?Convivir con la covid con m¨¢s de 100 muertes diarias?
La mortalidad de la sexta ola ya se asemeja a la de una temporada de gripe. Pero los expertos advierten de que puede haber varias como esta en un mismo a?o y debaten si es asumible el equivalente en vidas a que se estrelle un avi¨®n cada d¨ªa
Un d¨ªa cualquiera de un a?o normal, antes del coronavirus, mor¨ªan en Espa?a casi 1.200 personas. M¨¢s de la mitad lo hac¨ªa por un grupo variado de enfermedades que se enmarcan en dos grandes categor¨ªas: tumores y enfermedades del sistema circulatorio, que sumaban respectivamente m¨¢s de 300 cada una. Analizando el detalle (infartos, isquemias, c¨¢nceres espec¨ªficos), ninguna dolencia concreta llegaba a las 100 muertes diarias, la cifra que en las ¨²ltimas semanas ha sobrepasado la covid. Son m¨¢s que en el pico de la quinta ola, pero est¨¢n muy lejos de las m¨¢s de 900 que se llegaron a registrar en la primera o las m¨¢s de 400 de la tercera.
Con la sexta aparentemente cerca del pico, con las unidades de cuidados intensivos funcionando a pleno rendimiento (y algunas un poco m¨¢s), pero sin llegar al colapso, el Gobierno ya prepara una estrategia distinta para vigilar la covid. El debate de tratar a la enfermedad de una forma m¨¢s similar a la gripe no solo est¨¢ en la calle; tambi¨¦n en las sociedades m¨¦dicas, que se dividen entre las que piensan que ese proceso deber¨ªa comenzar ya y las que creen que es demasiado temprano. Los que reclaman el cambio argumentan que la excepcionalidad est¨¢ haciendo m¨¢s da?o que bien, saturando la primaria, que no solo no da abasto con la pandemia, sino que inevitablemente deja de atender otras dolencias.
La comparaci¨®n con la gripe pone los pelos de punta a muchos expertos en salud p¨²blica, que advierten de que estamos en una pandemia imprevisible que no para de dar giros de guion. Pero otros ya la manejan con soltura, como ha hecho recientemente Christopher Murray, del Instituto para la Medici¨®n y Evaluaci¨®n de la Salud, en una carta a la revista The Lancet bajo el t¨ªtulo La covid-19 continuar¨¢, pero el fin de la pandemia est¨¢ cerca.
Una temporada de baja mortalidad de gripe, como la de 2018-19, fallecieron en Espa?a unas 6.300 personas, seg¨²n los c¨¢lculos del Instituto de Salud Carlos III. Una mala, como la de 2017-18, fueron alrededor de 15.000. En los cuatro meses que dura la temporada, eso se traduce en 125 muertes al d¨ªa, una cifra que no dista mucho de los decesos por coronavirus que se producen ahora mismo cada jornada, aunque es imposible saberlos con precisi¨®n hasta tiempo despu¨¦s: los datos que reporta diariamente el Ministerio de Sanidad no se corresponden con las personas que han muerto ese d¨ªa, se tienen que distribuir por toda la serie porque las notificaciones acumulan retrasos de semanas.
Lo que va de sexta ola ha producido alrededor de 4.000 muertes, seg¨²n las estad¨ªsticas del Ministerio de Sanidad (que tendr¨¢n que refinarse). Es dif¨ªcil predecir a cu¨¢nto ascender¨¢ el n¨²mero de fallecimientos que causar¨¢ antes de que termine, pero si se confirma que est¨¢ rondando el pico, los n¨²meros parecen indicar que ser¨¢ algo parecido a una temporada de gripe media: m¨¢s de los 6.300 de 2019, pero probablemente menos de los 15.000 de un a?o antes.
El problema de la comparaci¨®n con la gripe es que, desde hace d¨¦cadas, hay una ola cada a?o: es m¨¢s conocida y previsible. Pocos se atreven a pronosticar cu¨¢ntas olas de covid habr¨¢ de aqu¨ª al pr¨®ximo invierno. Ya hay algunos vir¨®logos, como Adolfo Garc¨ªa-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Pat¨®genos Emergentes del Hospital Monte Sina¨ª de Nueva York, que auguran que tras la expansi¨®n tan potente de ¨®micron, lo m¨¢s probable es que el coronavirus no cause grandes problemas hasta entrado el pr¨®ximo oto?o. Pero muchos otros expertos en salud p¨²blica recuerdan que, igual que nadie preve¨ªa esta sexta ola, pueden venir otras con nuevas variantes.
La mortalidad de la covid
En 2020 la covid dist¨® de poder considerarse una enfermedad m¨¢s. Fue, con mucho, la primera causa espec¨ªfica de muerte: 60.358 decesos, adem¨¢s de otros 14.481 sospechosos, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Esto es m¨¢s del doble que la siguiente, enfermedades isqu¨¦micas del coraz¨®n (29.654), a las que siguen dolencias cerebrovasculares (25.817), c¨¢ncer de bronquios y pulm¨®n (21.893) y demencia (20.822).
Todos estos datos son previos a las vacunas. Todav¨ªa no hay estad¨ªsticas consolidadas del INE del a?o pasado, pero desde la primera, cada ola ha sido menos letal que la anterior, en parte por la vacunaci¨®n, en parte por una menor virulencia de la covid y la inmunidad natural generada. Como ha recordado esta misma semana la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la sexta ola ha sido siete veces superior en casos a la del a?o pasado (probablemente m¨¢s, por las infranotificaciones), pero la probabilidad de hospitalizaci¨®n ha sido hasta ocho veces menor, la de ingreso en UCI hasta 15 veces y la de fallecer hasta 20 veces inferior.
La proporci¨®n var¨ªa en funci¨®n de las edades. En t¨¦rminos absolutos, se da la aparente paradoja de que las edades de m¨¢s mortalidad por covid son tambi¨¦n las m¨¢s beneficiadas por las vacunas. Siguen muriendo m¨¢s personas mayores y vulnerables, como ha sucedido en todas las olas, pero al ser estas las que tienen m¨¢s probabilidades de complicaciones, es tambi¨¦n el grupo de poblaci¨®n en el que las vacunas salvan m¨¢s vidas. Seg¨²n las cifras del Instituto de Salud Carlos III, el 79% de los fallecidos desde diciembre tiene m¨¢s de 70 a?os, porcentaje que supera el 91% si la franja se ampl¨ªa a los mayores de 60. Es decir, las vacunas han evitado un colapso total y un alt¨ªsimo n¨²mero de muertes, pero el reparto por edades de la mortalidad no ha variado mucho.
?Hay que resignarse a estas cifras? La respuesta de Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno, asesor de la OMS y catedr¨¢tico de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad de Valencia, es un rotundo no. ¡°?Es normal que se mueran m¨¢s de 100 personas todos los d¨ªas? Yo desde luego no lo acepto. Es como si un avi¨®n se estrellase cada d¨ªa. Entiendo que estamos tan hartos que no es noticia. Estamos insensibilizados, pero es impresentable; no solo por las muertes que causa, sino por algo a lo que no se le presta mucha atenci¨®n, que es la covid persistente, cuyas consecuencias todav¨ªa no se conocen bien¡±, concluye.
La diferencia con otras causas de muerte, en opini¨®n de Elvis Garc¨ªa, doctor en Salud P¨²blica por la Universidad de Harvard, es que buena parte de las de la covid son evitables. ¡°Hay otras, como los tumores o las cardiopat¨ªas que tienen m¨¢s que ver con el estilo de vida, la alimentaci¨®n, que requieren cambios de h¨¢bitos mucho m¨¢s profundos y duraderos. Pero la covid, en buena medida, se puede prevenir con el comportamiento individual sumado a las vacunas¡±, reflexiona.
Garc¨ªa asume, sin embargo, que las siguientes olas, salvo que haya alguna mutaci¨®n que obligue a cambiar su abordaje, campar¨¢n a sus anchas sin apenas restricciones. ¡°Ya hemos tirado la toalla, las autoridades lo han fiado todo a las vacunas. Cada persona tendr¨¢ que hacer lo que considere para evitar infectarse¡±, se?ala. Y es as¨ª porque el pa¨ªs ¡°ya no colapsa¡±. ¡°Se ha visto en esta ola enorme de ¨®micron que ha circulado como ha querido. Los hospitales no se han saturado y esta parece ser la medida para imponer limitaciones. Pero creo que habr¨ªa que intentar prevenir los picos, no solo por el n¨²mero de muertes que causa la covid, sino tambi¨¦n porque se cancelan otras citas m¨¦dicas, se aplazan operaciones¡¡±, a?ade.
La ¨²ltima estimaci¨®n de exceso de mortalidad del Carlos III, que comprende del 8 de noviembre al 18 de diciembre, muestra que fallecieron 4.645 personas m¨¢s de las previstas. En ese periodo, solo 1.230 murieron por covid, seg¨²n los datos consolidados del mismo organismo. ¡°Con el tiempo veremos en detalle c¨®mo la atenci¨®n al coronavirus ha repercutido en otras enfermedades, por falta de seguimiento en personas con dolencias cr¨®nicas, menos detecci¨®n de tumores...¡±, dice Ana Mar¨ªa Garc¨ªa, catedr¨¢tica de Salud P¨²blica de la Universidad de Valencia.
La Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM) calcula que un 21% de los nuevos casos de c¨¢ncer no se han diagnosticado por culpa de la pandemia. Es solo un ejemplo del efecto domin¨® que produce el coronavirus y es uno de los motivos que argumentan quienes defienden no poner todos los recursos del sistema en un pat¨®geno que parece cada vez m¨¢s leve. La catedr¨¢tica cree que es ¡°sensato¡± liberar a la atenci¨®n primaria del peso de un diagn¨®stico exhaustivo y del seguimiento de contactos, imposible en niveles de transmisi¨®n como los actuales.
?Cu¨¢ntas muertes son tolerables?
Sobre cu¨¢ntas muertes son tolerables, Fernando Garc¨ªa L¨®pez, presidente del Comit¨¦ de ?tica de la Investigaci¨®n del Carlos III, asegura que no es una decisi¨®n cient¨ªfica ni t¨¦cnica, sino pol¨ªtica y tambi¨¦n ¨¦tica. ¡°Quienes toman las decisiones tienen que poner en la balanza lo que importan las muertes frente a lo que supone el esfuerzo de la sociedad para evitarlas. Estamos hablando de una enfermedad prevenible, al menos en gran parte, no es un fen¨®meno de la naturaleza sobre el que no tengamos ning¨²n control. ?Cu¨¢ntos muertos habr¨¢ que aceptar como normales en Espa?a en los pr¨®ximos meses? Si llega un d¨ªa en que el n¨²mero de muertos por covid al a?o en Espa?a se reduce y se iguala a los de la gripe, ?ser¨¢ algo aceptable? Me cuesta, si est¨¢ en nuestra mano reducir esa cifra con una gama amplia de medidas¡±, reflexiona.
?Cu¨¢les son esas medidas? Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno cree que deben ser pocas, pero bien enfocadas al problema: lugares cerrados sin ventilaci¨®n y sin mascarillas. ¡°Habr¨ªa que cerrar el ocio nocturno y compensarles por las p¨¦rdidas. Tambi¨¦n evitar aglomeraciones como las de partidos de f¨²tbol. Est¨¢ claro que no hay que volver a confinamientos, pero s¨ª hacer algo para frenar los contagios donde m¨¢s se producen¡±, se?ala.
Es algo que ya en la sexta ola las autoridades han preferido evitar. Tanto las acciones de los mandatarios auton¨®micos como las palabras del presidente del Gobierno, que ya habla de convivir con naturalidad con el virus, indican que salvo sorpresas con nuevas variantes, las vacunas van a ser la ¨²nica barrera para frenarlo. De hecho, m¨¢s all¨¢ de las mascarillas, la covid ya circula sin muchas m¨¢s.
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