Con 17 a?os y en la escuela de adultos: ¡°Cuando fracasas en el instituto te dejan caer, aqu¨ª los profesores te miran como a un ser inteligente¡±
Muchos estudiantes prefieren cursar la FP B¨¢sica en centros no ordinarios para cambiar de escenario y rearmarse para encontrar una profesi¨®n
Hay cinco estudiantes de entre 17 y 25 a?os despotricando sobre sus institutos. All¨ª los profesores marcaban su autoridad, su poder, y no ten¨ªan tiempo para escuchar sus problemas. Cada uno de los alumnos, que ahora van juntos a clase en un centro de adultos de Getafe, relata lo que le distanci¨® del estudio, lo que le arrastr¨® al fracaso. En el caso de Sara L¨®pez, de 25, fue una plaga de piojos que tuvo en primaria y la persigui¨® en forma de acoso escolar hasta los 17, cuando dej¨® el instituto. No la llegaron a agredir f¨ªsicamente, pero su autoestima qued¨® destruida. ¡°No me sent¨ªa segura, y a partir de ah¨ª, todo fue para abajo¡±. Repiti¨® dos veces ¡ªla nueva ley de educaci¨®n (Lomloe) establece que se puede repetir un m¨¢ximo de dos veces en toda la educaci¨®n b¨¢sica, hasta los 16¡ª y desde su instituto le dijeron que lo mejor para ella era ¡°un curso escoba¡±, en referencia a la FP B¨¢sica. Como el resto de sus actuales compa?eros, Sara no quer¨ªa volver a pisar un centro de secundaria y siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, se matricul¨® en un centro de educaci¨®n de personas adultas para cursar esa FP, donde, dice, la tratan con m¨¢s libertad y como a un ¡°ser inteligente¡±.
Ana Losada, una de las profesoras de ese centro de adultos de Getafe ¡ªla Casa de la Cultura¡ª, explica que cuando llegan, los chavales se sienten ¡°desahuciados¡± de sus institutos, y rechazan cualquier continuaci¨®n, excepto si entra en juego un cambio de escenario. ¡°Tenemos que romper con la din¨¢mica academicista de la que vienen, aqu¨ª hablamos de qui¨¦nes son, de c¨®mo se sienten, nos acercamos a ellos desde otro ¨¢ngulo, en secundaria no es posible por una cuesti¨®n de n¨²meros: cada curso puedes tener hasta 200 alumnos¡±, se?ala la docente. El requisito para entrar en un centro de adultos es no contar con el t¨ªtulo de ESO y, en caso de no tener 18 a?os, cumplirlos durante el a?o acad¨¦mico.
En este centro la ratio por aula para la FP B¨¢sica ¡ªuna formaci¨®n dise?ada para quienes parecen abocados a dejar de estudiar sin haber obtenido el t¨ªtulo de la ESO¡ª es de 25, pero a estas alturas del curso suelen quedar unos 15 por grupo. De media, en Espa?a, a los cuatro a?os de haberse matriculado en la FP B¨¢sica, solo logran titular el 50,4% de los alumnos. Gran parte de ellos abandona. En este centro, ese porcentaje supera el 60%.
?Qu¨¦ din¨¢micas encuentran en estos centros? ¡°No est¨¢n encima de nosotros, es una ense?anza para adultos y eso nos da paz¡±, comenta Sara. Desde el punto de vista pr¨¢ctico, funcionan m¨¢s como un centro de primaria: las materias se imparten por ¨¢mbitos y los profesores no trabajan de forma aislada, se coordinan para ejecutar proyectos. No llevan deberes a casa, todo se realiza en clase con el apoyo de los docentes y toda ense?anza te¨®rica va despu¨¦s acompa?ada de una pr¨¢ctica. En los pasillos, se cruzan con se?oras de 80 a?os que acuden para aprender a manejar su m¨®vil, y en uno de los talleres del grado ¡ªeste centro oferta ¨²nicamente el de inform¨¢tica y comunicaciones¡ª les ense?an a encontrar su casa en Google Maps, a programar el calendario o a buscar los resultados de la loter¨ªa. ¡°Es otro ambiente, no te encuentras con las din¨¢micas t¨®xicas de la popularidad de los institutos, aqu¨ª puedes respirar, y los profes se implican de otra manera¡±, a?ade Sara, que critica que cuando fracasas en el instituto ¡°te dejan caer¡±.
Orgullosa, otra de las docentes, Mabel Esteban, cuenta que usan un m¨¦todo para luchar contra la ansiedad de los chavales frente al examen. ¡°Muchos centros castigan al que llega tarde, aqu¨ª premiamos al que llega puntual, les damos un papel con puntos. Tambi¨¦n cuando salen de forma voluntaria a exponer un trabajo... van acumulando esos cheques y en los controles los pueden canjear por una subida en la nota, hasta un m¨¢ximo de dos puntos por examen, pero nunca en los ex¨¢menes finales¡±. Eso les motiva a estudiar porque saben que es f¨¢cil poder llegar al menos al cinco, indica Esteban. Esa flexibilidad cuenta con el visto bueno del equipo directivo del centro. ¡°Nosotros tenemos claro que nuestros alumnos aprenden de una forma diferente y buscamos la forma de explotar esas otras inteligencias¡±, a?ade. En los ¨²ltimos tres cursos este centro ha registrado por primera vez lista de espera para matricularse en este programa; unos 15 chavales se han quedado fuera cada a?o.
En los dos cursos acad¨¦micos de la FP B¨¢sica, los alumnos pasan cuatro semanas realizando pr¨¢cticas en empresas. ¡°Por sus circunstancias familiares y personales, muchos de estos chicos han perdido la rutina, no saben c¨®mo deben comportarse y tienden a rechazar el sistema... aqu¨ª les ense?amos tambi¨¦n esas cuestiones, desde acostumbrarse a dar los buenos d¨ªas a las se?oras que se cruzan por los pasillos, a tema posturas o comportamiento¡±, explica Mabel Esteban. Otro de los profesores y jefe de estudios, Javier P¨¦rez, cuenta que una de las complicaciones de estos programas es que las empresas rechazan participar porque ¡°no quieren formar a personas, sino a profesionales¡±. Por eso, practican con ellos posibles di¨¢logos de oficina, les ayudan a identificar sus puntos fuertes para dise?ar sus curr¨ªculums o simulan entrevistas. ¡°Yo aqu¨ª he aprendido a colocar los brazos en una posici¨®n elegante mientras estoy de pie¡±, bromea Adri¨¢n Manzano, otro de los alumnos, de 18 a?os.
Inspirada por las series Mentes Criminales o Mindhunter, Sara ya sabe que quiere estudiar criminolog¨ªa. Su compa?ero Alejandro Herrera, de 18, que el pr¨®ximo mes de junio se marcha un mes a Italia dentro del programa Erasmus, quiere montar un negocio de tatuajes. ¡°Nunca he salido de Espa?a ni pillado un avi¨®n... pensaba que estaba fuera de este programa, que solo era para los mejores, pero me animaron a presentarme, hice la entrevista y este curso me ha ido bastante bien, no tengo asignaturas pendientes, ni sanciones, he sido brillante¡±, bromea. En el colegio sacaba buenas notas y cuando lleg¨® a la ESO se ¡°perdi¨®¡±. ¡°Entr¨¦ en un c¨ªrculo de pereza, empec¨¦ a suspender y mis padres me daban por caso perdido, pero oye, ahora voy a por mi t¨ªtulo de italiano¡±.
Yolanda Corral, directora de la escuela municipal de adultos L¡¯Olivera, en Sant Quirze del Vall¨¦s (Barcelona) ¡ªque forma parte de una red de 49 escuelas coordinadas por la Diputaci¨®n de Barcelona¡ª, donde varios grupos de chavales desde 16 hasta 21 a?os cursan el Programa de Formaci¨®n e Inserci¨®n (PFI), defiende que el profesorado en estos centros tiene m¨¢s tablas para tratar la diversidad. ¡°Estamos acostumbrados a la forma de aprender de los adultos, con ellos no vale una exposici¨®n plana, hay que buscar conexiones con sus experiencias previas para que se produzca el clic, y eso a estos chavales j¨®venes les funciona muy bien¡±, a?ade. ¡°Vienen rebotados del instituto y aqu¨ª maduran y cambian¡±.
En este centro no existe la ¨²ltima fila. ¡°Somos 10 en clase y eso te obliga a estar m¨¢s involucrada, a m¨ª me est¨¢ funcionando¡±, cuenta una de las alumnas, Paula Forellat, de 18 a?os, que dej¨® la ESO despu¨¦s de repetir dos veces. A diferencia de la FP B¨¢sica, el PFI no conduce al t¨ªtulo de la ESO, pero se puede acceder directamente a un grado medio de FP.
Metodolog¨ªas alternativas
Desde el Ministerio de Educaci¨®n, la secretaria general de Formaci¨®n Profesional, Clara Sanz, considera que esos alumnos que no llegan a encajar en la ESO tienen que tener claro que se trata de un fracaso del sistema, y no suyo. ¡°Somos conscientes de que muchas veces rechazan los espacios educativos convencionales y acuden a los centros de adultos, pero nuestro objetivo es que se dirijan a los centros espec¨ªficos de FP para facilitar que despu¨¦s puedan continuar su formaci¨®n con un grado medio o superior¡±, se?ala Sanz. El ministerio no dispone de datos de cu¨¢ntos alumnos est¨¢n cursando estos estudios en centros de adultos, corresponde a las autonom¨ªas autorizarlo.
Para mejorar el ¡°reenganche¡± a los estudios a trav¨¦s de la FP B¨¢sica, desde su departamento est¨¢n trabajando en dos proyectos. Por un lado, est¨¢n dise?ando junto a las llamadas escuelas de segunda oportunidad, enfocadas en los j¨®venes que han abandonado los estudios de forma temprana ¡ªel 13,6% de los j¨®venes de 18 a 24 a?os contaban en 2023, como mucho, con el t¨ªtulo de la ESO (frente al 9,6% de media de la Uni¨®n Europea)¡ª, un sistema de acompa?amiento para entrenar a los estudiantes en habilidades de comportamiento y apoyo emocional. Por otro lado, la pr¨®xima semana se re¨²nen con dos docentes del instituto p¨²blico Camp de Turia, en Valencia, para tratar de exportar una nueva metodolog¨ªa para la ense?anza de la FP B¨¢sica a otros centros de Espa?a.
Javier Lafuente es uno de los dos profesores que ha creado la llamada ¡°metodolog¨ªa scrum¡±. ¡°Hace unos a?os, vimos que la ense?anza de este grado no estaba funcionando bien: cuando llegaba el momento de las pr¨¢cticas en las empresas, era evidente que no hab¨ªan adquirido las habilidades necesarias¡±, indica. Se les ocurri¨® mezclar a los estudiantes de primero y de segundo para crear grupos m¨¢s heterog¨¦neos y empezaron a aplicar un ¡°sistema de desarrollo ¨¢gil¡± que suele usarse en empresas de inform¨¢tica simplificando el protocolo. ¡°Se trata de trabajar en periodos cortos, hacer sprints y fijar un n¨²mero de semanas en las que la tarea tiene que estar terminada¡±. Los grupos se re¨²nen a las ocho de la ma?ana y deciden c¨®mo organizarse, aprenden a planificar. A eso se suma un sistema de puntos ligado al buen o mal comportamiento. Les premian, por ejemplo, permiti¨¦ndoles escuchar m¨²sica mientras hacen una tarea individual, o dej¨¢ndoles salir de clase dos minutos antes cuando se acerca la hora del recreo.
La media de graduaci¨®n de este centro ya est¨¢ en el 88% (la media nacional se sit¨²a en el 50,4%). ¡°Un cambio de contexto les puede ir bien, pero cambiar su propia imagen dentro del centro ordinario de secundaria tambi¨¦n es un buen ejercicio, trabajamos mucho el bullying¡±, indica Lafuente, para quien el acercamiento entre alumnos y docentes es una de las grandes diferencias respecto a la ESO. ¡°Hay otra mirada por nuestra parte, hacemos por conocerles m¨¢s... cuando camino por mi instituto y veo a alguno de los profes de la ESO gritando a sus alumnos me retrotraigo al pasado y me veo reflejado. Esta es otra historia¡±.
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