El debate sobre si las bajas por los dolores menstruales benefician o perjudican a las mujeres
El borrador de la nueva legislaci¨®n incluye permisos por efectos de la regla que sean incapacitantes
Paloma Delgado dice que ¡°por fin¡± ya no parecer¨¢ ¡°una loca¡± cuando la regla la deja doblada, m¨¢s o menos un d¨ªa al mes, y tiene que avisar en el trabajo: ¡°Literalmente, no puedo ponerme recta. Les digo siempre lo mismo, que si quieren que vaya tengo que ir reptando por el suelo¡±. La ¨²ltima vez fue hace no muchos d¨ªas y lleva as¨ª desde que ten¨ªa 16 a?os, hace 20:
¡°Nadie que no pase por lo mismo sabe lo que es que cada mes pierdas un d¨ªa de tu vida por el dolor y otros tres o cuatro renqueando¡±. La mitad de la poblaci¨®n, las mujeres, tienen la menstruaci¨®n m¨¢s o menos cada mes durante aproximadamente 40 a?os de su vida. Muchas con molestias, muchas con dolor. No se conoce exactamente cu¨¢ntas, pero se calcula que alrededor de un 15% llegan a sentir un dolor incapacitante en alguna fase de su periodo, sobre todo en los primeros a?os y antes de la maternidad. Paloma pertenece a ese ¨²ltimo porcentaje, tiene endometriosis ¡ªcuando el endometrio, el tejido que recubre el interior del ¨²tero, crece fuera de ¨¦l¡ª, y asegura que ¡°ver que una ley podr¨ªa reconocer este infierno¡± la lleva a pensar ¡°c¨®mo a nadie se le ha ocurrido hacerlo antes¡±.
Esta mujer de 36 a?os se refiere al borrador de la ley del aborto que maneja el Ministerio de Igualdad y que ir¨¢ al Consejo de Ministros el pr¨®ximo martes. Sin ser definitivo, con varias cuestiones a¨²n en debate con otros ministerios, en ese documento al que el mi¨¦rcoles tuvo acceso este peri¨®dico aparece por primera vez la palabra menstruaci¨®n recogida como parte del derecho a la salud de las mujeres. En ¨¦l se reconoce y se ampara la incapacidad que supone el dolor de la regla para algunas, y propone bajas laborales para ellas, para las que lo necesiten, bajo supervisi¨®n y control m¨¦dico.
La menci¨®n en el articulado de ese borrador a esos permisos temporales por la menstruaci¨®n, que ni siquiera son definitivos tal y como est¨¢n especificados en el texto, han abierto ya un debate. No solo dentro del Gobierno, con ministerios con posturas enfrentadas, sino tambi¨¦n en el sector empresarial. Por un lado, est¨¢n quienes piensan que reconocer esta diferencia en la salud de las mujeres puede suponer un obst¨¢culo para su empleabilidad; es decir, que las empresas tuvieran esto en cuenta a la hora de contratarlas y resultara perjudicial para ellas. Por otro, est¨¢n quienes consideran que es positivo, que protege a las mujeres, y que el reconocimiento de esta diferencia supone un paso m¨¢s para alcanzar una igualdad de facto.
Tampoco entre los sindicatos esta es una propuesta que convence por igual a todos. Cristina Anto?anzas, vicesecretaria general de UGT, opina: [medidas como esta] ¡°Vuelven a poner el foco sobre las mujeres en una cuesti¨®n que nos diferencia de los hombres¡±. Y denuncia que, de salir adelante, podr¨ªa suponer ¡°un nuevo freno¡± para obtener un empleo. ¡°Estamos errando el tiro, lo que debemos abordar es que la sanidad de nuestro pa¨ªs tenga perspectiva de g¨¦nero. Que los dolores de la regla, si resultan incapacitantes, se valoren de la misma forma que otro tipo de circunstancias y enfermedades, sin necesidad de hacer distinciones entre g¨¦neros¡±, sugiere.
Por el contrario, Carolina Vidal, secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CC OO, ve positiva la propuesta del Gobierno, ya que considera que ¡°la salud laboral de las mujeres no es la misma que la de los hombres¡±, en l¨ªnea con las declaraciones que la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, hizo el jueves. Adem¨¢s, recalca que el objetivo de medidas como esta es el de ¡°luchar contra las actitudes machistas que estigmatizan a las mujeres¡±, algo que, advierte, no es incompatible con que se generen ¡°derechos que las protejan¡±.
La Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), el ¨®rgano de representaci¨®n de la patronal, evita pronunciarse acerca del borrador del Gobierno, ya que, asegura (como los sindicatos) no haber recibido ning¨²n documento al respecto y, por tanto, desconoce los detalles de su aplicaci¨®n.
Sin saber c¨®mo quedar¨¢n definitivamente esos detalles tras su paso por el Consejo de Ministros del pr¨®ximo martes, desde el ¨¢mbito m¨¦dico, Elisa Llurba, directora del Servicio de Ginecolog¨ªa y Obstetricia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, ve ¡°necesario¡± que la norma contemple estas bajas. ¡°Al final es una enfermedad como otra cualquiera. Si tienes momentos en los que est¨¢s peor, tienes derecho a una baja si el dolor te imposibilita el trabajo. El problema es que siempre se ha pensado que es un dolor que tienes que pasar y te tienes que aguantar porque es un dolor de mujeres¡±, expone.
Si llegan a aprobarse las bajas, Espa?a se convertir¨ªa en el primer pa¨ªs europeo en hacerlo. Italia lo discuti¨® en el Parlamento, pero no lleg¨® a regularlo. La mayor¨ªa de precedentes para estas normas est¨¢n en Asia, un continente que, en general, no destaca por la perspectiva de g¨¦nero en su legislaci¨®n o su pol¨ªtica.
Desde 1947, Jap¨®n permite a las mujeres no trabajar durante sus d¨ªas de periodo si estos le imposibilitan para realizar su labor. En Corea del Sur tambi¨¦n pueden pedir d¨ªas de baja por menstruaci¨®n, con la diferencia que las que no lo hacen reciben una retribuci¨®n extra. En Indonesia hay dos d¨ªas mensuales y Taiw¨¢n reconoce tres d¨ªas, pero al a?o. En ?frica hay al menos un pa¨ªs que recoge el derecho de un d¨ªa mensual: Zambia, desde 2015.
Lo m¨¢s parecido que se ha regulado en Espa?a es a nivel municipal. Dos ayuntamientos, el de Girona y el de Castell¨®n, permiten a sus funcionarias un permiso menstrual, para que puedan ausentarse unas horas semanales. Pero son horas de trabajo que tienen que recuperar con posterioridad a lo largo del siguiente a?o. En el caso de este borrador, la propuesta de Igualdad es que sean equiparables a las incapacidades temporales que supone un embarazo de riesgo.
No para todas supondr¨¢ lo mismo. A Paloma la regla la incapacita un solo d¨ªa. A Sonia Ruiz, algo m¨¢s de dos. ¡°Si no es no poder hacer nada pasarte gran parte del d¨ªa sentada en el ba?o con un cubo delante porque nunca s¨¦ por d¨®nde va a salir la cosa, que me lo cuenten¡±. Carmen, adem¨¢s de c¨®licos, habitualmente sufre calambres y ¡°alguna vez, fiebre¡±. Y Esther la pasa sin pr¨¢cticamente enterarse ¡°m¨¢s all¨¢ de un paracetamol alguna vez¡±. Mujeres con 36, 39, 21 y 43 a?os.
Fen¨®meno poco estudiado
Sin embargo, y a pesar de que la mitad de la poblaci¨®n tiene la regla durante buena parte de su vida, es un fen¨®meno muy poco estudiado. En un reportaje en este peri¨®dico, Jerilynn Prior, directora del Centro para la Investigaci¨®n del Ciclo Menstrual y la Ovulaci¨®n de Vancouver (Cemcor, por su acr¨®nimo en ingl¨¦s), el ¨²nico especializado en esta materia en el mundo, reconoc¨ªa que falta conocimiento incluso para saber qu¨¦ es una ¡°regla normal¡±.
Por eso tampoco hay cifras muy precisas de a cu¨¢ntas mujeres afectan los dolores y en qu¨¦ medida son incapacitantes. El borrador de Igualdad tambi¨¦n hace referencia a esto, incluyendo en un art¨ªculo la investigaci¨®n, recopilaci¨®n y producci¨®n de datos de varias cuestiones, entre ellas, la salud menstrual. Txanton Mart¨ªnez-Astorquiza, presidente de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (SEGO), asegura que se calcula que entre un 25% y un 50% sufre dolores a lo largo del ciclo, que pueden llegar a ser muy fuertes en un 10% o 15% de los casos, aunque reconoce que son cifras con poca evidencia.
¡°A menudo no se sabe la causa de estos dolores; en otras hay diagn¨®sticos detr¨¢s, como miomas, quistes, adenomiosis o endometriosis¡±, se?ala Mart¨ªnez-Astorquiza. ¡°Las molestias var¨ªan mucho; a algunas mujeres les deja en la cama y otras lo pueden resolver r¨¢pidamente con analgesia. Para las que lo necesiten, las bajas son muy oportunas, pero deben estudiarse caso a caso para determinar los d¨ªas recomendables en cada mujer: en muchas puede ser solo uno, y en otras puede llegar a tres, o a todo el ciclo menstrual¡±, a?ade.
Quedan ahora varios d¨ªas para terminar de rematar esos flecos, concretar c¨®mo se materializar¨¢ y se pondr¨¢ en pr¨¢ctica esta parte de la propuesta de Igualdad. Y eso depender¨¢ de las negociaciones entre ministerios, que estar¨¢n abiertas hasta el martes.
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