servicio, ampliando la cobertura que marcaba entonces el Ministerio de Sanidad. Solo Murcia y Asturias (que ya lo ha incorporado) no lo estaban sufragando el 6 de julio 2018, cuando uno de los primeros consejos de ministros de Pedro S¨¢nchez puso en marcha el procedimiento para la normativa que se aprueba ahora. La orden hace que no sea discrecionalidad de las comunidades prestar o no el servicio: todas las ciudadanas que cumplan los requisitos pueden exigir ahora este derecho.

¡°Hoy es un d¨ªa de restituci¨®n de derechos que nunca deb¨ªan de haberse suprimido¡±, ha dicho Darias tras firmar la orden arropada por activistas del colectivo LGTBI. ¡°Se trata de blindar y ampliar derechos, de nuestros valores y una apuesta clara por la solidaridad. Nuestra intenci¨®n es continuar la recuperaci¨®n de derechos a trav¨¦s de la salud p¨²blica, universal: a la salud mental, a la no discriminaci¨®n por VIH, al acceso a los medicamentos sin copagos, al aborto libre y seguro, a que las personas trans dejen de ser consideradas enfermas. El horizonte nos espera¡±, ha a?adido.

La orden llega con dos a?os y medio de retraso. La idea inicial era que en el primer trimestre de 2019 entrara en vigor esta norma (que ha pasado por cuatro ministros y una pandemia), que ahora desarrolla una medida incluida en el anteproyecto de la ley trans aprobado por el Gobierno en junio: por primera vez, explicita entre las beneficiarias de estas t¨¦cnicas a las ¡°personas trans con capacidad de gestar¡±. Este a?adido despierta recelos de parte del feminismo, en un debate de fondo y calado que ha tensionado las costuras del movimiento en los ¨²ltimos tiempos.

Uge Sangil, presidenta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y m¨¢s (FELGTBI+), ha dado la bienvenida a esta nueva regulaci¨®n en el acto de la firma: ¡°Cuando salga por esa puerta lo har¨¦ sabiendo que mi novia Cristina y yo quiz¨¢s nos planteemos quedarnos embarazadas, porque tendremos acceso a la sanidad p¨²blica, porque cuando salga por esa puerta sabr¨¦ que cualquier mujer soltera, lesbiana, bisexual y transexual recuperar¨¢ un derecho arrebatado por el PP. Somos part¨ªcipes de un cambio fundamental. Y lo hacemos de la mano activistas y autoridades p¨²blicas¡±.

La medida est¨¢ incluida en el anteproyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garant¨ªa de los derechos de las personas LGTBI, la conocida como ley trans, que pas¨® en primera vuelta por el Consejo de Ministros el pasado 29 de junio. Esta ley permite la llamada libre determinaci¨®n de g¨¦nero, que supone que basta la voluntad de una persona para cambiar el nombre y el sexo en el DNI, sin necesidad de informes m¨¦dicos ni de a?os de hormonaci¨®n, como ocurre ahora.

Parte del movimiento feminista ve una amenaza en esta normativa porque considera que el sexo no es algo que se elija. Presentarlo as¨ª, argumentan, supondr¨ªa que todas las leyes que evitan espec¨ªficamente la discriminaci¨®n de las mujeres estar¨ªan en riesgo. Este desencuentro es una de las disputas m¨¢s agrias que se han vivido dentro del movimiento feminista, acostumbrado a debates apasionados, y se ha visto adem¨¢s amplificado por las redes sociales.

Algunas de estas organizaciones se han manifestado peri¨®dicamente contra esta ley, la ¨²ltima vez el 23 de octubre en Madrid. Plataformas como Contra el Borrado de Mujeres alertan tambi¨¦n del uso de este nuevo lenguaje ¡ª¡°personas con capacidad de gestar¡±, ¡°personas menstruantes¡±¡ª, tras el que ven la misma amenaza. Desde que comenz¨® la tramitaci¨®n de la ley trans han pedido que se abandone esa futura normativa y se aborden en su lugar temas de la agenda feminista como la brecha de g¨¦nero, la desigualdad en el trabajo o las pensiones o una ley para abolir la prostituci¨®n.