El Gobierno modificar¨¢ la ¡®ley del solo s¨ª es s¨ª¡¯ para ¡°resolver a futuro los problemas detectados¡±
S¨¢nchez impone un cambio urgente pero Podemos aclara que ¡°a¨²n no hay acuerdo sobre la soluci¨®n¡±
Casi tres meses despu¨¦s de que empezara el goteo de rebajas de penas a agresores sexuales, el Gobierno se ha decidido finalmente a cambiar la ley del solo s¨ª es s¨ª, aunque a¨²n no sabe c¨®mo lo har¨¢. El Ejecutivo es consciente de que no puede parar este proceso, porque los condenados pueden acogerse a la versi¨®n de ley actual ya en vigor por mucho que se modifique, pero ha decidido hacer cambios para ¡°resolver a futuro los problemas detectados¡±, seg¨²n una nota oficial de La Moncloa. Esto es, para los juicios que se hagan con la nueva ley, no para las revisiones de las condenas con normas anteriores.
No se sabe a¨²n c¨®mo lo har¨¢, y no parece sencillo, pero lo que hay es una decisi¨®n pol¨ªtica del presidente, Pedro S¨¢nchez, de hacer algo para frenar la sangr¨ªa de imagen para el Gobierno progresista en un asunto muy sensible que est¨¢ suponiendo este problema, que se ha convertido en el centro de las cr¨ªticas de la oposici¨®n.
S¨¢nchez ha forzado as¨ª a Irene Montero, que se ha resistido durante semanas a este cambio con la idea de que no encontraban una soluci¨®n viable. La ministra de Igualdad ha rechazado p¨²blicamente esta posibilidad en varias ocasiones hasta que La Moncloa lo ha confirmado oficialmente. De hecho, despu¨¦s de la nota de La Moncloa, fuentes de Podemos, el partido de Montero, admiten que se est¨¢ trabajando en una soluci¨®n pero se han encargado de destacar que ¡°a d¨ªa de hoy a¨²n no hay acuerdo sobre una soluci¨®n v¨¢lida¡± y a?aden que ¡°el PSOE tiene presiones para volver al modelo anterior y que el consentimiento deje de ser el centro del C¨®digo Penal¡±, informa Paula Chouza. El mensaje parece evidente: S¨¢nchez y su equipo han decidido hacer algo ya ¡ªcomo adelant¨® este s¨¢bado La Vanguardia¡ª y Montero ha aceptado la instrucci¨®n del presidente, pero a¨²n no ve c¨®mo aplicarla, mostrando as¨ª sus reticencias.
El Gobierno sab¨ªa que necesitaba hacer algo frente al goteo de rebajas de penas y excarcelaciones que est¨¢ provocando desde el pasado noviembre la aplicaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª. Aunque la postura p¨²blica y unitaria de los socios de coalici¨®n ha sido una defensa cerrada de la norma ¡ª¡±la ley es s¨®lida¡±, repiten los dos sectores del Ejecutivo¡ª, la nota oficial de La Moncloa se?ala que ¡°desde que se conocieron las primeras resoluciones judiciales se est¨¢ haciendo un trabajo muy serio y riguroso para garantizar que no vuelva a suceder, resolviendo a futuro los problemas detectados¡±.
El Ejecutivo sabe, en todo caso, que las grietas en la parte penal del texto no pueden ser ya taponadas: una vez que la ley entra en vigor no se puede hacer nada, las rebajas y las excarcelaciones no se pueden frenar. El motivo es el principio b¨¢sico que impide aplicar de forma retroactiva una ley que perjudique al reo. Y por tanto, aunque ahora se modifiquen al alza las penas, ese cambio solo afectar¨¢ a quienes cometan delitos despu¨¦s de que la nueva reforma haya entrado en vigor. El pasado viernes la ministra de Justicia, Pilar Llop, ya incidi¨® en ello.
Tanto Llop la semana pasada, como en otros momentos la ministra de Igualdad y ahora fuentes gubernamentales, reconocen los ¡°efectos indeseados¡± que ha tenido la ley. ¡°Conocemos y compartimos la preocupaci¨®n social ante este tema. Abordar con responsabilidad esta situaci¨®n requiere detenimiento, porque es compleja desde el punto de vista t¨¦cnico¡±. Aseguran que la modificaci¨®n ser¨¢ acordada entre los socios de gobierno, ¡°con plena sinton¨ªa¡± y que el texto que se est¨¢ redactando para la modificaci¨®n estar¨¢ listo ¡°pronto¡±. El Partido Popular volvi¨® a urgir a S¨¢nchez este s¨¢bado a modificar la norma y ofreci¨® el apoyo de su formaci¨®n. ¡°Los votos del PP en las dos C¨¢maras est¨¢n a disposici¨®n del Gobierno para cambiar la ley; no necesita a Podemos ni a nadie, solo sentido com¨²n¡±, se?al¨® su secretaria general, Cuca Gamarra, en un acto en Burgos.
La nota oficial de La Moncloa se esfuerza por evitar la imagen de un conflicto entre socios y deja en todo momento la gesti¨®n en manos de Igualdad. Pero las tensiones de las ¨²ltimas semanas son inocultables y la resistencia de Montero frente al deseo del sector socialista de hacer algo era muy evidente. ¡°Somos conscientes de esta situaci¨®n y queremos contribuir juntos a resolverla trabajando de la mano de la ministra de Igualdad en todo momento¡±, a?ade la nota. El c¨®mo a¨²n no est¨¢ definido. No pueden ¡°concretar¡± la forma en la que se proceder¨¢; si ser¨¢ tocando la parte penal de la ley ¡ªelevando las penas, por ejemplo¡ª o si ser¨¢ haciendo ajustes en el resto de la normativa.
Una f¨®rmula que significar¨ªa eliminar por completo el esp¨ªritu de la ley, que naci¨® precisamente del clamor social por el caso de La Manada para que la justicia no dirimiese la diferencia entre abuso y agresi¨®n seg¨²n la violencia e intimidaci¨®n que los agresores hubiesen usado para cometer el delito, es decir, seg¨²n la resistencia de las mujeres agredidas.
En a?o electoral, la norma m¨¢s importante para la protecci¨®n de las mujeres de los ¨²ltimos 20 a?os, tras la ley de 2004, de violencia de g¨¦nero, se ha vuelto en contra del propio Ejecutivo por el colador en el que se ha convertido la parte penal de ese texto. Aunque el Gobierno sabe que ese problema estructural no puede ser reparado a estas alturas, s¨ª quiere intentar acotar las consecuencias en el futuro.
Ya este viernes, Montero, reticente desde el primer momento a tocar la ley porque achaca lo que est¨¢ ocurriendo a una incorrecta aplicaci¨®n y no a ninguna laguna del texto, alud¨ªa a que se estaba trabajando en perfeccionarla, confirman fuentes gubernamentales.
En rueda de prensa tras la segunda reuni¨®n del comit¨¦ de crisis por los asesinatos machistas que se han producido en lo que va de enero, Montero fue preguntada por las declaraciones de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena, la presidenta de Navarra, la socialista Mar¨ªa Chivite, y la candidata a la alcald¨ªa madrile?a Rita Maestre, de M¨¢s Madrid, que han hablado en los ¨²ltimos d¨ªas sobre la necesidad de un cambio en la ley. La ministra mantuvo la postura: ¡°No vamos a hacer ninguna valoraci¨®n sobre esas declaraciones, la ley del solo s¨ª es s¨®lida y de car¨¢cter integral, y permite por primera vez al Estado y de forma pionera, como est¨¢ reconociendo el propio Parlamento europeo, ofrecer la protecci¨®n integral que las mujeres que son v¨ªctimas de violencias sexuales tienen derecho a recibir¡±.
Pero matiz¨® que estaban ¡°trabajando¡± para una ¡°correcta aplicaci¨®n¡± de la norma: ¡°L¨®gicamente, compartimos la preocupaci¨®n que tiene tambi¨¦n la sociedad espa?ola por esas decisiones judiciales de rebajas de penas que no se corresponden ni con el decreto de Fiscal¨ªa [el fiscal general del Estado, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, inst¨® a los fiscales a oponerse ¡°por norma general¡± a las rebajas de penas cuando el castigo impuesto con la anterior ley estuviera dentro de los previstos para ese delito en la nueva norma] ni con la propia ley del solo s¨ª es s¨ª y del esp¨ªritu y la voluntad del legislador, y por supuesto, precisamente porque estamos preocupadas, estamos tambi¨¦n ocupadas en hacer todo lo que est¨¢ en nuestra mano y todo lo que sea necesario. Llevamos meses haciendo todo lo que es necesario para garantizar la correcta aplicaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª y as¨ª seguir¨¢ siendo¡±, apunt¨®.
La Ley de Garant¨ªa Integral de Libertad Sexual, la llamada ley del solo s¨ª es s¨ª, entr¨® en vigor el pasado 7 de octubre. El objetivo, que el foco para juzgar la violencia sexual dejara de estar en la resistencia que hubiesen puesto las v¨ªctimas y ponerlo en el consentimiento de las mujeres, libre y expresado claramente.
Para eso, el abuso desapareci¨® y todo se unific¨® en agresi¨®n. Se ampli¨® la horquilla de penas, para recoger en un solo tipo (agresi¨®n) todas las posibilidades y castigar de lo m¨¢s leve a lo m¨¢s grave. Al rehacer los tramos, se rebajaron algunos de los m¨ªnimos ¨Dpor ejemplo, en la agresi¨®n sexual con penetraci¨®n, pas¨® de los seis a los cuatro a?os¡ª, y algunas de las m¨¢ximas ¨Dcomo la agresi¨®n sexual sin ning¨²n agravante, que pas¨® de cinco a cuatro a?os¨D. Esos cambios en el C¨®digo Penal conllevaron una obligaci¨®n para con los agresores ya condenados establecida en la Constituci¨®n y en el propio C¨®digo Penal: aceptar las revisiones de condena que soliciten aquellos reos que se puedan ver beneficiados con la nueva ley.
El ¡°trabajo¡± que Montero afirma que llevan meses haciendo comenz¨® a mediados de noviembre, cuando empezaron las primeras rebajas de penas y las primeras excarcelaciones tras las revisiones de condenas. Entonces, la primera reacci¨®n del Gobierno fue amagar con cambiar la norma por ¡°los efectos indeseados¡±; pero Igualdad se cerr¨® en banda y achac¨® las rebajas a una lectura incorrecta, incompleta y machista de la ley. El Ejecutivo decidi¨® esperar a que el Tribunal Supremo unificara criterio, esperando que lo hiciera en el mismo sentido que la Fiscal¨ªa. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha respaldado las rebajas ya en media docena de ocasiones. Las excarcelaciones alcanzan ya la veintena y son casi 300 las reducciones de condena.
Portavoces de todos los ministerios implicados ¡ªIgualdad, Justicia e Interior¡ª y de cualquier otra instancia gubernamental han repetido que estas consecuencias de la entrada en vigor de la ley ¡°no eran la voluntad del legislador¡±. Pero esas implicaciones han provocado sorpresa y alarma social, ataques en el Parlamento por parte de la oposici¨®n ¡ªCarla Toscano, de Vox, lleg¨® a llamar a Montero ¡°libertadora de violadores¡± en el hemiciclo¡ª y tensi¨®n entre los socios de coalici¨®n, sobre todo entre Igualdad y la parte socialista del Ejecutivo, que adem¨¢s arrastraban ya la batalla interna que ha provocado la llamada ley trans.
A pesar de esa tirantez dentro de la coalici¨®n, durante los dos ¨²ltimos meses se ha mantenido una defensa de la ley en bloque por parte de ambos socios. Una unidad necesaria para un Gobierno que se enfrenta este a?o a elecciones locales, auton¨®micas y poco despu¨¦s a las generales.
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