¡°La infecci¨®n natural no protege del contagio ante las nuevas variantes¡±
Quarraisha Abdool Karim, directora cient¨ªfica de un centro de investigaci¨®n surafricano que asesora al Gobierno sobre el coronavirus, aboga por ¡°convivir con la covid-19¡å porque asegura que, como la gripe, ha llegado para quedarse
Quarraisha Abdool Karim, nacida en Tongaat (Sud¨¢frica) hace 61 a?os, es la directora cient¨ªfica del Centro para la Investigaci¨®n sobre el Sida de Sud¨¢frica (Caprisa) y una de las epidemi¨®logas m¨¢s reconocidas del pa¨ªs. Hace un hueco en su agenda ¡ªque se le ha complicado mucho tras la detecci¨®n de la variante ¨®micron¡ª para mantener una conversaci¨®n telef¨®nica desde Durban (Kwazulu-Natal). Sin abandonar la prudencia y el an¨¢lisis sosegado, asegura que la experiencia de Sud¨¢frica con el VIH est¨¢ facilitando la adaptaci¨®n del pa¨ªs a la covid-19. El Caprisa paraliz¨® en marzo de 2020 su trabajo con el virus de inmunodeficiencia humana ¡ªcada d¨ªa 1.500 personas se contagian de VIH en el pa¨ªs, donde hay ocho millones de infectados¡ª para centrarse en la covid-19. Forma parte del comit¨¦ de asesoramiento gubernamental del coronavirus que fue capaz de responder a las preguntas m¨¢s acuciantes sobre el comportamiento del virus y contin¨²a participando en la Red de Vigilancia del Genoma SA, responsable del seguimiento y evoluci¨®n de la covid-19 en Sud¨¢frica, el pa¨ªs donde se detect¨® por primera vez a finales de noviembre la variante ¨®micron que ha puesto al mundo en alerta hace ahora 11 d¨ªas.
Pregunta. ?Qu¨¦ opina sobre la situaci¨®n creada hasta el momento por la variante ¨®micron?
Respuesta. Ha pasado poco tiempo. Estamos observando los datos. Los n¨²meros suben muy r¨¢pido, sobre todo en la provincia de Gauteng, a la vez que aumentan en el resto de regiones, en especial en Kwazulu-Natal y Western Cape. Antes de ¨®micron, est¨¢bamos por debajo de 300 casos ¡ªel viernes eran m¨¢s de 16.000¡ª, y comparado con las anteriores olas, la transmisi¨®n es significativamente m¨¢s alta.
P. ?Esperaban que el virus mutara a una variante como ¨®micron?
R. En Sud¨¢frica tenemos buenos laboratorios y buenos datos sobre nuestros primeros casos y la evoluci¨®n en las siguientes olas del virus. Hemos estado midiendo y haciendo seguimiento constante. Y, con este virus en particular, la evoluci¨®n ha sido peor que la anterior tras cada investigaci¨®n realizada.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Cuando el virus cambia debemos observar dos cosas: la transmisibilidad y las implicaciones en relaci¨®n con su gravedad. Adem¨¢s, ahora tenemos vacunas ¡ªa pesar de que nuestro ¨ªndice de personas inmunizadas no es tan alto como nos gustar¨ªa¡ª y la protecci¨®n por infecci¨®n natural. Por ejemplo, sabemos que los que se contagiaron con las variantes previas est¨¢n volviendo a contagiarse. La infecci¨®n natural no te protege con la aparici¨®n de nuevas variantes.
P. ?Son las vacunas actuales efectivas?
R. Es demasiado pronto para decirlo, pero en las pr¨®ximas semanas tendremos respuestas. Debemos hacer un seguimiento entre los que est¨¢n vacunados y pasando la enfermedad con s¨ªntomas leves, y los que no lo est¨¢n y experimentan una mayor gravedad de la enfermedad.
P. ?Cree que la aceleraci¨®n de la campa?a de vacunaci¨®n lanzada por el Gobierno sudafricano reducir¨¢ el impacto de ¨®micron?
R. El primer desaf¨ªo que tuvimos fue no tener suficientes dosis de la vacuna. Pero ahora estamos comprobando que, como en cualquier nueva intervenci¨®n, siempre hay un grupo de personas que estar¨¢n [dispuestas a inmunizarse] antes de que se abra la puerta y otro que se tomar¨¢ su tiempo para acudir. El n¨²mero de contagios baj¨® en septiembre y la gente se volvi¨® complaciente. Pero ¨®micron nos ha recordado que hay que hacerlo cuanto antes.
P. En Sud¨¢frica preocupa que solo el 41% de la poblaci¨®n adulta est¨¦ vacunada.
R. Debemos comprobar qui¨¦n se ha quedado atr¨¢s en la vacunaci¨®n y por qu¨¦. El Gobierno debe concentrarse en la poblaci¨®n vulnerable, en especial, los mayores de 60 a?os, comprobar si tenemos un n¨²mero suficiente de personas protegidas, y controlar a los que est¨¢n infectados con VIH ¡ªen los que se est¨¢ viendo que la respuesta se ha ralentizado¡ª. Hay m¨²ltiples razones por las que la gente puede estar en una situaci¨®n inmunol¨®gica comprometida.
P. ?Qu¨¦ destacar¨ªa de lo aprendido hasta el momento con la covid-19?
R. Aprendemos mucho sobre la humanidad en las crisis, y esta es una de las mayores que hemos vivido, con impactos sociales y econ¨®micos. Frente a los desaf¨ªos a los que se est¨¢ enfrentando la gente y la incertidumbre, algunas personas tienen resiliencia y flexibilidad, pero otras no. No es una pandemia diferente de las que he tratado. Por ejemplo, el tratamiento retroviral para el VIH estaba ya disponible en 1996, y sigue habiendo millones de personas infectadas que dudan si usarlo. Si pensamos en la covid, que lleva con nosotros solo 23 meses, el progreso realizado es muy positivo.
P. Tras el aumento de ingresos de menores con la variante ¨®micron, ?deber¨ªamos vacunar a todas las edades?
R. Los ni?os son vulnerables y t¨ªpicamente asintom¨¢ticos, pero en el comienzo vimos que la gravedad del virus se concentraba en las personas mayores. Ha habido muy pocos casos graves en ni?os. Teniendo en cuenta la escasez de dosis, las vacunas deben ir a los que pueden pasar la enfermedad con s¨ªntomas graves.
P. ?Deber¨¢n las vacunas adaptarse a la evoluci¨®n del virus y sus variantes?
R. Hay que lograr vacunas para prevenir, no solo para evitar la hospitalizaci¨®n. Cuando lo logremos, en ese momento, sabremos que tenemos una protecci¨®n duradera. Por ahora, en estos 23 meses conviviendo con el virus, el desaf¨ªo es cu¨¢nto tiempo durar¨¢ y qu¨¦ respuestas inmunol¨®gicas hay.
P. ?Le est¨¢ sorprendiendo la informaci¨®n que se va conociendo sobre ¨®micron?
R. No. Hemos seguido la evoluci¨®n del virus desde los primeros casos y, con los datos que tenemos, es posible predecir que entre cada 90 y 120 d¨ªas tendremos una nueva fase de la infecci¨®n, y que es muy posible que surja a partir de la aparici¨®n de una nueva variante. Son los mismos patrones: los casos bajan y, cuando vuelven a subir, vemos algunos de los movimientos anteriores que, r¨¢pidamente, son sustituidos por la nueva variante.
P. En septiembre hubo alg¨²n experto sudafricano que apunt¨® que la cuarta ola comenzar¨ªa el 3 de diciembre y con una nueva variante.
R. Lo que sab¨ªamos, bas¨¢ndonos en las anteriores investigaciones, era que habr¨ªa una cuarta ola y que era muy probable que llegara con una nueva variante. Somos uno de los pocos pa¨ªses que hace una vigilancia molecular intensa, secuenciando el virus ininterrumpidamente. Somos capaces de identificar nuevas secuencias muy r¨¢pido. Cada vez sabemos m¨¢s sobre la funcionabilidad del virus y, al contemplar una alteraci¨®n, podemos anticiparnos hasta llegar a saber si la enfermedad ser¨¢ m¨¢s grave.
P. ?Ha aumentado su comprensi¨®n del comportamiento de la covid-19?
R. En la primera investigaci¨®n realizada en el primer trimestre del a?o pasado, est¨¢bamos aprendiendo y no sab¨ªamos qu¨¦ esperar, pero ahora la mayor¨ªa de nosotros estamos en nuestra cuarta investigaci¨®n sobre la covid-19. Ya no somos nuevos en esto, tenemos experiencia. Cuando ves un virus con mutaciones comunes, que se repiten en variantes previas, es posible adivinar de d¨®nde procede.
P. Por sus palabras, ?la evoluci¨®n de la covid-19 se repetir¨¢ sin fin, con nuevas variantes, nuevos casos?
R. Debemos alcanzar un estado de indemnidad. Aprendemos a vivir con el virus y el virus aprende a vivir con nosotros. La gripe es un buen ejemplo. Hace d¨¦cadas que sabemos que cada a?o puede afectarnos y existe una vacuna. La tuberculosis ha estado presente durante m¨¢s de un siglo, el ¨¦bola es intermitente, con subidas y bajadas¡ Con la covid ocurrir¨¢ lo mismo. Sabemos que la inmunidad natural no es suficiente [frente al contagio] y ahora, con ¨®micron, que la inmunidad de las vacunas tampoco es suficiente [para evitar la infecci¨®n]. Pero ya no vivimos la devastaci¨®n de la primera ola, en la que no ten¨ªamos opciones ni sab¨ªamos qu¨¦ hacer. Ahora tenemos un tratamiento, hemos aprendido sobre el uso del ox¨ªgeno, los tiempos a tener en cuenta y el seguimiento de los enfermos, contamos con bioindicadores¡ Lo estamos haciendo mucho mejor. Hay que aprender a convivir con el virus.
P. ?C¨®mo se ha sentido esta semana como cient¨ªfica con la reacci¨®n de la comunidad internacional al penalizar el descubrimiento sudafricano de ¨®micron?
R. Una pandemia convierte a toda la humanidad en vulnerable. La ciencia y el conocimiento son un bien p¨²blico que tiene un impacto en las poblaciones, por eso no podemos dejar de compartirlos. Con la covid-19 hemos mejorado la situaci¨®n y nos hemos preparado para nuevas olas del virus gracias a esa informaci¨®n. No estoy contenta con la reacci¨®n que ha habido y con las prohibiciones [se ha suspendido vuelos a Sud¨¢frica desde distintos lugares del planeta] por haber sido abiertos y transparentes, pero los datos son importantes y debemos continuar ofreci¨¦ndolos. Lo aprendimos con el VIH: cuanto m¨¢s trabajamos juntos, m¨¢s somos capaces de progresar y alcanzar el ¨¦xito del que se beneficia todo el mundo. Los cient¨ªficos aportan conocimiento a la gente y el d¨ªa que olvidemos eso habremos perdido nuestro camino.
P. En cambio, no ha habido un acceso global a las vacunas.
R. Cuando las vacunas empezaron a estar disponibles, vimos [que imperaron] intereses nacionales, y estamos pagando un precio por ello. La preocupaci¨®n por la nueva variante nos recuerda que llegar¨¢n otras, y carece de importancia lo que hagamos de forma individual, porque para que gane la humanidad hay que trabajar juntos, compartir.
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