La educaci¨®n sexual a lo largo de toda la vida: una necesidad social sin respuesta
La ausencia de contenidos educativos sobre el hecho sexual humano ha dejado un espacio a la pornograf¨ªa que cada vez es m¨¢s utilizada en edades tempranas, incluso en la etapa infantil
Una de las carencias constatadas en la educaci¨®n abarca todo lo relacionado con la educaci¨®n sexual. Las sucesivas leyes de educaci¨®n en Espa?a han ignorado de una u otra forma la necesidad social de una educaci¨®n de calidad sobre el hecho sexual humano, sustentado actualmente en un amplio campo epistemol¨®gico y te¨®rico (Amezua, 1999). Esto ha sido puesto en evidencia en numerosas ocasiones por profesionales de la educaci¨®n, la medicina y la psicolog¨ªa, pero, sobre todo, por los profesionales que trabajan en el ¨¢rea de la sexolog¨ªa, que han contribuido y contribuyen con ideas y conceptos a mejorar el conocimiento cient¨ªfico y la pr¨¢ctica docente.
Esta necesidad se ha visto especialmente acrecentada en los ¨²ltimos a?os, en los que, con el uso y abuso de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC), adem¨¢s de la vida de los adultos, la infancia y la adolescencia se han visto profundamente alteradas e influenciadas por im¨¢genes y contenidos que distorsionan lo que es y representa la sexualidad humana.
A pesar de los muchos esfuerzos realizados en las ¨²ltimas d¨¦cadas en favor de la educaci¨®n sexual, la ausencia de contenidos educativos sobre el hecho sexual humano, fundamentales para el crecimiento personal y la adquisici¨®n de los conceptos, las ideas, las actitudes y el lenguaje adecuados, ha dejado un espacio que ha sido ocupado por los contenidos procedentes del consumo de pornograf¨ªa a trav¨¦s de internet, especialmente en dispositivos m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n y tablets que cada vez son m¨¢s utilizados en edades tempranas, incluso en la etapa infantil, y que son comunes en la preadolescencia y adolescencia.
Ese consumo de pornograf¨ªa hace que la informaci¨®n y la percepci¨®n de la sexualidad se vea interferida y distorsionada por contenidos que, en la mayor¨ªa de las ocasiones, nada tienen que ver con la informaci¨®n cient¨ªfica, rigurosa, positiva y ¨¦tica que necesitan, tanto las personas j¨®venes, como las adultas.
No es de extra?ar el incremento de pr¨¢cticas sexuales que son consideradas como inadecuadas o de riesgo, que incluyen comportamientos sexistas, agresivos y violentos a partir de la adolescencia, y contribuyen al incremento de los embarazos no deseados.
Estas realidades constituyen factores de riesgo real para una vivencia adecuada y con valores de la sexualidad humana, en la que se prime el respeto, el afecto y los sentimientos positivos por s¨ª misma/o y por la pareja. La vivencia del reconocimiento mutuo como personas sexuadas y el comportamiento ¨¦tico y responsable son principios de la educaci¨®n sexual que se van adquiriendo desde las primeras etapas de la educaci¨®n infantil, con los contenidos adecuados a cada etapa del desarrollo, y ser¨¢n determinantes a lo largo de la vida.
La demanda social de una educaci¨®n sexual de calidad se une al inter¨¦s en que ¨¦sta se conforme como un instrumento b¨¢sico para generar un cambio de actitud que favorezca el desarrollo libre e integral del proceso de sexuaci¨®n de las personas; as¨ª como una actitud ¨¦tica en la toma de decisiones desde la igualdad, con responsabilidad, reciprocidad y respeto a la diversidad.
En ello hemos incidido en el documento La educaci¨®n sexual en Espa?a: propuestas para asegurar el acceso, publicado por la Fundaci¨®n Alternativas. Tras analizar el desarrollo de la educaci¨®n sexual en el sistema educativo espa?ol, creemos que asegurar el acceso generalizado y suficiente a esta materia y responder a esta necesidad social precisa de un proceso para dise?ar adecuadamente una asignatura espec¨ªfica de educaci¨®n sexual o educaci¨®n en sexualidad, acompa?ada por el impulso de una campa?a institucional de concienciaci¨®n y sensibilizaci¨®n social.
Es esencial la formulaci¨®n de un proyecto que impulse el debate y el encuentro para consolidar la educaci¨®n sexual en el sistema formativo
Estas acciones deber¨ªan liderarse desde las Administraciones p¨²blicas, sanitarias y educativas que, de forma coordinada, trabajen los contenidos curriculares adecuados a los distintos niveles formativos del sistema educativo, evaluando su implantaci¨®n y resultados. Existen numerosas publicaciones, programas formativos y profesionales con amplia experiencia en el ¨¢mbito educativo que pueden contribuir a definir los diferentes contenidos y la metodolog¨ªa m¨¢s adecuada.
Organismos internacionales como la UNESCO y la OMS llevan reiterando desde hace d¨¦cadas la importancia de fomentar el dise?o y la impartici¨®n de programas formativos en educaci¨®n sexual para dar respuesta a una necesidad objetiva y generalizada en toda la poblaci¨®n a nivel mundial.
Para que esta reforma se lleve a cabo, vemos como esencial la formulaci¨®n de un proyecto que impulse el debate y el encuentro de profesionales de la sexolog¨ªa y de la educaci¨®n, con experiencia, tanto a nivel estatal y auton¨®mico como local, con el fin de consolidar la educaci¨®n sexual en el sistema educativo.
Ahora que la LOMLOE inicia su trayectoria legislativa, esperamos que se contemple la educaci¨®n sexual de forma positiva y con entidad y estructura de asignatura. Con el fin de contribuir a este debate, hacemos p¨²blico este documento e invitamos a las autoridades sanitarias y educativas a que, de una vez por todas, den respuesta a esta necesidad social y que juntos podamos trabajar para asegurar el acceso a una educaci¨®n sexual de calidad para nuestros j¨®venes.
* Matilde D¨ªaz Ojeda es m¨¦dico especialista en Medicina del Trabajo; Isabel Tajahuerce es profesora de Comunicaci¨®n y G¨¦nero en la UCM; Jos¨¦ Luis Pedreira es m¨¦dico especialista en Psiquiatr¨ªa y Pediatr¨ªa. Los tres son autores del documento ¡®La educaci¨®n sexual en Espa?a, propuestas para asegurar el acceso¡¯, publicado por la Fundaci¨®n Alternativas
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