Un miembro del Opus Dei y funcionario municipal finge ser una v¨ªctima para atacar la investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia
Alfredo Fern¨¢ndez, periodista en el gabinete de prensa del Ayuntamiento madrile?o de Pozuelo de Alarc¨®n, escribi¨® a EL PA?S y al Defensor del Pueblo con una historia inventada de falsos abusos. La Obra rechaza ¡°cualquier acci¨®n que pueda aumentar el dolor de las verdaderas v¨ªctimas o cuestionar su credibilidad¡±
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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Un miembro del Opus Dei que es periodista y funcionario en el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarc¨®n, Madrid, se ha inventado un caso de pederastia en la Iglesia que envi¨® al correo electr¨®nico abierto por EL PA?S para investigar esta lacra, y tambi¨¦n a la unidad de atenci¨®n a las v¨ªctimas del Defensor del Pueblo. Se llama Alfredo Fern¨¢ndez y lo ha admitido ¨¦l mismo en conversaci¨®n con este diario. Explica que lo hizo para intentar desacreditar la investigaci¨®n de este peri¨®dico, por considerar que ¡°denigra¡± a la Iglesia. ¡°Como periodista no me ha generado ninguna duda ¨¦tica¡±, afirma. El trabajo de este diario, iniciado en 2018, ha revelado cientos de casos y llev¨® el a?o pasado a que el Congreso encargara una investigaci¨®n al Defensor del Pueblo, y a que la propia Iglesia pidiera una auditor¨ªa a un despacho de abogados. En este momento, la base de datos de este diario que re¨²ne todos los casos de abusos en la Iglesia conocidos en Espa?a, la ¨²nica existente, contabiliza 1.378 acusados y 2.504 v¨ªctimas.
Fern¨¢ndez apareci¨® la semana pasada en el diario Abc, con una foto en la que ocultaba su identidad, contando c¨®mo, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªa enga?ado tanto a este diario como a la instituci¨®n que dirige ?ngel Gabilondo. EL PA?S recibi¨® un mensaje suyo en julio de 2022 en el que el remitente advert¨ªa de que no quer¨ªa hablar por tel¨¦fono ni en persona, por lo doloroso que era para ¨¦l contar su caso. El diario intercambi¨® mensajes con ¨¦l durante seis meses y finalmente incluy¨® su relato, muy detallado y que ocupaba cinco p¨¢ginas, en el tercer informe de casos que este peri¨®dico entreg¨® a la Iglesia, en diciembre de 2022, para que pudiera investigarlo. Otros seis meses m¨¢s tarde, ya en julio de 2023, el peri¨®dico public¨® un art¨ªculo sobre 44 casos que estaban investigando los escolapios, entre ellos este, y pregunt¨® a la orden por todos ellos. Sobre este caso concreto la congregaci¨®n dijo que a¨²n no hab¨ªa podido averiguar nada. Se mencion¨® en el texto en el d¨¦cimo p¨¢rrafo. El Defensor, por su parte, sum¨® el testimonio a todos los recabados, un total de 487. A las dos semanas de la presentaci¨®n del informe de Gabilondo, Fern¨¢ndez se jact¨® en el Abc de haber ¡°colado¡± su mentira.
Fern¨¢ndez asegura que no actu¨® solo, sino con ¡°un grupo de cat¨®licos¡±. Precisa que no es un grupo del Opus Dei ni de una parroquia, sino ¡°un grupo de amigos¡±. Sostiene que lo hizo a t¨ªtulo individual, y que tampoco ha informado a la Obra. ¡°El Opus Dei no tiene nada que ver y no sabe nada de esto, ninguna de las otras personas es del Opus Dei. Es una iniciativa meramente personal¡±. A la pregunta de si cree que a la Obra le parecen bien este tipo de iniciativas y las aprueba, ha contestado: ¡°No lo s¨¦. No he preguntado, porque tenemos bastante libertad para tomar nuestras propias decisiones¡±.
La Obra, al ser informada por este diario del caso, hizo esta declaraci¨®n: ¡°Nos hemos enterado por EL PA?S de qui¨¦n ha sido el autor de esa ficci¨®n. Desconocemos tanto la g¨¦nesis, como la gesti¨®n de esa iniciativa. En el Opus Dei las personas act¨²an libremente y bajo su responsabilidad personal. Desde la oficina de Comunicaci¨®n del Opus Dei, queremos subrayar que rechazamos cualquier acci¨®n que pueda aumentar el dolor de las verdaderas v¨ªctimas o cuestionar su credibilidad¡±. Ante la pregunta de si cree que ha obrado bien y ha sido respetuoso con las v¨ªctimas, Fern¨¢ndez responde: ¡°S¨ª, si no no lo hubiera hecho¡±.
La falsa v¨ªctima se?ala que tampoco el Ayuntamiento, donde trabaja en el gabinete de prensa, estaba al corriente de su iniciativa: ¡°No lo s¨¦, pero me da igual, no incurre en incompatibilidades, ni por tem¨¢tica, ni por sueldo, porque lo he hecho gratis, soy un ciudadano corriente que puedo hacer lo que quiera fuera de mi trabajo¡±. Sostiene que no ha enviado los correos en horario de trabajo: ¡°A lo mejor s¨ª, a lo mejor no, pero en cualquier caso todos tenemos derecho a media hora para desayunar y por tanto podemos hacer lo que nos d¨¦ la gana¡±. El Ayuntamiento de Pozuelo, gobernado por el PP, no ha querido hacer valoraciones, pues se trata de las actividades particulares de un funcionario, que no es de nombramiento personal de la alcald¨ªa.
Tres fuentes municipales de Pozuelo coinciden en se?alar que toda la impostura de Fern¨¢ndez, que lleva muchos a?os en el Ayuntamiento, ¡°es muy de su estilo¡±, pues afirman que durante a?os ha emprendido campa?as de desprestigio contra sus adversarios desde medios locales donde ha trabajado. Fern¨¢ndez admite que fund¨® el Diario de Pozuelo, pero asegura que ya no escribe en ¨¦l y que no hay ninguna incompatibilidad con su puesto en el gabinete de prensa municipal.
Muchas v¨ªctimas con las que ha hablado este diario est¨¢n indignadas con lo ocurrido. Miguel Hurtado, que destap¨® en EL PA?S los abusos en la abad¨ªa de Montserrat, opina que ¡°este caso confirma lo que se ha dicho muchas veces, que el n¨²mero de denuncias falsas en los abusos en la Iglesia es muy limitado¡±. ¡°Los estudios dicen que, si acaso, a veces las v¨ªctimas no recuerdan bien y pueden confundirse de persona. Lo que ha pasado refuerza la investigaci¨®n, porque si llevamos m¨¢s de mil v¨ªctimas y hay uno que se la ha inventado, es uno de cada mil¡±, se?ala.
Hurtado incide adem¨¢s en que la impostura ofende a las v¨ªctimas en otro aspecto: ¡°El comportamiento de esta persona demuestra mala fe, e intenta descalificar a quienes lo hemos hecho de buena fe. Hace una denuncia falsa a sabiendas, y como acusa a alguien que no existe se ha cuidado de no cometer un delito, y esto es importante. ?Por qu¨¦? Porque cuando yo denunci¨¦ en Montserrat a mi agresor por abusos y al abad por encubrimiento, me arriesgaba a que ellos me denunciaran por injurias y calumnias, y EL PA?S, que lo public¨®, tambi¨¦n. Este se?or no denuncia a una persona con nombres y apellidos, porque se arriesga a una demanda¡±. Para Hurtado, es un argumento m¨¢s a favor de que estos delitos no prescriban: ¡°Si fuera as¨ª todo esto se podr¨ªa dirimir en los juzgados. Esta persona no se habr¨ªa atrevido a ir a un juzgado¡±.
Juan Cuatrecasas, presidente de Infancia Robada, cree que es una historia ¡°repugnante¡±. ¡°Es una falta de respeto al trabajo de EL PA?S y a las v¨ªctimas¡±, acusa. ¡°Intentan causar un da?o a una empresa y a una instituci¨®n p¨²blica mediante un caso falso. Y eso es muy grave. Est¨¢n atacando a las v¨ªctimas. Que alguien cometa la osad¨ªa de falsear un caso de abusos con el fin de enga?ar deber¨ªa ser casi un delito, y la Fiscal¨ªa deber¨ªa tomar nota, porque falsear un testimonio es un fraude. Y se ha acabado la broma. Es una vez m¨¢s la estrategia de poner en duda la credibilidad de las v¨ªctimas¡±. Cuatrecasas es padre de un menor que sufri¨® abusos en el colegio Gaztelueta del Opus Dei en Leioa, Bizkaia, cuya denuncia termin¨® con la condena de un profesor. Es muy cr¨ªtico con la Obra: ¡°Este es un ejemplo m¨¢s de c¨®mo reacciona, negando, tergiversando¡±.
En realidad, la cuesti¨®n de los posibles testimonios falsos en los abusos de menores en la Iglesia, sobre todo a la hora de gestionar indemnizaciones, es un debate superado entre los expertos: ¡°Hay un consenso total en una idea: es mejor reparar por error a alguien que no sea v¨ªctima, que dejar a una sola v¨ªctima sin reparar. No se puede desconfiar de ning¨²n testimonio, sino todo lo contrario¡±, ha explicado Jorge Cardona, catedr¨¢tico de Derecho Internacional P¨²blico de la Universidad de Valencia y que ha sido miembro del Comit¨¦ de Derechos del Ni?o de la ONU.
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