Espa?a descarta la vacunaci¨®n obligatoria y conf¨ªa en capear la sexta ola del coronavirus sin necesidad de restricciones adicionales
Ni el Gobierno ni los expertos apoyan la vacuna forzosa para la poblaci¨®n general con las altas tasas de inoculaci¨®n del pa¨ªs y apuestan por las herramientas de contenci¨®n que ya est¨¢n usando las comunidades aut¨®nomas
El arsenal de armas para frenar la covid ha ido creciendo al mismo ritmo que el conocimiento sobre el virus aumentaba: mascarillas, teletrabajo, higiene de manos, distancia interpersonal, ventilaci¨®n y, sobre todo, vacunas. Espa?a f¨ªa todo a estas herramientas para capear una sexta ola que sigue ascendiendo y que ha obligado a otros pa¨ªses europeos a extremar restricciones, sobre todo entre personas no vacunadas. Ni el Gobierno ni los expertos creen necesario llegar a extremos como la vacunaci¨®n obligatoria con tasas de inmunizaci¨®n que llegan al 90% de la poblaci¨®n diana. El objetivo es superar esta nueva onda sin m¨¢s limitaciones que las que ya contemplan las comunidades aut¨®nomas y que se vienen usando desde que en mayo acab¨® el ¨²ltimo estado de alarma.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, repite el mensaje cada vez que tiene un micr¨®fono delante. ¡°Sabemos cu¨¢les son las medidas que nos protegen. Una llamada a la distancia social, al uso de mascarilla, especialmente en interiores, o en exteriores si no hay distancia. De nosotros sigue dependiendo que mantengamos el virus a raya. Y, sobre todo, seguir asistiendo a esas campa?as de vacunaci¨®n para continuar protegi¨¦ndonos contra el virus. Vacunar, vacunar y vacunar, y prevenir, prevenir y prevenir son las medidas que est¨¢n a nuestro alcance¡±, fueron las primeras palabras que pronunci¨® este viernes tras el Consejo de Ministros en la sala de prensa de la Moncloa.
El Gobierno se ha resistido durante toda la pandemia a aprobar una ley espec¨ªfica para situaciones de emergencia sanitaria y ha preferido usar la legislaci¨®n vigente o los estados de alarma cuando esta se quedaba corta. La Moncloa parece no tener en agenda ning¨²n tipo de medida extrema en las pr¨®ximas semanas. Ha decidido mantener la pol¨ªtica que sigue desde el verano de 2020: dejar en manos de las comunidades la gesti¨®n principal de la crisis y que cada tribunal de justicia tome decisiones que luego casar¨¢ el Tribunal Supremo. As¨ª se han gestionado todas las decisiones en los ¨²ltimos meses y el Ejecutivo est¨¢ satisfecho del resultado, aunque haya habido algunas ineficiencias. La Moncloa presume insistentemente de que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha felicitado a Espa?a por la gesti¨®n de la pandemia y sobre todo por la vacunaci¨®n, y de ah¨ª no se mueve.
Seg¨²n la situaci¨®n epidemiol¨®gica, las comunidades tienen margen para acotar aforos, restringir horarios de apertura o incluso limitar derechos fundamentales. As¨ª lo ha validado el Supremo, que ha ido marcando el camino de los gobiernos regionales desde mayo. Aunque cada caso se estudia de forma individual, ha dejado claro que las comunidades pueden limitar derechos como los de circulaci¨®n o reuni¨®n, pero siempre que estas restricciones sean ¡°puntuales¡± e ¡°imprescindibles¡± para luchar contra el virus. Bajo esta interpretaci¨®n, rechaz¨® todos los toques de queda o confinamientos perimetrales generalizados que le toc¨® revisar, pero autoriz¨® los que se limitaban a peque?as poblaciones con alta incidencia del virus, lo que llev¨® a las comunidades a apostar cada vez m¨¢s por acotar las restricciones a las zonas con mayor riesgo de contagio para garantizarse el aval judicial.
Los ¨²ltimos pronunciamientos del alto tribunal han sido para respaldar el uso del certificado covid en establecimientos de ocio nocturno y restaurantes de Galicia y Pa¨ªs Vasco. La sentencia sobre este ¨²ltimo caso, notificada este viernes, reprocha a los jueces del tribunal superior vasco que rechazaran la medida. ¡°La distinta gravedad actual de la pandemia, la menor agresividad de la enfermedad en muchos casos, la m¨¢s reducida ocupaci¨®n hospitalaria y de las unidades de cuidados intensivos que en ocasiones precedentes no justifican prescindir de las prevenciones necesarias para evitar que se reproduzcan los momentos cr¨ªticos del pasado¡±, se?ala el tribunal.
Ocho autonom¨ªas ya han comenzado a implantar el pasaporte, aunque se trata de una medida de dudosa utilidad a la hora de frenar los contagios, seg¨²n los t¨¦cnicos que asesoran tanto al ministerio como a las propias comunidades. En un informe interno se?alaban que no ha demostrado su eficacia, m¨¢s all¨¢ de incentivar la vacunaci¨®n.
Precisamente por ese motivo la est¨¢n empleando algunos pa¨ªses que van m¨¢s rezagados que Espa?a a la hora de inocular a su poblaci¨®n. Pero en lugares como Alemania, donde casi un tercio est¨¢ sin vacunar, el Gobierno ya tiene entre sus planes hacer la vacuna obligatoria, algo que esta semana ha contado con el benepl¨¢cito de la Comisi¨®n Europea, aunque carece de competencias en esta materia.
Federico de Montalvo, presidente del Comit¨¦ de Bio¨¦tica de Espa?a, apuesta por recurrir a restricciones de libertades solamente cuando las dem¨¢s opciones se hayan agotado. Aunque cree que la vacunaci¨®n obligatoria es defendible en determinados contextos, no considera que sea la situaci¨®n que vive Espa?a hoy: ¡°Lo llevamos defendiendo desde enero y el tiempo nos ha dado la raz¨®n¡±.
En una situaci¨®n epidemiol¨®gica y vacunal como la espa?ola, Montalvo cree que la m¨¢xima limitaci¨®n a la que deber¨ªan llegar las autoridades hoy por hoy es a pedir el certificado covid. ¡°Y solo en las zonas de m¨¢s afecci¨®n¡±, matiza. Este experto en bio¨¦tica considera que hay que limitarlo a ciertos espacios de ocio y no aplicarlo a lugares de trabajo.
El problema de muchas de las medidas, apunta la catedr¨¢tica de Salud P¨²blica de la Universidad de Valencia Ana Mar¨ªa Garc¨ªa, es que no hay realmente evidencia de su utilidad. ¡°Tenemos de las vacunas, de las mascarillas, que han sido seguramente la raz¨®n por la que estamos mejor que casi todos los pa¨ªses europeos, pero no del certificado covid o la vacunaci¨®n obligatoria. Para eso pasar¨¢n a?os y necesitamos respuestas ya. Y en una situaci¨®n de incertidumbre una m¨¢xima de la salud p¨²blica es aplicar el principio de precauci¨®n¡±, subraya. Con esta premisa, cree que incentivar la vacunaci¨®n con el pasaporte puede tener sentido, as¨ª como la vacunaci¨®n obligatoria en determinados sectores, como sanitarios o personas que trabajen con mayores. ¡°La gente tiende a pensar que la vacuna es una medida ¨²nicamente de protecci¨®n individual y no es as¨ª¡±, zanja.
Todos los focos est¨¢n ahora sobre los no vacunados. Es un fen¨®meno m¨¢s europeo que espa?ol, aunque el debate ya est¨¢ importado. ¡°Es preferible hacer restricciones a ellos que a toda la poblaci¨®n¡±, defiende De Montalvo, que expone que ya no se puede esgrimir un problema de igualdad, como suced¨ªa hace unos meses: ¡°Hoy todo el que quiera la inyecci¨®n la puede recibir gratuitamente. Si no la tienes es porque no has querido¡±.
La hosteler¨ªa, dividida
Esta herramienta es un paso previo a otro tipo de restricciones m¨¢s duras para la poblaci¨®n general. Entre los hosteleros, hay quienes rechazan a?adir a su trabajo una labor que les es ajena como la comprobaci¨®n de los certificados, y advierten de dificultades organizativas. Por otro, existen voces favorables a su uso, dado que consideran que es el ¨²nico modo de evitar restricciones horarias o de aforo que supondr¨ªan un nuevo castigo para una industria muy golpeada en el ¨²ltimo a?o y medio.
Jos¨¦ Luis Yzuel, presidente de la Confederaci¨®n Empresarial de Hosteler¨ªa de Espa?a, es de los que se muestran partidarios de aceptarlo como mal menor. ¡°Si lo van a cerrar o te van a poner una limitaci¨®n, pues bienvenido sea el pasaporte. Mejor que te corten la mano que el brazo¡±, compara. La Coordinadora Empresarial de Ocio y la Hosteler¨ªa de la Comunidad Valenciana (CEOH) ha pedido que los locales peque?os est¨¦n exentos de reclamar el pasaporte covid porque dedicar una persona a esa tarea les resulta complicado, y tener a su disposici¨®n una aplicaci¨®n homologada que evite fraudes.
La falta de evidencias sobre la utilidad de la eficacia del certificado covid, no obstante, levanta muchas discrepancias entre los expertos. Algunos de los consultados insisten en potenciar lo que s¨ª se sabe que funciona. Pedro Gull¨®n, de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, cree que la clave es disuadir a la poblaci¨®n de que se junte en ¡°espacios peligrosos¡±. Hace tiempo que est¨¢ claro que los interiores mal ventilados son el lugar perfecto de contagio. ¡°Tendr¨ªamos que usar las medidas conocidas y otras imaginativas para evitar que muchas personas se aglomeren en este tipo de espacios¡±, apunta Gull¨®n.
El teletrabajo es otra herramienta sencilla de incentivar en la cual este epidemi¨®logo hace hincapi¨¦. ¡°Es una forma de evitar interacciones sociales en interiores que hemos visto que se puede implementar sin grandes costes sociales en muchas empresas¡±, subraya. Las oficinas se est¨¢n convirtiendo en entornos que la gente percibe como propicios al contagio, seg¨²n Gull¨®n, quien sostiene que muchas personas ya han perdido el respeto a los s¨ªntomas leves y acuden a los centros de trabajo para no tener que pedir una baja corta. ¡°Estas situaciones se pueden solucionar con teletrabajo¡±, afirma.
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