En riesgo la continuidad de la casa para mujeres v¨ªctimas de violencia machista m¨¢s antigua de Espa?a

Se llama Centro de Atenci¨®n, Recuperaci¨®n y Reinserci¨®n de Mujeres Maltratadas, ese es su nombre oficial, pero para entender lo que es, y lo que significa, hay que ir a finales de 1991. Desde ese momento, y hasta ahora, es la ¨²nica casa con estas caracter¨ªsticas en Espa?a: 3.000 metros cuadrados repartidos en 28 habitaciones y zonas comunes como guarder¨ªa, biblioteca, comedor, cocina, lavander¨ªa y aulas de apoyo infantil con un programa de entre 9 y 18 meses de duraci¨®n en el que trabajan psic¨®logas, trabajadoras sociales, abogadas y administrativas para que las mujeres, y sus hijas e hijos, si los tienen, no solo vivan en este centro madrile?o durante ese tiempo, sino que puedan marcharse con las herramientas necesarias para recuperar una vida que solo sea suya, independiente, aut¨®noma y alejada de la violencia. La continuidad de ese recurso, dice ahora su fundadora, Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo, ¡°est¨¢ en peligro¡± por el retraso de la financiaci¨®n p¨²blica que reciben anualmente y ¡°los recortes que se vienen dando¡± desde hace unos a?os.

P¨¦rez del Campo, a punto de cumplir 86 a?os y 31 al frente de esa casa, la m¨¢s antigua de Espa?a, asegura que profesionales y proveedores est¨¢n sin cobrar: ¡°Somos 23 trabajadoras, no se ha pagado la n¨®mina de febrero ni marzo. Y proveedores y servicios de mantenimiento del centro no se han pagado desde el 1 de enero¡±. La Federaci¨®n Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, que es la creadora de esa casa y que ella preside, otorga la responsabilidad de la situaci¨®n al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El ministerio, que reconoce el retraso en el ingreso de las subvenciones este a?o ¡ªno solo con este recurso, sino con todas las entidades que han solicitado subvenciones para este a?o¡ª, alega, sin embargo que el grueso de la financiaci¨®n ya no es su competencia, sino de las comunidades aut¨®nomas correspondientes.

Un peque?o rebobinado para entender qu¨¦ ha ocurrido. Esa casa fue creada por la Federaci¨®n con presupuesto del entonces Ministerio de Asuntos Sociales ¡ªque se hizo cargo del desembolso total de su construcci¨®n, unos 300 millones de pesetas, algo m¨¢s de 1,8 millones de euros¡ª, y desde entonces la pr¨¢ctica totalidad de su mantenimiento es con recursos p¨²blicos, sobre todo de ese ministerio, el que se encarg¨® de su construcci¨®n.

En los ¨²ltimos a?os, dice P¨¦rez del Campo, ¡°esa cantidad ha ido menguando¡±, a pesar de que desde el principio se estim¨® que un funcionamiento ¡°¨®ptimo, correcto¡± de ese proyecto necesitar¨ªa unos 900.000 euros anuales. ?Donativos? De vez en cuando, a veces de empresas que quieren colaborar; Ikea, por ejemplo, ha renovado recientemente el mobiliario de parte de la casa. Pero, en general, las cantidades son peque?as: ¡°La percepci¨®n por donativos en este ¨²ltimo a?o ascendi¨® a 5.000 euros. Y la cantidad m¨¢s elevada recibida a lo largo de los 30 a?os de funcionamiento del centro fue en 2017, de 50.000 euros, concedidos por Avon, que se destinaron al cambio de ascensor, y a habilitar una habitaci¨®n sanitaria para aquellas mujeres que pueden llegar con alguna minusval¨ªa o lesi¨®n que lo precise. Todo ello documentado a?o por a?o, cantidad por cantidad, justificado ante la Administraci¨®n¡±.

Seg¨²n los datos disponibles en Hacienda, la federaci¨®n tiene tres ingresos. La mayor parte es de Derechos Sociales, la correspondiente a las subvenciones para la realizaci¨®n de actividades de inter¨¦s general con cargo a la asignaci¨®n tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas; otra del Ministerio de Igualdad a trav¨¦s del Instituto de las Mujeres, por las que destinan a apoyar al movimiento asociativo y fundacional de ¨¢mbito estatal y que supone la menor parte; y una tercera de la Comunidad de Madrid, de las entregadas a entidades del Tercer Sector y a Cruz Roja Espa?ola para la realizaci¨®n de programas de inter¨¦s general con cargo a la asignaci¨®n tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas.

Seg¨²n esas cifras, la federaci¨®n recibi¨® de Derechos Sociales, para 2019, 779.375,11 euros; para 2020, 734.000; y para 2021, 660.600. Del Instituto de las Mujeres recibe cada a?o alrededor de 30.000 euros. Y de la Comunidad de Madrid, para 2019 obtuvo 73.389,93 euros; para 2020, 184.103,70 euros; y para 2021, 73.143,61 euros.

La sentencia del Tribunal Constitucional, el origen

El problema llega en 2022. A 29 de marzo, tienen ya la subvenci¨®n de la Comunidad de Madrid (66.117,35 euros) y la del Instituto de las Mujeres (29.206,09 euros), pero no la del ministerio. Es en ese retraso donde est¨¢ el fondo de la cuesti¨®n, porque se debe a un cambio de normativa por una sentencia del Tribunal Constitucional (TC), de hace cinco a?os, que todav¨ªa no se hab¨ªa llevado a la pr¨¢ctica y que supone una reducci¨®n de la cantidad que el ministerio entregar¨¢ a esta y al resto de organizaciones que han presentado solicitudes. En el caso de esta federaci¨®n, previsiblemente menos de la mitad (la resoluci¨®n a¨²n no es definitiva), 260.641,27 euros.

?Por qu¨¦? Un portavoz de ese ministerio explica que se ¡°firm¨® en 2021 un acuerdo con las comunidades aut¨®nomas y la Plataforma del Tercer Sector para dar cumplimiento a la sentencia del TC, que en el a?o 2017 resolvi¨® que el Estado no tiene competencias para financiar atenci¨®n social directa en el reparto del 0,7¡å, es decir, las subvenciones que ven¨ªa dando Derechos Sociales, y s¨ª para asuntos como ¡°investigaci¨®n o internacionalizaci¨®n de entidades¡±. Adem¨¢s, se aprob¨® que a las autonom¨ªas, que son las administraciones que tienen la competencia ejecutiva y, por lo tanto, la de repartir los fondos de esas subvenciones, ¡°les corresponde un 80% de estos fondos, y al Estado un 20%¡±.

Llegar a ese acuerdo fue lo que ¡°prolong¨® los plazos con respecto a a?os anteriores¡±, a?ade. La convocatoria sali¨® en octubre y las solicitudes pod¨ªan presentarse hasta el 12 de noviembre del a?o pasado. De ah¨ª que est¨¦ acabando marzo y el dinero no haya llegado, aunque lo har¨¢, seg¨²n ese mismo portavoz, ¡°seguramente en la primera quincena de abril¡±.

En esa situaci¨®n, la del retraso ¡ªy la de la reducci¨®n de la financiaci¨®n, cuando les corresponda seg¨²n los proyectos que hayan presentado¡ª, se encuentran todas las entidades que han solicitado subvenci¨®n para este a?o, desde la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos a la Fundaci¨®n Aula Dental, pero no en todas puede tener la misma repercusi¨®n. ¡°Para este recurso¡±, dice Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo, ¡°significa ya no solo que todas las trabajadoras y proveedores est¨¢n sin cobrar, sino que las mujeres y sus hijos tendr¨ªan que irse a la calle, la gravedad, obviamente, no es la misma para todas las organizaciones¡±.

Una soluci¨®n complicada

Con ese contexto, la soluci¨®n no parece f¨¢cil. Seg¨²n el ministerio, ¡°todas las organizaciones saben desde hace tiempo que iban a recibir un importe menor porque hab¨ªa que solucionar esta imposibilidad jur¨ªdica que exist¨ªa¡± y que ¡°deber¨ªan ser las comunidades las que subvencionen directamente a las entidades en lo que se refiere a la atenci¨®n social directa¡±. Seg¨²n P¨¦rez del Campo, esa anotaci¨®n sobre el nuevo reparto de fondos llevaba apareciendo en las bases desde 2018 ¡°pero nunca se hab¨ªa aplicado¡±.

El portavoz de Derechos Sociales asegura que, por ese motivo, ¡°se han mantenido muchas reuniones¡±, que ¡°todo se ha publicado en la web, con circulares aclaratorias¡±, que ¡°incluso se han habilitado tel¨¦fonos informativos¡±, que ¡°se realiz¨® una reuni¨®n abierta por streaming para informar sobre los cambios, en la que participaron todas las entidades que quisieron, porque no hab¨ªa l¨ªmite de asistencia¡± y que ¡°el Ministerio de Igualdad propuso en noviembre de 2021, en la renovaci¨®n del Pacto de Estado Contra la Violencia de G¨¦nero, que las entidades feministas con atenci¨®n a v¨ªctimas reciban un porcentaje de los fondos del Pacto¡± y por eso, en la ¨²ltima conferencia sectorial de Igualdad, ¡°se aprob¨® que las autonom¨ªas deber¨¢n financiar con los fondos del Pacto a esas entidades¡± y ¡°tambi¨¦n desde la Delegaci¨®n del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero se destinar¨¢n fondos para las entidades que trabajan enfocadas a la sensibilizaci¨®n¡±.

P¨¦rez del Campo insiste, sin embargo, en que de ¡°forma oficial¡± a la federaci¨®n no se le ha comunicado nada y que, por ese motivo, ellas solicitaron la mayor parte del importe que necesitan para funcionar al ministerio, ¡°como siempre¡±; e igualmente a la Comunidad de Madrid, que ya le ha ingresado lo que solicit¨®. En 2021, el total de gasto ¡°para el desarrollo del programa y sostenimiento del propio centro ascendi¨® a la cantidad de 872.000¡å, cifra. Lejos de los alrededor de 330.000 euros con los que, por el momento, cuentan para este a?o.

¡°Eso puede durar dos, tres meses, ?luego qu¨¦? ?Tenemos que cerrar el centro? Har¨¦ lo imposible porque eso no pase, pero podr¨ªa ocurrir¡±, dice ella, que muestra impresos y cuenta los ¡°numerosos emails y llamadas telef¨®nicas¡± para intentar reunirse con la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Derechos Sociales, Ione Belarra: ¡°Ninguna de las dos me ha recibido¡±.

La cuesti¨®n, ahora, es qu¨¦ va a suceder con ese centro, pionero en Espa?a, declarado de utilidad p¨²blica el 26 de mayo de 2011 por el Ministerio del Interior, por el que han pasado delegaciones de medio mundo ¡ªlas ministras de Igualdad de Portugal y Austria, Naciones Unidas, universidades, el Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero, la Comisi¨®n de Igualdad de la Uni¨®n Europea, gobiernos de ?frica, Latinoam¨¦rica, Estados Unidos y Asia, entre otras¡ª, para conocer su funcionamiento y su programa.

Hasta diciembre de 2021, han atendido a 727 mujeres y 817 ni?os con una tasa de recuperaci¨®n del 71%, seg¨²n los datos estad¨ªsticos de la federaci¨®n. ¡°Mujeres que salieron del centro tras pasar meses recuper¨¢ndose emocional y psicol¨®gicamente, con sus hijos, formadas y con recursos para comenzar otra vida y que pudieron hacerlo. Y eso podr¨ªa dejar de ocurrir¡±.