Sean Combs, condenado a pagar 100 millones de d¨®lares por no presentarse a un juicio de agresi¨®n sexual
Un preso denunci¨® al rapero por haber abusado de ¨¦l en 1997. La vista estaba prevista para el lunes pero el m¨²sico no compareci¨®, por lo que la jueza le ha impuesto una ¡°sentencia en rebeld¨ªa¡±. Sus abogados recurrir¨¢n
Desde hace casi un a?o, el rapero y empresario Sean Combs ha ido recibiendo, una tras otra, hasta ocho denuncias de diferentes personas, mujeres en su mayor¨ªa, que le acusan de agresiones sexuales, abusos, violaciones, tr¨¢fico sexual y de una serie de agresiones que se especifican en esas demandas. Por ahora, ninguna de ellas ha llegado a juicio. Sin embargo, otra denuncia, hasta ahora desconocida, ha logrado condenar por primera vez al m¨²sico antes conocido como Puff Daddy o Diddy. Lo que parec¨ªa una m¨¢s en su ristra de acusaciones ha terminado en una sentencia contra el m¨²sico de 100 millones de d¨®lares por no presentarse al juicio por agresi¨®n sexual al que estaba convocado. Una estratosf¨¦rica cantidad que tendr¨¢ que empezar a pagar en unos d¨ªas.
El hombre que ha denunciado a Combs se llama Derrick Lee Cardello-Smith, de 51 a?os, preso en una c¨¢rcel de M¨ªchigan, la llamada Earnest C. Brooks Correctional Facility de la localidad de Muskegon Heights, al oeste del Estado. All¨ª cumple una condena de 75 a?os de c¨¢rcel por delitos sexuales y por un secuestro. Durante su tiempo en prisi¨®n, Cardello-Smith ha estudiado Derecho, por lo que ¨¦l mismo decidi¨® presentar una demanda contra Combs el pasado mes de junio en la que acusaba al rapero de haber abusado de ¨¦l sexualmente en el a?o 1997.
Seg¨²n los documentos judiciales ¡ªobtenidos por medios como el diario local MetroTimes o USA Today¡ª ambos se conocieron cuando Cardello-Smith trabajaba en restaurantes y hoteles en el ¨¢rea de Detroit. Seg¨²n cuenta, una noche estuvo bebiendo con Combs, y se fue con ¨¦l y con dos mujeres a una habitaci¨®n de un hotel. ?l empez¨® a tener relaciones sexuales con una de las mujeres cuando Combs empez¨® a manosearle las nalgas. Al pedirle que parara, el m¨²sico le dio una bebida, y tras tomarla empez¨® primero a marearse y luego a quedarse dormido. ¡°Le he puesto una cosita para ti. Lo conseguir¨¦ de un modo u otro¡±, recuerda que le dijo Combs. Lleg¨® a poner una denuncia en ese momento, pero reconoce que decidi¨® cerrar el proceso por ser Combs un magnate de la industria musical.
Sin embargo, aparentemente movido por las denuncias que ha recibido el m¨²sico estos meses, en junio present¨® una denuncia, que no se hizo p¨²blica. Lleg¨® a o¨ªdos de Sean Combs, que de hecho visit¨® la c¨¢rcel de Muskegon Heights para ver a Costello-Smith; este ha presentado ante la corte los documentos del centro penitenciario que demuestran que el nombre del rapero consta en el registro de visitas. El ganador de tres premios Grammy le ofreci¨® 2,3 millones de d¨®lares (2,09 millones de euros) para que desestimara la demanda, algo a lo que el preso se neg¨®.
M¨¢s all¨¢ de la negativa de Costello-Smith a recibir ese pago, el pasado 7 de agosto, una jueza del condado de Lenawee (tambi¨¦n en M¨ªchigan) puso una orden judicial contra Sean Combs para evitar que vendiera activos que le proporcionaran efectivo para pagarle ese dinero al demandante. En esa misma vista del d¨ªa 7, Cardello-Smith le cont¨® al tribunal la conversaci¨®n que mantuvo con Combs. Cuando el demandante le dijo que no quer¨ªa aceptar ese acuerdo extrajudicial, sino que pretend¨ªa seguir adelante con el proceso, Combs le espet¨®: ¡°Ya sabes c¨®mo son las cosas¡±. ?l, seg¨²n cont¨® a la jueza, le respondi¨®: ¡°No estoy de acuerdo con c¨®mo son las cosas para ti¡±.
La jueza fij¨® entonces otra vista virtual para el 9 de septiembre, a la que deb¨ªan presentarse Combs o sus abogados. Sin embargo, el artista no apareci¨®. El pago impuesto de 100 millones de d¨®lares, es lo que se llama una ¡°sentencia en rebeld¨ªa¡±, que se dicta a favor del demandante cuando el demandado no responde formalmente o no aparece ante el tribunal.
La de Derrick Lee Cardello-Smith se une a la larga lista de denuncias presentadas por diversas personas contra el m¨²sico desde noviembre del a?o pasado. La primera en denunciar y que abri¨® camino a muchos otros fue su exnovia, Casandra Ventura, modelo conocida como Cassie, con la que sali¨® durante a?os y que en su dur¨ªsima demanda contaba c¨®mo Combs la viol¨®, la someti¨® a palizas constantes (como se pudo ver en un expl¨ªcito v¨ªdeo de CNN), la drog¨®, la oblig¨® a participar en org¨ªas y diversos encuentros sexuales y la alej¨® de su familia y amigos. Aunque Ventura retir¨® la demanda apenas un d¨ªa despu¨¦s de interponerla, tras ella llegaron muchos otros demandantes.
Ese mismo noviembre de 2023 dos mujeres presentaron sendas demandas: Joi Dickerson-Neal, que acus¨® a Combs de violarla y grabarla en 1991, con 19 a?os; y Liza Gardner, que afirmaba que la agredi¨® a ella y a otra amiga en 1990. En diciembre denunci¨® una cuarta mujer an¨®nima: denunci¨® que traficaron con ella sexualmente y la trasladaron en un avi¨®n de Detroit al estudio del m¨²sico en Nueva York para violarla cuando era menor de edad. En febrero, un productor con el que Combs trabajaba habitualmente llamado Rodney Jones Jr. le acus¨® de tocamientos no consentidos. En mayo llegaron dos m¨¢s: la de una modelo llamada Crystal McKinney, que contaba que en 2003 ¨¦l le oblig¨® a practicarle sexo oral despu¨¦s de drogarla en su estudio; y la de otra mujer, April Lampros, que relataba c¨®mo la agredi¨® cuando estudiaba moda en Nueva York mientras le hac¨ªa promesas de un futuro mejor. La ¨²ltima conocida fue en julio, Adria English, que trabaj¨® en una fiesta en los Hamptons en 2004, le acusaba de un delito de tr¨¢fico sexual, de obligarla a beber alcohol y consumir drogas y de ofrecerla a amigos para mantener ¡°intercambios sexuales¡±. Adem¨¢s, en marzo las autoridades federales de EE UU realizaron una investigaci¨®n en sus casas de Los ?ngeles (California) y Miami (Florida).
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