Por qu¨¦ quienes violan en grupo son hombres j¨®venes
En Espa?a, la costa sudeste es la zona que m¨¢s agresiones sexuales concentra. La edad media de los varones que cometen este delito entre varios es de 25 a?os
En junio de 2016, Antonio Manuel Guerrero, Jos¨¦ ?ngel Prenda, ?ngel Boza, Alfonso Jes¨²s Cabezuelo y Jes¨²s Escudero estaban preparando el verano. ¡°Dos semanas de locura y desenfreno¡±, defini¨® Cabezuelo en uno de los grupos de WhatsApp que ten¨ªan. Solo en uno estaban los cinco, y no era el que ten¨ªa por nombre La Manada: se llamaba Veranito. Boza, el ¨²ltimo en llegar, a¨²n no hab¨ªa hecho m¨¦ritos para estar dentro del principal. Las vacaciones que estaban a punto de empezar, le dijo...
En junio de 2016, Antonio Manuel Guerrero, Jos¨¦ ?ngel Prenda, ?ngel Boza, Alfonso Jes¨²s Cabezuelo y Jes¨²s Escudero estaban preparando el verano. ¡°Dos semanas de locura y desenfreno¡±, defini¨® Cabezuelo en uno de los grupos de WhatsApp que ten¨ªan. Solo en uno estaban los cinco, y no era el que ten¨ªa por nombre La Manada: se llamaba Veranito. Boza, el ¨²ltimo en llegar, a¨²n no hab¨ªa hecho m¨¦ritos para estar dentro del principal. Las vacaciones que estaban a punto de empezar, le dijo Guerrero, eran ¡°la prueba de fuego para ser un lobo¡±. Ser un lobo implicaba drogas y alcohol. Y tambi¨¦n la idea de violar, en grupo. O eso fue de lo que hablaron durante semanas entre ellos y con otros amigos, en esos y en otro grupo en el que organizaban un viaje a C¨¢diz despu¨¦s de pasar por Barcelona, San Sebasti¨¢n y Pamplona. Ten¨ªan entonces entre 24 y 27 a?os.
Esa breve reconstrucci¨®n de lo que supusieron los d¨ªas previos a la madrugada del 7 de julio de aquel a?o ¡ªla noche en la que violaron de forma continuada a una mujer de 18 a?os en un cuarto de luces de apenas tres metros cuadrados de un portal del centro de Pamplona por lo que el Tribunal Supremo los conden¨® a 15 a?os de c¨¢rcel¡ª encaja en la radiograf¨ªa que, con los datos que existen, puede hacerse de ese delito y de quienes lo cometen: ambientes de ocio, sobre todo en fines de semana, zonas de costa o fiestas populares, periodo estival y nocturno, una franja de edad media de 25 a?os con tendencia a ir bajando, premeditaci¨®n, tel¨¦fonos m¨®viles y banalizaci¨®n de la violencia. Y encierra una de las claves de la violaci¨®n m¨²ltiple: por qu¨¦ lo hacen en grupo y por qu¨¦ son casi siempre tan j¨®venes.
Ambas cuestiones est¨¢n relacionadas. Seg¨²n Miguel Lorente, m¨¦dico forense y exdelegado del Gobierno contra la violencia de g¨¦nero, el problema no est¨¢ en los elementos circunstanciales ¡°o facilitadores¡± ¡ªcomo la pornograf¨ªa¡ª, sino en la identidad construida sobre los referentes de siempre: ¡°La violencia sexual es una conducta que satisface necesidades no sexuales: no es sexo, es poder. No es alguien que lo necesite porque le explotan las ves¨ªculas seminales, a veces tienen parejas, y la violaci¨®n sacia las fantas¨ªas de aquello que no hacen en sus relaciones normales¡±.
En las ¨²ltimas semanas, se han denunciado cuatro violaciones grupales. Una, en M¨¢laga. Durante la madrugada del 9 al 10 de mayo, una mujer de 30 a?os denunci¨® a tres hombres. Ten¨ªan 19, 30 y 31 a?os. Est¨¢n en libertad, pero ¡°la causa sigue su curso y los tres hombres mantienen la condici¨®n de investigados¡±, subrayan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. Despu¨¦s, ocurri¨® en Burjassot (Valencia), una semana m¨¢s tarde. Las presuntas v¨ªctimas, dos menores de 12 y 13 a?os; los presuntos agresores, cinco adolescentes de entre 15 y 17. Est¨¢n en libertad con vigilancia y con orden de alejamiento. El caso se lleva con extrema cautela.
Una tercera, la madrugada del viernes al s¨¢bado 21 de mayo, durante las fiestas de Sant Pasqual, patr¨®n de Vila-real, tambi¨¦n en Valencia. Una joven de 18 a?os denunci¨® ante la polic¨ªa la violaci¨®n m¨²ltiple, y 48 horas despu¨¦s, la Polic¨ªa Nacional detuvo a tres menores de entre 14 y 18 a?os. Est¨¢n en libertad con orden de alejamiento y prohibici¨®n de acercarse a la v¨ªctima, y hay un cuarto identificado, inimputable penalmente, por tener menos de 14 a?os. Y la ¨²ltima, la noche del s¨¢bado al domingo 22 de mayo. Tres hombres fueron detenidos por la Guardia Civil despu¨¦s de que una mujer de 30 a?os denunciase una violaci¨®n grupal en una playa de San Juan de los Terreros, en Almer¨ªa. Ellos tienen entre 18 y 21 a?os. La investigaci¨®n sigue abierta.
El fin de fiesta
La agresi¨®n no cubre una carencia, es ¡°diversi¨®n¡±, concluye Mar¨ªa Acale, catedr¨¢tica de Derecho Penal y una de las expertas detr¨¢s de la reci¨¦n aprobada ley de Libertad Sexual, despu¨¦s de leer muchas sentencias: ¡°Est¨¢n relacionadas con los j¨®venes y el fin de fiesta. No persiguen tener sexo, sino sexo no consentido¡±. Eso, a?ade Lorente, est¨¢ ¡°muy enraizado con el comportamiento violento de los hombres¡±.
En Espa?a, el ¨²ltimo informe de delitos sexuales del Ministerio del Interior refleja que las agresiones m¨²ltiples han ido aumentando desde 2016. Sin contar 2020 ¡ªsesgado por la pandemia, y a¨²n as¨ª con datos muy parecidos a los del a?o anterior¡ª, los abusos en grupo con y sin penetraci¨®n y las agresiones sin ella han ido creciendo. Las agresiones con penetraci¨®n tienen sin embargo un componente menos lineal, entre 2016 y 2019 se produjeron 108, 81, 114 y 99 respectivamente.
La voluntad de conseguir sus deseos est¨¢ por encima del da?o que pueden producirMiguel Lorente, exdelegando del Gobierno contra la violencia de g¨¦nero y m¨¦dico forense
Detr¨¢s de todos esos n¨²meros hay hombres, muy j¨®venes, con ideas sobre el sexo construidas como arma de poder. En 2015, la psic¨®loga e investigadora Sarah Edwards hizo un experimento en Estados Unidos. Pregunt¨® a estudiantes universitarios si tendr¨ªan una relaci¨®n forzada con la chica que m¨¢s les gustaba del campus si les garantizaran que no iban a ser descubiertos. El 31,7% contest¨® que s¨ª. ¡°La voluntad de conseguir sus deseos est¨¢ por encima del da?o que pueden producir¡±, anota el m¨¦dico forense.
Los t¨®picos tradicionales sobre los roles de g¨¦nero son a la vez parte, causa y s¨ªntoma de lo que lleva a esos comportamientos, una estructura desigual donde arriba est¨¢n los deseos de los hombres y debajo, los de las mujeres. En el CIS de julio de 2017, sobre la percepci¨®n social de la violencia sexual, un 16,4% de los encuestados respondi¨® que el alcohol es a menudo el causante de que un hombre viole; casi cuatro de cada 10 estaban de acuerdo con que si una mujer no tiene intenci¨®n de tener relaciones sexuales con un hombre no deber¨ªa coquetear con ¨¦l. Y a la pregunta de por qu¨¦ cre¨ªan que un hombre agrede a una mujer, el 16,1% contest¨® que buscan controlarlas, el 14,3% que no aceptan el rechazo y el 10,3% que no pueden controlar sus impulsos sexuales.
La colisi¨®n de una generaci¨®n a distintas velocidades
Todo lo anterior ¡°est¨¢ en la base de las relaciones sexuales¡±, y la adolescencia ¡°es como las poblaciones de frontera, donde m¨¢s colisionan los dos elementos identitarios de un lado y otro¡±. Lorente usa la analog¨ªa para explicar que, ¡°a la hora de un nuevo escenario, en el afecto y el deseo es donde m¨¢s conflicto se produce, porque es donde menos experiencia se tiene¡±. A la vez, es la edad donde ¡°m¨¢s rechazo a los roles tradicionales existe¡± por el lado de ellas y desde donde se vive con ¡°m¨¢s sorpresa¡± por parte de ellos. Chocan: ¡°Ellos todav¨ªa no han hecho ese proceso cr¨ªtico reflexivo y se dan cuenta de que han perdido el control sobre el sexo y la sexualidad¡±.
Graciela Atencio, una de las fundadoras y directora de Feminicidio.net, la organizaci¨®n que empez¨® a contar ¡ªantes de que lo hiciera el Ministerio del Interior¡ª las violaciones m¨²ltiples, dice que se trata de ¡°la reacci¨®n a nivel masivo y desde el imaginario patriarcal ante el avance de los derechos¡±. Ya no funciona aquello de ¡°las mujeres dicen no cuando quieren decir s¨ª¡±.
La ¨²ltima memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado, de 2021, advierte de ¡°un incremento de la violencia entre los menores que ya desarrollan conductas de dominio y control en sus tempranas relaciones afectivas o experiencias sexuales, y que requieren un abordaje educativo¡±. El machismo, como origen de la violencia, y la educaci¨®n, como eje para solucionarla, son cuestiones que se repiten de forma insistente y sobre las que, hasta ahora, a¨²n no se ha actuado firmemente.
Tanto la reforma de la ley del aborto ¡ªque est¨¢ en tr¨¢mites legislativos¡ª, como la ley del solo s¨ª es s¨ª ¡ªaprobada en el Congreso este jueves¡ª, incluyen la educaci¨®n afectivo sexual obligatoria en todas las etapas educativas.
Mientras entran en vigor, sigue avanzando el movimiento feminista, ocupado pr¨¢cticamente en su totalidad por ellas; y la reacci¨®n a esa progresiva conciencia igualitaria y la adquisici¨®n de derechos. No solo por parte de un porcentaje amplio de adolescentes ¡ªuno de cada cinco hombres j¨®venes en Espa?a cree que no existe la violencia machista, seg¨²n el bar¨®metro sobre juventud y g¨¦nero de la Fundaci¨®n Fad Juventud¡ª, sino de dirigentes pol¨ªticos de la derecha y la ultraderecha.
Durante el cierre del Congreso del Partido Popular, la semana pasada, la presidenta madrile?a Isabel D¨ªaz Ayuso aludi¨® as¨ª a Irene Montero, la ministra de Igualdad, y a la legislaci¨®n que iba a aprobarse solo cinco d¨ªas despu¨¦s, la ley de Garant¨ªa Integral de Libertad Sexual: ¡°Su forma de ver la vida, propia de malcriadas que aspiran a llegar solas y borrachas, desprovistas de responsabilidades ni siquiera ante sus peores decisiones, nos abochorna a la mayor¨ªa de las mujeres que trabajamos todos los d¨ªas por sacar adelante a nuestro pa¨ªs¡±.
Esa idea, que las mujeres tengan libertad, derecho a ocupar el espacio p¨²blico y de ocio de la forma que quieran, y como siempre lo han hecho los hombres, sin necesitar su compa?¨ªa ni su visto bueno, ha roto la construcci¨®n cultural, seg¨²n los especialistas. El exdelegado del Gobierno puntualiza que ¡°el empoderamiento de ellas se percibe como un ataque, y el poder que ejercen a trav¨¦s de la sexualizaci¨®n lo intensifica¡±. Graciela Atencio cree que eso y la aprobaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª va a ¡°provocar, probablemente, una mayor visibilizaci¨®n y, por lo tanto, denuncias y detecci¨®n del problema¡±. Uno que ha ido mutando en algunos elementos en los ¨²ltimos a?os.
Por un lado, la franja de edad se ha reducido sensiblemente en los ¨²ltimos a?os. Por otro, la intencionalidad, las redes sociales y los m¨®viles han ido aumentando su protagonismo en alg¨²n punto, ya sea para contactar con la v¨ªctima, para ejecutar el delito, para compartir el plan, o el resultado. La catedr¨¢tica de Derecho Penal Mar¨ªa Acale explica que lo hacen ¡°como una haza?a¡±; para ellos ¡°es un acto de orgullo¡±. Y recuerda que esto supone ¡°el menoscabo, a¨²n mayor, de la dignidad de la v¨ªctima¡±.
La cuesti¨®n es que la conciencia y la percepci¨®n de que se est¨¢ ejerciendo esa violencia se ha disipado en cierta forma. Atencio cuenta que los expertos con los que tratan les explican que ¡°los chavales no saben que eso es violencia sexual, no la identifican como tal¡±. En los casos en los que los agresores no llegan ni a la veintena, ¡°no estamos hablando de personas maduras, est¨¢n en pleno proceso de formaci¨®n, de adquisici¨®n de conocimientos y criterio¡±.
La omnipotencia que se desvanece
Con todos los matices, no solo a trav¨¦s de la evoluci¨®n en el tiempo de este delito, sino en la singularidad de cada caso, las expertas afirman que hay algo que no ha cambiado: la manifestaci¨®n de poder y la cohesi¨®n grupal que supone una violaci¨®n m¨²ltiple.
Atencio lo llama ¡°la reafirmaci¨®n de la masculinidad hegem¨®nica dentro del patriarcado¡±. ¡°El refuerzo de la identificaci¨®n con el grupo¡±, al que hace referencia Miguel Lorente. ¡°La fratr¨ªa en la que todos se reconocen como portadores de una virilidad que ha sido cuestionada por los avances feministas¡±, de la que habla la profesora de Sociolog¨ªa de la Universidad de A Coru?a Rosa Cobo. Eso, dice la te¨®rica feminista, es ¡°un acto que les devuelve la imagen de la omnipotencia, es un mensaje de inferioridad y de que el espacio p¨²blico no es de las mujeres, sino que pertenece a los hombres¡±.
La reacci¨®n a ese nuevo escenario social puede estar relacionada con un cambio que apunta el forense: antes, las violaciones grupales eran m¨¢s bien ¡°producto de la ocasi¨®n, de la oportunidad¡±, mientras que ahora se debe m¨¢s a una previsi¨®n.
¡°Salen a buscar esas circunstancias, hacerlo les da ciertas percepciones positivas¡±. No solo el reconocimiento interno del propio grupo que lo perpetra, sino ¡°el externo de quienes no participan¡±. Por eso, coinciden tanto Lorente como Mar¨ªa Acale, ¡°lo comparten¡±. Al actuar juntos, adem¨¢s, ¡°se diluye la responsabilidad¡±, dice el experto. ¡°A pesar de que penalmente sea un agravante¡±, a?ade la catedr¨¢tica.
¡°El audio del entrenador del Rayo¡±, lanza el exdelegado del Gobierno. Se refiere al que envi¨® hace cuatro a?os Carlos Santiso, el entrenador del Rayo Vallecano femenino, a un grupo en el que estaba con su cuerpo t¨¦cnico cuando era preparador de infantiles de ese mismo club. Ten¨ªa entonces 27 a?os. Era este:
¨D?Qu¨¦ pasa, equipo! Dos cosas: espectacular la primera parte [¡] y luego la otra es que este staff, ?lvaro, estoy contigo en que es incre¨ªble pero nos faltan cosas, nos falta, sigo dici¨¦ndolo, hacer una pues como los de la Arandina t¨ªo, nos falta ir y que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y carg¨¢rnosla ah¨ª todos juntos. Eso es lo que une realmente a un staff y a un equipo. Mira a los del Arandina, iban directos al ascenso. Venga chavales, buen domingo.
¡°Los de la Arandina¡± son Carlos Cuadrado, Lucho, V¨ªctor Rodr¨ªguez, Viti, y Ra¨²l Calvo. Tres jugadores de ese equipo de f¨²tbol burgal¨¦s que en noviembre de 2017 invitaron a una ni?a de 15 a?os a su casa en Aranda de Duero para mantener relaciones sexuales con ella. Una vez all¨ª, ella se neg¨® y ellos la forzaron. Ellos ten¨ªan entonces 24, 22 y 19 a?os. La sentencia inicial, de la Audiencia Provincial de Burgos en 2019, conden¨® a los tres j¨®venes a 38 a?os de prisi¨®n. En 2020, la Sala Civil-Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n absolvi¨® a uno de los condenados y rebaj¨® las penas hasta los cuatro y tres a?os de prisi¨®n para los otros dos al apreciar que no hubo agresi¨®n sino abusos y por ¡°la cercan¨ªa de edad y la proximidad en el grado de madurez con la menor¡±. Santiso sigue hoy entrenando al equipo femenino del Rayo.
En el audio de Santiso ¡°est¨¢ ese componente necesario de grupo¡±, apunta Lorente. Y en todo lo que lo rodea, la realidad a la que todav¨ªa hoy se enfrentan miles de mujeres en Espa?a. El a?o pasado se denunci¨® una violaci¨®n cada seis horas. Para Rosa Cobo, ¡°un imaginario sexual alimentado de im¨¢genes en las que los deseos masculinos se convierten en la norma y los de las mujeres son inexistentes¡±.
Con informaci¨®n de Mar¨ªa Fabra, Mar¨ªa Pitarch y Nacho S¨¢nchez.