El Reino Unido, un laboratorio de pruebas de los pinchazos a mujeres en el ocio nocturno
El Parlamento brit¨¢nico investig¨® un fen¨®meno que en ese pa¨ªs se dispar¨® el pasado oto?o. En total, se detectaron m¨¢s de un millar de casos en 2021
El Reino Unido es uno de los primeros pa¨ªses en los que se detect¨® una oleada de pinchazos a mujeres en el ocio nocturno. Fue el pasado oto?o. Ahora, en cambio, la prevalencia de este misterioso fen¨®meno en Espa?a contrasta con la pr¨¢ctica desaparici¨®n de la actualidad brit¨¢nica desde hace meses. Las alarmas iniciales saltaron en octubre, cuando tuvo lugar el pico que coincidi¨® con el inicio de curso universitario y la reapertura de los locales tras las restricciones de la pandemia. Seg¨²n el Consejo Nacional de Jefes de Polic¨ªa (NPCC, en sus siglas en ingl¨¦s), solo en el ¨²ltimo trimestre de 2021 se contabilizaron 1.032 casos de pinchazos, la mayor¨ªa aquel mes de octubre. La oleada de punciones llev¨® al Gobierno, meses despu¨¦s, a ordenar a las universidades que implementen protocolos contra la sumisi¨®n qu¨ªmica y motiv¨® una recogida de firmas para exigir mejoras de la seguridad en los locales de ocio.
Dimensionar el fen¨®meno con cifras concretas es dif¨ªcil. Seg¨²n las propias autoridades policiales los datos son cuestionables, dada la dificultad de recabar n¨²meros fiables. Pero el creciente volumen de mujeres que el pasado oto?o comenzaron a relatar, en diferentes partes de la geograf¨ªa brit¨¢nica, experiencias que ten¨ªan en com¨²n lagunas de memoria, la sensaci¨®n de un raspado y marcas en la piel fue suficiente para que la ministra de Interior pidiese a las fuerzas policiales, en ese mismo mes de octubre, un diagn¨®stico de situaci¨®n y del volumen de v¨ªctimas potenciales. Quienes sufrieron estos pinchazos relataban la gran vulnerabilidad que sent¨ªan al ser agredidas y el miedo ante un fen¨®meno desconocido y los efectos del propio pinchazo. La polic¨ªa s¨ª encontr¨® sustancias t¨®xicas, pero no precis¨® cu¨¢les. Los investigadores no detectaron un incremento de abusos o agresiones sexuales en los meses en que se produjo la oleada de pinchazos.
En el Reino Unido saltaron las alarmas aquellos meses. El Parlamento promovi¨® en diciembre un an¨¢lisis pormenorizado. En abril de este a?o, y en el seno de la Comisi¨®n de Interior, el Parlamento brit¨¢nico public¨® el primer informe que dimensiona lo ocurrido, tras recabar el testimonio de 1.895 personas que compartieron sus experiencias particulares. Todas ellas eran v¨ªctimas de lo que en ingl¨¦s se conoce como spiking, que se refiere tanto al vertido de sustancias sin consentimiento en una consumici¨®n como a estos m¨¢s recientes pinchazos. El Parlamento cont¨® adem¨¢s con el punto de vista de otras 1.413 personas que aseguraron que hab¨ªan sido testigos de alguna de estas situaciones. Tras analizar todos esos testimonios, se contabilizaron 525 episodios de pinchazos hasta el momento de la publicaci¨®n del informe. De ellos, casi la totalidad (499) fueron en 2021.
En su estudio, en el que tambi¨¦n citaba las cifras del NPCC, el Parlamento brit¨¢nico advirti¨® de que los espacios especialmente expuestos a la pr¨¢ctica de los pinchazos no se limitaban a los locales de ocio, y avis¨® tambi¨¦n de otros ¨¢mbitos altamente vulnerables, como los festivales de m¨²sica. En el mismo documento, lleg¨® a sugerir que la formaci¨®n de los trabajadores en materia de seguridad deber¨ªa ser un requisito obligatorio para obtener la licencia.
La polic¨ªa, con todo, reconoce la precariedad de los datos y, en su comparecencia en la Comisi¨®n de Interior durante los trabajos para la elaboraci¨®n del informe, relat¨® la dificultad de trazar un retrato fidedigno de una realidad que parece m¨¢s extendida de lo que sugieren las cifras oficiales. De acuerdo con un sondeo de la firma demosc¨®pica YouGov, una de las mayores del pa¨ªs, realizado entre 2.000 personas, un 11% de las mujeres y un 6% de los hombres confesaron haber sufrido alg¨²n tipo de intoxicaci¨®n, ya fuese en su bebida, o por un pinchazo; y si adem¨¢s de a quienes fueron v¨ªctimas se suma a quienes conocen a alguien que lo fue, la cifra se eleva a un tercio de ellas y un quinto de ellos.
Pese a la discrepancia de datos, el documento del Parlamento admite, en cualquier caso, que ante un ¡°nuevo fen¨®meno¡± como el de los pinchazos, ¡°nadie sabe c¨®mo de prevalente es, ni qu¨¦ lleva a los perpetradores a hacerlo¡±. La misma situaci¨®n que se da en Espa?a. Tanto en un pa¨ªs como en otro, las punciones han implicado sobre todo a mujeres y fundamentalmente (en un 93%) tuvieron lugar por la noche, en un espacio de ocio.
Protestas en 30 ciudades
En la oleada brit¨¢nica, adem¨¢s, surgieron enclaves donde la proliferaci¨®n de estos pinchazos fue mayor. La ciudad inglesa de Nottingham se convirti¨® en uno de los focos cuando, en la primera quincena de octubre, la polic¨ªa tuvo conocimiento en un breve periodo de tiempo de 15 casos, que motivaron hasta tres arrestos de j¨®venes que no superaban los 20 a?os. La prevalencia llev¨® a Nottingham a erigirse en uno de los acicates de la campa?a de protesta Girls Night In (Las Chicas en Casa por la Noche), que llev¨® a miles de mujeres j¨®venes de hasta 30 ciudades del Reino Unido a boicotear la industria del entretenimiento por una noche, generalmente la de los mi¨¦rcoles, especialmente popular entre los universitarios.
Adem¨¢s, tambi¨¦n en octubre del a?o pasado, m¨¢s de 100.000 firmas suscribieron una petici¨®n que demandaba registros obligatorios en los locales de ocio para detectar material susceptible de ser empleado contra las mujeres. Y aunque en los ¨²ltimos meses no se ha registrado un aumento de casos, ni el fen¨®meno ha estado en primera l¨ªnea, como en Espa?a, el objetivo de las plataformas constituidas en oto?o sigue vivo y demanda cambios tangibles para hacer de los espacios nocturnos un lugar m¨¢s seguro. Entre las propuestas fundamentales est¨¢ garantizar que el personal que trabaja en estos locales cuenta con la formaci¨®n necesaria para identificar cu¨¢ndo alguien ha sufrido un pinchazo, as¨ª como la promoci¨®n de iniciativas de informaci¨®n. Para poder reportar una de estas agresiones es necesario que las v¨ªctimas conozcan cu¨¢les son los posibles efectos del spiking.
El Gobierno orden¨® este mayo a todas las universidades del pa¨ªs que pongan en marcha antes de final de a?o acciones espec¨ªficas para prevenir el fen¨®meno. Para ello, los ministerios de Interior y de Educaci¨®n crearon un grupo de trabajo que cuenta con polic¨ªa, activistas, gestores de las propias universidades y v¨ªctimas, y que tiene el cometido de alumbrar planes para facilitar a las estudiantes pasos pr¨¢cticos para mantenerse a salvo.
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