Las bacterias de la boca ponen en riesgo los implantes dentales de m¨¢s de tres millones de espa?oles
Las infecciones complican el ¨¦xito de casi una cuarta parte de los dispositivos bucales colocados en 15 millones de personas
Remedios decidi¨® arreglarse ¡°bien toda la boca¡± hace 15 a?os. Se gast¨® ¡°tres millones de pesetas¡±, unos 18.000 euros, y sinti¨® ¡°mucha frustraci¨®n¡± cuando los implantes empezaron a darle problemas. ¡°Me sal¨ªan llagas y flemones que no me dejaban ni comer. Luego empez¨® a moverse uno de ellos y lo perd¨ª. Por suerte fue el ¨²nico, pero sigo teniendo molestias. Esto no es lo que esperaba. Yo pensaba que hacerse la boca era para siempre¡±, lamenta esta jubilada de 67 a?os.
Borja, de 48 a?os, trabaja en el sector de la importaci¨®n y hace seis a?os, tras perder una muela en el lado inferior derecho de la boca, decidi¨® ponerse en su lugar un implante. ¡°Pasados unos cuatro a?os se me comenz¨® a infectar. Se me inflamaba la enc¨ªa, me dol¨ªa, sangraba¡ El implante dio muy mal resultado y, aunque intentamos salvarlo, al final me lo tuvieron que quitar¡±, resume.
Remedios y Borja han pedido contar su historia sin dar sus apellidos ni dejarse fotografiar, ya que en ellos sigue pesando cierto temor de ¡°lo que puedan pensar¡± los dem¨¢s. ¡°Me puse el implante para que no se viera que hab¨ªa perdido una muela, no voy a cont¨¢rselo ahora a todo el mundo¡±, resume ¨¦l. Sus casos, sin embargo, son ilustrativos de un problema que afecta a millones de espa?oles, seg¨²n los especialistas de la Sociedad Espa?ola de Periodoncia y Osteointegraci¨®n (SEPA) que los han atendido.
¡°Casi una cuarta parte de los implantes dentales colocados [el 24%] est¨¢ en riesgo de perderse a causa de la periimplantitis, una infecci¨®n causada por bacterias que provoca inflamaci¨®n en la enc¨ªa que rodean el dispositivo y que, adem¨¢s, causa la p¨¦rdida del tejido ¨®seo que le da soporte. Seg¨²n los estudios publicados, un tercio de dispositivos afectados tendr¨¢ que ser retirado, otro tercio se recuperar¨¢ con el tratamiento adecuado y el resto quedar¨¢ en una situaci¨®n intermedia: no se perder¨¢, pero seguir¨¢ con signos de inflamaci¨®n y progresi¨®n de la enfermedad¡±, explica Jos¨¦ Nart, presidente de la sociedad cient¨ªfica y catedr¨¢tico de Periodoncia en la Universidad Internacional de Catalu?a (UIC).
Seg¨²n datos de la consultora Keystone, de referencia en el sector, cada a?o se instalan en Espa?a casi dos millones de implantes dentales ¡ªentre 2020 y 2024 se han vendido m¨¢s de nueve millones de unidades¡ª, y los ciudadanos que llevan alguno de estos dispositivos superan los 15 millones. Estos datos suponen, en una estimaci¨®n avalada por la Fundaci¨®n SEPA, que m¨¢s de tres millones de espa?oles est¨¢ en riesgo de perder un implante a causa de las infecciones.
La instalaci¨®n de un implante consta de dos fases. Una primera, con cirug¨ªa, en la que se instala el implante propiamente dicho, una especie de tornillo que va fijado en el hueso. Posteriormente, entre cuatro y seis meses m¨¢s tarde, se colocan sobre ¨¦l las llamadas fundas o coronas, que los profesionales denominan rehabilitaciones y que es la parte con forma de diente visible a simple vista.
Las bacterias que viven en la cavidad bucal, que colonizan las superficies de los implantes y desencadenan un proceso inflamatorio en los tejidos que los rodean, son la causa de estos problemas. ¡°Salvo casos especiales, no son bacterias extra?as ni de las que el paciente se contagie, sino las habituales que habitan en la boca de cualquier persona. Estos microorganismos son especialmente pat¨®genos si el paciente tiene periodontitis [tambi¨¦n conocida como piorrea] y esta no ha sido tratada con anteroridad¡±, cuenta David Herrera, catedr¨¢tico de Periodoncia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
La convivencia con las bacterias, por tanto, es inevitable. ¡°Los implantes, como los dientes, est¨¢n en parte dentro de nuestro organismo y en parte fuera. Es decir, hay una ruptura de las barreras del cuerpo que conduce a la colonizaci¨®n bacteriana. Es un proceso en el que interviene nuestro sistema inmunol¨®gico y que, en condiciones normales, alcanza un equilibrio en el que las bacterias est¨¢n bajo control. Los problemas surgen cuando este equilibrio se rompe¡±, relata Herrera.
La mucositis es la primera manifestaci¨®n de que algo va mal. Es un proceso inflamatorio superficial que puede producir enrojecimiento, hinchaz¨®n y sangrado en torno al implante dental. ¡°Si la mucositis no es tratada adecuadamente, el proceso puede evolucionar hacia la periimplantitis, en la que ya se ve afectado el hueso y se pone en riesgo el implante¡±, explica N¨²ria Vallcorba, doctora en Odontolog¨ªa y patrona de la Fundaci¨®n SEPA.
Esta especialista fue una de las promotoras del mayor estudio epidemiol¨®gico realizado hasta la fecha en Espa?a sobre estas patolog¨ªas, publicado en 2018 en el Journal of Clinical Periodontology. ¡°Ten¨ªamos la idea de que hab¨ªa muchas dolencias periimplantarias, pero desconoc¨ªamos la magnitud real del problema. Vimos que cerca del 24% de las personas estudiadas ten¨ªa periimplantitis y el 27%, mucositis. Es decir, que algo m¨¢s de la mitad de las personas con un implante sufren estos procesos infecciosos e inflamatorios¡±, relata Vallcorba.
Para los pacientes, estos trastornos son en primer lugar un problema de salud, pero tambi¨¦n pueden convertirse en un importante lastre econ¨®mico ¡ªla inmensa mayor¨ªa de estos tratamientos no est¨¢n cubiertos por la sanidad p¨²blica¡ª. ¡°Despu¨¦s de todo lo que me hab¨ªa gastado en hacerme la boca [18.000 euros], luego he tenido que ir pagando todas las visitas, tratamientos y revisiones¡±, protesta Remedios. Borja, por su parte, explica: ¡°El primer implante que fue mal y tuvieron que quitarme cost¨® unos 3.500 euros. Ahora, el que me han cambiado han sido casi 2.500. S¨²male a eso todos los gastos asociados¡±.
Nart expone los que, en su opini¨®n, son los puntos clave para prevenir y hacer frente a estos problemas. ¡°La mayor¨ªa de factores que acaban desencadenando la periimplantitis son prevenibles o tratables¡±, defiende. El primero de ellos e indispensable es una buena higiene oral, que ¡°debe incluir el uso de cepillos interdentales o hilo entre dientes e implantes, as¨ª como el tratamiento previo de la periodontitis [la infecci¨®n de las enc¨ªas]¡±, cuenta el presidente de SEPA.
En segundo lugar, es necesario que cualquier pr¨®tesis sobre implante permita el acceso al per¨ªmetro completo del dispositivo. ¡°En ocasiones, las propias pr¨®tesis bloquean o dificultan la higiene alrededor del implante¡±, sigue Nart. Adem¨¢s, no todos los implantes son iguales y aquellos con materiales o superficies m¨¢s rugosas tienden a hacer m¨¢s f¨¢cil la colonizaci¨®n bacteriana. Otros factores que influyen son la cantidad de hueso existente en la zona y el tipo de enc¨ªa. ¡°La mucosa con queratina tiene m¨¢s col¨¢geno, m¨¢s denso y menos vascularizaci¨®n, lo que frena la inflamaci¨®n y limita su progresi¨®n¡±, ilustra.
¡°Hacerse la boca¡±
Los especialistas defienden que, en cualquier caso, pacientes y profesionales deber¨ªan dejar atr¨¢s algunas ideas a¨²n muy extendidas. ¡°Muchos piensan todav¨ªa que ¡®hacerse la boca¡¯ es una ¡®soluci¨®n para siempre¡¯ que nunca dar¨¢ problemas. Y no es as¨ª. Es la mejor opci¨®n cuando la p¨¦rdida de las piezas naturales es un hecho, pero siempre que se pueda hay que intentar salvarlas. Y una vez instalado el implante, hay que cuidar la higiene, visitar al dentista dos o tres veces al a?o¡¡±, cuenta Vallcorba.
Es en estas visitas cuando podr¨¢ detectarse si las bacterias de la boca est¨¢n colonizando el implante y se ha iniciado el proceso inflamatorio que acabar¨¢ afectando al hueso. ¡°Las bacterias pueden desarrollar un biofilm en la superficie del implante. El objetivo es detectarlo a tiempo y retirarlo¡±, para lo que existen varios procedimientos, cuentan los especialistas.
Para David Herrera, lo ideal es apostar por la prevenci¨®n ¡°desde el minuto cero, incluso antes, cuando los problemas ni siquiera han empezado a aparecer¡±. Se refiere a todos los factores de riesgo conocidos que posteriormente intervienen en una mala evoluci¨®n de la salud bucodental. ¡°El tabaquismo, la diabetes, la gingivitis, la periodontitis, la mala higiene bucodental... Cuando ves un paciente con estos perfiles hay que empezar a trabajar con ¨¦l, acompa?arle y darle todas las recomendaciones que le ayuden a evitar la enfermedad en el futuro o reducir su gravedad¡±, insiste.
La boca y el resto del organismo est¨¢n mucho m¨¢s conectados en t¨¦rminos de salud de lo que a menudo se asume p¨²blicamente. Un ejemplo es el adecuado tratamiento de la periodontitis, que logra mejorar los niveles de glucosa en sangre hasta el punto que es posible evitar tomar el segundo medicamento que suele prescribirse a los pacientes con diabetes tipo 2.
Nuevas investigaciones tratan ahora de avanzar en el conocimiento de los factores que rodean la salud bucodental. ¡°Estamos realizando un estudio prospectivo con un a?o de seguimiento para determinar la incidencia de mucositis periimplantaria en pacientes con periodontitis¡±, una dolencia muy com¨²n ¡ªafecta a m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n, seg¨²n la SEPA¡ª y cuyos pacientes ¡°tienen una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades periimplantarias¡±, explica Elena Figuero, profesora titular de Periodoncia de la Complutense.
En este caso, ¡°los pacientes son evaluados inmediatamente antes y despu¨¦s de colocarles las rehabilitaciones sobre los implantes y, posteriormente a los 6 y a los 12 meses¡±. Los datos preliminares muestran una importante incidencia: ¡°Aproximadamente el 75% de los pacientes presentan alg¨²n implante con sangrado en al menos un punto y aproximadamente el 50% de ellos presentan sangrado en al menos dos puntos. Estos valores tan elevados solo seis meses despu¨¦s de la colocaci¨®n de las rehabilitaciones ilustran la necesidad de poner en marcha nuevas estrategias de prevenci¨®n frente a estas enfermedades de manera temprana, tal y como establece la gu¨ªa cl¨ªnica de la Federaci¨®n Europea de Periodoncia¡±, concluye esta investigadora.
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