Espa?a abre el debate legislativo para abolir la prostituci¨®n: un ataque por tres frentes

Clara Campoamor, como lo ha hecho tantas otras veces, volvi¨® a aparecer en el Congreso de los Diputados este martes. ¡°En enero de 1932, en esta misma C¨¢mara, se plante¨® la abolici¨®n de la prostituci¨®n, oradores de distintas ideolog¨ªas dijeron que la prostituci¨®n es incompatible con la dignidad humana y que supone una quiebra para la ¨¦tica de hombres y mujeres. La verdadera libertad est¨¢ en ser due?as, las ¨²nicas, de la propia vida¡±. As¨ª la recordaba Adriana Lastra, la vicesecretaria del PSOE y encargada de defender en el Parlamento la proposici¨®n de ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas. La C¨¢mara baja dio luz verde al inicio de ese camino, pero antes hubo debate, recriminaciones, choques y discursos cargados del trasfondo que supone esta cuesti¨®n, a la que jam¨¢s, ning¨²n partido, ha entrado realmente. Hasta ahora. Porque hasta ahora, la prostituci¨®n es alegal en Espa?a: ni est¨¢ prohibida, ni regulada.

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Adriana Lastra: "En una democracia las mujeres ni se compran ni se venden"

En esta legislatura, el Gobierno de coalici¨®n tiene en tr¨¢mite dos leyes integrales para abordar el proxenetismo, la trata con fines de explotaci¨®n sexual y, a¨²n con una encendida discusi¨®n de fondo, la prostituci¨®n. Una, la m¨¢s cerca de entrar en vigor, es la llamada ley del solo s¨ª es s¨ª ¡ªa la que solo le queda su paso por el Senado¡ª, que reconocer¨¢ a las v¨ªctimas de trata como v¨ªctimas de violencia machista y establecer¨¢ los servicios de asistencia integral como recursos espec¨ªficos para dar respuesta concreta a esta problem¨¢tica.

Otra, la Ley Integral contra la Trata ¡ªen manos del Ministerio de Justicia desde el pasado enero¡ª, que seg¨²n el Ministerio de Igualdad tendr¨¢ en el centro a las v¨ªctimas, sus circunstancias y sobre todo, contar¨¢ con las herramientas para protegerlas. Prevenci¨®n, persecuci¨®n del delito, protecci¨®n de las v¨ªctimas y su reparaci¨®n y reinserci¨®n, son los ejes sobre los que insisten a menudo desde el departamento de Irene Montero. ¡°Es hora de que el Estado asuma sus compromisos con los derechos humanos, cumpla con el principio de diligencia debida y proteja a todas las mujeres v¨ªctimas de trata y explotaci¨®n sexual, independientemente de su situaci¨®n administrativa¡±, aludi¨® la ministra hace un mes en una de las reuniones del Foro Social contra la Trata, sobre la situaci¨®n irregular de muchas de esas v¨ªctimas, procedentes de otros pa¨ªses.

Y a ambas, se suma ahora esa proposici¨®n de ley de los socialistas que propone perseguir penalmente el proxenetismo, a los prostituidores, a los due?os de los locales donde se da (la llamada tercer¨ªa locativa), y proteger a las v¨ªctimas con una reforma del C¨®digo Penal. El siguiente paso de esta normativa ser¨¢ la constituci¨®n de una ponencia para estudiar el texto ¡ªalgo para lo que no hay plazo estipulado y depender¨¢ de la voluntad de los partidos¡ª, y que cada grupo parlamentario presente sus enmiendas. De ah¨ª saldr¨¢ el texto que ir¨¢ de nuevo al pleno del Congreso.

El PSOE espera que eso ocurra antes de finales de a?o, pero es imposible saber qu¨¦ suceder¨¢ en los pr¨®ximos meses, sobre todo, porque esta propuesta ha vuelto a agudizar las diferencias que existen en el Parlamento no sobre el proxenetismo ni sobre la trata con fines de explotaci¨®n sexual, sino a cuenta de la prostituci¨®n.

Mientras que los dos grupos mayoritarios, PSOE y PP, coinciden en que el objetivo ¨²ltimo debe ser la abolici¨®n de la prostituci¨®n, Unidas Podemos se escinde en las distintas facciones que la componen. Hay quien se decanta por el abolicionismo, como se declara la parte de Gobierno, y quien opta por la regulaci¨®n ¡ªcomo se pudo comprobar este martes con el voto roto a la propuesta socialista¡ª. Es en esa ¨²ltima la idea, la regulaci¨®n, donde se aglutinan los grupos minoritarios que apoyaron la investidura del Gobierno de coalici¨®n y suma a Ciudadanos. Porque, defienden, hay que hacer una diferencia entre la explotaci¨®n sexual y las mujeres que ¡°ejercen libre y voluntariamente la prostituci¨®n¡±. Y as¨ª lo volvieron a argumentar este martes durante el debate Mireia Veh¨ª (CUP), Isabel Pozueta (EH Bildu), Agirretxea (PNV), o Sara Gim¨¦nez (Ciudadanos).

¡°No caben grises¡±

Para quienes trabajan d¨ªa a d¨ªa con mujeres prostituidas, con v¨ªctimas de trata con fines de explotaci¨®n sexual, y a veces con sus familias, ¡°no caben grises¡±. Al tel¨¦fono, lo dice Mabel Lozano, escritora y directora de cine que ha dedicado la mayor parte de su carrera a denunciar, documentar y luchar contra la trata. No se le escapa, y lo recuerda, que en casi medio siglo de democracia ning¨²n partido ha estado dispuesto realmente a acabar con ¡°una forma de violencia contra las mujeres que es indescriptible, que supone mirar y comerciar con ellas como con un trozo de carne¡±. El PSOE, dice, ¡°ha tenido legislaturas en solitario y no ha hecho nada¡±; ahora, a?ade, ¡°est¨¢ disparando lo m¨¢s grande, pero hace falta voluntad pol¨ªtica de todos los grupos y consenso para que realmente salga adelante¡±.

Con lo que recoge actualmente la legislaci¨®n espa?ola, a Lozano solo le sale una palabra: ¡°Impunidad. Existe una impunidad total y absoluta de los proxenetas¡±. Lastra, la vicesecretaria del PSOE, ha recordado durante la defensa de su propuesta que en Espa?a, ¡°uno de los pa¨ªses con m¨¢s prostituci¨®n de Europa, solo hubo una condena por proxeteneismo en 2021¡å.

En este momento, el C¨®digo Penal no castiga la prostituci¨®n ni tampoco el proxenetismo en todas sus formas, sino que exige que se haya llevado a cabo mediante la ¡°explotaci¨®n¡± de la persona prostituida. Esta definici¨®n, explica el texto socialista llevado este martes al Congreso coincidiendo con el argumento de Lozano, ¡°ha llevado a una total inaplicaci¨®n de este precepto y, en la pr¨¢ctica, a la impunidad total del proxenetismo¡±.

Tambi¨¦n la normativa vigente permite sancionar a los puteros. La Ley de Seguridad Ciudadana (la llamada ley mordaza), permite desde 2015 multar a los prostituidores, pero tambi¨¦n a las mujeres. Por lo que el PSOE quiere cambiar esa perspectiva y que sea el C¨®digo Penal quien castigue a los clientes y que no sea posible penalizarlas a ellas.

Herramientas y dotaci¨®n econ¨®mica

Pero para las expertas no son solo las condenas penales. Insiste Lozano e insiste tambi¨¦n Roc¨ªo Mora, abogada y directora de Apramp (la organizaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n a la Mujer Prostituida) que hacen falta dos cuestiones esenciales: herramientas y dinero.

¡°La propuesta del PSOE tiene vistas abolicionistas, pero para eso necesitan dinero, porque lo que importa en todo esto son las mujeres: qu¨¦ hacen despu¨¦s, qu¨¦ alternativas se les dan. Una reforma del C¨®digo Penal no necesita dinero, la reinserci¨®n real de esas mujeres, s¨ª¡±. Mora ahonda: ¡°Necesitamos herramientas para protegerlas en la pr¨¢ctica, en los procesos penales, alternativas para que no se vulneren todos y cada uno de sus derechos, que encuentren empleo, sacarlas de esa situaci¨®n. No queremos planes, queremos una ley que cubra de arriba a abajo a las mujeres, porque eso tambi¨¦n supone de entrada un posicionamiento brutal por parte del legislador¡±.

Ambas optan por que esos instrumentos que active el Estado pasen ¡°porque sean las ¨®ptimas para que todas las formas de proxenetismo sean localizadas¡±. ¡°Y no solo la tercer¨ªa locativa¡±, afina la directora de Apramp, porque cuando la prostituci¨®n ¡°se da en pisos particulares, no hay forma de adentrarse ah¨ª¡±. Cuando se habla de tercer¨ªa locativa, explica, se habla ¡°de los negocios abiertos que se ven, y cuando hablamos de todas las formas de proxenetismo, si penalizamos solo la locativa, esas redes se ir¨¢n a otros lugares y las llevar¨¢n de otra manera¡±.

La ley actual, coinciden ambas expertas, ¡°es laxa¡±. Tambi¨¦n ambas coinciden en que el llamado modelo n¨®rdico o modelo sueco es el m¨¢s ¨®ptimo. El enfocado a castigar al cliente como primer paso para acabar con las redes de prostituci¨®n y el proxenetismo. La idea es que si no hay demanda, no habr¨¢ oferta.

Suecia, Islandia, Irlanda del Norte, Noruega y Francia ya se han decantado por este modelo. Pero no es tan sencillo. En Francia, explica Lozano, ¡°ha fallado la dotaci¨®n econ¨®mica y est¨¢n viendo que as¨ª no puede funcionar la ley¡±. Pilar Calvo, de Junts per Catalunya, ha recordado el primer informe de evaluaci¨®n de la legislaci¨®n francesa durante el debate en el Pleno: ¡°Cinco a?os despu¨¦s, solo 161 mujeres han hecho el circuito social para dejar la prostituci¨®n¡±. En parte, afirma Lozano, es porque las leyes no solo ¡°deben ser papel e intenci¨®n pol¨ªtica, tienen que estar dotadas de dinero, de recursos¡±.

Al otro lado del modelo sueco, est¨¢ el modelo basado en la regulaci¨®n como forma de proteger a las mujeres ¡ªcomo ocurre en Holanda, Dinamarca o Alemania¡ª, que defiende que una ley enfocada a la abolici¨®n no acaba, en realidad, con la prostituci¨®n ni la explotaci¨®n, sino que la oculta, por lo que las mujeres v¨ªctimas de esas redes acaban en una situaci¨®n a¨²n m¨¢s peligrosa y vulnerable. En esa corriente, tambi¨¦n es insistente la idea de que el punitivismo no es la soluci¨®n. A esto se refiri¨® durante su intervenci¨®n la diputada de Podemos Sof¨ªa Casta?¨®n, que ped¨ªa que se retirara el art¨ªculo que a?ade la propuesta socialista para castigar al putero: ¡°Es la educaci¨®n, la concienciaci¨®n en la escuela y a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, porque [lo contrario], al final, podr¨ªa repercutir en las mujeres pudiendo ser estas v¨ªctimas de trata y sancionadas institucionalmente¡±.

Quienes optan por el abolicionismo, aseguran que no se puede desligar la prostituci¨®n de la trata. ¡°La explotaci¨®n sexual es el ¨²ltimo residuo del sistema esclavista¡±, afirm¨® Lastra en el Congreso. Seg¨²n cifr¨® la socialista, los datos del Ministerio de Interior estiman que hay alrededor de 45.000 mujeres explotadas sexualmente en Espa?a; la ONU y la Uni¨®n Europea calcula que el 80% de las v¨ªctimas de trata detectadas en Europa son mujeres y ni?as, y de ellas, el 95% son v¨ªctimas de esa explotaci¨®n sexual.

Mora, la directora de Apramp, afirma que incluso durante la pandemia, ¡°cuando todos est¨¢bamos en nuestras casas, estos se?ores [los prostituidores] se mov¨ªan como les daba la gana. Es hora de poner dificultades a aquellas personas que se beneficien de mujeres y ni?as enga?adas, violentadas, asesinadas, a veces violadas, con traumas de los que a veces no se pueden recuperar, traumas que muchas veces profesionales del propio equipo no pueden ni soportar¡±.

Mora lleva 26 a?os trabajando con estas mujeres, con un equipo de 80 personas donde la mitad son supervivientes de esta forma de violencia. ¡°Que Espa?a penalice todo aquello que pueda ser delito, que no sea un lugar f¨¢cil para ejercer esta violencia contra las mujeres¡±.

En este momento, contabiliza 59 las nacionalidades que atienden desde la organizaci¨®n. ¡°No quiero vivir en un pa¨ªs social, igualitario y democr¨¢tico, donde las mujeres se puedan comprar y vender, vengan de donde vengan¡±. Ese, dice Lozano, ¡°es el mundo en el que nadie deber¨ªa querer vivir y los avances legislativos no son solo normas, tienen que ver con el mundo en el que s¨ª queremos vivir¡±.