Los despidos de Tucker Carlson y Don Lemon cierran la ¡®era Trump¡¯ en la televisi¨®n por cable en Estados Unidos
Fox News y la CNN coincidieron en fulminar a sus estrellas el lunes, ¡°el d¨ªa m¨¢s loco de la historia de la televisi¨®n por cable¡±, seg¨²n un analista. El terremoto genera un debate sobre el partidismo de los medios
Ambos eran presentadores ricos y famosos; poco m¨¢s un¨ªa hasta esta semana a la estrella de Fox News Tucker Carlson, estridente altavoz del descontento del hombre blanco en Estados Unidos que llev¨® a Donald Trump a la Casa Blanca, y Don Lemon, presentador negro de CNN, un progresista con la clase de preocupaciones que los conservadores disfrutan ridiculizando con la etiqueta de ¡°woke¡±.
En una de sus caprichosas jugadas, el destino uni¨® el lunes los dos extremos del periodismo televisivo de este pa¨ªs, cuando Carlson y Lemon fueron despedidos de sus respectivas empresas con minutos de diferencia. Al final de la ma?ana, al famoso analista de medios Brian Stelter no le llegaba la camisa al cuerpo. ¡°Este es el d¨ªa m¨¢s loco en la historia de los canales de noticias¡±, sentenci¨®.
El terremoto provocado por la coincidencia de ambos despidos fue tal, que muchos ya hablan del fin de una era en la industria. Una ¨¦poca que, como tantas otras cosas, inaugur¨® Trump; sus cuatro a?os como presidente, coinciden los analistas, exacerbaron el partidismo en los medios.
Fox News quiso presentar como una ruptura amistosa el final de la relaci¨®n con su mayor estrella, locutor del programa m¨¢s visto de cualquier canal de la televisi¨®n por cable. Luego se fue sabiendo la verdad. La paciencia de sus due?os, los Murdoch, padre e hijo, Rupert y Lachlan, la termin¨® de agotar el contenido de los mensajes privados de Carlson incluidos en el sumario del caso que enfrentaba a la empresa de recuento electoral Dominion con la cadena conservadora.
Los Murdoch pagaron 787,5 millones de d¨®lares (707 millones de euros) para evitar in extremis el juicio por las mentiras sobre las elecciones presidenciales de 2020 que Fox difundi¨® a sabiendas. La demanda de la productora de Tucker Carlson Tonight Abby Grossberg por el ambiente de ¡°flagrante misoginia¡± que reinaba en el programa acab¨® de convencerlos de la necesidad de prescindir de su mayor valor en antena sin dejarle, siquiera, decir adi¨®s. Toda una traici¨®n a su fiel parroquia, para la que Carlson es un mes¨ªas en posesi¨®n de la verdad que los medios tradicionales ocultan: una suma de conspiranoias, mentiras sobre el ataque al Capitolio o teor¨ªas prestadas del supremacismo blanco.
A Lemon tampoco le cedieron la ¨²ltima palabra. Lo despidieron a trav¨¦s de su agente poco despu¨¦s de presentar junto a Poppy Harlow y Kaitlan Collins su ¨²ltimo programa matutino, un espacio que ech¨® a andar en octubre y que registra problemas de audiencia desde entonces. Aunque el aut¨¦ntico problema de Lemon no eran los n¨²meros, sino los planes de los nuevos jefes.
Warner Bros. Discovery es due?a de CNN hace un a?o. La visi¨®n del nuevo presidente, Alan Licht, pasa por suavizar las aristas ideol¨®gicas de una cadena que considera que durante los a?os de Trump se distrajo de su prioridad: las noticias. Lemon era uno de los rostros m¨¢s significados de la parrilla, as¨ª que lo degradaron del horario de m¨¢xima audiencia a las ma?anas. Hace tres meses, dijo sobre la candidata republicana Nikki Haley, de 51 a?os, que ya no pasaba ¡°por su mejor momento¡± y que ¡°una mujer est¨¢ en la flor de la vida a los 20 y 30 a?os y quiz¨¢ a los 40¡å. Lo suspendieron por unos d¨ªas. La gota que aparentemente colm¨® el vaso fue una entrevista a otro candidato republicano, Vivek Ramaswamy, que acab¨® en una discusi¨®n sobre historia afroamericana y el derecho a portar armas que garantiza la Segunda Enmienda en la que la beligerancia del presentador termin¨® de cabrear a los directivos de CNN.
¡°Esta semana ha quedado demostrado qui¨¦n manda en las cadenas. Por mucho ¨¦xito que tengas, ellos tienen el control. Quitan un tuckercarlson, ponen a otro; yo lo s¨¦ bien¡±, explica en una conversaci¨®n telef¨®nica el periodista Rick S¨¢nchez. Fue una estrella de CNN hasta que en 2010 lo despidieron fulminantemente por unas pol¨¦micas declaraciones a una radio. Despu¨¦s trabaj¨® en Fox News y en NBC (que est¨¢ atravesando su propia crisis, tras el despido del consejero delegado de su matriz, Jeff Shell, por ¡°conducta inapropiada¡± con una empleada). Eso convierte a S¨¢nchez en uno de los pocos profesionales que conoce desde dentro las tres grandes cadenas de noticias. ¡°CNN es la que menos paciencia tiene¡±, aclara. ¡°Fox te da m¨¢s soga¡±.
Un matiz importante
El presentador, ahora volcado en los podcasts, considera que ¡°Tucker se pas¨® criticando a los Murdoch¡±. ¡°Se cre¨ªa intocable. Rupert y Lachlan entendieron que esos mensajes [de Carlson, cuyo contenido ¨ªntegro no ha trascendido] les iban a provocar problemas en las otras causas que a¨²n tienen por delante¡±. ?Y Lemon? ¡°No supo controlarse en antena. Dej¨® de ser periodista para comportarse como un izquierdista afroamericano, en lugar de como un periodista que de casualidad es izquierdista y afroamericano. El matiz es importante¡±.
Ambos casos han tenido distintas consecuencias. La salida de un Lemon en horas bajas no afectar¨¢ mucho, como no sea para bien, a los n¨²meros de su antigua casa. En febrero, marcaron su peor dato mensual en una d¨¦cada: con 587.000 espectadores en la franja de m¨¢xima audiencia, est¨¢n muy por detr¨¢s de Fox, que registr¨® 2,26 millones (la segunda, m¨¢s a la izquierda de CNN es MSNBC, 1,16 millones).
El despido de Carlson, cuyo ¨²ltimo programa vieron 2,6 millones de televidentes, tuvo, en cambio, efectos inmediatos: Fox ha perdido 800 millones de valor de mercado con su partida (aunque los ingresos trimestrales ascendieron a 4.610 millones). Y la hora que ocupaba a las 20.00 en la Costa Este, un espacio para el que andan probando sustitutos, est¨¢ en ca¨ªda libre, mientras su modesta rival, Newsmax, ha triplicado sus n¨²meros esta semana a base de atraer a los hu¨¦rfanos de Carlson y de tratar de hacer pasar su despido como una capitulaci¨®n del rival ante la izquierda. Y no es solo Newsmax, hay todo un ecosistema de medios de ultraderecha deseosos de dejar los m¨¢rgenes y ocupar el espacio central de la cadena de los Murdoch.
No es la primera vez que Fox echa por la borda a su gran timonel, recuerda la profesora de Comunicaci¨®n de la Universidad de Ohio Nicole Kraft. ¡°Ya lo hicieron en 2011 con Glenn Beck o, en 2017, con Bill O¡¯Reilly. Carlson parti¨® de lo que ellos consiguieron en t¨¦rminos de penetraci¨®n en el movimiento conservador para llevarlo a la estratosfera, ayudado por la ventaja, entre comillas, que le dieron Trump y el 6 de enero. ?l puso su habilidad para fomentar mentiras descaradas con las que hechizar a su audiencia¡±.
La historiadora de la Universidad de Purdue Kathryn Brownell ¨Dque publicar¨¢ en verano un libro sobre c¨®mo la televisi¨®n por cable influy¨® en en la fragmentaci¨®n del pa¨ªs¨D advierte que en las ocasiones anteriores Fox siempre sobrevivi¨® a sus estrellas. ¡°La cadena y Carlson se han aprovechado mutuamente del culto a la personalidad del presentador¡±, dice la experta, que pone como ejemplo del ¨¦xito de esa estrategia el impacto que tuvo el vago mensaje con el que este reaccion¨® en video en Twitter a su despido, m¨¢s de 48 horas despu¨¦s.
En ¨¦l, puro Tucker, habla mucho sin decir gran cosa. Condena al medio televisivo a la ¡°completa irrelevancia¡±, denuncia una conspiraci¨®n de dem¨®cratas y republicanos para enterrar la libertad de discurso y se pregunta: ¡°?A¨²n podemos encontrar estadounidenses que digan la verdad? No muchos. Pero s¨ª algunos. Es suficiente¡±. El presentador cierra esos algo m¨¢s de dos minutos (que sumaban este s¨¢bado m¨¢s de 23 millones de visualizaciones) con un ¡°nos vemos pronto¡±.
Good evening pic.twitter.com/SPrsYKWKCE
— Tucker Carlson (@TuckerCarlson) April 27, 2023
?D¨®nde? No est¨¢ claro. Tampoco lo est¨¢n los pr¨®ximos pasos de Fox, que, a diferencia de CNN, no ha formulado ning¨²n deseo de centrarse. Frente a la ret¨®rica del amanecer de una nueva era, m¨¢s ecu¨¢nime, en los medios, el veterano periodista de Washington Marvin Kalb, investigador de la Brookings Institution, duda de que el canal conservador vaya a abandonar su nicho en pos de la moderaci¨®n. Para eso, opina, los Murdoch tendr¨ªan que ¡°cambiar al reparto completo¡± de la cadena, no solo a Carlson, y pedir a los nuevos que ¡°dejen de escoger y de apoyar a personalidades como las de Trump para empezar a cubrir las noticias en lugar de protagonizarlas¡±.
¡°Y las noticias¡±, dice Kraft, ¡°pasaron a mejor vida en Fox despu¨¦s de que adjudicaran la victoria de Joe Biden en noviembre de 2020. ?Despidieron a quienes lo contaron!¡±. En uno de los mensajes del caso Dominion hechos p¨²blicos, Carlson lamenta la decisi¨®n de dar por vencedor al dem¨®crata en Arizona. ¡°Hemos trabajado muy duro para construir lo que tenemos¡±, escribe. ¡°Esos cabrones est¨¢n destruyendo nuestra credibilidad. Me enfurece¡±. ¡°Con aquel episodio¡±, contin¨²a Kraft, ¡°qued¨® claro que en el plan de negocio de Fox la verdad quedaba excluida. CNN tiene otra f¨®rmula, que sigue girando, pese a todo, en torno a la informaci¨®n y no tanto a la opini¨®n¡±.
Brian Stelter, otro expulsado de CNN, escribi¨® el martes en The New York Times que el cataclismo de esta semana ha servido al menos para demostrar ¡°el poder de las dos cadenas¡±, tal vez ¡°m¨¢s influyentes que nunca¡±, pese a quienes quieren ¡°condenarlas a la irrelevancia¡±. ¡°Es un poder que no tiene que ver con las audiencias, sino con su alcance y repetici¨®n (...) Cuando cuentas a la gente que lo ve [a Carlson] en un bar o en el aeropuerto, a trav¨¦s de internet, o lo escucha citado en la radio, su mensaje llega a decenas de millones¡±.
Esas v¨ªas de diseminaci¨®n son al mismo tiempo sus agentes desestabilizadores, precisa la historiadora Brownell. ¡°Estamos asistiendo a una enorme transformaci¨®n de los canales de noticias debido a las redes sociales, TikTok o YouTube¡±, a?ade. ¡°Mucha gente est¨¢ cancelando sus suscripciones al cable para repartir el dinero entre diferentes plataformas. Por eso las cadenas se han tenido que lanzar al streaming¡±.
Tampoco est¨¢ a¨²n claro cu¨¢l ser¨¢ la siguiente etapa de Lemon, tras 17 a?os en CNN. El mi¨¦rcoles se enfund¨® su mejor sonrisa y se plant¨® en una gala de la revista Time. El despido, dijo, le permitir¨¢ ¡°disfrutar del verano¡±. De momento, tambi¨¦n le ha servido para comprobar que, despu¨¦s de todo, tiene otra cosa en com¨²n con Carlson. Ambos presentadores han contratado al mismo abogado para defender sus intereses. Se llama Bryan Freedman y es un hacha consiguiendo acuerdos multimillonarios para estrellas de la televisi¨®n en apuros.
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