Los ?ngeles se convierte en la tercera ciudad de EE UU con una oficina contra el calor extremo

Los ?ngeles se convirti¨® el viernes en la tercera ciudad de Estado Unidos que inaugura una oficina contra el calor extremo. La realidad ya ha obligado a la segunda urbe m¨¢s poblada del pa¨ªs a racionar su consumo de agua ante la escasez. Ahora los pol¨ªticos locales se ven forzados a encarar otras de las amenazas m¨¢s palpables que trae el calentamiento global, la subida de temperaturas. Despu¨¦s de d¨¦cadas de ser conocido como un destino de ben¨¦volo clima, los angelinos saben ahora que deben tolerar m¨¢s calor en m¨¢s meses del a?o. Marta Segura, una pol¨ªtica latina de 58 a?os, ser¨¢ la primera encargada de elaborar propuestas para enfriar a Los ?ngeles.

El Supremo de Estados Unidos dio el jueves un nuevo golpe a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. La mayor¨ªa conservadora del Tribunal limit¨® el campo de acci¨®n de la agencia de regulaci¨®n ambiental, con lo que los Estados podr¨¢n permitir actividades industriales m¨¢s contaminantes. Ante esto, las ciudades est¨¢n llamadas a tomar la iniciativa con medidas que disminuyan el impacto ambiental. Los ?ngeles, una ciudad donde la temperatura m¨¢xima ha aumentado 2,8 grados en un siglo, se suma a Phoenix y Miami, las ¨²nicas que tienen un cargo enfocado en atacar las altas temperaturas.

Originaria de San Jos¨¦, al norte de California, Segura dise?ar¨¢ junto a otros departamentos de la ciudad un programa para detectar de forma temprana las cada vez m¨¢s habituales olas de calor. Tambi¨¦n tendr¨¢ que elaborar con otras dependencias un plan de respuesta y para reducir la exposici¨®n al calor, que mata a unas 12.000 personas cada a?o en todo el pa¨ªs. Algunas ciudades de la costa oeste ya han decretado las altas temperaturas como una crisis de salud.

Un informe de 2018 aseguraba que en 100 a?os, hay 22 d¨ªas m¨¢s de temperaturas extremas en Los ?ngeles. Estos tambi¨¦n han aumentado casi dos grados de temperatura en el ¨²ltimo siglo, de acuerdo a un documento publicado en el anuario de ge¨®grafos de la costa del Pac¨ªfico. Un dato resaltaba en el an¨¢lisis de los expertos. Entre 1906 y 1956 no exist¨ªan las olas de calor. Estas se convirtieron en algo com¨²n desde la d¨¦cada de los setenta, cuando el calor apretaba hasta por seis d¨ªas seguidos. En 2050 la ciudad tendr¨¢ cinco veces m¨¢s olas de calor de las que se tienen ahora.

La peor ¨¦poca es en la que estamos, el verano. Hace dos a?os, Woodland Hills, un barrio a medio camino entre Santa M¨®nica y el Valle de San Fernando, registr¨® 49 grados. El alcalde Eric Garcetti eligi¨® el verano para dar una nueva encomienda a Segura, quien tambi¨¦n coordina la oficina de acci¨®n por la Emergencia Clim¨¢tica, creada a inicios del a?o pasado. Segura conoce de primera mano lo que son los golpes de calor. Su padre, de origen mexicano, fue bracero, trabajador del campo y su madre fue empleada en una f¨¢brica. Son dos de los empleos que m¨¢s se exponen a la inclemencia del sol.

¡°Los latinos han estado sufriendo desproporcionadamente de los peligros del clima desde hace mucho tiempo¡±, dijo Segura a Los Angeles Times esta semana. Otro de los grupos m¨¢s vulnerables al cambio clim¨¢tico es la poblaci¨®n sin techo. Se calcula que la ciudad tiene unas 66.000 personas viviendo en la indigencia. Segura ha dicho que est¨¢ en conversaciones con otras autoridades citadinas para instalar unidades m¨®viles que puedan proveer de sombra y puntos de hidrataci¨®n a estas personas, que est¨¢n repartidas en la vasta huella de la zona metropolitana. ¡°Si no ayudamos a las comunidades m¨¢s vulnerables de Los ?ngeles, que es el 50% de la poblaci¨®n, no vamos a lograr soluciones clim¨¢ticas¡±, a?adi¨® en la misma conversaci¨®n con el rotativo.

El ejemplo de Phoenix

El a?o pasado hubo 338 muertes asociadas al calor en el condado de Maricopa, donde se ubica Phoenix, en el Estado de Arizona. M¨¢s de una tercera parte de estos fallecimientos, 130, fueron de personas sin techo. La urbe, de 4,6 millones de personas, es una de las m¨¢s c¨¢lidas de Estados Unidos con muchos d¨ªas en los que la temperatura oscila entre los 32 y los 37 grados. Con unas 5.000 personas viviendo en las calles, es una tragedia potencial en desarrollo.

En octubre del a?o pasado, Phoenix se convirti¨® en la primera ciudad del oeste que abri¨® una oficina para hallar soluciones a este problema. El encargado de la tarea fue David Hondula, un profesor con experiencia en planeaci¨®n urbana y en investigar el impacto del calor en la vida urbana.

La ciudad ya ha emprendido algunas acciones. Entre estas, la inversi¨®n de seis millones para plantar ¨¢rboles en los barrios m¨¢s pobres de la ciudad. Solo en abril fueron plantados 259 ¨¢rboles en estos llamados corredores fr¨ªos. Las autoridades tambi¨¦n han pavimentado cerca de 70 kil¨®metros de calles con un una mezcla dise?ada en la universidad local que se enfr¨ªa por las noches, con lo que auxilia a bajar las temperaturas hasta 12 grados comparados con el asalto com¨²n. Otro programa ofrece cubrir los techos de un qu¨ªmico que refleja la luz y que reduce la necesidad del aire acondicionado.

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