Condenada la Sanidad gallega por confundir un c¨¢ncer con una lumbalgia

Entre el 16 de julio y el 7 de septiembre de 2015, una vecina de Ponteareas (Pontevedra) de 56 a?os y su familia vivieron la peor pesadilla. La peor historia de terror, porque fue real, y el dolor acab¨® invadiendo a la mujer hasta lo insoportable, sin que los profesionales que la atendieron en la sanidad p¨²blica gallega fuesen capaces de ver m¨¢s all¨¢ de la lumbalgia que se le diagnostic¨® en la primera visita al m¨¦dico de cabecera. Esa consulta tuvo lugar el 16 de julio, y el 7 de septiembre, en la ¨²ltima llamada de auxilio del esposo y los hijos, el aviso que atraves¨® la centralita del 061 alert¨® de ¡°probable parada cardiorrespiratoria¡±. Cuando llegaron los sanitarios a la casa, la paciente ¨Dque hab¨ªa sido tratada con dosis cada vez m¨¢s fuertes de analg¨¦sicos en vez de ser sometida a pruebas de medicina interna¨D estaba tendida en su cama ¡°con pupilas midri¨¢ticas arreactivas a la luz¡±, seg¨²n el informe facultativo. El personal la coloc¨® en el suelo y la someti¨® a maniobras de reanimaci¨®n durante 25 minutos, pero no logr¨® salvarla. No respiraba, no le lat¨ªa el coraz¨®n. Durante casi dos meses de sufrimiento extremo, ning¨²n m¨¦dico de los que recibieron en consulta a esta mujer, que fumaba entre 10 y 20 cigarrillos diarios desde hac¨ªa 30 a?os, se par¨® a pensar que aquello no pod¨ªa ser una lumbalgia. El diagn¨®stico lleg¨® tan tarde que lo hizo de la mano del forense: la autopsia concluy¨® que la muerte se hab¨ªa producido por ¡°un fallo multiorg¨¢nico¡±, con ¡°causa fundamental en la existencia de un tumor neuroendocrino de c¨¦lulas grandes infiltrantes¡± localizado en los pulmones, ¡°con met¨¢stasis ganglionares y met¨¢stasis extensas del h¨ªgado¡±.

La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirm¨® a finales de marzo la condena al Sergas (Servizo Galego de Sa¨²de) y a la aseguradora Segurcaixa Adeslas SA a indemnizar con 20.000 euros al viudo y los dos hijos de la paciente fallecida en 2015. La resoluci¨®n judicial llega despu¨¦s de que la Administraci¨®n desestimase en 2018 la reclamaci¨®n de responsabilidad patrimonial por da?os respecto a la actuaci¨®n del m¨¦dico de cabecera y de las urgencias del hospital vigu¨¦s ?lvaro Cunqueiro, el buque insignia de la pol¨ªtica sanitaria de la Xunta en tiempos de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, un centro que acababa de estrenarse aquel a?o 2015 en junio. La familia ped¨ªa una indemnizaci¨®n de 80.000 euros, pero el tribunal tiene en cuenta los informes de las partes demandadas, que defienden que aunque no fue diagnosticada, cuando acudi¨® a la sanidad por el dolor y fue tratada con simples analg¨¦sicos para casos de traumatolog¨ªa, el c¨¢ncer ya estaba muy avanzado.

¡°Las expectativas que ten¨ªa, aunque se hubiera diagnosticado la existencia del tumor en el mes de julio, eras muy pocas¡±, zanja el tribunal a la hora de determinar la indemnizaci¨®n. Los 20.000 euros, 10.000 para el esposo y 5.000 para cada hu¨¦rfano, responden a la ¡°p¨¦rdida de oportunidad, por el hecho de no haberse realizado a la paciente pruebas¡± como ¡°un TAC¡± o an¨¢lisis adecuados. Despu¨¦s de una radiograf¨ªa que no apreci¨® lesiones ¨®seas, se limit¨® su tratamiento, recoge la sentencia, ¡°¨²nicamente a analg¨¦sicos¡± y antiinflamatorios. Esto ¡°pese a los dolores persistentes que ten¨ªa¡± y que la mujer manifest¨® en una veintena de consultas, por Urgencias y en su centro de salud, en menos de dos meses. Nunca lleg¨® ¡°a ser diagnosticada de la neoplasia de pulm¨®n que padec¨ªa en estadio IV¡±, y falleci¨® ¡°sin conocer el diagn¨®stico de su enfermedad y sin opci¨®n de tratamiento que pudiera prolongar su supervivencia¡±, destacan los magistrados que, sin embargo, recalcan ¡°la agresividad de la neoplasia y el escaso margen de tiempo transcurrido entre la primera asistencia y la fecha de fallecimiento¡±.

Entre julio y septiembre ¡ªadem¨¢s de ¡°rehabilitaci¨®n, ejercicio y dieta¡±¡ª a la enferma le recetaron en la sanidad p¨²blica gallega, entre el m¨¦dico de atenci¨®n primaria, el traumat¨®logo y las urgencias del ?lvaro Cunqueiro, ibuprofeno, paracetamol, naproxeno, valium, inzitan, urbason, diclofenaco, tramadol, nolotil, espidifen, enantyum, metamizol y parches de feliben. Y el 27 de agosto, al apreciar que estaba especialmente ¡°ansiosa¡±, le pautaron tambi¨¦n diazepam. Los m¨¦dicos no sal¨ªan de su espiral de ¡°lumbalgias agudas¡±, ¡°lumbociatalgias¡± o ¡°discopat¨ªas¡±, y en la anal¨ªtica de sangre y orina que llegaron a pedir no solicitaron marcadores tumorales. El 3 de septiembre, la paciente acudi¨® por ¨²ltima vez a la consulta con ¡°m¨²ltiples quejas, sensaci¨®n de mareo, cierta dificultad al habla y rectorragia¡±. La ficha m¨¦dica recog¨ªa que la mujer manifestaba sentir ¡°menos dolor¡± aunque sufr¨ªa ¡°mareo inespec¨ªfico en relaci¨®n al feliben [uno de los medicamentos suministrados] y dolor abdominal¡±. Sali¨® de la cita con una receta de primperan para los mareos y dosis de targin que habr¨ªa que revisar en cinco jornadas. Pero muri¨® al cuarto d¨ªa.