¡®Escoltas Joves¡¯, los gu¨ªas que te ayudan con temas acad¨¦micos o amorosos en cualquier momento del d¨ªa si tienes menos de 30 a?os

¡°Lo suelo hacer as¨ª: veo a un grupo de chavales en un banco, me acerco y me presento con naturalidad, les digo lo que hago y que volver¨¢n a verme por all¨ª¡±. El que habla es Pol Subir¨¤, tiene 24 a?os y es un Escolta Jove, una figura que ha lanzado la Diputaci¨®n de Barcelona para prestar un acompa?amiento vital a los j¨®venes, crear un v¨ªnculo real con ellos y escucharles en cualquier momento del d¨ªa. No hay un espacio ¨²nico, como dice Pol, su filosof¨ªa es que no se limitan a cuatro paredes. ?l, cada tarde, recorre el entorno del campo de f¨²tbol municipal de La Garriga (casi 17.000 habitantes), el skatepark o los puntos calientes que ya ha detectado: algunos parques y calles de municipio. No se dirige a un perfil de joven concreto, su misi¨®n es hablar con cuantos m¨¢s mejor, para que los que sufren o tienen problemas se atrevan a dar el paso y hablar con alguien, en este caso con ¨¦l, que pretende ser el que siempre les escucha.

Desde que se lanz¨® esta figura en 2022, 310 municipios de la provincia de Barcelona se han acogido a la subvenci¨®n de la Diputaci¨®n de Barcelona (desde 32.000 euros al a?o para municipios de 5.000 habitantes, hasta 96.000 para los que tienen m¨¢s de 50.000) para contratar a estos perfiles, que suelen ser educadores sociales y psic¨®logos menores de 35 a?os. ¡°Trabajamos a partir del v¨ªnculo, dedicamos tiempo a conectar con ellos, y lo que nos diferencia de un t¨¦cnico de juventud habitual es que hablamos con ellos por Whatsapp y podemos acudir a donde les venga bien, muchas veces les da pereza ir a las instalaciones de los ayuntamientos, por eso nosotros salimos a la calle, les acompa?amos a hacer tr¨¢mites, lo que necesiten¡±, explica Emi Sand, de 35, y Escolta Jove de Torell¨®.

Las consultas son muy variadas, desde asesoramiento acad¨¦mico ¡ªEmi Sand cuenta que muchos de los chavales acuden en un estado de ¡°desidia generalizada¡± porque les rechazan en la primera opci¨®n de estudios que hab¨ªan escogido y se quedan muy perdidos¡ª, hasta ayuda por un conflicto entre iguales, falta de v¨ªnculos de seguridad, soledad no deseada, o problemas emocionales, sexuales o de afectividad.

Algunos llegan resquebrajados por varios frentes, como Joan Escrig, de 23 a?os, y de Granollers. ¡°Soy gay y tengo problemas de autoestima, conflictos conmigo mismo, porque la figura normativa del homosexual es la de ense?ar carne y estar en infrapeso, eso es lo que se ve en las carrozas del d¨ªa del Orgullo, y mi cuerpo no encaja ah¨ª¡±, cuenta por tel¨¦fono. Cuando recurri¨® al escolta de su pueblo, acababa de dejar de tomar antidepresivos. ¡°Fue una ¨¦poca jodida, me acababa de independizar con un colega, pero la cosa no funcion¨® y tuve que volver a casa de mi madre... con la medicaci¨®n era la hostia en el trabajo, pero luego estaba muy neutro todo el d¨ªa, no me gustaba a m¨ª mismo¡±, explica.

Joan dice que es consciente de que no es terapia lo que recibe de su escolta, pero que le ayuda a ordenar sus pensamientos. En el ¨²ltimo a?o, ha tenido 19 sesiones con Toni, que no supera los 25 a?os. ¡°Vive mi realidad y puede entender mis problemas, tiendo a ser controlador y en situaciones que no lo est¨¢n me estreso mucho, ¨¦l me est¨¢ ayudando a ser flexible y a recuperar poco a poco a mis amistades, he estado fuera de todo¡±, cuenta Joan, que trabaja 40 horas a la semana en una empresa de distribuci¨®n de maquinaria. Los escoltas reciben formaci¨®n de forma permanente en inteligencia emocional, resoluci¨®n de conflictos, toma de decisiones sobre la identidad o gesti¨®n del malestar emocional ¡ªel presupuesto desde que se lanz¨® el programa supera los 11 millones de euros y ya se ha contratado a 260 profesionales¡ª.

¡°Casi todos los ayuntamientos tienen sus departamentos de juventud, pero unos se toman m¨¢s en serio que otros la responsabilidad de dar un apoyo vital a los chavales, despu¨¦s de la pandemia se dispararon los indicadores de malestar y hab¨ªa que hacer algo¡±, se?ala Javier Silva, diputado encargado de juventud en la diputaci¨®n y alcalde de Poliny¨¤. Un 30% de los que tienen entre 18 y 24 a?os sufri¨® ataques de ansiedad o p¨¢nico frente al 15,8% de la poblaci¨®n total (seg¨²n el CIS de 2021), y el abandono escolar temprano alcanz¨® en Catalu?a el 14,8% (19,4% en el caso de los chicos), frente al 10% de media de la UE.

Algunos de los pueblos pasaron encuestas a los j¨®venes para medir su nivel de angustia. ¡°Nos sali¨® que el 30% de ellos manifestaba malestar, y a eso se sum¨® una subida del absentismo escolar¡±, explica el t¨¦cnico del Ayuntamiento de Granollers Toni Cobos, que destaca que uno de los grandes aportes es que act¨²an como emisores de todos los recursos disponibles para j¨®venes, son como sus asesores personales y, adem¨¢s de dar servicio en las instalaciones municipales y en la calle, hacen el llamado ¡°pasa clase¡±, presentan esa ayuda tambi¨¦n en los institutos durante los recreos.

As¨ª se enter¨® Lidia, de 19 ¡ªque prefiere no dar su nombre real¡ª, que ten¨ªa una relaci¨®n t¨®xica y no sab¨ªa como salir de ah¨ª. ¡°Ese a?o conoc¨ª a un chico que me gustaba, ¨¦l siempre quer¨ªa algo m¨¢s de m¨ª, hasta que me dijo que no quer¨ªa estar conmigo, pero no me dejaba tener conversaciones con otros chicos... en esa ¨¦poca lloraba mucho¡±, recuerda. Durante casi un a?o, se reun¨ªa una hora a la semana con su escolta, que le ense?¨® que la pareja no es lo m¨¢s importante en la vida y que ninguna chica vale m¨¢s que otra. ¡°Me hizo ver que una persona as¨ª no me planteaba un futuro bonito, David [su gu¨ªa] me ense?¨® a quererme¡±.

Andrea Castro, de 31 a?os, que vive sola con su perra en Torell¨®, fue diagnosticada hace un a?o con autismo y altas capacidades. Cuenta por tel¨¦fono que siempre ha tenido dificultades para relacionarse, que lo que hac¨ªan los ni?os de su edad no le interesaba, y que hay algunas palabras que tiene que repetir tres veces (ahora, ha aprendido a hacerlo en su interior y no en voz alta). Lo que m¨¢s le cuesta son las gestiones: ir al banco, al hospital. Cuando llega, se pone tan nerviosa que se olvida de por qu¨¦ ha ido, se siente observada. Y en internet la sobreinformaci¨®n le satura, no sabe buscar entre tanta pesta?a. Graduada en educaci¨®n social, trabaja en una explotaci¨®n porcina, insemina a las cerdas y revisa si tienen heridas. Ahora, se ha matriculado en un curso online de auxiliar de veterinaria.

Es un lunes de julio y Andrea tiene una cita agendada con su escolta, Emi Sand, es la tercera en una semana. Su conversaci¨®n no es lineal, va y vuelve, da saltos entre lo profesional y lo personal. Parece que se pierde el hilo, hay parones, minutos en los que Emi le explica c¨®mo funciona la web, d¨®nde puede imprimir su temario, c¨®mo llegar calle por calle a ese lugar. De pronto, en esa cita acad¨¦mica surge la oportunidad de abrir una ventana complicada: la de la socializaci¨®n.

¨DNo s¨¦ c¨®mo descargarme los temarios, me pierdo. Y, ?sabes? Necesito ir a alg¨²n sitio a hacerlo.

¨DTranquila, ahora lo vemos. Est¨¢ la biblioteca, pero est¨¢ en obras, entonces tienes el casal civic, que tiene una sala de ordenadores¡ª le explica Emi.

¨DAh¨ª hay gente muy mayor¨D contesta Andrea.

¨DAntes era solo de abuelos, pero ahora hay un programa muy guay, un club de lectura, al que va gente joven. Te puedo acompa?ar y te presento a la Nuria, que lo lleva. Se elige un libro y una vez al mes hay un encuentro. Seguro que te puede gustar.

Andrea acudi¨® a los servicios sociales porque no hac¨ªa ninguna actividad, para que la ayudasen a hacer xarxa (red de contactos, en espa?ol). Ah¨ª la derivaron al espacio joven, donde conoci¨® a Emi. ¡°Nunca hab¨ªa encontrado algo as¨ª¡°, afirma. Desde 2022, 101.396 j¨®venes de Catalu?a han encontrado a su escolta.