?D¨®nde empieza la desigualdad? ?En qu¨¦ momento los hombres comienzan a ver en las mujeres un cuerpo y no a otra persona con los mismos derechos, los mismos deseos y la misma capacidad para decidir? ?Cu¨¢l es ese instante en el que ellos se ven legitimados a controlar, humillar, ningunear, silenciar o violentar a las mujeres? ?Qu¨¦ ocurre, y qu¨¦ no, para que esto suceda? Las circunstancias son m¨²ltiples y complejas, pero hay una certeza a la que apuntan instituciones, organizaciones internacionales y expertas en todo el mundo. Una que se repite insistentemente pero no termina de llegar: la educaci¨®n afectivo sexual, la que nos ense?e a relacionarnos, con uno mismo, con una misma, y con los dem¨¢s. Aprender a querer y a soltar, a tener sexo, a no tener culpa ni miedo ni odio. A decir s¨ª, a decir no.

Y mientras eso llega, la realidad es otra con ese vac¨ªo educativo como fondo. Una a la que el feminismo a¨²n no alcanza del todo, la de la intimidad, la habitaci¨®n, la cama. Una que pasa por el porno desde la infancia, la supervivencia de los mitos del amor rom¨¢ntico, los patrones de control que se desarrollan en la adolescencia y la violencia sexual en la que a veces desemboca todo lo anterior. Espa?a, aun siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s igualitarios del mundo, mantiene cifras como hasta los 45 ataques sexuales a la hora que se producen en un a?o o datos como que uno de cada cinco chicos cree que la violencia machista no existe, el doble que hace cuatro a?os. Aqu¨ª, adolescentes, j¨®venes y especialistas hacen un recorrido por esa cronolog¨ªa de circunstancias.

Porno a un desbloqueo de m¨®vil

Ocho a?os. Esa es la edad a la que se ha adelantado el primer vistazo al porno, v¨ªdeos e im¨¢genes ilimitadas y gratuitas a un desbloqueo de m¨®vil. ?Y qu¨¦ ocurre cuando tu primer contacto con el sexo es la pornograf¨ªa? Que para la gran mayor¨ªa, ¡°entre los 13 y 14 a?os se normaliza su h¨¢bito de consumo y es especialmente problem¨¢tico cuando a esa curiosidad no respondemos con una educaci¨®n afectivo sexual que deber¨ªamos tener en todos los centros educativos¡±, explica Llu¨ªs Ballester, doctor en Sociolog¨ªa y Filosof¨ªa e investigador del impacto de la pornograf¨ªa en la adolescencia.

En uno de cada cuatro, sobre todo en ellos, ese impacto tendr¨¢ consecuencias sobre casi todo: ¡°La percepci¨®n de s¨ª mismos, la de los otros y la de las relaciones, sobre sus actitudes. Y m¨¢s adelante, sobre su conducta en el sexo, porque altera de manera importante el imaginario sexual en el momento en el que lo estamos construyendo¡±.

Los unicornios del amor

?Los finales felices para siempre? En peligro de extinci¨®n (y no hacen falta). ?Una ¨²nica persona que es tu otra mitad y a la que tienes que encontrar? No existe, hay m¨¢s de 7.000 millones de seres humanos en el mundo. ?Sentir celos es prueba indiscutible de amor? No, lo es de control y posesi¨®n. En Espa?a, seg¨²n el bar¨®metro de Juventud y G¨¦nero 2021 de la Fundaci¨®n de Ayuda a la Drogadicci¨®n, el 34% de los chicos cree que tener pareja implica la entrega absoluta a la otra persona. Ellas lo piensan menos, un 24,6%.

Ese, como tantos otros mitos del amor rom¨¢ntico, siguen funcionando. Aunque nos sepamos la teor¨ªa sobre qu¨¦ no debe ocurrir en una relaci¨®n, en la pr¨¢ctica seguimos creyendo que hay una persona que es la persona, que vamos a pasar el resto de la vida con la persona y que por la persona hay que cruzar un camino con cristales rotos al borde de un precipicio rodeado de lava hirviendo a 1.000 grados cent¨ªgrados. ¡°Pero no¡±, dice la psic¨®loga experta en feminismo Rosa Collado, el ideal de amor rom¨¢ntico ¡°significa creer que vamos a crecer a trav¨¦s de otro, emocional y personalmente, es decir, que se presupone que a m¨ª me faltan cosas que otro tiene que completar. Y no nos falta nada¡±. Aqu¨ª, Collado y dos especialistas m¨¢s desmontan los seis mitos m¨¢s vigentes del amor rom¨¢ntico.

¡°Todo vale por amor¡±

El amor es una cuesti¨®n de reciprocidad, de nada vale lo que yo est¨¦ dispuesto a hacer o mis expectativas si el otro no est¨¢ al mismo nivel. Para poder amar bien no es solo lo que yo pienso y proyecto sino lo que piensa y proyecta la otra persona.

?ngel Peralbo, psic¨®logo especializado en adolescentes y j¨®venes

¡°?No se supone que el amor verdadero dura para siempre?¡±

No hay nada para siempre, o s¨ª, en funci¨®n de lo que hagas cada d¨ªa. Pero esa idea es m¨¢s una necesidad y una querencia. Las creencias son aire, la realidad es que nunca sabemos lo que va a durar nada.

?ngel Peralbo, psic¨®logo especializado en adolescentes y j¨®venes

¡°Todo el mundo se pelea, si quieres a alguien en alg¨²n momento le haces sufrir¡±

Hay que desmontar el binomio amor-sufrimiento. Quien bien te quiere procurar¨¢ hacerte la vida m¨¢s f¨¢cil y hacerte sonre¨ªr. Si te hace llorar constantemente, es violencia psicol¨®gica.

Marisol Rojas, psic¨®loga experta en violencia machista en la pareja

¡°Es bonito que alguien tenga celos, significa que te quiere¡±

Los celos demuestran una inseguridad y se utilizan como estrategia manipulativa. Si tu pareja se muestra celosa porque te relacionas con otras personas, al final acabar¨¢s cediendo para evitar sus celos y acabar¨¢s por convertirte en alguien que no eres. Si hay celos, no hay amor. El amor te ayuda a crecer y no te a¨ªsla de tu entorno.

Marisol Rojas, psic¨®loga experta en violencia machista en la pareja

¡°Siempre dice que solo tiene ojos para m¨ª¡±

Cuando creemos que solo tenemos ojos para la pareja nos olvidamos que amar es una elecci¨®n diaria del sentimiento que desarrollamos en una relaci¨®n rom¨¢ntica, sin excluir encontrar atractivos a otros ni que signifique amar menos, el amor es decisi¨®n y la atracci¨®n, instinto.

Rosa Collado, psic¨®loga especializada en sexolog¨ªa

¡°Cuando encuentras a tu media naranja, se supone que todo tiene que salir bien¡±

?Medias naranjas? Las medias naranjas no existen, es una idea que nos muestra incompletas y sin capacidad de satisfacer nuestras necesidades, generando la expectativa de un ser que nos complete idealmente, ser feliz es nuestra responsabilidad. Somos seres ya completos, la pareja solo nos complementa.

Rosa Collado, psic¨®loga especializada en sexolog¨ªa

Amiga, date cuenta (amigo, t¨² tambi¨¦n)

Compartimos las contrase?as de nuestras redes sociales, mandamos ubicaci¨®n aunque no hayamos quedado con ¨¦l, dejamos en la percha de la tienda una camiseta con un escote sin fin. Pero no es confianza, ni protecci¨®n, ni ceder a una simple petici¨®n. Es dominio y sumisi¨®n. El ¨²ltimo informe del Injuve refleja que tres de cada diez chicos entre los 15 y los 19 a?os todav¨ªa piensan que es aceptable mirar el mo?vil de su pareja si creen que les est¨¢ enga?ando y m¨¢s de la mitad creen que ¡°deben¡± proteger a su novia.

Entre ellas, las situaciones de violencia de ge?nero en la pareja que un mayor porcentaje reconoce haber vivido, alguna vez o con ma?s frecuencia, son las de abuso emocional ¡ª¡°insultar o ridiculizar¡±, el 17,3%¡ª, el control abusivo general ¡ª¡°decidir por mi? hasta el ma?s mi?nimo detalle¡±, 17,1%¡ª, y el control a trave?s del mo?vil (14,9%), con datos del Ministerio de Igualdad. Cristina es una de esas chicas, coge el tel¨¦fono desde un pueblo de Sevilla: ¡°?Sabes cu¨¢ndo vi claro que lo de repasarme los seguidores y los mensajes de Instagram y las bronquitas por eso no eran normales? Cuando el novio de mi amiga se lo empez¨® a hacer a ella y le dije: ¡®Raque, t¨ªa, date cuenta, y d¨ªselo a ¨¦l que se d¨¦ cuenta tambi¨¦n¡¯. Lo mismo me dijo ella a m¨ª¡±.

Mar¨ªa, 18 a?os, Almansa (Albacete)

¡°Lo dejamos tres veces, siempre por cosas de celos¡±

Yo ten¨ªa 15 y ¨¦l 17. Era la primera persona con la que estaba. Todo bien al principio, pero despu¨¦s empez¨® a cambiar. Me hablaba s¨²per enfadado cuando me ve¨ªa en l¨ªnea en el WhatsApp y no estaba hablando con ¨¦l y me dec¨ªa que seguro que estaba hablando con su amigo, con uno con el que me llevaba mucho, que seguro que nos hab¨ªamos liado. Tambi¨¦n me dec¨ªa que no quer¨ªa que usara falda, que ten¨ªa las rodillas feas. Como cre¨ªa que me quer¨ªa, pensaba que si lo dec¨ªa, ser¨ªa verdad. Estuve un a?o y pico sin ponerme faldas por el complejo. Luego lo habl¨¦ con mis amigas y me dijeron que seguramente era porque no quer¨ªa que otros me vieran en falda.

Mar¨ªa

escribiendo...

Estuvimos juntos un a?o y tres meses. Lo dejamos tres veces, siempre por cosas de celos. No le daba importancia, pero poco a poco se va sumando hasta que dices ¡®ostras, aqu¨ª pasa algo¡¯. Una de las veces, estuvimos sin hablar casi un a?o, pero al estar en la misma pandilla terminamos haciendo las paces. Como lo dej¨¦ yo y ¨¦l no quer¨ªa, me mandaba audios, llorando, haciendo que me sintiera mal. Me dec¨ªa que no iba a poder seguir ni querer a nadie, y por eso volvimos alguna vez, aunque yo no me sent¨ªa c¨®moda.

Mar¨ªa

escribiendo...

Al final lo tuve que bloquear de redes sociales y de WhatsApp. Luego he tenido otras relaciones, pero muy cortas. Ya tengo las cosas m¨¢s claras y s¨¦ lo que no me gusta. No voy a aguantar tanto. Era un chico celoso, al principio no, pero luego te va soltando puyas. Yo lo normalizaba porque no ten¨ªa ninguna otra experiencia, y no sabes c¨®mo es estar con alguien, y piensas ¡°lo har¨¢ porque me quiere y esto es normal¡±.

Nayara Malnero

Psic¨®loga y profesora de educaci¨®n sexual

La violencia de control, la m¨¢s com¨²n entre las parejas j¨®venes

Macroencuesta de Violencia de contra la Mujer, Ministerio de Igualdad, 2019

Afecta a una de cada cuatro chicas de 16 a 17 a?os. Y asciende al 63,5% al ampliar la franja de edad hasta los 24 a?os, casi el doble que en 2015.

Myriam, 19 a?os, Barcelona

¡°Lleg¨® a un punto en el que ya no discut¨ªamos porque ¨¦l me daba bastante miedo¡±

Empezamos a hablar por Instagram. ?l ten¨ªa novia, lo dejaron y empez¨® conmigo. Al principio todo bien. Empezamos a coger confianza y ah¨ª empez¨® a joderse todo. Intentaba controlar con qui¨¦n y d¨®nde quedaba. Me dec¨ªa que nunca iba a encontrar a alguien como ¨¦l, que nadie me iba a querer. Yo ten¨ªa 15, ¨¦l 19 y mi ubicaci¨®n en el m¨®vil. Dec¨ªa que para que no me pasara nada, pero ni de co?a ten¨ªa yo la suya. El control, al final, fue lo de menos.

Myriam

escribiendo...

Empez¨® a gritarme, se drogaba mucho y yo estaba aislada socialmente. Lleg¨® a un punto en el que ya no discut¨ªamos porque ¨¦l me daba bastante miedo. Me dio hostias muchas veces, de esas de dejarme la cara guapa. Me maquillaba o disimulaba para que mis padres no lo vieran. Alguna vez quer¨ªa tener relaciones sexuales y me forzaba.

Myriam

escribiendo...

El ¨²ltimo incidente fue en su casa, viendo un documental en el sof¨¢. Quer¨ªa tener sexo y yo le dije que no quer¨ªa. Insisti¨® y se puso agresivo. Me llev¨® a la cama y me viol¨®. Fue mi primera relaci¨®n. Me cost¨® a?os identificarme como v¨ªctima. Creo que s¨ª que lo sab¨ªa, pero no quer¨ªa asimilarlo. El proceso de entender lo que hab¨ªa pasado fue muy duro. Sigo yendo al psic¨®logo.

Elena Ocejo

Abogada experta en violencia machista y expresidenta de Abogadas por la Igualdad.

Eso no era amor, era control, lo ¨²nico que pretend¨ªa era tener poder sobre ti. Los insultos y humillaciones se convierten en golpes, en aislamiento, en imposiciones sexuales: violencia. Y debe denunciarse, son delitos, algunos muy graves: vejaciones, amenazas, coacciones, lesiones, maltrato habitual, agresi¨®n sexual y violaci¨®n.

Violencia sexual

Macroencuesta de Violencia de contra la Mujer, Ministerio de Igualdad, 2019

El 6,5% de las mujeres entre los 16 y los 17 a?os y el 11,1% de las de 18 a 24 a?os han sufrido violencia sexual por parte de alguna pareja en alg¨²n momento de su vida.

Natalia, 18 a?os, Valencia

¡°Un d¨ªa una chica me dice que ha recibido una foto m¨ªa y que se est¨¢ pasando entre personas del pueblo¡±

Yo ten¨ªa unos 13 a?os. Estuve hablando unos tres meses con uno y era s¨²per agradable, muy atento. Hasta que un d¨ªa me pidi¨® una foto ¨ªntima. Me pareci¨® raro, ¨¦l me dijo que era una muestra de que le quer¨ªa y confiaba en ¨¦l, que no se la iba a pasar a nadie. Al final la mandas y ¨¦l te responde ¡°muchas gracias, te quiero mucho¡±. Al d¨ªa siguiente el ¡°te quiero, te voy a cuidar, eres preciosa, eres maravillosa¡±, cambia. Empieza el distanciamiento, te deja de hablar y te bloquea. Me olvid¨¦ hasta que una chica me dice que ha recibido una foto m¨ªa y que se est¨¢ pasando entre personas del pueblo. Fue duro y sent¨ªa que todo el mundo se burlaba de m¨ª. Notaba c¨®mo la gente, en el instituto o en la calle, me miraba. Me sent¨ªa muy tonta. No pod¨ªa contarles a mis padres lo que me hab¨ªa pasado porque el disgusto y la decepci¨®n habr¨ªa sido gigante.

Natalia

escribiendo...

Con 16 a?os conoc¨ª a otro chico y pas¨® parecido. ?l no la difundi¨®, pero me amenazaba con pasarla a mis amigos y familia si no hac¨ªa lo que ¨¦l quer¨ªa. Acab¨¦ haciendo cosas que no le deseo a nadie, y estuve como una semana aguantando sus reproches, amenazas y chantajes. Con 16 no supe gestionarlo mucho mejor que con 13. Y el pasado enero, cuando ya hab¨ªa olvidado del tema, me dice otra chica de mi pueblo por Instagram que alguien ha abierto un canal de Discord [un servicio de mensajer¨ªa instant¨¢nea] en el que se est¨¢n subiendo fotos sexuales de chicas. Entro y veo que hay una foto m¨ªa en la que estoy con los pechos descubiertos. No se me ve la cara, y la mayor¨ªa de la gente no sabr¨¢ que soy yo, pero yo me reconoc¨ª. Era la foto que le hab¨ªa enviado a ese ¨²ltimo otro chico meses antes.

Natalia

escribiendo...

Esta vez s¨ª que acud¨ª a mis padres y fuimos a denunciar. Ahora mismo est¨¢n buscando a la persona detr¨¢s del canal. M¨¢s de 200.000 personas lo siguen, y todas las fotos que hay son sin consentimiento. El peor sentimiento no es que te lo comas t¨², sino que la gente de tu alrededor sabe qui¨¦n eres, qu¨¦ te pasa y por qu¨¦. Yo ten¨ªa poco apoyo, o ninguno. No pod¨ªa acudir a mis padres ni a mis amigas por miedo a ser juzgada. Piensas que la culpa es tuya, y te da miedo el rechazo.

Sara Vicente

Abogada experta en violencia machista y miembro de la Comisi¨®n para la investigaci¨®n de malos tratos a mujeres desde 1996

Esto es una forma de violencia sexual que puedes denunciar. Se pueden imponer hasta siete a?os de prisi¨®n a quien difunda im¨¢genes de contenido ¨ªntimo de otra persona conseguidas il¨ªcitamente si hubieran obtenido beneficio econ¨®mico de ello; a sus exparejas por amenazas con obtenci¨®n del prop¨®sito, hasta tres a?os de prisi¨®n; y por haber difundido dichas im¨¢genes a terceras personas de manera il¨ªcita, hasta un a?o de prisi¨®n.

Sara Vicente

escribiendo...

T¨² tienes que estar tranquila y no sentir verg¨¹enza, no has cometido ning¨²n delito. Te has relacionado desde el amor y desde la confianza de que te iban a tratar bien y con respeto. Los que han cometido un delito son ellos, abusando de tu vida ¨ªntima, con chantajes y humillaciones. Has hecho muy bien en contarlo a tus padres y en denunciarlo. Ahora podr¨¢s comenzar a ser libre y a no tener miedo. Es triste que los chavales de tu edad no sepan amar de verdad sin utilizar y abusar de las chicas y sin necesidad de ejercer el poder y el control sobre una mujer.

Stalking

Macroencuesta de Violencia de contra la Mujer, Ministerio de Igualdad, 2019

Las mujeres de 16 y 17 a?os (26,4%) y las que tienen entre 18 y 24 a?os (26,2%) son las que en mayor porcentaje afirman haber sufrido stalking a lo largo de la vida.

Elena, 23 a?os, Gran Canaria

¡°Las camisetas con escote muy pronunciado era algo intolerable para ¨¦l¡±

Teresa Vaquero

Psic¨®loga especializada en terapia de pareja y sexolog¨ªa

Amor sin respeto no es amor. Si controla tu ropa no es un amor sano, es t¨®xico. Es importante entender el proceso interno que impide a las chicas poner l¨ªmite a sus parejas. Se someten a su voluntad por temor a perderles o porque sienten que no tienen derecho a ser ellas mismas, ser libres y exigir ser respetadas. No vale con repetir nuestros derechos y detectar el machismo. Hay que entender qu¨¦ pensamientos, sentimientos y experiencias las mantienen junto a estas personas.

Teresa Vaquero

escribiendo...

Hay que trabajar para fortalecer su autoestima, sanar sus heridas de otras relaciones y desde esa fuerza elegir por s¨ª mismas, poner l¨ªmites, decir basta, para estar sin pareja o vincularse con personas que las aceptan y respetan tal cual son.

Actitudes permisivas

Informe Juventud en Espa?a 2020, Injuve

Las mujeres de 20 a 24 an?os tienden a tener actitudes ma?s permisivas en relacio?n con los comportamientos controladores que las de 15 a 19. Es al rev¨¦s en los hombres, los chicos de ma?s de 20 censuran m¨¢s los comportamientos controladores que los de 15 a 19 an?os.

Esas zonas grises que no son grises

Cualquiera identifica al violador encapuchado en una calle oscura, o la violencia de una agresi¨®n en grupo. Tambi¨¦n somos capaces de ver al chico en el pub que acorrala en un rinc¨®n y al que toca sin que nadie se lo haya pedido. Pero hay momentos, muchos, a los que se llama zonas grises. Y no hay zonas grises si hay incomodidad, duda o simplemente no hay ganas. No hay zonas grises en ninguna situaci¨®n que no sea en la que una desea estar. Una de cada dos mujeres ha sufrido en alg¨²n momento violencia sexual, y eso es solo lo que se denuncia. M¨¢s de un 80% no lo hace, seg¨²n la estimaci¨®n del Ministerio de Igualdad. En parte, porque a veces la violencia sexual no se identifica como tal, ni por parte de quien agrede ni de quien es agredida.

05:58

Ellas revelan lo que les pas¨® y las expertas les ponen nombre

Para B¨¢rbara Tard¨®n, doctora en Estudios Interdisciplinares de G¨¦nero, una vez que ya ha ocurrido, ¡°lo importante es saber que hay una serie de recursos liderados por expertas a los que se puede acudir¡± y que pueden ayudar ¡°a tomar la decisi¨®n de si se quiere denunciar o no¡±. Las denuncias son un paso ¡°muy complicado¡±, a?ade. ?Por qu¨¦? ¡°Nuestro sistema judicial sigue todav¨ªa dilatando mucho los procesos, porque se necesitan todav¨ªa muchas pruebas para demostrar que ha habido una agresi¨®n sexual¡±. Pero insiste en que ¡°la clave¡± es acudir a esas profesionales: ¡°El camino de reparaci¨®n y de recuperaci¨®n va a ser completo. No es necesario acudir a la polic¨ªa, si no quieres, o a un juzgado, pero s¨ª es fundamental que unas profesionales acompa?en en ese proceso¡±.