El misterio de los pinchazos a mujeres en el ocio nocturno se extiende por Espa?a

Viernes a las cinco de la ma?ana. Eva Navarro estaba con sus amigas en la terraza de la discoteca Cocoa Matar¨® cuando, de repente, not¨® un pinchazo en la pierna izquierda. Fue al lavabo y all¨ª comprob¨® que ten¨ªa la marca de la aguja. La reconoci¨® porque llevaba d¨ªas viendo heridas como esa por redes sociales. ¡°Me puse muy nerviosa y estaba mareada. Llorando, le cont¨¦ a un segurata lo que me hab¨ªa pasado y no me crey¨®¡±, cuenta la joven de 18 a?os. Una repentina oleada de pinchazos a mujeres en locales de ocio ha despertado la alarma y mantiene en alerta a las j¨®venes. Con Catalu?a, con 23 denuncias, a la cabeza, el fen¨®meno se ha extendido por Espa?a, con una docena de denuncias en el Pa¨ªs Vasco, seguida de Andaluc¨ªa y otras comunidades, como Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria y Baleares. Solo en un caso se han detectado restos de ¨¦xtasis l¨ªquido, en los an¨¢lisis de una menor de 13 a?os. La Polic¨ªa desconoce las intenciones de los autores, sin que se hayan producido agresiones sexuales o robos, ni conste ning¨²n detenido.

El fen¨®meno de los pinchazos a mujeres (en Catalu?a, de las 23 v¨ªctimas, solo una es un hombre) en el ocio nocturno ha llegado a Espa?a despu¨¦s de un periplo europeo. Fue detectado hace meses en discotecas de B¨¦lgica, Francia, Reino Unido e Irlanda. El Parlamento brit¨¢nico incluso llev¨® a cabo un informe, fechado en abril, donde analizaba la oleada de denuncias por pinchazos, principalmente a mujeres, en oto?o del a?o pasado, con 1.382 casos entre septiembre de 2021 y enero de 2022 en el ocio nocturno y fiestas. En Francia se han presentado m¨¢s de 800 denuncias hasta el 16 de junio, seg¨²n datos de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa Nacional (DGPN). En Espa?a, la polic¨ªa sospecha que se est¨¢ ante el mismo fen¨®meno: pinchazos aleatorios sin rastros de t¨®xicos en la sangre, ni motivos concretos ni, hasta el momento, detenidos, que no llevan m¨¢s delitos aparejados.

Andrea (nombre ficticio) tiene 22 a?os y es de C¨¢diz. El s¨¢bado decidi¨® salir de fiesta con su mejor amiga por la localidad gaditana de El Puerto de Santa Mar¨ªa, como suele hacer, pero esta vez fue diferente. ¡°Le ped¨ª a mi amiga que me acompa?ara al cuarto de ba?o, siempre vamos juntas. Cuando est¨¢bamos pasando entre la gente, me agarr¨® del brazo y me chill¨® que la hab¨ªan pinchado. No supe reaccionar, no me lo pod¨ªa creer¡±, recuerda la joven. ¡°Ella vio que el chico que la pinch¨® iba vestido de negro y ten¨ªa una jeringuilla en la mano¡±, dice. Andrea alej¨® a su amiga de la multitud, avisaron a los camareros y cerraron el local. Enseguida llegaron cuatro furgones de polic¨ªa con una ambulancia, y cuando los equipos m¨¦dicos ya estaban atendiendo a su amiga, lleg¨® otra chica llorando porque tambi¨¦n la hab¨ªan pinchado. En Andaluc¨ªa, la Polic¨ªa Nacional tiene sobre la mesa m¨¢s de una decena de denuncias, siete de ellas de C¨¢diz, tres en C¨®rdoba y otra m¨¢s en M¨¢laga.

Las mujeres v¨ªctimas de los pinchazos suelen referir episodios similares, caracterizados por mareos y v¨®mitos. Eva Navarro, que sufri¨® el pinchazo en una discoteca de Matar¨®, no dud¨® en ir al hospital de Can Ruti, en Badalona. ¡°Me hicieron anal¨ªticas, pruebas de orina y me tuvieron en observaci¨®n hasta que estuve mejor y me dieron el alta. El mismo d¨ªa por la noche estuve con v¨®mitos y me ingresaron de nuevo¡±, explica la joven, que dio negativo en todo. Eva conoce a otras chicas que sufrieron pinchazos ese mismo d¨ªa. La Generalitat de Catalu?a ha puesto en marcha un protocolo, que insta a las mujeres que intuyan que han sido pinchadas a alertar al local de ocio y acudir inmediatamente a un centro sanitario, siempre acompa?adas. All¨ª les realizar¨¢n an¨¢lisis en sangre y de orina para detectar cualquier droga. Tambi¨¦n se valorar¨¢ si activar el protocolo por posible exposici¨®n al VIH y, si se diese el caso, el de agresi¨®n sexual, aunque no ha pasado hasta el momento.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, ha expresado su preocupaci¨®n por el incremento de casos de pinchazos y ha llamado a la ciudadan¨ªa a ¡°estar alerta, denunciar y aislar¡± a los autores, ante unos ataques que est¨¢n provocando ¡°angustia e inseguridad¡±. ¡°Esto no es una cuesti¨®n de mujeres cuando van de fiesta, esto nos interpela a todos¡±, ha insistido el presidente catal¨¢n, que ha tildado la pr¨¢ctica de ¡°absolutamente execrable¡±. La consejera de Igualdad y Feminismos catalana, T¨¤nia Verge, ya ha adelantado que se est¨¢ valorando que las discotecas registren a los hombres antes de entrar en sus establecimientos. Pero hasta que se aprueben esta y otras medidas, la consejera ha insistido en mantener la calma y seguir el protocolo de actuaci¨®n que han articulado.

¡°Nunca te imaginas que te va a pasar a ti. Ni a nadie de tu alrededor¡±, confiesa Andrea, cuya amiga sufri¨® el pinchazo en C¨¢diz. Solo tuvo un poco de fiebre y malestar, pero asegura que la otra chica se desplom¨® nada m¨¢s recibir el pinchazo. En urgencias no supieron decirles lo que le hab¨ªan inyectado. No sab¨ªan si era una droga nueva, y les explicaron que probablemente podr¨ªan detectarla pasadas unas horas, tras la repetici¨®n de las pruebas. ¡°Tengo much¨ªsimo miedo. Al d¨ªa siguiente, cuando baj¨¦ a la playa, iba mirando a todo el mundo porque me daba miedo que me pincharan¡±, lamenta.

En Catalu?a, los Mossos d¡¯Esquadra siguen investigando caso a caso, repasando c¨¢maras de seguridad y tratando de dar con los autores. No descartan que sean turistas llegados de Francia, donde los pinchazos han causado alarma los ¨²ltimos meses. La mayor parte de la veintena de denuncias se acumulan en una misma poblaci¨®n, Lloret de Mar, en Girona. ¡°Quiz¨¢ lo hacen por pura diversi¨®n¡±, lamentan fuentes policiales, ante un fen¨®meno que angustia a las mujeres y tambi¨¦n a los investigadores, por el temor a que vaya a m¨¢s. Hasta el punto de que alguna joven ha acudido al hospital creyendo haber sido v¨ªctima de un pinchazo, pero tras la exploraci¨®n, los m¨¦dicos lo han descartado, cuentan fuentes policiales.