Los familiares de fallecidos en residencias durante la pandemia piden una investigaci¨®n: ¡°No hemos cerrado el duelo¡±
Dos plataformas registran en el Congreso el informe que concluy¨® que en Madrid podr¨ªan haberse evitado 4.000 muertes en estos centros
La lucha de los familiares de los mayores que murieron en las residencias durante la pandemia sigue viva cuatro a?os despu¨¦s. Cinco mujeres lo atestiguan, tres de ellas son hijas de v¨ªctimas. Est¨¢n frente al Congreso de los Diputados. Cinco para representar a 7.291, la cifra de quienes fallecieron en residencias de la Comunidad de Madrid sin haber sido derivados a los hospitales, en marzo y abril de 2020, los meses m¨¢s crudos de la primera ola. No solo murieron por la epidemia, sino por cualquier causa, pero sin la atenci¨®n m¨¦dica adecuada, recalcan. Esa es la cifra que se lee en la chapa que llevan en sus abrigos. Entre marzo y junio, cerca de 20.000 ancianos que viv¨ªan en estos centros fallecieron con covid o con s¨ªntomas compatibles en todo el pa¨ªs. Tambi¨¦n les representan a ellos. Porque estas mujeres, integrantes de las plataformas Marea de Residencias y Verdad y Justicia, han acudido a la C¨¢mara baja para volver a pedir que se cree una comisi¨®n de investigaci¨®n que arroje luz sobre lo sucedido en las residencias en aquella ¨¦poca, cuando se convirtieron en los grandes focos del virus. Y para registrar el informe que elabor¨® una comisi¨®n ciudadana y que concluy¨® que en Madrid podr¨ªan haberse evitado 4.000 muertes.
¡°No paramos y no vamos a parar¡±, cuenta Carmen L¨®pez. Esta mujer de 64 a?os perdi¨® a su madre, que viv¨ªa en una residencia madrile?a, en mayo de 2020. ¡°Pas¨® tres d¨ªas agonizando [en el centro]. Finalmente, consegu¨ª que la derivaran al hospital atendiendo al criterio cl¨ªnico de si caminaba o no. La doctora se equivoc¨® y dijo que s¨ª caminaba¡±, relata. Se refiere a los protocolos aprobados en marzo de 2020 por el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso, que restring¨ªan la derivaci¨®n hospitalaria de personas con gran dependencia o discapacidad. ¡°Pero muri¨® por esos protocolos. Si la hubieran derivado al principio...¡±, deja la frase en el aire.
L¨®pez lleva en la mano un documento con el informe elaborado por la Comisi¨®n Ciudadana por la Verdad en las Residencias de Madrid, formada por familiares, juristas y expertos sanitarios, y que se constituy¨® ante la negativa de la Asamblea madrile?a de retomar una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el tema. Las conclusiones de este grupo fueron tajantes y desmintieron una frase de la presidenta que la Comunidad de Madrid pronunci¨® el pasado febrero y que se clav¨® en el pecho de quienes perdieron a un ser querido aquellos d¨ªas: ¡°Cuando una persona mayor estaba gravemente enferma, con el covid, con la carga viral que hab¨ªa entonces, no se salvaba en ning¨²n sitio¡±.
¡°Duele, duele mucho. Pero a la vez, ella misma con esas palabras reabre las heridas de los familiares y de la sociedad sensibilizada y est¨¢ dando m¨¢s visibilidad a nuestra lucha¡±, explica L¨®pez. Estos d¨ªas, integrantes de las dos plataformas ya citadas, formadas por familiares, trabajadores y residentes, han entregado el informe a la Fiscal¨ªa de Madrid, a la Fiscal¨ªa General del Estado. Este mi¨¦rcoles, las plataformas no han convocado ninguna concentraci¨®n, a diferencia de otros actos de estas ¨²ltimas semanas, que s¨ª han sido concurridos. Pero estas cinco integrantes se han acercado al Congreso para presentar en el registro una copia de este estudio para cada uno de los portavoces de los grupos parlamentarios, y tambi¨¦n para la presidenta de la C¨¢mara, Francina Armengol. ¡°No hemos cerrado ese duelo, no lo vamos a cerrar mientras no haya justicia. Nosotros sabemos la verdad, pero mientras no se reconozca de manera social y se diga abiertamente lo que ha pasado en las residencias no vamos a parar, porque no podemos dejarlo estar¡±, dice L¨®pez. ¡°Queremos que lean el informe y que se inicie una comisi¨®n de investigaci¨®n para analizar las decisiones tomadas en cada comunidad aut¨®noma y sus consecuencias. Es fundamental analizar los errores cometidos, que han derivado en unas consecuencias tr¨¢gicas, porque si no se analiza, puede volver a ocurrir¡±, a?ade.
Cuatro a?os despu¨¦s de aquella primera ola no ha habido ninguna comisi¨®n de investigaci¨®n a nivel nacional, pese a que el virus golpe¨® fuertemente a las residencias de mayores y tanto los trabajadores, como los familiares e incluso las patronales del sector reconocieron que en las comunidades aut¨®nomas cuyos servicios sanitarios estaban m¨¢s saturados se restringi¨® la derivaci¨®n de mayores a los hospitales. Y, de forma oficial, tan solo ha habido un grupo de trabajo que, a puerta cerrada, analiz¨® en el Parlament de Catalu?a lo ocurrido en esta comunidad, cuyo informe apunt¨® a deficiencias en el sistema, pero evit¨® se?alar culpables y cuyas conclusiones causaron decepci¨®n entre las asociaciones de familiares catalanas. Nada m¨¢s. Tanto en la Comunidad de Madrid como en Castilla y Le¨®n llegaron a abrirse comisiones de investigaci¨®n, pero decayeron con el adelanto electoral en ambas autonom¨ªas y, una vez constituidos los nuevos Gobiernos auton¨®micos, se rechaz¨® retomarlas. Esto, en cuanto a la rendici¨®n de cuentas en el ¨¢mbito pol¨ªtico. En el judicial, las causas avanzan muy despacio, y muchas han sido archivadas.
Mar¨ªa Jes¨²s Valero, de 69 a?os, se define como ¡°familiar de un padre que dejaron morir por los protocolos del Gobierno Ayuso¡±. En el certificado de defunci¨®n constaba, en un margen: posible covid. ¡°Yo promet¨ª a mi padre que seguir¨ªa hasta el final, y en ello estoy. Pero creo que tenemos que dar un salto a la sociedad, porque todav¨ªa sigue desconoci¨¦ndose mucho este tema. ?Qu¨¦ pretendemos? Luchar por lo que ocurri¨®, pero yo ahora mismo tambi¨¦n estoy en lo que est¨¢ ocurriendo¡±, afirma. ¡°Los cuidados indignos, con falta de personal, con recortes presupuestarios¡±, contin¨²a. Irene Rodr¨ªguez, a punto de cumplir los 65, quiere ¡°que la sociedad reaccione¡±. Cuenta que a su madre, que ten¨ªa principio de Alzh¨¦imer, ¡°la pandemia se la llev¨® por delante¡±. ¡°Cuando la vi, tres meses despu¨¦s, ni la reconoc¨ªa. Era hueso y piel¡±, dice. ¡°La derivaron al hospital y pude verla. Su ¨²ltima frase, que se me qued¨® grabada, porque no me dejaron estar m¨¢s con ella, fue: ¡®No te vayas¡±. As¨ª que falleci¨® sola. ¡°Con sospecha de covid¡±, asegura. Era julio de 2020.
Junto a estas tres mujeres est¨¢n Carmen Ruiz, de 68 a?os, y Teresa Alvarado, de 79. Ellas no son familiares, sino ciudadanas que decidieron involucrarse en la causa. El objetivo es luchar contra la ¡°injusticia¡±, dice la segunda. La primera expone: ¡°La ciudadan¨ªa tiene la obligaci¨®n moral de saber lo que ocurri¨®, de saber la verdad¡±. Son cinco mujeres para representar a 7.291 fallecidos en residencias de la Comunidad de Madrid sin haber sido derivados al hospital en marzo y abril de 2020. O a los 9.470 residentes que murieron en esta autonom¨ªa esos mismos meses, si se cuenta a quienes s¨ª fueron trasladados a centros sanitarios. O a los cerca de 20.000 que fallecieron entre marzo y junio en todo el pa¨ªs, con covid o s¨ªntomas compatibles.
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