Juan Abarca Cid¨®n: ¡°Si la sanidad p¨²blica cae, la gente viene a la privada como v¨ªa de entrada, y esa no es nuestra misi¨®n¡±
El presidente de la fundaci¨®n que defiende los intereses de la sanidad privada (IDIS), que usan m¨¢s de 12 millones personas en Espa?a, ve con preocupaci¨®n el deterioro del Sistema Nacional de Salud
La sanidad privada alcanz¨® el a?o pasado los 12 millones de usuarios, la mayor cifra en la historia de Espa?a, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la fundaci¨®n IDIS, que defiende sus intereses. Creci¨® un 4% con respecto a 2021 en un momento en el que la p¨²blica atraviesa una aguda crisis. La pandemia rompi¨® sus costuras y dej¨® una atenci¨®n primaria saturada y listas de espera que no se hab¨ªan visto antes. El presidente de IDIS y del grupo hospitalario HM, Juan Abarca Cid¨®n (Madrid, 52 a?os), defiende que este deterioro no solo no beneficia a su sector, sino que le perjudica.
Pregunta. ?Por qu¨¦ crece la sanidad privada en Espa?a?
Respuesta. El aumento viene desde principios de siglo. Los asegurados crec¨ªan al 10% hasta 2010, cuando la crisis. Es decir, cuando mejor se supon¨ªa que estaba el sistema sanitario p¨²blico. Ahora el incremento es menor, y lo que crecen es sobre todo las primas por la inflaci¨®n. Esto quiere decir que la gente paga un seguro fundamentalmente en funci¨®n de su capacidad econ¨®mica, no tanto por el derrumbamiento del sistema p¨²blico, que tambi¨¦n.
P. ?C¨®mo ha impactado la pandemia en este ecosistema?
R. Por primera vez, la atenci¨®n primaria se ha hecho insuficiente como mecanismo de entrada al sistema. Nosotros somos un vaso comunicante muy sensible de lo que pasa en la p¨²blica, no tanto porque crezca el n¨²mero de asegurados, sino por una mayor frecuentaci¨®n, tenemos m¨¢s actividad sanitaria. Hay un 85% de personas aseguradas que utilizan indistintamente la p¨²blica y la privada, en la que buscaban una experiencia diferente; esa gente ahora usa m¨¢s la privada.
P. ?El deterioro de la p¨²blica expulsa a los usuarios y beneficia al negocio de la privada?
R. Nuestro prop¨®sito no es ser una alternativa a la accesibilidad del sistema sanitario p¨²blico, sino dar la mejor calidad asistencial que podamos con una experiencia personalizada. Y si nos masificamos, es mucho m¨¢s dif¨ªcil personalizar las experiencias. Si la sanidad p¨²blica tiene huelgas, listas de espera en primaria, no es que est¨¦ expulsando a los usuarios, es que la gente no puede acceder. Esto hace que muchos vayan a la privada, pero con seguros de pocas prestaciones. Consumen una consulta y ya. Lo que a nosotros nos interesa es el proceso completo. Nos interesa la complejidad. Con la masificaci¨®n perdemos la experiencia y nos baja el margen, as¨ª que, obviamente, no nos interesa.
P. ?No es verdad que mucha gente accede a la privada para asuntos simples y cuando se le presenta un problema grave acude a la p¨²blica?
R. Eso es verdad en mis hospitales de Le¨®n. Porque no tengo masa cr¨ªtica suficiente de pacientes, no tengo los medios ni la experiencia para tratar al paciente complejo. No es que me quiera quitar el marr¨®n. Le pasa lo mismo a cualquier hospital comarcal p¨²blico, que tiene que mandar al paciente al de referencia cuando algo es complicado. Pero en Barcelona, Madrid, con m¨¢s de tres millones de pacientes¡ los hospitales privados compiten en complejidad de t¨² a t¨² con los p¨²blicos.
P. ?Las aseguradoras est¨¢n ofreciendo seguros low cost para atraer a esos pacientes desencantados con la p¨²blica?
R. A m¨ª no me gusta llamarlos low cost, me parece ofensivo. Son seguros muy dignos para gente que hace el esfuerzo y paga lo que puede pagar y que tienen prestaciones m¨¢s b¨¢sicas.
P. ?C¨®mo han crecido este tipo de seguros con la pandemia?
R. No sabemos cu¨¢nta gente ha contratado uno. Lo que detectamos es un incremento del uso del sector privado por los usuarios habituales. Por ese proceso estamos teniendo masificaci¨®n en algunas especialidades, en algunas consultas.
P. Muchos usuarios se quejan de que pagan un seguro privado y tienen que asumir esperas que no distan tanto de las de la p¨²blica.
R. Cuando la gente protesta tiene raz¨®n, pero cuando dicen que esto se parece a la sanidad p¨²blica, les digo que hace mucho que no van a la p¨²blica. Nosotros podemos tener una lista de espera de dos meses, pero en la p¨²blica son nueve, para empezar. Pero es una realidad que en determinadas especialidades y provincias o pruebas diagn¨®sticas estamos sufriendo un peque?o embudo. La diferencia es que nosotros, como empresas privadas, tenemos capacidad de adaptarnos.
P. Una cr¨ªtica muy com¨²n a estos seguros es que la gente acude a ellos por el deterioro de la p¨²blica y, conforme empiezan a tener problemas de salud, les suben a precios inasumibles.
R. Esto es una cuesti¨®n de riesgos. Se ajusta la prima a los riesgos. Las aseguradoras hacen subidas, pero son bastante cautas.
P. ?No llega un momento de la vida, con la edad y las enfermedades asociadas, que es la privada la que con sus precios echa al paciente?
R. Las aseguradoras van subiendo la prima en funci¨®n de todo esto. Es como si ma?ana tienes 400 partes en el coche. O te echan o te suben la prima. Los seguros de salud no te echan, pero si t¨² ma?ana empiezas a tener enfermedades, tienen que subir las primas.
P. Recientemente hubo una pol¨¦mica con una tiktoker embarazada que no mir¨® la letra peque?a de su seguro m¨¦dico y acab¨® acudiendo a la p¨²blica porque le ped¨ªan 9.000 euros por una ces¨¢rea.
R. El paciente es el que tiene que saber lo que le cubre. Si tu est¨¢s en tu casa y tienes una gotera, lo primero que haces es llamar al seguro y decirle: ¡°?Usted me cubre o no?¡± Es que si una se queda embarazada, tiene nueve meses para llamar al seguro y preguntar: ¡°?Usted me cubre?¡±. Eso si no te has enterado porque no lo has le¨ªdo. Cada uno contrata el seguro que quiere. Yo puedo contratar un seguro a terceros o a todo riesgo.
P. ?Ven con preocupaci¨®n el deterioro de la sanidad p¨²blica?
R. Much¨ªsima. Por una parte, desde el punto de vista del Estado de bienestar de los espa?oles. Si la educaci¨®n empeora, la gente ser¨¢ ignorante. Pero si el sistema sanitario falla, la gente se muere. Que haya seis millones de personas en listas de espera hace que la gente se muera. Porque cuando llegas al diagn¨®stico es tard¨ªsimo. Y luego nos preocupa gravemente porque desde el punto de vista empresarial nos hace perder nuestro sentido, que es una funci¨®n complementaria para aquel que quiere una experiencia diferente. ?Qu¨¦ pasa si el sistema sanitario p¨²blico cae? Que la gente viene al sector privado como v¨ªa de entrada y esa no es nuestra misi¨®n.
P. Desde la privada, ?qu¨¦ diagn¨®stico hacen de la p¨²blica, la ven sostenible?
R. Depende de las coberturas que quieras dar. Por ejemplo, la salud mental, ?c¨®mo se protege? Como te has quedado en el a?o 86, cuando no hab¨ªa todos los problemas de hoy, como no cubres las enfermedades raras, como tardas dos a?os y medio en cubrir los f¨¢rmacos, el sistema puede ser sostenible. Pero si t¨² quieres darle cr¨¦dito a tu modelo, es decir, sanidad universal, equitativa, con amplias coberturas y modelos, lo que se ve es que es irreal. Es terrible. Hay que hacer reformas, hay que darle la vuelta como un calcet¨ªn. Lo que pasa es que hay una serie de fuerzas establecidas desde hace 35 a?os que lo hacen muy dif¨ªcil. El principal escollo que tenemos es el estatuto marco [del Personal de los Servicios de Salud], que yo no s¨¦ si habr¨ªa que cambiarlo o directamente suprimirlo. Es un modelo laboral con una inflexibilidad que todos conocemos, que prioriza la plaza en propiedad a cualquier otra cosa. El gran problema de la ley de equidad es que Podemos quiere que el modelo por defecto sea la gesti¨®n p¨²blica directa, sin entes, sin empresas p¨²blicas, y eso es un fracaso. Ya no voy a entrar en si es m¨¢s barato, m¨¢s caro ¡ªque ya te digo yo que m¨¢s caro¡ª, pero es m¨¢s ineficaz. Acaba de salir un informe basado en datos del ministerio que dice que el rendimiento de los quir¨®fanos de los hospitales p¨²blicos de gesti¨®n tradicional es de 900 intervenciones por a?o. De los hospitales p¨²blicos de gesti¨®n privada, 1.500. ?Nos podemos permitir en este pa¨ªs con 800.000 personas en lista de espera quir¨²rgica, que los hospitales de gesti¨®n p¨²blica, que son la gran mayor¨ªa, rindan un 50% menos que los hospitales que se gestionan de otra forma? Esto no tiene nada que ver con la ideolog¨ªa. Estamos hablando de la salud de la personas.
P. ?Cu¨¢les cree que son esos obst¨¢culos?
R. Los sindicatos y su programa. El Sistema Nacional de Salud es la empresa m¨¢s importante de este pa¨ªs, con 700.000 trabajadores, que tienen sus ventajas, sus prebendas, su plaza en propiedad, que no los puedes forzar en un momento determinado a trabajar m¨¢s tiempo, no les puedes ni siquiera voluntariamente pagar m¨¢s por productividad, no los puedes motivar.
P. ?Tienen menos derechos laborales los trabajadores de la privada que de la p¨²blica?
R. No tienen plaza en propiedad. Pero puedes tener a un trabajador 40 a?os. La asistencia sanitaria requiere de alguna forma que los recursos se adapten a la demanda en un momento determinado. Con las huelgas han conseguido l¨ªmite de atenci¨®n a pacientes en la primaria, de como m¨¢ximo, 34. Qu¨¦ pasa si llega el 35, ?qui¨¦n pierde?
P. Los m¨¦dicos privados est¨¢n protestando por las tarifas que cobran, dicen que se sienten indefensos porque no tienen capacidad de negociar, que son muy bajas y llevan muchos a?os estancadas.
R. Depende de algunos sitios y depende de algunas aseguradoras. Tienen raz¨®n. B¨¢sicamente habr¨ªa que pagarles un poco m¨¢s. Lo que pasa es que aqu¨ª todo es un equilibrio que lo marca el mercado de la oferta y la demanda. En el sistema sanitario privado hay m¨¢s de 50.000 m¨¦dicos que trabajan por 12 millones de seguros. Porque la gente paga una media de 60 euros; si ma?ana se pagan 400, en vez de haber 12 millones, hay tres millones, como pasa en Inglaterra, en vez de 50.000 m¨¦dicos habr¨ªa 10.000, que cobrar¨ªa a lo mejor 60 euros por consulta. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto a uno le interesa m¨¢s. Luego, si comparas con la p¨²blica y divides el sueldo entre los pacientes que atienden, te salen tarifas mucho m¨¢s baratas que en la privada.
P. Muchos profesionales se est¨¢n yendo fuera, precisamente por estas condiciones.
R. Esto tambi¨¦n nos afecta mucho en la privada. Tenemos que cada vez generar productos m¨¢s atractivos para los profesionales. El problema de la atenci¨®n primaria en este pa¨ªs no es que no haya m¨¦dicos, es que igual que el sistema expulsa a los pacientes tambi¨¦n expulsa a los m¨¦dicos. Nosotros tenemos que intentar generar entornos atractivos. Por eso cada vez hay m¨¢s docencia en los hospitales privados, cada vez hay m¨¢s investigaci¨®n. Cada vez utilizamos f¨®rmulas m¨¢s imaginativas para atraer a los m¨¦dicos. Pero cuando la gente que tiene vocaci¨®n ve a los m¨¦dicos de familia protestando en la calle todo el d¨ªa por 200 euros, te est¨¢s cargando esas vocaciones.
P. No solo pasa con los m¨¦dicos, tambi¨¦n con las enfermeras.
R. No hay suficientes porque ellas, sus representantes, quieren que se especialicen y luego quieren seguir teniendo la exclusiva de cosas como los pinchazos y las vacunas. El segundo lobby son los consejos profesionales. Yo creo que no faltan enfermeras, lo que falta es una FP superior en t¨¦cnicas de enfermer¨ªa y creo que las enfermeras tendr¨ªan que especializarse, tener un t¨ªtulo y trabajar de una manera mucho m¨¢s colaborativa con los m¨¦dicos para que hicieran falta menos profesionales sanitarios.
P. ?C¨®mo ha visto la gesti¨®n de este Gobierno?
R. Ha estado muy condicionado por Podemos. A m¨ª me gusta el equipo que hay actualmente, es gente con sentido com¨²n. Pero no han salido muchas cosas por los socios de gobierno, que frente al sentido com¨²n de gobernadores moderados, se basan en la ideolog¨ªa. El caso m¨¢s claro lo tienes en la reversi¨®n del modelo Alzira, que era una revisi¨®n legal. Si el Gobierno de turno lo quiere regular, fenomenal. Pero tendr¨¢ que hacerlo mejorando los indicadores, o por lo menos manteni¨¦ndolos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.