Espa?a estrena el nuevo sistema de vigilancia de covid con una ca¨ªda de la ocupaci¨®n hospitalaria

El Ministerio de Sanidad ha estrenado este viernes el nuevo sistema para medir la evoluci¨®n de la pandemia en Espa?a. El primer informe de la nueva estrategia muestra que la ocupaci¨®n hospitalaria por covid contin¨²a bajando: este viernes hab¨ªa 4.150 personas ingresadas por covid, un 4,6% menos que el martes pasado. Ya no se publican datos de la incidencia acumulada por 100.000 habitantes para la poblaci¨®n general, el indicador que ha servido para medir la peligrosidad del virus y que ha sido durante casi dos a?os el principal baremo a la hora de imponer medidas sociales.

Este nuevo sistema es fruto de la estrategia pactada entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades aut¨®nomas, que ha entrado en vigor esta semana. Ya no se indican pruebas diagn¨®sticas a personas con s¨ªntomas leves si son menores de 60 a?os y no tienen factores de vulnerabilidad ante la covid (inmunodeficiencias, embarazo, tratamiento oncol¨®gico¡­).

Por esta raz¨®n, el nuevo informe se centra en indicadores relacionados con los mayores de 60 a?os, que es tambi¨¦n la poblaci¨®n que sufre mayor riesgo de enfermar gravemente o fallecer por la covid. En este grupo s¨ª se mide la incidencia acumulada, que este viernes se ha situado en 459,27 casos por 100.000 habitantes.

Espa?a ha sido el primer pa¨ªs en la Uni¨®n Europea en permitir que las personas con s¨ªntomas hagan vida normal, si bien se les recomienda mantener la mascarilla y restringir al m¨¢ximo las relaciones sociales, especialmente con personas vulnerables. En nuestro entorno, solamente el Reino Unido ha dado este paso.

Esta estrategia se mantendr¨¢ siempre que la presi¨®n asistencial no suba por encima de los l¨ªmites que ha marcado Sanidad: un 5% de ocupaci¨®n de camas hospitalarias por pacientes covid y un 10% en UCI. Si se llegan a rebasar estos valores, habr¨ªa que dar marcha atr¨¢s. Este viernes se quedaron en un 3,3% y un 4,6%, respectivamente.

El paso ha sido muy criticado por numerosos expertos en salud p¨²blica, que consideran que es demasiado temprano. Con una incidencia de 466 casos por 100.000 habitantes ¡ªla ¨²ltima que se midi¨®, publicada en el informe del pasado martes¡ª, creen que la transmisi¨®n es muy alta para permitir que las personas con s¨ªntomas puedan hacer vida normal.

Esto, previsiblemente, producir¨¢ una subida de casos y, seg¨²n dicen los cr¨ªticos con la medida, har¨¢ m¨¢s probable que el virus llegue a personas vulnerables. Otro punto en contra de este tipo de medici¨®n es que cuando los casos llegan a suponer problemas en los hospitales es signo de que el virus ya tiene mucha presencia en la poblaci¨®n y puede ser demasiado tarde para tomar medidas. Har¨¢n falta unas semanas desde su implantaci¨®n para comprobar, primero si hay una subida significativa de la incidencia en mayores, y luego si esto repercute en los ingresos hospitalarios.

?Por qu¨¦ han dado este paso Sanidad y las comunidades? Sus t¨¦cnicos ven¨ªan estudiando desde enero una nueva manera de vigilar el virus que no comprometiera el resto de la asistencia sanitaria. Durante la sexta ola, la necesidad de diagnosticar la covid incluso con s¨ªntomas muy leves produjo un colapso total de una atenci¨®n primaria muy mermada.

Con m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n vacunada y una letalidad del virus que es ya muy inferior a la de las primeras olas, las autoridades sanitarias han decidido que es momento de convivir con ¨¦l de una forma similar a la que se hace con la gripe, otra enfermedad que se cobra miles de muertes cada a?o sin que se tomen medidas tan restrictivas como las que se han puesto en marcha para frenar la covid.

El sistema que comienza ahora es una transici¨®n que, si los repuntes de incidencia no obligan a dar pasos atr¨¢s, durar¨¢ aproximadamente un a?o. Ser¨¢ el tiempo del que dispongan las comunidades aut¨®nomas para poner en marcha una red de vigilancia centinela, como la que se usa para la gripe. Consiste en que un n¨²mero limitado y seleccionado de m¨¦dicos en atenci¨®n primaria reporten los diagn¨®sticos y, a partir de ah¨ª, se hagan prospecciones para calcular la incidencia real de la enfermedad.