Muere J¨¹rgen Moltmann, te¨®logo de la esperanza
Llev¨® a cabo una verdadera revoluci¨®n en la teolog¨ªa cristiana con importantes repercusiones en los campos de la cultura, la pol¨ªtica, la ecolog¨ªa y el di¨¢logo con el ate¨ªsmo
El 3 de junio falleci¨® a los 98 a?os en Tubinga (Alemania) J¨¹rgen Moltmann, uno de los te¨®logos cristianos m¨¢s influyentes de la segunda mitad del siglo XX y de los m¨¢s creativos en di¨¢logo con los nuevos climas cultuales y en respuesta a los grandes desaf¨ªos y problemas de la humanidad con especial sensibilidad hacia el sufrimiento de las personas y los colectivos oprimidos por los diferentes sistemas de dominaci¨®n. Llev¨® a cabo una verdadera revoluci¨®n en la teolog¨ªa cristiana con importantes repercusiones en los campos de la cultura, la pol¨ªtica, la ecolog¨ªa y el di¨¢logo con el ate¨ªsmo.
Nacido en Hamburgo en 1926, perteneci¨® a la Iglesia Evang¨¦lica Protestante y desde 1967 fue profesor de teolog¨ªa sistem¨¢tica en la Universidad de Tubinga. Fue esposo de la prestigiosa te¨®loga feminista Elisabeth Moltman-Wendel con quien comparti¨® innovadores proyectos teol¨®gicos y escribi¨® varias libros.
Sus obras cambiaron el rumbo del pensamiento teol¨®gico cristiano en varias direcciones. Moltmann fue el creador de la teolog¨ªa de la esperanza con su obra del mismo t¨ªtulo publicada en 1964 Cuenta ¨¦l mismo que la lectura El principio esperanza, del fil¨®sofo alem¨¢n Ernst Bloch le liber¨® de una especie de sonambulismo en el que estaba sumido entre un Dios sin futuro y un futuro sin Dios. Si Heidegger hab¨ªa ayudado a Rudolf Bultmann a redescubrir las dimensiones existenciales del cristianismo, Bloch mostr¨® a Moltmann las dimensiones ut¨®picas de la religi¨®n judeo-cristiana.
Tras la lectura de la obra de Bloch, surgi¨® espont¨¢nea la pregunta: ?Por qu¨¦ la teolog¨ªa cristiana ha pasado de largo ante el tema del futuro y de la esperanza cuando eran el fundamento y el resorte del pensar teol¨®gico? Dio la respuesta en 1964 con la publicaci¨®n de Teolog¨ªa de la esperanza, una de las obras m¨¢s significativas del pensamiento cristiano de los ¨²ltimos sesenta a?os, Su intenci¨®n no era heredar a Bloch, ni entrar en concurrencia con ¨¦l, sino hacer en la teolog¨ªa lo que su maestro hab¨ªa hecho en la filosof¨ªa, a partir de una hermen¨¦utica liberadora y subversiva de la Biblia, libro de las promesas de Dios y abierto al futuro que alienta la esperanza de los pobres. Fue precisamente la lectura de Moltmann la que me condujo al encuentro con la filosof¨ªa de la esperanza de Bloch.
A principios de la d¨¦cada de los setenta del siglo pasado escribi¨® El Dios crucificado en la que sus interlocutores preferentes fueron Adorno y Horkheimer y su ¡°Dial¨¦ctica negativa¡±. El libro supuso una verdadera revoluci¨®n en la imagen de Dios: del Dios ¡°motor inm¨®vil¡± de Arist¨®teles, al Dios crucificado, que se identifica con las v¨ªctimas. El sufrimiento de Dios, de Cristo, del mundo y de los seres humanos constituye la m¨¢s severa cr¨ªtica de los viejos atributos divinos: omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, impasibilidad, infinitud, felicidad celeste no compartida, indiferencia ante el mundo
El Dios crucificado y la esperanza le llevaron a sintonizar con la teolog¨ªa latinoamericana de la liberaci¨®n, reconocer su solidez, considerarla ¡°la primera teolog¨ªa cristiana contra el capitalismo¡± y defender la necesidad de una lucha com¨²n de esta teolog¨ªa y de la teolog¨ªa pol¨ªtica europea ¡°por la vida contra la muerte, por la liberaci¨®n contra la opresi¨®n¡±. Moltmann afirma que lo que m¨¢s profundamente le uni¨® a la teolog¨ªa latinoamericana de la liberaci¨®n fue el brutal asesinato de seis jesuitas y dos mujeres en la Universidad de San Salvador el 16 de noviembre de 1989. Hasta all¨ª peregrin¨® en 1994.
Aportaci¨®n mayor de Moltmann fue tambi¨¦n la incorporaci¨®n del horizonte ecol¨®gico en su teolog¨ªa de la creaci¨®n, que busca conciliar los derechos humanos, los derechos sociales, los derechos econ¨®micos y los derechos de la tierra, y armonizar la justicia econ¨®mica con la justicia ecol¨®gica.
Sus libros siguen siendo hoy fuente de inspiraci¨®n para caminar hacia la utop¨ªa por el camino de la esperanza. Deseamos que su ?tica de la esperanza, otra de sus obras mayores, se publique pronto en castellano.
Juan Jos¨¦ Tamayo ha sido director de la C¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones ¡°Ignacio Ellacur¨ªa¡±, de la Universidad Carlos III de Madrid y es autor de Religi¨®n, raz¨®n y esperanza. El pensamiento de Ernst Bloch (Tirant, 2015, 2? ed.).
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