China ignora el segundo aniversario del cierre de Wuhan obsesionada con erradicar todo brote de coronavirus
El Gobierno chino, que mantiene una severa estrategia de blindaje del exterior, aplica duras restricciones para atajar los contagios existentes dos semanas antes de la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno
El principal peri¨®dico de la ciudad de Wuhan, el Changjiang Ribao (Diario del Yangts¨¦), dedica estos d¨ªas sus p¨¢ginas a cubrir la asamblea legislativa anual, la lucha del gobierno central contra la corrupci¨®n o la conversaci¨®n del presidente, Xi Jinping, con el bielorruso Aleksandr Lukashenko. Nada sobre el coronavirus cuando se cumple, este domingo, el segundo aniversario del cierre de esta ciudad de once millones de personas. El confinamiento de Wuhan dur¨® 76 d¨ªas y proclam¨® al mundo que aquella enfermedad entonces a¨²n sin nombre era un problema mucho m¨¢s grave de lo que se hab¨ªa dado a entender.
Entonces, y cerrada a cal y canto, la ciudad vio colapsar su sistema sanitario en aquellas primeras semanas ante la avalancha de pacientes que ning¨²n m¨¦dico sab¨ªa muy bien c¨®mo tratar. Periodistas ciudadanos como Zhang Zhan, Chen Qiushi o Fan Bing mostraron escenas de caos en los hospitales desbordados antes de ser detenidos. A muchos enfermos se les hizo volver a casa, por falta de camas; algunos murieron antes de llegar a recibir tratamiento en aquellos primeros d¨ªas de confusi¨®n, antes de la construcci¨®n en tiempo r¨¦cord de dos hospitales de la nada y la habilitaci¨®n de m¨¢s de una docena de centros como hospitales de campa?a. En las calles vac¨ªas, salvo los trabajadores de emergencia, los ¨²nicos seres vivos que circulaban eran perros y gatos.
Wuhan es hoy una ciudad libre de covid, como la inmensa mayor¨ªa del territorio chino. No registra casos desde hace meses y la vida diaria se desarrolla sin limitaciones de aforo. Pero sigue reacia a recordar aquellos meses en que acapar¨® la atenci¨®n del mundo, la primera en vivir una pandemia que sigue asolando el globo, y lleva en silencio sus cicatrices. Chen Qiushi ha quedado muy discretamente puesto en libertad. Zhang Zhan cumple una condena de cuatro a?os de c¨¢rcel por alteraci¨®n del orden p¨²blico; su familia alerta de que lleva a cabo una huelga de hambre como protesta y que su mal estado de salud hace que su vida corra peligro. Del empresario Fan Bing nadie ha vuelto a saber. No hay previstos actos oficiales para marcar el aniversario de aquella crisis que dej¨® en la ciudad m¨¢s de 50.000 personas contagiadas ¨Dalgunas a¨²n arrastran secuelas f¨ªsicas¨D y 3.869 muertos.
Pero s¨ª hay peque?os actos individuales de conmemoraci¨®n. La cuenta de Weibo (el Twitter chino) del oftalm¨®logo Li Wenliang, el m¨¦dico que fue amonestado por alertar de la enfermedad a sus familiares y amigos y que falleci¨® ¨¦l mismo por covid en aquellas ca¨®ticas primeras semanas, se ha convertido en un lugar de homenaje, donde los internautas le env¨ªan mensajes como si estuviera vivo, especialmente en torno a aniversarios se?alados, y expresan sus opiniones. ¡°Tercer a?o de la Era del Coronavirus. Te sigo recordando, no s¨¦ si estar¨¢s bien por ah¨ª. El mundo no ha vuelto a¨²n a la normalidad. Como el d¨ªa que te marchaste¡±, escrib¨ªa este s¨¢bado un usuario bajo el seud¨®nimo ¡°Dudar es Perder¡±.
Como el resto de China, esta urbe a orillas del Yangtz¨¦ vive su normalidad con aprensi¨®n. ¡°El ambiente siempre ha sido estricto [en los ¨²ltimos dos a?os], la gente lleva mascarillas, hay que presentar los c¨®digos verdes de las aplicaciones de salud en todas partes¡ pero desde hace poco, lo es a¨²n m¨¢s. Ahora tambi¨¦n se suele pedir un c¨®digo que indica los sitios en los que has estado en los ¨²ltimos 14 d¨ªas. Los nervios se notan sobre todo en el aeropuerto, o en las estaciones de tren, m¨¢s que en el centro de Wuhan. A una amiga que acaba de volver de Pek¨ªn la han puesto en cuarentena¡±, cuenta desde all¨ª Jin, una especialista en marketing.
Pese a que, a diferencia del resto del mundo, China mantiene una inflexible pol¨ªtica de covid cero, y la cifra oficial de contagios en estos dos a?os solo ronda las 105.000 personas en una poblaci¨®n de 1.411 millones, el Gobierno no ha podido evitar que hayan ido surgiendo peque?os brotes de coronavirus ¡ªr¨¢pidamente controlados¡ª en distintos puntos del pa¨ªs. La variante ¨®micron ya se ha detectado en varias ciudades, incluida Pek¨ªn. El mes pasado, otra ciudad, de trece millones de habitantes, Xian, notific¨® varias docenas de casos y orden¨® un confinamiento similar al que vivi¨® Wuhan. Solo ahora comienza a levantarse gradualmente, dejando tras de s¨ª numerosas quejas sobre el suministro de bienes de primera necesidad y tres muertes de pacientes sin covid que no recibieron tratamiento a tiempo por unas normas aplicadas de modo inflexible.
Blindaje
Esa aprensi¨®n perceptible en todo el territorio del gigante asi¨¢tico se multiplica cuando faltan apenas dos semanas para la inauguraci¨®n en Pek¨ªn de los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno, el 4 de febrero. Los preparativos ya est¨¢n casi terminados; han comenzado a llegar las delegaciones. Los carteles con el logo de los cinco aros inundan la capital y los medios chinos ya han comenzado a bombardear con informaciones sobre el acontecimiento. Para evitar que la covid pueda ensombrecer el macroevento deportivo, que se desarrollar¨¢ en una burbuja completamente sellada, China se ha blindado.
Se han suspendido la mayor¨ªa de los escasos vuelos internacionales de pasajeros que operaban hasta el momento. El contagio con la variante ¨®micron de una mujer en Pek¨ªn que no era contacto de ning¨²n otro caso ha llevado a las autoridades a conjeturar que la fuente de infecci¨®n pudo ser un paquete recibido desde Canad¨¢ y que pas¨® tambi¨¦n por Estados Unidos y Hong Kong. El correo procedente del exterior ha pasado a quedar bajo sospecha: la televisi¨®n estatal CCTV ha recomendado a sus seguidores en redes sociales que reduzcan ¡°las compras de productos procedentes del extranjero y la recepci¨®n de correo internacional¡±.
Cuatro contagios en una misma cadena de fr¨ªo en un distrito de la capital ha llevado al jefe del gobierno municipal en Pek¨ªn, Cai Qi, a dar ¨®rdenes de estrechar la vigilancia sobre este tipo de cadenas log¨ªsticas. Los trabajadores de este sector tendr¨¢n que someterse a una prueba PCR de coronavirus cada tres d¨ªas, en lugar de los siete hasta ahora preceptivos. Sus contactos deber¨¢n presentarse a una cada quince d¨ªas.
La docena de casos detectada hasta ahora en el brote en la capital ha llevado tambi¨¦n a ordenar el cierre de las escuelas de Pek¨ªn, que deber¨¢n impartir sus clases a distancia. Todos sus estudiantes deben hacerse una prueba PCR de manera escalonada.
Al nerviosismo de las autoridades contribuye tambi¨¦n la cercan¨ªa de las festividades del A?o Nuevo lunar, que este a?o llega el 1 de febrero. Cada a?o, centenares de millones de personas se desplazan para reunirse con sus familias a celebrar la llegada de la primavera lunar, algo que puede generar nuevos brotes.
La recomendaci¨®n oficial es evitar los desplazamientos en la medida de lo posible. Numerosas ciudades, incluida Pek¨ªn o Sanya, la tur¨ªstica capital de la isla tropical de Hainan, exigen estos d¨ªas a los viajeros que llegan procedentes de otros puntos del pa¨ªs la presentaci¨®n de una prueba PCR negativa efectuada en las 48 horas previas. La capital china obliga tambi¨¦n a una segunda prueba a las 72 horas de la llegada. Y proh¨ªbe la entrada a quienes procedan de localidades donde se hayan detectado casos positivos.
Las duras medidas comienzan a generar cansancio entre algunos, especialmente aquellos que, siguiendo las recomendaciones oficiales, han evitado los desplazamientos fuera de sus lugares de residencia en los ¨²ltimos dos a?os. ¡°Yo ya he comprado el billete de tren y me voy a mi pueblo en la provincia de Anhui el martes que viene¡±, asegura con los ojos brillantes Xiao Lan, de 45 a?os y trabajadora en un peque?o comercio de Pek¨ªn. ¡°Ya s¨¦ que la recomendaci¨®n es no viajar, pero en mi provincia no hay casos de coronavirus. Ahora mismo no hay riesgo como en Shaanxi o Henan (donde hay brotes activos), y hace dos a?os que yo no veo a mi familia. Ya es hora de que vaya¡±.
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